53 días, 9 hrs, 3 minutos…
Todomatsu lo sabía porque era el tiempo en el cuál se había levantado en las noches sin tener a nadie que lo acompañara para ir al baño, estando sus otros dos hermanos dormidos como rocas (sin contar el aumento de contusiones en los brazos y el temor de acercase a Ichimatsu).
53 días, 9 hrs, 3 minutos…
Osomatsu lo sabía porque era el tiempo en el cual sus cajetillas de cigarro le habían durado más de una semana ante la falta de invitar a alguien al balcón a compartir el vicio, a pesar de que había comenzado a fumar con más frecuencia.
53 días, 9 hrs, 3 minutos
Ichimatsu lo sabía porque era el tiempo en que las marcas de ataduras se habían borrado por completo de su piel dejándola intacta, el momento en el cual la habitación se sentía demasiado tranquila sin alguien revoloteando alrededor, además de que era el tiempo en que se había tenido que levantar después de una borrachera y caminar por su cuenta a casa.
53 días, 9 hrs, 3 minutos
Karamatsu lo sabía porque era el lapso en el cual había dejado de herir tanto a los demás y comenzado a ayudar en tareas para la casa (ya sea cocinando o apoyando con un trabajo de medio tiempo). Igualmente era el tiempo en el que menos tenía heridas y había podido tocar tranquilo su guitarra en la azotea.
53 días, 9 hrs, 3 minutos
Jyushimatsu no lo sabía, pero si percibía un vacío muy grande. Como cada vez que salía de la casa y solo dos voces le respondían, o cuando al regresar de jugar baseball, lo hacía solo, también durante las noches, en el momento de acostarse, donde apenas recibía dos palmadas de dos manos diferentes. No lo sabía…pero lo sentía.
53 días, 9 hrs, 3 minutos
Era el tiempo en que Choromatsu había podido dormir tranquilo, sin mucho ruido, incluso vivía sin tanto estrés. Tiempo en el cual había comido hasta saciarse sin tener que pelear más que por lo necesario (y únicamente con Jyushimatsu), pero también era el lapso en que sentía la ausencia de otras tres presencias en la mesa…
A veces, en sus mentes pasaba el pensamiento de que tal vez los otros sentían sus ausencias, si los extrañaban, pero siempre regresaba a la idea de considerar que así era mejor. Si hubieran sabido que tal vacío llegaría, tal vez hubieran luchado por engañar mejor a sus padres, pero no, como siempre su estado de ninis los venció, ni para mantener a la familia unida eran buenos.
53 días, 9 hrs, 3 minutos había pasado desde que sus padres se divorciaron.
53 días, 9 hrs, 3 minutos habían transcurrido desde que los sextillizos se separaron.
