Disclaimers: Los personajes utilizados en esta historia le corresponden a Rumiko, gran sensei que nos brindo la oportunidad de conocer a Inuyasha y así enamorarnos de él; si fueran míos creo que no me limitaría a escribir de ellos, lo mostraría en pantalla.
¡Gracias y disfruten!
Decisiones.
By: Fesabi
Aunque lo más que desee uno es tomar la decisión correcta y esta deba de ser la más dolorosa para su corazón, sabe que es necesaria ya que su tiempo en la época feudal ha terminado.
Su deseo ha concluido y ahora le toca retomar el propio a su antepasado.
…¿puedo permanecer a tu lado?...
A veces las mejores decisiones son las que mas pueden destrozar tu alma.
Capitulo I.- Despedida.
-mientras no estuve aquí… pensé en ti, también pensé en Kikio y en mi.-
-Kagome…quiero decirte……-
-si lo se.- interrumpe- al descubrir cuales eran tus sentimientos, pensé que ya no podía permanecer aquí…-
-Kagome… antes de que llegaras, ningún ser humano creía en mí, sin embargo… hubo ocasiones que tu lloraste por mi y permaneciste a mi lado… cuando estas conmigo me siento tranquilo y me divierto… pero… yo no puedo hacer eso… y menos ahora… por que… por que… Kikio… ella sacrificio todo por mi… por lo tanto debo corresponderle con mi propia vida.-
-Si… jamás podría hacer lo que ella hizo, amo mi vida…- y era verdad- también pensé… mucho sobre Kikio y créeme que somos muy distintas.- toma asiento en el borde del pozo- me contaron que soy la reencarnación de ella, pero eso no quiere decir que seamos idénticas y eso nunca va a cambiar… aunque sabes logre comprender lo que ella siente… desea lo mismo que yo… quiere ver una vez mas a su amado Inuyasha…-
-Yo…-
-Así es… escucha…- trata de mostrar una sonrisa- cuando me puse a pensar que Kikio y yo compartíamos el mismo sentimiento pude sentirme mas tranquila… me refiero que ambas deseamos permanecer a tu lado, fue por eso que me arme de valor y vine a verte Inuyasha…-
Un silencio largo e incomodo.
-Lo único que quiero… es estar a tu lado… no puedo olvidarme de ti.- concluye con voz ronca.
La brisa del viento juega con sus cabellos.
-Inuyasha… solo voy a preguntarte algo.- al alzar su vista al hanyou- ¿puedo permanecer a tu lado?.- pregunta al caminar hacia él, posándose enfrente.
-¿en verdad te quedarás conmigo?...-
Lo único que hace como respuesta es asentir.
Aprieta a un mas sus ojos ante el recuerdo mas doloroso que tiene, un recuerdo que le lastima tanto y ha llega a su memoria por la escena de enfrente.
Solo esta conciente de una cosa… su tiempo en la época feudal ha terminado.
-¡no puedes estar hablando enserio!.- reprocha un zorrito.
-si lo hago.- responde firmemente.
-Inuyasha…-
-Sango ya he tomado una decisión.-
-hay que respetarla Sango.- la voz del monje Miroku llega a su oídos y tiene razón, hay que respetar las decisiones de Inuyasha, por mas dolorosas que sean.
-Kagome…-
-no te preocupes Inuyasha.- trata de sonreír y lo logra, aunque sus ojos muestren una tristeza infinita- dejare los fragmentos y volveré… para siempre a mi época.- susurra débilmente, al girarse y comenzar a recoger sus cosas.
Tal vez lo mejor fue regresar en esos momentos regresar con Kaede, si estuvieran acampando en otro lugar sería muy difícil pasar mas tiempo a lado de Inuyasha.
-señorita Kagome.-
-Kagome…- la voz de Sango
-Kagome…-
Sus amigos la llaman y como respuesta les sonríe, sin darles a ver completamente que su corazón ha sido descuartizado.
-Kagome… yo…-
-por favor Inuyasha, a veces las palabras sobran.- lo interrumpe sin querer volver a verlo, la decisión esta tomada.
Kikio debe de regresar a lado de Inuyasha, como esa noche quedo claro.
Kikio regresa…
Suspira al calmar un poco su corazón, aunque sea el suficiente tiempo para no desmoronarse enfrente de Inuyasha, por lo menos que pueda llegar a su casa y habitación.
-yo lo siento…-
-creo que es hora de despedirme chicos.- ignora las palabras del hanyou, enfocándose únicamente a Sango, Miroku, Shippo y Kaede, que se limitan a asentir.
-los extrañare.- al comenzar a abrazar a sus amigos.
-nosotros también.- la voz de Shippo a punto del llanto rompe mas su corazón.
-cuida de Sango, la anciana Kaede y también a Miroku.- sonríe al besar su frente.
-lo haré…- promete.
-usted anciana Kaede, gracias por todos sus consejos.- abraza al sentir como ella le corresponde.
-no tienes que darlas, niña.-
-Miroku, trata bien a mi mejor amiga… o vendré a golpearte.- concluye al amenazarlo y sonreír, abrazándolo fuertemente.
-lo haré señorita…-
-Sango, gracias por ser mi mejor amiga y la hermana que nunca tuve.-
-no Kagome, gracias a ti.- corresponde el abrazo.
-bueno, bueno… no hay que ponerse sentimentales… es hora de partir.- anuncia mostrando una sonrisa y retirarse dos lagrimas que escaparon de sus ojos.
-¡te acompañamos!.- exige Shippo lo cual lleva una contestación afirmativa de Kagome.
Inuyasha se mantiene a final del grupo que acompaña de regreso a Kagome. Sin saber que pueda hacer o decir.
A veces las palabras salen sobrando…
Se anima un poco al pensar en ello, en el trayecto al poso, Inuyasha ya decidió y no hay nada que pueda hacer ella por hacerlo cambiar de opinión, ya decía que ese momento tendría llegar algún día, tres años a su lado fueron demasiado tiempo…
-creo que es hora…- apenas puede reconocer esa voz calmada que sale de su garganta, cuando interiormente esta desplomándose.
-te extrañaremos Kagome.-
-yo también Shippo….- responde de nuevo con esa sonrisa que no sabe como lo ha logrado.
-Inuyasha…- lo llama, al sacar de entre su ropa una cadena que en medio de ella se encuentra la mitad de la perla- esto te pertenece.- extiende el objeto al depositarlo entre sus manos.
-Kagome yo…-
-no tienes por que disculparte o sentirte mal, desde hace tiempo se tus sentimientos y no puedo cambiarlos…- lo interrumpe sin querer escuchar las palabras que pueden ocasionar un derrumbe en ella antes de tiempo- solo quiero pedirte algo…- concluye ante una petición.
-lo que sea.- responde firmemente, si puede cumplir lo que Kagome le va a pedir, lo hará gustosamente.
-¿me dejas darte un beso?.-
La pregunta de Kagome ocasiona que los demás presentes incluyéndolo a él, abran sus ojos enormemente.
-si deseas negarte lo entiendo…- al no encontrar una respuesta del ojidorado.
-no… digo si… yo…- balbucea sin saber que decir.
-tonto…- suelta una risa al mismo tiempo que se pone de puntitas lo suficiente rápida para estampar sus labios con los de Inuyasha, cerrando sus ojos y tratar de disfrutar de esa sensación calida, ya una vez atrás los probo, casi su mismo atrevimiento al besarlo ella en el castillo de Kaguya.
La calidez de los labios de Kagome comienza a envolverlo lentamente, sin querer resistirse a dejar sus ojos abiertos, cerrándolos por completo, sin ser conciente de sus manos buscan el descanso en la cintura femenina.
Abre sus labios sintiendo la dulzura de la boca de Kagome, soltando un pequeño gemido de placer, estrechándola fuertemente hacía él, sin importar nada en esos momentos, nada absolutamente nada que besar a la pelinegra que sostiene.
Todo en su mente comienza a dar vueltas, el sabor de los labios de Inuyasha la debilita, tanto que si no estuviera entre sus brazos apostaría que se encontraría con él piso muy de cerca.
Se obliga a romper el beso muy a su pesar en busca de aire y tratar de componer su respiración agitada, aunque escuchar la respiración de Inuyasha en el mismo estado la hace sonreír.
Fue como alcanzar el cielo.
La sensación calida en su estomago y corazón descuartizado los envuelven.
-gracias…- susurra débilmente al separarse por completo del hanyou sorprendió por todo, sin ser capaz de responder nada.
-es hora de irme… que sean felices.- les desea caminando hacia el poso, posando una de sus rodillas cubierta por esa tela de mezclilla.
-Kagome…- la voz de hanyou la detiene.
-jamás podría hacer lo que ella hizo, amo mi vida… pero también se que mi vida ya no me pertenece, siempre será tuya.- le recuerda esas palabras para terminar con las propias de esos días, olvidando todo lo pasado o mas bien traerlo de vuelta.
Antes de que Inuyasha sea capaz de contestar, salta al pozo, queriendo derrumbarse, pero no delante del amor de su vida.
-¡Kagome!.- grita al mismo tiempo que corre hacia el pozo, y ser conciente que ha desaparecido.
jamás podría hacer lo que ella hizo, amo mi vida… pero también se que mi vida ya no me pertenece, siempre será tuya…
-ve por ella, Inuyasha.- exige el pequeño zorrito.
-no…- murmura débilmente, a pesar que es lo que anhela, debe cumplir una promesa ya hecha, en esta ocasión Kagome no regresara y lo sabe por lo que brilla entre sus manos.
La perla de Shikón.
Continuaraaaaá!!!....
Una pequeña historia, que ha surgido, esta la tengo terminada cosa que no será difícil el publicar.
Una idea que surgió al volver a ver la serie de Inuyasha y como ustedes recordaran utilice las palabras que Rumiko expresa en el capitulo 48 "El lugar donde nos conocimos", un triste capitulo para cualquier fan de Inuyasha y Kagome.
Va mas avanzada en mi Web, Fesabi's Web ( http : / / fesabi . jimdo . com / ), nos vemos pronto.
Espero sus mensajes.
Se despide
Fesabi
