El guardián lunar de las Cartas Legendarias de Clow

Card Captor CRISTAL7 (CCC7)

Introducción:

Este es un fanfic que le sigue al anterior: "Las Cartas Legendarias de Clow", así que para entender lo que pasa, primero lean ese. La continuación se la hice en una historia aparte por que aparece el guardián que simboliza la Luna, ya que Abel simboliza el Sol. Disfruten de la lectura.

Capítulo 1: La vida, dos semanas después

Luego de la mejoría de su madre, Shaoran regresó a Hong Kong para quedarse al lado de Sakura. Ella sólo podía concebir que el mundo era un lugar extremadamente feliz, por que ahora ya lo podía ver así, gracias a Shaoran. Sin embargo, Sakura estaba enfrentando ciertos problemas, y no tenía idea de que otros más estaban por llegar...

- ¡Aaawww! - bostezó Sakura, abriendo la boca de manera descomunal. Shaoran, Tomoyo y Eriol la miraron inquietos, pero impresionados por el bostezo. - Lo siento - se disculpó ella avergonzada - Es que tengo mucho sueño -
- Bueno, no es de extrañarse - comentó Eriol - Recuerda que las nuevas cartas también se alimentan de ti, y por supuesto que aún no estás acostumbrada -
- Es verdad - dijo Tomoyo - Como cuando empezaste a cambiar las primeras cartas Clow a cartas Sakura, ¿verdad? - preguntó.
- Así es - respondió Eriol. - Además, no olvidemos a tu nuevo guardián -
- ¿Abel? - preguntó Sakura. - Pero yo pensé que era como Kero, no como Yue-
- No ese guardián, sino su compañero, Sakura - interrumpió Eriol. - ¿O acaso no se les hacía extraño que solo hubiese un guardián? -
- Pues ahora que lo dices... - repuso Shaoran - ...si, es extraño, pero lo es más que no haya aparecido aún - reconoció.
- ¿Pero por qué? -
- Seguramente la carta Odio no tenía el poder suficiente para dominarlo, pero cuando se volvio la carta de la Muerte, solo pudo despertarlo - explicó Eriol. - Claro, aunque sólo es una teoría -
- Sólo queda saber dónde está ese guardián - dijo Shaoran.
- Eso habrá que preguntárselo a Abel - dijo Eriol.
- ¿Él lo sabe? - preguntó Sakura a Eriol.
- Bueno, él puede adivinar la suerte, como cuando se utilizan las cartas. Seguramente no debe de ser ningún problema para él ubicar a su compañera-
- ¿Entonces es una guardiana com Ruby Moon? - preguntó Sakura.
- No exactamente igual, pero posee los poderes de la Luna, como ella y Yue -
- ¿A qué te refieres con eso? - preguntó Shaoran.
- Pronto te enterarás - dijo Eriol, con una sonrisa enigmática.
- Ay Eriol, tu siempre tan misterioso - dijo Tomoyo, riéndose de la expresión de su novio, y dándole un suave beso en la mejilla - Nosotros seguiremos de ese lado - dijo de repente, tirando del brazo del cual ella estuvo enganchada todo el trayecto de la vuelta de la escuela, en dirección a la casa de Eriol. - Nos vemos mañana. Y descansa, Sakura - se despidió.
- Nos veremos mañana - dijo Eriol, dejándose llevar por la adorable joven a quien amaba tanto.
- Hasta mañana - los despidieron Sakura y Shaoran, y retomaron el camino hacia la casa de Shaoran, ya que, por lo que sabía Sakura, su hermano estaría con Nakuru, Yukito y otros compañeros de la universidad, estudiando para un final que debían rendir en una semana, y si su hermano ya estuvo insoportable durante la semana anterior, peor sería si Shaoran se presentara ese día, pues con toda la tensión que Touya acumuló, seguro estallaría en el preciso momento que viera aparecer al "mocoso", como tenía costumbre decirle, cosa que no cambió con el paso de los años.

Wei no estaba viviendo con Shaoran por que el joven insistió en que se quedara un tiempo en Hong Kong, cuidando de la salud de su madre, por lo que la casa la tenía sólo para él, o para ellos, mejor dicho. Ya hubo algunas oportunidades en esa semana que Sakura se quedaba dormida a veces, antes de la hora de la cena. Muchas de esas veces fue en casa de Shaoran, incluso estando Eriol y Tomoyo en algunas ocasiones. Para que los familiares no se preocupaban, Eriol utilizaba magia para adoptar la voz de Sakura, y así poder avisar que ella se quedaba a dormir en casa de Tomoyo. La razón por la que hacían esto se podría describir en dos palabras: Touya Kinomoto. Luego de que hacían eso, la pareja se retiraba, dejando a Sakura con Shaoran.
Él adoraba verla dormir, ya que su rostro se volvía como el de un ángel, tan lleno de paz. La recostaba en la habitación que antes usaba Meiling, y allí se quedaba con ella, arrodillado al lado de la cama, cuidando del sueño de su amada flor de cerezo. A veces se quedaba dormido contemplándola, y cuando eso pasaba, él era despertado una o dos horas después por Sakura con un suave y tierno beso, para luego quedarse dormidos abrazándose uno al otro.

Finalmente llegaron. Ese día, Sakura le llamó a Kero:

- ¡¿Quién rayos es?! ¡Estoy compitiendo para vencer a un adversario y no puedo atenderte ahora! - se oyó en el auricular una vocecita chillona y malhumorada, junto con los sonidos típicos de los videojuegos.
- ¿Qué manera de contestar el teléfono es esa, Kero? -
- ¡Ah, eres tú, Sakura! - contestó Kero - Estoy tratando de vencer a Abel en este juego, y esta vez yo seré el venc- AAAAAAAYYYYYYYYY! -
- ¡Kero! -
- Si tú sabes perfectamente que puedo adelantarme a todos tus movimientos, nunca podrás tomarme por sorpresa en este tipo de cosas - se escuchó una voz parecida a la de Kero, pero algo más grave y calmada - De ahora en más, cuando tú estés jugando, yo atenderé el teléfono ¿de acuerdo, Kerberos? - concluyó el pequeño león blanco.
- Uff - se oyó resoplar a leoncito dorado - Haz lo que quieras -
- Por cierto... - dijo Abel, para luego cambiar su voz casi por completo, hasta parecerse a la de Spinel Sun cuando está ebrio - ... ¡me debes tu parte del postre! -
- ¿QUÉEE? ¡JAMÁAAAAS! - gritó Kero.
- Fue la apuesta: si yo te ganaba en los videojuegos, tú me darías tu parte del postre - dijo la voz de Abel, triunfante, sosteniendo el teléfono.
- ¡Sakura, sé buena y ayúdame! - Kero le arrebató el aparato a Abel, y decía gimoteando - ¡No dejes que se coma mi parte del pudín! -
- Kero, eso te pasa por apostar. Espero que no se te olvide la lección - lo retó Sakura.
- ¡Buuuuuaaaaaaaa! ¡Eres mala conmigo, Sakura! - Y Kero se tiró a la cama a llorar y hacer berrinche.

Sakura suspiró. Siempre era lo mismo desde que Abel fue a vivir con ellos.

- ¿Se lo ofrece algo, ama? - se escuchó por el auricular del teléfono la ya recuperada voz seria de Abel.
- Abel, por favor. Ya te he dicho que no seas tan formal conmigo - le reprochó Sakura. - Sólo llámame por mi nombre, como hacen los demás guardianes -
- Disculpe usted, pero no puedo acostumbrarme aún a tratarla de manera informal. Recuerde que yo fui la primera criatura que el mago Clow creó, y eso incluye también las cartas legendarias. A diferencia de otras criaturas... - Abel dijo ésta frase con mucho más énfasis, apartándose un poco del teléfono para mirar con desaprobación a Kero, que seguía desacomodando el lecho de su dueña, haciendo un gran escándalo, que se silenció al instante que escuchó esas palabras, y sólo se quedó con una cara tremenda de enfado - ...yo sé cómo comportarme ante mi dueño - concluyó.
- Sin embargo, me sorprendes Abel - dijo Sakura - Ahora te comportas como Spinnel Sun o como Yue, pero en ciertas ocasiones te vuelves casi igual a Kero. ¿Puedes decirme por qué? -
- Justamente, por que fui la primera criatura que fue creada por el mago Clow, al igual que las cartas legendarias de Clow, fuimos todos algo así como experimentos fallidos. Es por eso que salí con una doble personalidad, pero por lo general soy serio y tranquilo pero... - su voz volvió a cambiar de repente - ... ¡eso no significa que no sepa divertirme! -
A Sakura no le gustó nada la manera en como se describía Abel como "experimento fallido", pero se dijo a sí misma que ese no era le momento para hablarlo, y que lo haría más tarde. - Por cierto, Abel - Sakura cambió su voz hasta notarse seria. - Quisiera que me confirmaras algo personalmente, así que quería pedirte de favor si puedes venir con Kero a casa de Shaoran-
- ¡No quiero ir a lo del mocoso! - interrumpió Kero, enojado.
- ¡Deja de llamarlo así, Kero! - se enojó Sakura. - Shaoran ahora es mi novio, y no quiero que se peleen, ¿de acuerdo? -
- Mmm... está bien, pero sólo lo hago por esta vez, Sakura - refunfuñó el guardián.
- Enseguida iremos a reunirnos con usted, ama - dijo Abel.
- Los esperamos - dijo Sakura, y colgó.
En eso Shaoran, que estaba en la cocina para dejar hablar a Sakura, volvió a la sala con una bandeja para tomar el té. - ¿Van a venir, entonces? - preguntó.
- Si - y luego se acordó - ¡No compré las masitas! Y Kero se pone insoportable si no hay algo para comer. Enseguida vuelvo - dicho esto, se fue a una tienda cercana.

En el camino a la casa de Shaoran, Abel se detuvo.

- ¿Qué pasa? - preguntó Kero, al ver que Abel se había quedado atrás.
Abel tenía un semblante que daba a entender que el miedo se había apoderado de él. - ¡Mi ama! - gritó. - ¡Debo salvarla! -
- ¿¡De qué hablas!? - Abel no respondía. Kero, al ver que no reaccionaba, se acercó y lo sacudió de los hombros de manera violenta - ¡HABLA! ¿¡QUÉ LE HA PASADO A SAKURA!? -
- ¡No hay tiempo! ¡ Vé por ayuda rápido! ¡Yo iré por ella! - dijo, al tiempo que se transformaba a su forma original y volaba rápidamente.

Kero no demoró. Cambió a su estado natural y se dirigió a casa de Shaoran.

En el camino de vuelta, Sakura sintió una fuerte presión en todo el cuerpo, como si ella estuviese metida en un tubo de goma demasiado estrecho. Pero al abrir sus ojos, no había nada alrededor, nada excepto alguien... Era una pequeña niña, pero no pudo vislumbrarla bien, lo que si pudo ver fue que en sus brazos cargaba algo que parecía un gato alado... y fue ahí que perdió el conocimiento.