RESUMEN: Cuando Spock hace el comentario de que las costumbres vulcanas pre Surak son violentas aun para los estándares más extremos de la Tierra sucede con frecuencia que a la tripulación del Enterprise le cuesta creerle… Jim sin embargo descubrirá la verdad de estas palabras de la manera más extraña posible.
Un grito escapó de la garganta de Jim cuando los dedos aprisionaron su muñeca con la fuerza de un grillete. Antes de que cualquier idea coherente se formara en su cerebro sus instintos tomaron el control absoluto y lanzó una patada verdaderamente fuerte en dirección del otro hombre, no obstante este logró capturar su espinilla tirando fuerte y sin por eso soltar su muñeca, lo que hizo al humano perder el equilibrio. Antes de que el cuerpo del humano azotara contra el piso aquel que acababa de agredirlo lo levantó prácticamente acunándole entre sus brazos.
En ese momento sus ojos se encontraron. Las respiraciones entrecortadas enganchándose, la tensión en el aire dispuesta a ser cortada con un cuchillo.
-Joder – exclamó Jim – Spock ¿qué demonios está pasando?
El mitad vulcano no se atrevió a responder, en lugar de eso miró detrás de su capitán, directamente a la cama forrada de lazos y al pensar en la utilidad que tendrían dichos instrumentos su piel se erizó.
-¿Spock?
Los ojos de Jim estaban llenos de miedo y fijos en él, pero ¿qué podía decirle? ¿Es qué había palabras que pudieran justificar el horror que estaba por cometer?
-Spock, por favor, dime de una buena vez que mierda está pasando…
Sus labios se silenciaron cuando su espalda chocó duramente contra las mantas suaves de la cama.
-Capitán, yo…
Y lo peor de todo es que debía hacerse, porque vivir con el odio de Jim parecía en ese momento algo preferible a vivir cargando con la responsabilidad de su muerte.
