Gatt : -Damas y caballeros, niños y niñas, indefinidos y anónimos… Están listos… ¿para lo que viene?-

NK: -Lo que se avecina, no tiene comparación…-

Gatt: - Nada menos que lo que tanto andaban esperando, sobre todo los indefinidos…-

NK: -La continuación del más o menos conocido fanfic, escrito por nosotros dos…-

Gatt: -Es nada menos que "Mariposa en tu Hombro Derecho", la segunda parte de "Romeo y Cenicienta"-

NK: -Y ahora que acabamos con las presentaciones, podemos ir por un plato de pasta…-

Gatt: -Propongo mejor un sándwich de atún en Subway, ¡tengo cupones de descueeento!-

NK: -¡Vivan los cupones!, aunque creo que se nos olvida algo…-

Gatt: -Ñe, no debe ser la gran cosa, seguro no es muy importante…-

(Mientras Seguridad se encarga de atrapar de vuelta a nuestros escritores por escaparse en la hora de trabajo mientras estaban en confinamiento, debido a la peligrosa horda de fans asesinas que esperaban afuera para matarlos por la forma en que "Romeo y Cenicienta" terminó, los saludamos a todos y les damos una cálida bienvenida, a menos que sean del grupo asesino y psicópata que espera allá afuera con antorchas y tridentes afilados… Todo bajo control, GRACIAS… exepto a los locos de afuera…)


Capítulo 1

El pajarito se posó tranquilamente en la rama del árbol frondoso frente a cierto balcón, en ese hermoso amanecer de media primavera: el sol se alzaba, radiante y alegre, sobre las montañas azules en el lejano este. Se acomodó solemnemente el animalito en la rama, como un maestro del piano en la banca frente a su instrumento: levantó la colita, la movió a un ladito, luego al otro… cuando se sintió preparado, inhaló, carraspeó la garganta (si eso era posible), y…

-¡DOOOOCTOOOOR HAAANDSOOOMEEE!-

*FIIIUUU*, un zapato escolar salió volando por la ventana abierta y golpeó al pobre pajarito antes de que le diera tiempo de decir mu…

Sí, definitivamente era otro día normal, común y corriente para los habitantes de pueblo Windfall, específicamente la majestuosa y portentosa mansión Hyrule, perteneciente al Gran Juez Daphnes Nohansen Hyrule, y sus dos nietas, Zelda y Tetra Hyrule. Pero por supuesto, esto ya lo sabías, ¿verdad, querido lector?, es bueno verte otra vez, y que te tomes la molestia de leer esta simple obra que yo, tu humilde servidora, la escritora, ha hecho para ti a costa de su tiempo libre. Dejando a un lado los saludos, procedo a mi trabajo.

Link bostezó y se frotó los ojos para limpiarse las lagañas, hasta que recordó que era sábado por la mañana: es un verdadero fastidio cuando pasa una semana de escuela, llega el fin de semana y sin querer te sigues despertando a la misma hora… bueno, al menos no estaba solo, tenía a Zelda acurrucada contra su pecho. Sonrió para sí mismo y, apartando sus cabellos color paja de su cara, volvió a dormir plácidamente. O por lo menos lo intentó, pues no pudo conciliar de nuevo el sueño, ¿y cómo dormir de nuevo, cuando la persona a la que más amas en el mundo está junto a ti, y se supone que no deberías siquiera estar allí?.

Si recuerdas bien nuestra historia anterior, querido lector, entonces sabrás a lo que me refiero: definitivamente Link NO debería de estar allí, en pijama, durmiendo en la misma cama que la nieta de su jefe, después de tantas cosas que el amable juez hacía por él, pero, había sido expulsado del orfanato, no tenía donde quedarse, y Zelda… bueno, Zelda era su novia, incluso si nadie más excepto ellos dos lo sabían, a pesar de que llevaban sus buenas semanas saliendo.

-Mmmph…- gruñó somnolienta Zelda.

-Perdona, ¿te desperté?- se disculpó el chico.

-No, tranquilo, no lo hiciste…-

-Deberíamos levantarnos y desayunar mientras tu abuelo o Sheik no se despiertan-

-Tranquilo, recuerda que es sábado, y tú trabajas aquí los fines de semanas…-

-Pero entonces, no podré desayunar contigo-

-Sólo un rato más, por favor…-

-… Dale, está bien… total, ¿qué podría salir mal?-


El pobre pajarito, aturdido y enojado, logró recuperarse del zapatazo que alguien (*EHEM, Tetra, *EHEM) le dio, así que decidió cambiarse de balcón, recordando sus traumas anteriores a manos de esa niña. Voló al árbol de otro balcón, furioso consigo mismo: él siempre era el primero en cantar todas las mañanas, antes que todos los demás pájaros, y estaba atrasado; ¡no señor, ése día no iba a perder su record perfecto de asistencia!, ¡nada le iba a impedir mantenerse como el madrugador de Windfall número 1, el cantador más tempranero y puntual de todos en esos lares!. Así que, se acomodó en la rama, movió su colita hasta que se encontró en una posición cómoda, abrió y cerró el pico varias veces, aspiró una gran bocanada de aire y…

*SWISH*, algún loco lo atrapó y literalmente le cerró el pico, haciéndole señas de silencio, como si el animalito fuera a entender. El extraño, a quien el pajarito no conocía, se escondió en las ramas de más arriba, esperando algo. Un muchacho, a quien el pajarito sí reconoció como el maldito que le dio una estrujada luego de su infernal noche con la niña, saltó del balcón al árbol, un par de ramas más abajo. Oh Diosas, el pobre pajarito no sabía que iba a pasar, pero seguro no era nada bueno… de acuerdo, quizás estaba siendo algo pesimista, ¿qué podría salir mal?.


Link saltó del balcón de Zelda al viejo árbol que había en frente, como todos los días: bajaría, diría que llegó temprano, y entonces podría desayunar tranquilamente con ella. Sacudió su vieja camisa verde y miró para abajo, mentalmente ideando su forma de bajar, cuando…

-¡Buenos días Link!-

*FIUUU*, *BAM*, el plan de escape se vio arruinado por la sorpresa de un misterioso curioso que, debido al susto que le causó a nuestro querido protagonista, provocó su inmediata caída. Por supuesto, Link no se iba a tragar la tierra él solito, o eso pensaba: agarró lo primero que estaba al alcance, es decir, el brazo del misterioso personaje, y se lo llevó para abajo con él… Lástima que lo único que consiguió Link con esto, fue que dicha persona acabara sentada sobre su espalda.

-Diosas chico, ¡qué mal equilibrio!, pero gracias por amortiguar mi caída, se ve doloroso…-. Un momento… Link conocía esa voz… su corazón se aceleró de tal manera que un cardiólogo lo compararía con el redoble de un tambor… oh, mierda…

-Oh, miefda…- masculló asustado el pobre, con la boca pegada a la tierra.

-¿Link estás bien?, por favor dime que… Oh, rayos, estoy frita…- exclamó Zelda desde el balcón, primero alertada, luego asustada.

-¿Qué onda, prima Zelda?- sonrió Sheik, todavía con el pajarito en la mano: el pobre animalito se asustó tanto, que *SPLAT*, se cagó encima… de Link.

-Oh, perdona haberte involucrado en esto pajarito, pero requería de silencio para darle una buena sorpresa a Link-se disculpó el poeta, soltando a la criaturita que voló lejos de allí tan rápido como era posible para sus alitas… el lado positivo, era que mientras lo hacía, estaba cantando. Por cortesía de la casa, haré con gusto una exacta traducción del significado de su gorjeo: "Bendita Farore, ¡los humanos son unos locos de mierda, locos, locos, LOCOS!, ¡ya me harté, me mudaré al lago Hylia con mi primo Timmy, o a este paso necesitaré un veterinario psiquiatra!". Ya acabada esa pequeña comisión, procedo a seguir narrando.

-Entonces, ¿qué les parece si hablamos esto con calma y un buen desayuno antes de que despierte el Abuelo?- ofreció Sheik, bajándose del pobre chico y levantándolo de un tirón.


Dicen por allí que "Tres son multitud", y es cierto, incluso hay una película llamada así. Sin embargo querido lector, para ahorrarte las molestias de recordarla (si es que la viste), o verla, (si es que no), te daré un perfecto ejemplo de una situación a la cual se le podría aplicar sin problemas dicha frase: Sheik sonreía como un pendejo (me perdonan fans de Sheik pero no encontré otra palabra para describirlo mejor), al tiempo en que revolvía el azúcar en su taza de té, mientras Link se rascaba el cuello nerviosamente y miraba la mesa, y Zelda movía sus dedos como Hinata de Naruto (con la cara igual de roja, quizás más).

El poeta dejó de revolver su té, apoyó la cucharita en una servilleta, puso los codos sobre la mesa y entrelazó los dedos, para luego ubicar su barbilla sobre ellos: escrutó con sus ojos escarlatas a su prima, luego al joven, de vuelta a su prima… entonces, abrió la boca para decir algo.

-¡Te lo juro que no es lo que parece primo, de verdad, por favor no le digas al Abuelo!- estalló Zelda, todavía más roja que antes. Sheik suspiró, y sacó su harpa de quién sabe dónde (supongo que Miyamoto sabe, pero como es un maldito nipón que nunca dice nada… no soy racista).

-Les recitaré una famosa cita de uno de mis muchos maestros de la poesía, que me enseñó en uno de mis viajes, aunque la aplicaré directamente en ti, Link… Eres como se dice, un Galán de Otoño: ni eres galán, ni eres un coño- (de verdad esa rima existe, es originaria de Venezuela, CHAMO, digo, lector…).

-Yo de verdad, no le he puesto una mano encima, yo…- se empezó a excusar el chico.

-Lo sé: sé que duermes con Zelda, pero duermes DUERMES que hasta medio roncas y a veces medio babeas; lo más que has llegado a hacer es verla en pijama, abrazarla, y uno que otro intercambio de saliva, o como lo llama el público conocedor, beso-

-Entonces, ¿ya lo sabías?-

-Desde que llegué a esta casa lo sé, mi joven Musa de inspiración; tú y mi prima han sido verdadera influencia para mi siguiente libro de poesía, aunque debo disculparme por mi mala costumbre de curiosear en las ventanas de la gente que me preocupa-

-¡Nos espiaste cada noche!- dijo Zelda, más en una acusación que en una pregunta.

-No me culpes de nada jovencita, que simplemente los estaba vigilando: por más que apoyo que los jóvenes tengan libertad, hay ciertos límites que ni siquiera un poeta como yo puede permitirle a su queridísima primita, y eso es, que cometas un error-

-Link no es un error, Sheik-

-Me explico mejor: no puedo permitirme que abuses de tu libertad y pierdas algo muy valioso por un ERROR… pero Link me cae bien, es como un hermano para mí-

-¿Qué rayos quieres decirnos con todo esto, primo?-

-Sencillo, que se tienen que esperar a la boda antes de, ¿cómo decirlo delicadamente?, ah ya sé, "amarse físicamente"-

-¡Eso es asqueroso Sheik!-

-No se diga que no ha pasado, muchos adolescentes arruinan sus vidas de esa manera-

-Sheik, te doy mi palabra de caballero, que no pondré una mano sobre Zelda, hasta que hayamos decidido nuestro futuro, y aún después- interrumpió Link seriamente, haciendo acopio de todo su coraje.

-¡Así me gusta chico!, y recuerda, si faltas a tu promesa y dejas a Zel esperando nueve meses a una criatura de Farore, ¡te lo corto, y puedo hacer que luzca como un accidente!- sonrió Sheik, tocando un par de notas en su instrumento.

-¡SHEIK!- exclamó furiosa Zelda.

-Bien bien, ya, tranquila, aunque hablo en serio… Como sea, no le diré a nadie de su pequeño secreto, y confiaré en que no harán nada estúpido; también dejaré de vigilarlos, palabra de trovador-.

Bueno, eso no salió tan mal, pudo haber ocurrido algo peor, ¿a que sí, querido lector?.


Las estupideces. Todo el mundo comete alguna estupidez en su vida, desde cosas pequeñas como tratar de lamer su propio codo, hasta bailar el chachachá con un barril de nitroglicerina como si fuera una maraca, mientras se fuma un cigarrillo. El pobre pajarito pensaba que definitivamente, mudarse con su primo en Hylia era una buena idea, pero cometió la tremenda idiotez de querer tomar se un descanso y saludar a un par de amigos en el camino, además de desayunar. De esa forma, su horrible travesía se extendió.

Primero, se posó en uno del millón de árboles que había en Windfall, y comenzó a arreglar sus plumas antes de continuar su vuelo, cuando una ardilla furiosa trató de ahuyentarlo porque "estaba muy cerca de su depósito de nueces para el invierno". Como el pajarito se creyó en su derecho de poder quedarse donde quisiera, alegó amablemente al bastante histérico roedor que tenía las intenciones de marcharse tan pronto como terminara de peinarse con el pico. Fue entonces cuando ocurrió la estupidez número uno: la maldita ardilla llamó a su familia, y entre todas insultaban en vano al ave para que se largase. Entonces llamaron al vecino, un mapache gordo, para que se comiera al intruso.

Jamás y repito, jamás, he escuchado de un mapache que viva en perfecta armonía con una ardilla, menos aún toda una familia. Pero las costumbres de la Naturaleza importan poco cuando se trata de fanfics. El pajarito empezó a rezar como loco por su vida mientras el hambriento mapache se relamía una y otra vez. ¿Acaso así iba a terminar?, ¿con un par de escenas secundarias y un protagonismo de cinco segundos?, la vida del pajarito pasó ante sus ojos, y el tiempo se congeló mientras alzaba una última plegaria: "Santa Trifuerza que estás en la Luz, santificado sea tu nombre, por favor si me quieres, intercede por mí con Farore y dile que aún no es mi hora: si me salvo, te juro que no me mudaré a ningún lado y me quedaré en Windfall hasta que la muerte nos separe, ¡que así sea!". (Ñe, basta para mí, pero acabas de vender tu alma al Diablo, pajarito… MWAHAHAHA, soy mala, pero tan mala…).

Y entonces, como una iluminación celestial, el pajarito recordó que podía volar. Lástima que, en su vuelo majestuoso hacia su salvación, se enredó con los cables de un poste telefónico, que se hallaban convenientemente entre las hojas del árbol de porra ese. *ZAP*, unos cuantos voltios no lo matarán, ¿o sí?, la buena noticia es que las chispas ahuyentaron al mapache gordo, que llamó a sus vecinos, Tael, Tatl y Navi.

-Oh rayos, si sigue allí quedará como pollo frito…- comentó Tael.

-¡Tael, deja de decir bobadas y quita al pobre animal de allí!- dijo histéricamente Tatl.

-No creo que sea buena idea, a menos que quieras hacerlo estallar como tomate- aconsejó Navi.

-¡Oh mira, ya tiene fuego!-

-¡Demonios Tael, esto no es un juego, has algo!-

-¿Y por qué yo? ¡Sálvalo tú, Tatl, si tanto insistes!-

-¡Porque eres el hombre, yo solo soy una chica hada!-

-¡Pues eres más masculina que una caja de esteroides!-

Mientras esos dos andaban hablando de quién sabe cuántas bobadas de hermanos, Navi se tomó la molestia de pensar que la madera no conduce electricidad, y usó la manita rasca espaldas que su vecino mapache le había robado a un anciano para sacar al pajarito de allí; el pobrecito parecía gallina piroca, pero estaba bien, vivito y coleando (la gallina piroca es un tipo de gallina que, por alguna razón genética, siempre tiene la cabeza pelona como si la hubieran desplumado).

El pajarito decidió que, de ahora en adelante, estaría agradecido con todas las hadas de brillo azul, y personalmente odiaba a las amarillas y púrpuras.


Daphnes tenía un extraño remordimiento en la conciencia. Algo le hacía sentir culpable, pero a diferencia de la mayoría de las personas que sufren de este sentimiento atroz que estruja el pecho, él sabía por qué, y la razón por la cual no podía encontrar alivio. Su motivo de remordimiento se debía a que Rune ya llevaba un par de semanas en el hospital, y no le había dicho nada a Link o a sus hermanos. La razón de que no les había dicho, era por pura petición del padre: no quería preocuparlos más, ni causarles problemas, a pesar de que esas no eran las palabras que salían de su boca.

Pronto tendría que levantarse para atender sus deberes en los diferentes juicios que tenía ese día, pero por alguna razón, se sentía incapaz de hacer su deber sin tener la conciencia limpia.

"Deberías decirle por lo menos a Link que su padre está en el hospital" recomendó el angelito en su hombro.

"No lo creo, seguramente te preguntará por qué no le dijiste antes" alegó el diablito, en su otro hombro.

"Debes explicarle que su padre no deseaba meterle más preocupaciones en la cabeza"

"Bla, bla, bla, no es tu problema, déjalos a todos con su rollo de familia disfuncional"

"Eres un juez, por el Amor de Nayru, se supone que traes paz y justicia a la comunidad"

"Si tanto quisieran arreglar sus problemas, te lo habrían pedido desde un principio…"

"Tienes el deber de decirle a esos niños en dónde y cómo se encuentra su padre"

"Si quisieras andar por allí de santo Oráculo transmitiendo la Palabra de las Diosas, te habrías metido de religioso: eres un juez, y por lo tanto, solo resuelves casos envueltos con la Ley". Ambos seres representantes del Bien y el Mal miraron al viejo, cruzándose de brazos.

"¿Qué piensas hacer ahora, Daphnes Nohansen Hyrule?" *POOF*, desaparecieron.

-Daphnes, ya sé qué vamos a hacer hoy…- se dijo a sí mismo el anciano (Phineas y Ferb son FRIKI COOL).


El pajarito decidió despedirse de su salvadora y volar por su desayuno en la pastelería Lon Lon, el mejor lugar para encontrar gente amable que le arrojase un pedazo o dos de su comida. Aterrizó grácilmente en el exterior, donde uno que otro comensal se sentaba en las sillas a tomarse calmadamente su café frente a alguna pequeña mesita: dentro del local había más gente, pero a muchos les gustaba comer al aire libre.

Un saltito, dos saltitos, gira la cabeza y parpadea un poquito: dichos pasos eran repetidos una y otra vez por el pajarito, en un intento de enternecer a los clientes que, conmovidos, sacudían sus migajas cerca de él para que comiera… todos, menos un cliente, un enorme Goron que remojaba su rosquilla en la taza de café con leche. Parecía demasiado absorto en sus pensamientos como para prestarle atención a los enternecedores ojitos del pajarito y su pobre cabecita pelona.

-Rayos, últimamente nadie me cuenta nada, ni siquiera Malon parece notar que hasta yo necesito mantenerme informado de lo que pasa…- gruñó él. Una atareada pelirroja se vio empujada fuera del local por un grandulón. Parecía que el gigante buscaba problemas con la joven de cabellos rojos y tez morena; sin embargo, la muchacha no se dejaba intimidar, y le devolvía una fiera mirada con sus ojos dorados.

-Lárgate de aquí, sucia ladrona-

-Oblígame, fantoche…-

El Goron se levantó de su asiento y se interpuso entre ambos.

-Éste lugar es muy tranquilo, y por eso me gusta venir aquí: si se van a pelear, a otro lado-

-Quítate del camino, cabeza de piedra, esto es entre la Gerudo y yo-

-Retráctate de lo que me dijiste…-

-Oh, ¿acaso te ofendí, gordito?, ¿qué vas a hacer al respecto, eh?-. Otra pelirroja, esta vez Hyliana, y que el pajarito reconoció como la hija del dueño, salió de la pastelería a tratar de calmar las cosas.

-Darmani, cálmate por favor, y usted también, señor, por favor no cause disturbios aquí-

-Malon, quédate atrás, esto se va a poner feo…-

-Darmie, NO, ni se te ocurra-

-Voy a partirle la cara a este sujeto-

-¿Un Goron, a mí?, ¿tienes idea de con quién estás lidiando?- se mofó el grandulón.

-¿Y tú, Onox?, ¿sabes con quién te estás metiendo?- amenazó la Gerudo.

-Nabooru, no me metan en problemas, me gusta este empleo-

-Tranquila Malon, sólo durará un segundo…-

-¡Venga, dame con todo, ladrona!-. Una afilada aguja se enterró en el brazo de Onox. El pajarito, siguiendo la dirección de la trayectoria, divisó al responsable: el mismo loco que esa mañana le había agarrado y le hizo pasar un tremendo susto… a su lado, un corpulento hombre, de misma tez morena y ojos dorados, son sus cabellos rojos bien cuidados, dedicaba una mirada que provocaría suicidios de terror.

-Onox "Dark Dragon"… vuelves a insultar de esa manera a la raza Gerudo, y le diré a mi querido amigo Sheik que a la próxima te dé en el ojo…-

-Ganondorf Dragmire… Y yo pensé que tu padre daba miedo…-

-Busca problemas en otro lado, si valoras tu cuerpo, o necesitarás de un trasplante de cara cuando acabe contigo-. Onox tomó en serio la amenaza, y se fue de allí, mascullando palabrotas e insultos por lo bajo.

-Es irónico que sea tan racista con los Gerudo, cuando antes era gran amigo de mi padre… Gracias por tu ayuda, Sheik-

-No es nada, te la debo por lo de Tetra… ¡Oye mira, un pajarito! ¡Y está pelón, pobrecito!, aunque me parece conocido-

*FIUUU*, el pajarito no se iba a arriesgar a otro trauma de por vida.


Arrastra, arrastra, entierra, entierra, riega, riega. Link no dejaba de trabajar arduamente en el amplio jardín de la Mansión Hyrule. Arrastra, arrastra. Nada lo distrae de su labor, está completamente concentrado, necesita el dinero a toda costa. Entierra, entierra. Debe ganarse su buen sueldo, para todos sus gastos, como la comida de la cafetería, la gasolina de "Epona", una nueva calculadora porque la vieja dice que 2+2 es pi de tanto que le ha freído los circuitos. Riega, riega. Necesita graduarse con una beca, pero también necesitaba un hogar en el cual esperar a sus hermanos, un lugar donde pudiera recibirlos cuando el momento de irse del orfanato llegase. Arrastra, entierra, riega. Definitivamente, nada lo detendría, se esforzaría al máximo, demostraría de lo que era capaz, conseguiría esos Rupees, *ka-CHING*, problemas resueltos, finito, kaput, se finí. ¡Sí Diosas, ya escucharon, no perdería la concentración en su trabajo por nada, y digo NADA en el Mundo, ni el Más Allá, ni el Universo, o el Infinito!...

…Todo, excepto… bueno, el relámpago rosado que pasó frente a él saltando. Menos aún podía creer que estaba viendo a Zelda perseguirlo, con una sábana en una mano, y agitando el puño.

-¡TETRA, POR DIN! ¿TENÍAS QUE COMER AZUCAR, VERDAD? ¡VUELVE AQUÍ Y QUÍTATE ESE TUTÚ!-

-¡JAMÁS ME ATRAPARÁS CON VIDA, DOCTOR HANDSOME!-

-¡DE TODAS LAS HERMANAS, FARORE TENÍA QUE DEJARME LA SONÁMBULA LOCA!-

Sí, definitivamente otro día normal en la Mansión Hyrule… Arrastra, entierra, riega. Uff, qué duro era arrastrar esos sacos de abono, enterrar las semillas, y darles una regadita después de taparlas. Ya que, debía continuar, sin detenerse, el jardín no se pondría hermoso por sí solo…

-¡LINK, VIENE HACIA TI, PÁRALA!- ¿Que QUÉ?. *BOMP*, Tetra y su tutú de bailarina se chocaron con Link; Zelda saltó sobre su hermanita como un tigre sobre un indefenso hindú, y la enredó en las sábanas para que no escapara.

-Uff, gracias Link… No sé de dónde sacó ese tutú, pero como que es aerodinámico porque normalmente no suele correr así de rápido…-

-¿Zelda, puedo decirte algo?-

-Con toda confianza-

-Tu hermana necesita un psicólogo urgentemente-

-Ya lo intenté, no funcionó-

-Ah, entiendo… ¿Te doy una mano?-

-No tranquilo, puedo sola con ella… ¿Qué hay de ti?, ese yeso te lo quitan pronto, pero necesitas ayuda todavía-

-Estoy bien, encárgate de Tetra…-

-A este paso, tendré que comprar comida de diabéticos, a ver si se sigue poniendo así-

-Entonces me dejarás muerto de hambre-

-Está bien Lobo, supongo que tendré que mantener vigilada la alacena… Por cierto, estás enterrando el abono, regando el agua y arrastrando las semillas-

Link apartó su mano del saco de abono con cara de asco, mientras Zelda se alejaba caminando con su hermana y una sonrisa. El muchacho no pudo evitar quedarse a mirarla hasta que entró a la casa, con el corazón en su pecho acelerado y completamente embobado con su belleza. Después, siguió con su trabajo, suspirando y esperando a la noche, cuando apenas eran las 10 y media de la mañana.


Después de que Tetra se despertara de su sueño sonámbulo, y expresara toda su histeria respecto al maldito tutú, sin mencionar el regaño de Zelda por comer azúcar antes de dormir, la niña decidió salir al parque a encontrarse con Toon, Aryll y Gonzo: tenían planes de jugarle bromas a las parejas que iban para allá a besuquearse, recitarse poemas y pasear en un ambiente romántico.

Empacó en un pequeño maletín una gran cantidad de "juguetes" construidos por ella para ese tipo de misiones, un par de navajas, su traje de camuflaje, walkie-talkies, y amarró su pañoleta roja favorita a su cuello. Todo listo, excepto… ¡rayos, casi se le olvidaba!, ¡necesitaba una cámara para grabar sus resultados como siempre, y los binoculares!. Encontró la cámara, pero los binoculares los tenía el Abuelo Daphnes. Ya que, ¿cuál era el problema?, sólo debía pedírselos, ¿qué podría salir mal?.

Fue al despacho del viejo, resuelta y feliz, mientras inventaba una excusa convincente acerca de por qué necesitaba los binoculares, algo así como "observar la vida silvestre del parque para un proyecto de ciencias acerca del ambiente y especies comunes de la zona". Tocó la puerta.

-Pase- dijo el anciano al otro lado. Tetra no se hizo esperar, y entró; encontró a Daphnes usando los binoculares para mirar por la ventana.

-¿Abuelo, qué estás haciendo?-

-¡Oh Tetra, es una verdadera alegría verte, estoy espiando a tu hermana y al joven Link!, ¿quieres ver tú también?, tengo un telescopio de baja potencia dentro de esa gaveta de allí-

A la velocidad del rayo, Tetra encontró el telescopio y se situó frente a la ventana, junto a su abuelo. Ambos mirones sin oficio estaban bien interesados con el espectáculo: Zelda estaba escalando con sumo cuidado un árbol, y Link miraba desde abajo, pendiente de cada movimiento de la rubia.

-¿Crees que esté tratando de verle la ropa interior?-

-Lo dudo Abuelo, Link no es del tipo pervertido-

-Pero hay una posibilidad, incluso si no es un pervertido, es muy común hoy en día que los chicos hagan este tipo de cosas, Tetra-

-Bueno, Zelda está usando pantalón, no creo que Link pueda verle nada a menos que tenga rayos X-

-¡Pero el corte del pantalón es de cadera!, significa que su trasero es completamente definible-

-¿Desde cuándo sabes de pantalones femeninos, Abuelo?-

-Una vez tuve que hacer de juez en un caso donde el corte del pantalón fue la clave para descubrir quién fue el culpable de los tres acusados-

-No quiero ni saber…-

-Eso no importa ahora querida, ¡estoy 99.9% seguro de que le está mirando la retaguardia a tu hermana!-

-¡Abuelo, seguramente no es eso, por Din!-

-¡Oh vamos Tetra!, ¿si no le está mirando el trasero, entonces qué está haciendo?-

-Posiblemente esperando a que se caiga para atraparla-

-¡Apuesto diez Rupees a que le está mirando el trasero!-

-Hecho…-. Tetra abrió las ventanas de par en par, e hizo señas a su abuelo de que se apartase de allí un poco.

-¡OYE LINK, ¿LE ESTÁS MIRANDO LAS NALGAS A MI HERMANA, PICARÓN?- gritó la niña.

-¡NO, ESTOY ESPERANDO A QUE SE CAIGA PARA ATRAPARLA, PERVERTIDA!-

-¡OH, GRACIAS POR ACLARARLO, TE DEBO UNA!-. Con un suspiro, Daphnes entregó el dinero a la ganadora de la apuesta.

-Un placer hacer negocios contigo Abuelo, ¿puedo llevarme los binoculares?-

-Sí, sí puedes… supongo que me iré a hacer macramé…-


La música es muy importante en todas las culturas, pero para los Zora, la música es la vida. Todo el día, las 24 horas, 7 días de la semana, los Zora están repitiendo una canción en su cabeza, de acuerdo a las situaciones que están viviendo en ese momento: a veces son melodías de otros, a veces son originales. La música lo era todo para Mikau, y es por eso que estaba tan emocionado con el concierto que su banda, los Indigo Go, iba a dar en Ciudad Kakariko el día de mañana. El resto de la banda, Evan el pianista, Tijo el baterista, y Japas el bajista, vendrían desde la costa de Termina hasta allí, y tocarían en su primer concierto internacional.

Oh sí, Mikau estaba tan emocionado, que había estado toda la mañana tratando de componer una nueva canción. ¡Ésta era la gran oportunidad que los Indigo Go había estado esperando con tantas ansias, el chance de que algún manager quisiera promocionarlos en Hyrule también!.

-¡Mikau, ya llegué!- anunció Lulu, entrando al apartamento.

-Hola linda, ¿quieres venir un momento?, necesito ayuda con esta melodía-

-¡Mikau, ni siquiera has desayunado!, necesitas comer algo, por el Amor de Nayru-

-Ay Lulu, solamente quiero acabar esta cosa, es importante para mí hacerlo antes del Festival de Primavera en Kakariko-

-Quizás comiendo algo te refresques esa cabecita dura tuya, y te inspires-

*RING, RING, RING*, el teléfono sonó. Mikau se abalanzó sobre él y contestó como si su vida dependiera de ello.

-¿Hola?... ¡EVAN, mi tecladista favorito!, ¿cómo te va, viejo?... eso pensé… Sí, Lulu está bien, nos va genial y… ¡Por supuesto!, claro que estoy emocionado, yo… Un momento, ¿qué?... ¿QUÉ?... ¿Cómo que no?, Evan, esto solo ocurre una vez en la vida, sabes lo importante que es… ¿Que a Tijo le pasó QUÉ?... Sí, Lulu está conmigo… sí, tengo altavoz, espera…- *BIP*, en altavoz.

-¡Hola Evan!, hace mucho que no hablamos- saludó Lulu.

-Qué onda Lulu, suenas genial como siempre, chica- se escuchó la voz del pianista por el teléfono.

-Cuéntale lo de Tijo, Evan- pidió Mikau.

-A Tijo se le dislocó el hombro y se rompió el cuello cuando el tambor principal se le resbaló a Japas "Dedos de Manteca" y le cayó encima, estábamos trasladando los instrumentos y, bueno, ya sabes…-

-Oh Bendita Trifuerza, ¿está bien?-

-Sí, se recuperará, pero no podemos ir, tendremos que cancelar…-

-¡Evan, no podemos cancelar, es el Festival! ¡Y no cualquier Festival como los de Termina, es el Gran Festival de Primavera de Kakariko, Hyrule!-

-Mikau, se lo importante que esto era para Lulu, sobre todo para ti, sus padres eran los miembros originales de Indigo Go y todo eso, pero… Tijo se rompió el cuello y se dislocó un hombro, no puede tocar, y sin baterista, no hay ritmo, y sin ritmo…-

-No fluye el tiempo en la música, lo sé Evan, ¿no puedes encontrar otro baterista?-

-¡Mikau, que tan sólo sugieras abandonar a Tijo me sorprende, recuerda que no tiene más familia, hermano!-

-¡ Evan, es sólo por esta vez, este concierto nos costó un ojo de la cara para conseguir cupo, lo reservamos hace dos años!-

-Lulu, hazlo entrar en razón, aunque encontráramos otro baterista, no podríamos dejar a Tijo solito aquí, ¡está en silla de ruedas y hay que empujarlo, y como es gordito, de a dos!-

-Evan tiene razón Mikau, por más que nos duela…-

-Lulu, no entiendes, mi padre estuvo en ese Festival, el tocó la primera gran canción de todas en Indigo Go, la "Balada del Pez Viento", ¡yo también quiero tocar algo grande, que nuestros hijos se sientan orgullosos, que los Zora de todo el mundo se sientan orgullosos!-

-Mikau, el que no entiende eres tú, ¡Los Indigo Go no podrán tocar!-

-¿Y si encuentro sustitutos para todos ustedes?-

-¡Esto es el colmo Mikau, entonces sólo serían Lulu y tu, a eso no se le puede llamar Indigo Go! ¡Si tantas ansias tienes de dar un concierto sin nosotros, entonces, están FUERA!-

-¡Evan, no puedes hacerme eso, hermano!-

-¡Ya está hecho, soy el líder de la banda Mikau, y por mucho me he tenido que aguantar tus tonterías: escribes tus propias canciones, modificas las notas de las mías, y estás al otro lado del Mar!, ¿pues sabes qué?, se acabó Mikau, están fuera los dos, punto, eres mi compadre y todo, pero ya basta-

-¡BIEN!-

-¡BIEN!- *CLICK*, se escuchó el sonido de Evan colgando el teléfono. Mikau se quedó allí, parado, hasta que sonó la melodía que indicaba la presencia de nadie en la línea. Colgó lentamente, tomó su guitarra, y empezó a tocar las notas de la "Balada del Pez Viento". Lulu sabía que cuando él la tocaba, es que verdaderamente estaba destrozado por dentro; ella también estaba triste, pero no tanto como Mikau.

Cuando dos corazones están rotos, ocurre lo que menos debería ocurrir: Lulu se recostó del hombro de su amado Zora cabeza de chorlito. A cambio, Mikau dejó de tocar, la rodeó con sus brazos y la apretó contra su pecho, como un niño haría con su osito de peluche luego de un feo día de escuela. Comenzó a arder fuego en el corazón de ambos: primero una chispa pequeña, luego un incendio. Mientras las llamas crecían, igual su pasión: de un abrazo a caricias, de caricias a besos. Iba creciendo a gran velocidad, demasiada. Cada vez más incontrolable. Dicen que cuando dos personas se aman, se reconfortan la una a la otra cuando su pareja está triste… pero, ¿qué ocurriría si ambos están lastimados hasta lo más profundo?, ¿qué ocurriría si, por un instante, el dolor encegueciera a sus dos víctimas, al punto en que se dejan llevar por la corriente?.

El dolor de Mikau no era que le hubieran sacado de la banda, sino la forma en que ocurrió: su más grande sueño, desde pequeño, uno que quería compartir con Lulu, con sus amigos, con todos aquellos que lo escucharían, se vio roto como frágil cristal. Su sueño de ser tan grande como su padre, que le conocieran por su talento, por quien era, estaba en la basura. Muchas veces Evan la había dicho que el líder de la banda es el que debería componer las canciones, pero ¡Mikau era mejor que él!, su talento era superior, incontrolable, como un amplio océano esperando a ser descubierto. Es por eso que le gustaba escribir las melodías que los Zora como él creaban en sus cabezas las 2 horas, 7 días de la semana. Su vida era la música, estaba en sus venas. Cuando tocaba frente al público, sentía que su corazón iba a estallar, y quería que todos se sintieran así: por eso modificaba, aunque sea levemente, las melodías de Evan, y causaba euforia, hacía que el resto le siguiera en sus sencillas pero significativas improvisaciones. Lulu sentía algo parecido, y amaba demasiado a su querido guitarrista como para evitar estallar junto a él, unidos eran una bomba… Una bomba que pronto, iba a explotar demasiado fuerte.


-Aquí "Capitana", confirmar posiciones, cambio-

-"Espadachín" preparado, estoy en mi locación asignada, cambio-

-"Gaviota" en locación asignada, cambio-

-"Pirata" en su lugar, "Capitana", cambio-

-¿Alguna señal de parejas en sus diferentes locaciones, cambio?-

-No "Capitana", nada en mi área de vigilancia, cambio-

-Lo mismo que "Espadachín", cambio-

-No sé si dos palomas sacándose las pulgas con el pico cuenta, cambio-

-No cuenta "Pirata", continúa y… ¡Alerta, diviso una pareja, cambio!-

-Entendido "Capitana", indíqueme posición, cambio-

-Un cuarto para las tres desde tu posición "Gaviota"-

-Confirmado, identificando blanco… Es Ganondorf, está con Nabooru, cambio-

-La pareja más peligrosa de Windfall, no creo que sea buena idea fastidiarlos, "Capitana"-

-No le tengo miedo al "Rey Oscuro", la operación "Tórtolos" continúa, si eres demasiado gallina "Pirata", puedes retirarte-

-¿Y dejarles toda la diversión?, "Capitana", la seguiré hasta la legendaria tierra de Skyloft si es necesario-

-Así me gusta "Pirata"… "Espadachín", están más cerca de ti que del resto, encárgate de las trampas; "Gaviota", mantén el blanco en la mira; "Pirata", serás la carnada si algo se sale de control-

-¿Que yo voy a ser a QUÉ?... oh, que me coma un Moblin, ¿qué podría salir mal?-

Ya estaba decidido, Daphnes estaba completamente decidido a ver a Rune después del almuerzo, y traería consigo a Link, Toon y Aryll, incluso a Zelda y Tetra: quizás, sólo quizás, la compañía, una buena charla y algo de cariño podría ablandar el corazón de ese hombre tan frío.

Le echó una mirada a lo que había estado haciendo con el macramé sin ver: era la hermosa historia del Joven de Verde y la Princesa del Destino, excepto claro, por un insignificante detalle que le causó un malestar en el estómago… ambos personajes eran ridículamente idénticos a su nieta mayor y el joven Link, sin mencionar que, a diferencia de la leyenda, decidió darles un final feliz y los colocó besándose, con corazoncitos, palomitas blancas, y campanas de boda.

El viejo sacudió su cabeza como si así pudiera borrar la idea de su cerebro, y decidió comenzar un nuevo trabajo. Un derecho, un revés, un derecho, un revés, media vueltita, para arriba, para abajo, tejer ayuda a la habilidad manual, tejer no es de ancianitas… "Tetra tiene razón, estoy siendo demasiado paranoico" pensó una y otra vez mientras movía las agujas con suma habilidad, sin ver.

"Sin embargo, Zelda es muy hermosa, tiene una delicia de personalidad, es una chica encantadora". Arriba, abajo, un derecho, un revés.

"…Y Link es todo un hombre, guapo, caballeroso, valiente, inteligente, irresistiblemente atractivo…". Ups, un error, retrocede las agujas, y continúa, un derecho, un revés.

"Nah, estás exagerando, Daphnes, es imposible, eres demasiado sobreprotector… Pero siempre están juntos, no se separan". Arriba, izquierda, derecha, abajo, más hilo.

"No tengo nada en contra si tienen algo, de verdad, pero… No lo sé, ¿así es como se siente un padre cuando su hijita está creciendo?, mis dos hijos nunca me dieron este sentimiento…". Dos puntadas, casi se pincha.

"Quizás tener hijas es más complicado que tener hijos varones, total ellos no salen embarazados… ¡Pero qué te pasa Daphnes, ¿qué son esos pensamientos?, ya está, oficialmente todo está en tu cabeza, dejarás de pensar en esto… Y si se gustan, ¿cuál es el problema?, es parte de crecer y… ¡deja el tema de una vez, viejo cráneo hueco!... Ya está, no más tonterías, dejaré de pensar en esto, disfrutaré de mi vida y me preocuparé de asuntos más importantes". Hace el nudo final.

-¡Ya está, mi mente está completamente apartada de ese tema, no pensaré en nada respecto a esto, soy libre al cien por ciento!, y ahora a ver lo que hice- *CRASH*, la ilusión dentro de Daphnes se quebró en mil pedacitos cuando vio su obra tejida con hilo: un hombrecito igualito a Link, junto a una chica muy parecida a Zelda, haciendo qué cochinada. Mientras el viejo salía de su oficina echando humo por las orejas y lágrimas por los ojos, el trabajo de macramé ardía en llamas dentro de la papelera, bañado en gasolina.

-Mi Zeldita… mi Zeldita… mi pequeña Zeldita… Ay Din, ¿por qué me castigas así?, me haces quedar como pervertido sobreprotector...- se repetía una y otra vez mientras la nube emo sobre su cabeza lanzaba un aura espeluznantemente deprimente.

-_-_-Fin del Capítulo-_-_-


Gatt: -Hasta que al fin acabamos esta cosa-

NK: -Sólo espero que las fans locas dejen de esperarnos afuera, quiero salir a comprar libros-

Gatt: -No sabemos a qué velocidad vendrán los siguientes, pero trataremos de hacerlos bien largos… ¡dejen muchos reviews, tantos como se puedan, ése récord de 80 queremos alcanzarlo a toda costa!-

NK: -Les prometemos un bonito premio si llegamos a esa cifra entes de que salga Skyward Sword-

Gatt: -No, no les vamos a enviar dinero a domicilio…-

NK: -Vamos a escribir un fanfic completamente original, que abarque todas las Leyendas de Zelda, un trabajo que llevamos haciendo desde los 5 años y que hemos perfeccionado con el tiempo, para escribirla algún día-

Gatt: -Mencionamos más detalles respecto a esto en nuestro profile, ¡chequéalo!-

NK: -Les deseamos a todos un buen día, o buenas noches, o solsticio, o lo que sea que esté ocurriendo en su locación… si son de algún otro planeta que no sea la Tierra, pues ya qué, pero dejen review-

Gatt: -Oh, y una cosa más: si estás allá afuera con la horda de psicópatas que quieren asesinarnos, más vale que huyas, porque no tengo compasión de las personas que me impiden salir de mi casa para comprar juegos o libros-

Gatt y NK: -¡Los esperamos con ansias en el próximo episodio de "Mariposa en tu Hombro Derecho"!-

(La paciencia es una virtud, y un saludo a todos ustedes, queridos lectores internacionales que deciden desperdiciar su tiempo en un humilde trabajo como el de nuestros escritores. Esperamos que continúen con nosotros hasta el final de este nuevo paso, tan importante para nosotros. Todo bajo control. Gracias).

Gatt: -Estoy tan aburrida, que podría lanzarle piedras a una lata…-

NK: -No es buena idea, Fígaro es demasiado asustadizo, hasta para un gato tan grande como él-

Gatt: -¿Juego Prince of Persia?-

NK: -Ya lo pasaste todo y desbloqueaste todo-

Gatt: -Entonces, Super Mario Galaxy 2-

NK: -Apestas en los juegos de Mario, sin mencionar de que no dejas de reírte cada vez que Yoshi se traga algo…-

Gatt: -¡No es mi culpa si la retorcida mente japonesa no considera extraño que un dinosaurio bípedo con zapatos de tennis y lengua larga, trague cosas e inmediatamente las cague!, ¡Dios mío, los trozos de estrella son puntiagudos, ¿eso no le lastima el ano?-

NK: -Seguramente censuraron la parte en que a Yoshi se le salen las hemorroides…-

Gatt: -¿Desde cuándo un Goomba pasa por el sistema digestivo de Yoshi y se transforma en tres trozos de estrella?, ¡te digo que eso no es normal!-

NK: -¿Qué tal un poco de Brawl?-

Gatt: -No gracias, sin ánimos… ¿Duel mode en Spirit Tracks?-

NK: -Tengo algo mejor que eso: ¿y si probamos esa nueva resortera que hicimos el otro día?-

Gatt: -Ya rugiste, veamos cuánta potencia tiene esa bebé-

(Mientras nuestros dos escritores escapan de la policía por diferentes daños a la propiedad como lámparas, ventanas, y la cara de un oficial, sin mencionar que debemos cambiar la liga de la resortera por una menos potente que no sea capaz de impulsar piedras a más de 20 metros y a 100 km por hora, por favor, continúen leyendo. Por si acaso se les aclara, nuestros escritores tienen tres gatos, y son adorables. Todo bajo control. Gracias)