INFORMES

Acá les traigo mi primer crossover, como siempre este tuvo alguna inspiración, espero que se animen a leerlo y si lo hacen que les guste.

INFORMES

Unos ojos verdes se comenzaron a abrir lentamente, tratando de que el resplandor que se colaba por la ventana no la lastimara. Tardo unos instantes en acostumbrar a sus ojos a esa visión, y vio con un ligero sonrojo como un brazo le pasaba despreocupado por la cintura. Giro su vista hacía la derecha y se encontró al dueño de aquel brazo. Parecía dormir apaciblemente, su respiración era lenta y acompasada. Trato de zafarse de aquellos brazos sin despertar a aquel chico, tan apuesto, de una piel en extremo pálida, cabellos negro, ojos verdes, los cuales ahora se encontraban cerrados, y un cuerpo que parecía esculpido por los dioses.

Se levanto y se puso su ropa tan rápido como pudo, sin importarle que la blusa estuviera mal abrochada y se viera chueca, y que se pusiera los tenis al revés.

Se encamino hacía la puerta, volteo a mirar al "Dios" que permanecía recostado sobre la cama, y al volver su vista al frente, se llevo tremendo susto al verlo ya a una escasa distancia de ella. Se llevo una mano al pecho, como si con eso quisiera aminorar los desenfrenados latidos de su corazón.

-Oh por Dios, me asustaste Damon

-¿Pensabas irte sin despedirte?- lo dijo con una voz ronca que se antojaba sensual, y una sonrisa de medio lado.

-Lo siento, es que no quería despertarte y mis padres se enojaran si no me ven en la casa- a medida que Damon daba un paso hacía ella, ella lo retrocedía. Por alguna extraña razón, aunque aquel joven parecía todo un dios de la sexualidad, había algo en su mirada que la intimidaba y hasta cierto punto la asustaba.

-¿No te quedas a desayunar?- antes de que la rubia pudiera darse cuenta, con una agilidad asombrosa se abalanzo sobre ella, mientras tomaba su nuca y su perfecto e inmaculado rostro se deformaba, hasta dejar salir unos blancos, y afilados colmillos que se encajaban sobre su suave piel. El sabor de la sangre era todo un éxtasis para él.

-Damon ya lle…- la frase se quedo a medio decir, no podía creer lo que estaba presenciando, creía que aquel que ahora le arrancaba parte de vida a una joven inocente ya había cambiado, pero la desilusión le pego como una cachetada en la cara- Damon suéltala-dijo autoritariamente.

El aludido obedeció, mientras la chica continuaba con una mirada perdida. De pronto la joven que entro a interrumpir aquel momento, reparo en que él solo traía un bóxer puesto, hallándose casi desnudo ante ella. Enrojeció notablemente y se puso muy nerviosa, lo mejor sería que saliera de ahí cuanto antes.

-¿Se te ofrece algo Elena o solo vienes para ser parte de la celebración?- frunció el seño ante aquel comentario sarcástico, lo odiaba cuando se ponía en esa actitud de todo un patán.

-Solo vine a decirte que acaba de llegar Alaric, solo faltas tú para que nos diga lo que averiguo.

La expresión de Damon cambio. Ya habían pasado casi dos meses desde el último informe que les había llegado acerca de los movimientos de Klaus y Estefan, y en una misión casi suicida había mandado al humano cazador de monstruos, como él le decía en secreto, a investigar todo cuanto pudiera. Al no obtener noticias casi inmediatas de él, lo había intentado contactar, pero todo fue en vano, era simplemente como si la tierra se lo hubiera tragado. Ahora estaba ahí, deseando que la espera tuviera frutos. Después de estar dos meses desaparecido en España.

-¿Me vas a dejar vestirme o quieres ayudarme?- Elena se había quedado viéndolo, pero al verse descubierta se volteo y cerró la puerta, no sin antes decirle un claro y audible "idiota"

Antes de que se pusiera la ropa, tomo entre sus manos el rostro de la joven que ahora sollozaba y la miro directo a los ojos.

-Vete a tu casa y no vuelvas a buscarme, después del irrefrenable momento de sexo que tuvimos ya no quieres saber más de mi- la soltó, y ella como si de un robot se tratara salió del cuarto con una sonrisa.

Dos minutos más tarde, bajaba con toda tranquilidad, mientras cada vez se hacían más audibles los murmullos provenientes de la sala.

Estaban los mismos de siempre, Elena, Jeremy, Bonnie, Carolin, se sorprendió un poco al ver a Tyler, pero no le tomo importancia, Alaric y una nueva persona que en su vida había visto.

-Hasta que nos honras con tu presencia- Alaric le sonreía, y se acerco a él mientras le palmeaba ligeramente la espalda.

-Creí que ya te habían matado- dijo con una sonrisa cínica, y demostrando su sentido del humor amargo.

Alaric sonrió, y sin más preámbulos empezó a hablar.

-Lamento que no hayan tenido noticias mías últimamente- hizo una pausa viendo la cara de todos los presentes, que habían dejado sus charlas y le prestaban total atención- fui a Europa como nos lo indicaba la pista que me diste- miro a Damon quien asintió casi imperceptiblemente- pero cuando llegue ya no había rastro de Klaus…. Ni de Estefan- todos miraron automáticamente a Elena, que se removía inquieta en el sillón, y se estrujaba las manos nerviosamente tratando de impedir que las lágrimas aparecieran en sus ojos- sin embargo me tope con alguien que está dispuesto a ayudar.

Llegado a ese punto, todos miraron al invitado, que hasta ese momento había permanecido en silencio, oyendo al igual que todos las palabras del profesor.

-El es Cristopher Spellman, un hombre lobo- de inmediato Damon se puso tenso, al igual que Caroline y ambos sacaron los colmillos en un posible presagio de batalla. Alaric se puso en medio de los vampiros y el licántropo, con los brazos extendidos para impedir alguna agresión- está aquí para ayudar, así que los dos cálmense, el odia tanto o más que nosotros a Klaus- ante la mirada interrogante de todos dijo- mato a su manada.

Las palabras de Alaric parecieron menguar las cosas, pero a pesar de eso se podía percibir la tensión en el aire. Cristopher ni se había inmutado ante la reacción de los dos vampiros, Tyler lo miraba alternativamente a él y luego a su novia. Se encontraba en una posición difícil.

-Como les dijo Alaric- tenía una voz profunda, más parecida a la de un poeta- Klaus mato a mi manada que era como mi familia, así que deseo verlo muerto tanto como ustedes- sus palabras hicieron el efecto esperado. En momentos difíciles, los enemigos se vuelven aliados- yo escape de pura suerte, fui el único que sobrevivió- hizo una pausa. Los recuerdos de lo sucedido lo golpeaban como un rayo a punto de reventar su alma, no tendría paz hasta que no tuviera su anhelada venganza- antes de escapar oí al lobo Alfa de mi manada darle una información muy importante . Le dijo que hace diecisiete años había nacido una persona con sus mismas capacidades- todos se quedaron mudos ante esa revelación. Si había alguien igual a él estarían perdidos, si ya de por si era difícil acabar con uno, sería imposible terminar con dos- solo que esta persona es un hibrido puro.

-¿A qué te refieres con que es un hibrido puro?- intervino Bonnie

-Ustedes saben que los humanos al ser mordidos en vampiros se vuelven vampiros, un hombre lobo lo es porque así lo dicta la naturaleza, está en sus genes. Pero ningún humano puede pertenecer a ambas especies, solo la mordida de Klaus podría hacer eso, pero aún así no sería un hibrido como tal- trato de acomodar sus palabras para que sonaran lo más coherentes posibles- sin embargo, esta nueva persona tendría el mismo poder de Klaus, si no es que hasta más grande- todos traían caras de horror- ahí no termina. Parece ser que él o ella también tiene un doble, al igual que su amiga- señalo con el dedo índice a Elena- es la doble de Katherina Petrova- pero no todo está perdido. Al igual que Klaus tenía una maldición encerrada en la piedra lunar, para que este ser tenga todo su poder necesita la ayuda de una piedra… la piedra de la resurrección.

-¿La piedra de la resurrección?- murmuro quedamente Elena, sin embargo todos la pudieron oír.

-Así es, como es una doble, al igual que tu tendrá que sacrificarse, pero al morir renacerá con un poder inigualable

Nadie podía creer todo lo que se les estaba diciendo, era casi imposible que pudiera existir alguien más poderoso que los originales.

-¿Y cómo nos ayudara esto a detener que Klaus la encuentre primero?- Damon se paseaba de un lado a otro un tanto desesperado.

-Antes de que mi líder muriera, me conto algo que Klaus no le pudo sacar, me dijo donde se hallaba la piedra, si la hallamos y la destruimos primero, Klaus no podrá hacerse con ella. Esta en alguna parte de Londres

-Y como Londres es tan pequeño- dijo sarcásticamente el vampiro. Cristopher ignoro su comentario y siguió como si nada

-Me dio esta carta- extendió un sobre que traía un sello bastante extraño para asegurar que nadie más que la persona a la que iba dirigida pudiera leer su contenido- dijo que esta persona me podría ayudar, así que tengo una cita con él la próxima semana, así que cuanto antes tengo que regresar e ir a Londres.

-Nosotros vamos- todos dejaron de dirigir su atención ante el nuevo invitado y la posaron en Elena

-¿Estás loca? De ninguna manera lo permitiré, la única de aquí que ira será Bonnie, ya que la necesitamos para destruir la piedra.

-Damon, no me puedes prohibir que vaya con ustedes

-Si Elena va yo también voy- dijo Jeremy- y no dejaría que Bonnie fuera sola.

-¿Qué nadie está poniendo atención?- grito Damon desesperado- nadie ira, es una misión suicida, y nadie más morirá.

-Tan pronto como pongas un pie fuera de esta casa tomare el primer avión a Londres- le dijo Elena a Damon, ambos se retaban con la mirada.

-Quizás sea mejor que todos vallamos- el pelinegro volteo con desagrado a ver a Alaric, no podía creer lo que estaba diciendo.

-¿Acaso tu también enloqueciste?

-Escucha Damon, estoy tan de acuerdo como tú en no querer que vallan ni Elena ni Jeremy, pero últimamente tu hermano se está haciendo de enemigos, y si hay alguien lo suficientemente cuidadoso para investigarlo sabrá que en algún momento el tuvo una relación con Elena, y vendrá por ella para vengarse de Estefan.- Esas palabras aunque duras lo hicieron entrar en razón, y muy a su pesar asintió.

-Entonces también nosotros iremos. Dijo Tyler tomando de la mano a Caroline, quien muy decidida asintió.

-Perfecto- dijo Damon abatido por haber perdido esa batalla, tenía tanto miedo de perder a Elena en aquello, ya había perdido a su eterno compañero, Estefan, no soportaría ahora perder al amor de su vida, aunque este no le correspondiera- Entonces hay que arreglar todo para ir a Londres.