Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Solo los acontecimientos ocurridos.
Summary: Nada es como antes, nada es lo que pretende ser, nada es felicidad, nada es tristeza. Solo la vida es lo que hace todo y hace nada, por que también nosotros tenemos una infuencia en ello.
Ocaso Al Mediodía
Bella despertó, algo desorientada de donde estaba. Luego recordó… recordó todo lo que había pasado los últimos años, pero todos esos eran un recuerdo borroso comparado con el de la noche anterior. Ella estaba casada, era una mujer recién casada y con el hombre lobo que la ayudo a salir del dolor que Cullen dejo un tiempo atrás.
Ella siente como bajo de ella la temperatura es sobrenatural, mira bajo su cuerpo y encuentra el de su reciente marido. Ahora se acordaba que estaban en su luna de miel… todo paso tal cual ella se lo esperaba, pero con algunas sorpresas.
Capitulo 1: Luna De Miel
El calor de Jake era acogedor, no me podía creer que en estos momentos yo fuera su esposa, luego de tantos problemas. Como… cuando Edward volvió y se enojo al saber que yo era la imprimada de Mi Hombre Lobo… y aun que yo lo seguía amando, amaba más fuerte a Jacob, lo que me hizo elegirlo. Edward estaba destrozado cuando se fue, lastimándome una vez más, pero Jacob siempre estuvo ahí para sostenerme en pie… y hoy toda su paciencia daba frutos.
Levanto mi cabeza de su pecho sobrecogedor y miro su rostro… se ve tan indefenso cuando duerme que me da ternurita. Sonrió. Acerco mi mano a su rostro y se lo acaricio suavemente, él se estremece contra mi contacto y murmura: Bella. Yo pienso que lo desperté, pero veo que sigue dormido… ¿Cómo serán sus labios dormidos?... sin debatirme mas, bese sus cálidos labios.
—¡Haa! —grité cuando Jacob me dio vuelta entre sus brazos, así quedando yo bajo su gran cuerpo. Me reí. El también río— Buenos días, Jake —saludé y le di un suave beso en los labios carnosos. Jacob me correspondió con pasión y deseo, pero sobre todo amor.
—Hola hermosa —susurró contra mis labios. Me miró a los ojos y acomodo su cuerpo desnudo entre mis piernas… yo ya sabia que era lo que se venia ahora. No sentirlo adentro mío era un delirio, y aun cuando nuestra primera vez fue hace unas noches, necesitaba tenerlo nuevamente dentro de mi—, ¿Estas lista para recibirme?
Lo besé de nuevo.
—Siempre, ha cada momento estoy lista para poder hacerte el amor —respondí. Jacob río y poco a poco se empego a enterrar en mí. Arqueé mi espalda y grite un poco, bueno, por que me dolió y también por la deliciosa sensación. Jacob paro a medio camino—, sigue… por favor —supliqué. El siguió y por fin pudimos ser uno de nuevo.
Sus caderas se movieron lentamente mientras que mi espalda se arqueaba inconscientemente por la indescriptible sensación que me provocaba, un: Te amo. Salió de mis labios, Jacob me sonrió y me beso mientras seguía con el movimiento deleite. Casi sin rapidez, pero que igual hacia que me excitara y no dejara de suspirar su nombre entre envestidas que poco a poco fueron aumentando su ritmo. Enterré mis uñas en su espalda, llena de emociones que me abordaban como agua que se me escurre por el cuerpo. Jacob oculto su rostro en mi cuello y susurro mi nombre como loco, pero yo era la que mas le decía: Te amo, y Jacob. Su nombre me quemaba los labios… luego de unos segundos en ese movimientos rápidos y precisos, el orgasmo me invadió de cabeza a los pies… fue sumamente largo y me dejo con la respiración entrecortada y toda sudorosa, al igual que a mi esposo.
—Te amo —le volví a confesar luego de recuperar el aliento.
—Te amo, Bella —respondió.
Besó mis labios suavemente y salió de mi interior para recostarse a mi lado. Yo puse mi cabeza en su pecho y me abrasé a su calor tan delicioso… ¡Dios! Lo amaba tanto que era imposible describirlo en palabras. Lo mire y vi que estaba bastante pensativo… me preocupe en lo que pudiera estar pensando.
—¿En que piensas? —pregunté. Jacob bajo su mirada y sus orbes negras se encontraron con las mías. Temblé. Su mirada profunda hacia revolotear mariposas en mi estomago y que mi pulso se disparara a mil.
—En tu querido chupasangre —no necesitaba que me diera el nombre para saber a quien se refería—, no… me siento seguro… en verdad, siento que tu no te sientes segura de la decisión que has tomado, se queaun lo amas —sus ojos me gritaban su dolor y preocupación.
Yo me levanté y puse mis piernas a cada lado de su cuerpo. ¿Cómo era capaz de pensar en eso? Después de todo el amor que le he mostrado ¿Acaso tenia que decírselo para que dejara de creer que no lo dejaría? Él miró mi cuerpo a horcadas y desnudo sobre el suyo. Subió su mirada y sus ojos se encontraron con los míos. Eran tan profundos y negros. Era imposible no enamorarse de mi Jacob, era tan hermoso, con su pizca de rebeldía, le encantaba las motos —Lo que también termino gustándome a mi—, me amaba….
—¿Te das cuenta de las tonterías que estas diciendo? ¿Es que acaso no te he demostrado ya cuanto te amo? Edward es mi pasado, con él pase buenos momentos, son lindos recuerdos. Pero él no es tú, por eso te amo, eres todo lo que él nunca fue. La imprimación no tuvo nada que ver con esto, solo dejo mi miedo de lado —respondí.
Él acarició mis piernas. Me estremecí, de nuevo.
—¿Qué miedo?
—Quedarme sola otra vez, pero ahora sin ti no iba a poder sobrevivir —el ambiente se puso triste, así que decidí sacarle la tristeza. Aprovechando que los dos estábamos desnudos y yo sobre él, me empecé a mover de forma provocadora sobre su cuerpo, sin vergüenza. Jacob gruño cuando mis caderas se restregaron contra las suyas. Luego tembló, como si tuviera frío. Me reí, adoraba tenerlo vulnerable… y para mi sola—. Te amo.
—Bella —gimió. Lo miré y le sonreí.
—¿Qué pasa Jake? —pasé de nuevo mis caderas contra las suyas.
—Te quiero hacer el amor —respondió mientras me tomaba por las caderas y de una vez estaba dentro de mí, de nuevo. Yo hace tiempo que había perdido mi cohibición, en verdad estar con Jacob me ha hecho bien, pero eso si, aun me sigo avergonzando por cualquier cosa que me digan.
Con sus manos afianzadas en mi cintura empezó a moverse rápidamente. Yo junto a su ritmo, todo lleno de cariños, hasta el mas mínimo roce nos estremecía a los dos de pie a cabeza, cada respiración de él era un hermoso regalo para mi, como todo él se movía era como ir a ver el lugar mas maravilloso del mundo… y me encantaba ser de él… Al terminar de hacer el amor nos levantamos listos para empezar el día… pues no nos quedamos en Forks para celebrar nuestra luna de miel —Y aun que me enoje con Jacob por gastar tanto—, al fin de cuentas nos fuimos a México.
—¿A dónde quieres ir hoy? —pregunta mientras se pone una polera negra de manga corta que hace que sus músculos se remarquen. Además el clima en México era agradable, por ahora sin lluvias. (N.A.: En verdad no se como es el clima de México, así que si ustedes saben… una ayudita por favor, cualquier cosa)
—No se, ahí tanto que recorrer —respondo.
—¿Qué tal si?... —lo piensa un poco—, vamos a una piscina que me recomendaron los chicos, me has dicho que casi nadie va a ella por que esta muy apartada de todo, también por que no ahí seguridad ¿Pero quien esta en peligro con este hermoso Lobo? —él y su gran ego.
—Yo… yo estoy en peligro si paso mucho tiempo contigo a solas.
Se acercó a mis con una de sus sonrisas picaras y me elevo por las piernas. Yo me puse a reír como loca mientras le exigía que me bajara de una vez por todas mientras el me respondía hasta que le digiera que era el mejor.
Me reí… pero me retuve a no decirlo.
—¡Ya Jacob! ¡Bájame! —decía entre risas. Le golpeé la espalda, sabiendo que no le dolería, lo mejor que podía en esa posición. Jacob no me quería bajar, seguía conmigo en su hombro, matándose de la risa—, ¡Ya! —mi voz no era de lo más seria, es mas, parecía la de una niña… y al parecer eso le agradaba a mi esposo
Me bajó de una vez por toda. Quedamos frente en frente, sus ojos negros me miraban con intensidad, como si se tratara de un ciego mirando por primera vez todo lo que se perdió en su al no poder ver. Nuestros ojos estaban conectados por un imán, era imposible pasar mucho tiempo sin mirar al otro. Nuestras bocas se rozaban. Yo no quería parecer la apurada, pero quería que me besara de una vez por todas… entonces… Se río y se alejo de mí, dejándome con ansias de nuestro beso.
—Jacob, ven aquí ahora mismo —con él no se podía estar seria, y eso era lo que mas quería en estos momentos… que me motara en serio y diera media vuelta para besarme como nunca antes. Jacob me miro y salio de la casa… yo lo seguí. Afuera me esperaba con un auto que arrendó en "No se donde" con una mochila en donde estaría nuestros trajes de baños.
Le sonreí… es tan perfecto.
Me subí al auto. Jacob no dijo nada y empezó a andar el auto. Pasamos por toda la ciudad de México. El auto, al ser descapotable, provocaba que me llegara todo el viento en la cara, me gustaba esa sensación, me recordaba a mis viajes en moto.
Me apoyé en el marco de la ventana y mire a las personas que compraban y caminaban en esas ferias callejeras, donde vendían un montón de cosas bonitas. Los alebrijes era hermosos, la historia de su creación me sorprendía, también había atrapa-pesadillas como el que Jake me regalo para mi cumpleaños y algunas figuras talladas, pero ninguna como las que hace mi esposo, él es único. El lobito aun lo tenía en mi muñeca, como símbolo de su esfuerzo por repararme del vampiro que me rompió el alma, del cual en estos momentos no sabía nada… y eso me angustiaba.
—¿Qué pasa Bella?, has estado callada casi todo el viaje —me despertó Jacob de mis pensamientos. Lo mire, al fin de cuentas me di cuenta que ya no estábamos en los adentros de México. Su cara era preocupada.
—Me he preguntado como ha estado Edward desde que se fue —no le mentí, a Jake era imposible mentirle, además, detestaba hacerlo, de mentiras no vivía una pareja…. Al mencionar el nombre del vampiro las facciones de mi esposo se tensaron. Acto seguido, suspiró derrotado, él sabia cuan importante era para mi los Cullen.
—¿Quiere volver? —preguntó de la nada. Abrí mis ojos de par en par.
—No, no quiero volver, solo deseo pasarla aquí… contigo. Es nuestra luna de miel, Jacob, no dejare que nada la arruine —contesté rápidamente, obviamente un poco deje de molestia. Me giré y miré por la ventana todo lo que era carretera de México. Escuche como Jacob suspiró.
—Lo siento, soy un tonto. No te enojes conmigo ¿Si?
Me giré nuevamente y lo miré a la cara.
—No estoy enojada contigo, si no que conmigo, por hacerte creer que lo deseo ver. Por hacerte todo esto, se que estas desconfiado por que hace unos años lo amaba mas que a mi propia vida —toqué su mano y se relajo al instante – Pero ahora estas tú. Si es necesario que te lo repita… lo are, solo quiero que entiendas que: Te amo.
Él me miró a los ojos unos segundos y siguió manejando. Luego murmuró un "Gracias", y siguió manejando… al llegar a la piscina, no pude creer que era lo que vedan mis ojos… El agua era cristalina, se podía ver la clara arena suave del fondo como si fuera una plata, una vegetación hermosa que no vi en ninguna otra parte, las piedras aprecian pulidas o tal ves lo estaban, quien sabía.
Pagamos al entrar.
Al meterme tuve mucho frío. Jacob se dio cuenta y me abrazó por la espalda… en eso momentos me sentí mucho mejor.
—Te amo —repetí. Me sumergí en el agua y empecé a bucear como nunca antes lo que hecho en mi vida. Jacob hizo lo mismo y nadamos bajo el agua por una montonera de rato, demasiada linda la sensación de tenerlo cerca… después de horas nos fuimos a acostar en la arena.
—¿Te gusto la playa? —preguntó Jake cuando apoye mi cabeza en su pecho bien formado y a alta temperatura.
—Me encanto.
—Podemos volver cuando quieras.
—¿Qué te parece mañana?
—Ok. Mañana.
Y por fin volví a besar sus dulces y suaves labios.
Lo se, lo se, algunos dirán ¿¡Por que mierda no escribes de tus otro fics? Pero bueno, yo se que casi nadie lee de los otros y además ando en un lapsos mental con ellos, no me da la gana de seguir escribiéndolos y subir los capítulos ya listos, solo espero que este fic les halla gustado y que ¡Por favor! Dejen un review, o mejor varios.
¡Viaje bueno a todos!
