Advertencias: Universo Alterno. Ficlets.
LLANTOS Y AULLIDOS
Capítulo Único
Titánic.
Ni Hinata ni Sasuke son mucho de ver películas. Más bien prefieren las series. Sasuke las de asesinatos y ciencia ficción, y Hinata las de misterio y los clásicos melodramas. Sin embargo, hay una película que Sasuke ve cada vez que la dan por la tele a pesar de que, en teoría, Hinata debería ser la fan.
—¿Puedo cambiarle? —cuestiona la chica. Es una pregunta en vano porque ya sabe cuál es la respuesta.
—Espera, ya casi se parte el barco en dos.
Pero no, el Titánic no está a punto de partirse en dos (no al menos en los próximos minutos) y es así como una vez más acaban viendo Titánic por nonagésima vez.
Marrón.
Básicamente Hinata ha vivido engañada por Sasuke toda la vida. Lo descubre en último año de universidad cuando discuten acerca del color del coche de Naruto.
—Es marrón —dice Sasuke y Hinata hace una cara de incredulidad digna de un meme.
—Es rojo.
—¿De dónde sacas eso? Es marrón —insiste.
Y es así como la chica se da cuenta de que, igual que Burro en la película de Shrek, Sasuke es daltónico. ¿Debería enviarlo a buscar una flor azul con espinas rojas sólo para reírse un rato?
Defender.
Sasuke se queda toda la noche en el estudio y Hinata no lo cuestiona porque no es la primera vez que su novio se enfrasca en un nuevo caso a tal punto de pasar noches sin dormir repasando documentos una y otra y otra vez. En su lugar, Hinata le prepara café y aperitivos para cuando le apetezca un bocadillo nocturno y se va sola a la cama. Ella necesita dormir también. Ser encargada de la seguridad en una fábrica de autos es tan agotador como ser abogado defensor.
Resultado.
Normalmente Sasuke no es del tipo que llora. En realidad, Hinata sólo le ha visto llorar unas cuantas veces: cuando se enteró que sus padres tuvieron un accidente y cuando le avisaron que estaban fuera de peligro; cuando se rió demasiado (en serio, demasiado) por un chiste estúpido que hizo Naruto y cuando estuvo tan frustrado por unas calificaciones erróneas en la universidad que destrozó incluso una ventana. En todas esas ocasiones Hinata no supo cómo reaccionar y ahora tampoco lo sabe.
Porque Sasuke está llorando.
No son lágrimas de felicidad ni de alivio ni nada de eso en lo absoluto porque sólo ha llegado del juzgado, se ha sentado en el sofá sin decir una palabra y de repente ha acabado sollozando que le estruja el corazón a Hinata. "¿Qué pasó?", quiere preguntar, pero se guarda las palabras y sólo va hacia a él y sostiene entre sus brazos. Sasuke se deja hacer y se aprieta contra ella mientras Hinata susurra palabras de aliento y acaricia sus cabellos.
Es hasta después de muchos minutos que la chica ve el mensaje que Naruto ha enviado a su celular: Sasuke ha perdido el caso y su cliente —un padre soltero humilde del que le ha estado hablando por meses— va a pasar veinte años de su vida en la cárcel.
Aullar.
Cuando está ebria, Hinata tiene un hábito de lo más extraño: aulla. Pero no es sólo es que aulle, sino que (culpa de todo lo que ha leído en internet desde el punto de vista de Sasuke) parece perrito en celo diciéndole "alfa" una y otra y otra maldita vez.
Su mierda de omegaverso no calienta a Uchiha. Todo lo contrario: lo enfría.
—Debería bloquear todas esas páginas de fanfics homosexuales que lee —dice para sí mismo.
Estoy practicando esto de los fics. Estoy oxidada y he olvidado cómo hacer nada, lo cual explica este fic sin fundamentos.
¡Que tengan un lindo día!
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