Esa era yo tonta y sola, nada extraño en mí. Mi nombre es Isabella Marie Swan, odio mi nombre así que mis "amigas", padres y familiares me llaman Bella, yo soy la come-libros del instituto o eso es lo que ellos creen, por que la verdadera Bella sigue dentro intacta esperando a que alguien se moleste la pequeña molestia de preguntarse si hay alguien detrás de esa chica, y por ahora no hay resultado, soy una persona un tanto extraña, corrección, soy extraña. Desde que nací hasta ahora, y seguramente hasta el final de mis días, soy madura, demasiado para tener solo dieciséis, tengo una extraña fuerza compulsiva de hacer las cosas bien, soy perfeccionista y soy calculadora, y con los años me eh vuelto tan fría como la nieve, o tal vez mas, culpa de que, sencillo de mi vida. Lo único que eh aprendido hasta ahora en la vida es, no confíes en nadie, ni siquiera en mis padres Charlie y Renee Swan, Charlie es un hombre inexpresivo se podría decir casi vacío, no le gusta hablar al igual que yo eso me facilita las cosas acá en Forks, mi madre Renee es… como decirlo, es como yo debería ser, es decir papeles inversos, yo soy la madre y ella la adolecente, lo que me da nulas opciones de hablar con ellos. Mis "amigas" son unas tontas hipócritas , sus cabezas no tienen nada más que aire y chicos, es tan enfermizo, Jessica Stanley habla hasta por los pies, cotillea de todo y todos, de pequeñas le contaba mis secretos y como típica chismosa se lo conto a todos, lo mismo Ángela Weber, ella era aun peor se escondía y aun lo hace tras una máscara de falsa inocencia y fidelidad, creía ciegamente en ella, y recalco el creía, me traiciono, como estúpida por tener miedo a quedar sola las perdone, perdone cada una de sus mentiras y engaños sus bromas, claro esa era yo la tonta Bella, al crecer una chica nueva se metió en el trió nos decían "las chicas súper poderosas" quien creen que era la ingenua burbuja, gruñí para mi misma mirando las gotas caer por la empañada ventana de mi habitación, era una simple tonta renegada, y me odiaba por ser así, ¡estúpida Bella!, me dije, me recordé la nueva chica en el grupo eso paso comenzando secundaria a los doce o trece su nombre Lauren Mallory, intente acercarme a ella pero siempre se mantuvo distante y muchas veces me intentaba hacer sentir mal, como si eso fuera algo extraño, yo era la "nerd" del salón una marginada, Lauren entro en nuestro grupo se integro bien la pasamos muy bien, pero mis "amigas" se alejaron de mi y pase un tiempo sola pero hicimos las paces y ahora somos "muy buenas amigas" nuestro grupo creció Mike Newton y Tyler Crowley entraron mostraban interés en Jessica y Lauren y pronto entro Ben y se intereso en Ángela nunca llegaron a ser nada ninguno de los seis, porque ellas los ignoraban buscaban "presas" por así decirlo más grandes, claro quién no, los populares y no solo los del salón sino también los mayores, pero a simple vista eran patéticas. Y así fue mi infancia desolada, aburrida y renegada.
Me levante de mi cama para buscar el viejo disman destartalado pero de algo servía, puse un C-D mixto lo queme en mi viejo ordenador tras dos largos meses de que la chatarra funcionara y bajara las canciones. La primera melodía en sonar "Claro de Luna" por Debussy quien no se relajaría con aquella melodía, y en menos de lo que esperaba me quede dormida.
Me levante por un estrepitoso chirrido que se supone que es un despertador, que más viejo que mis dos padres juntos. Tras luchar con el logre que se callara, me puse mis gafas, tome mi cosmetiquero personal y me dirigí al baño me observe en el espejo, era sencillamente fea cabello marrón alborotado y liso, mis ojos eran aburridos marrón estilo chocolate, todos tienen los ojos así, mi piel calaverica por la sangre albina de mi madre, era flacucha y débil, y era tan torpe que en un intento de coordinar mis manos y pies al ritmo que aplaudía, me fracture un tobillo, abrir la ducha me bañe con agua fría para mantenerme despierta, me
arregle el cabello en una coleta, y Salí y me dirigí a mi cuarto elegí mi ropa nada fuera de lo común unos jeans cómodos y una camiseta azul oscuro, observe la ventana odiaba Forks me mude cuando tenía ocho años, antes vivía con mi madre en Phoenix mi ciudad soleada y hermosa me encantaba, pero me tuve que mudar por el trabajo de mi padrastro Phil, ¿no les conté? Mis padres se divorciaron cuando tenía cuatro años, no me afecto sabía que no iba a ser duradero, pues ahora Forks, todo es verde y húmedo y frio, odiaba Forks desde su gente hasta el lugar tan deprimente y pequeño, la ventana estaba nublada pero se podía ver la neblina, así que tome mi chamarra negra con capucha me la puse al hombro mientras tanto tome mi mochila y me la subí al hombro al bajar por las escaleras vi a Charlie desayunando cereal me ofreció un poco pero dije que no, no tenía hambre, y era cierto tome una manzana el fruto prohibido como dicen algunos, al salir vi mi "flamante" carro o mejor dicho Trasto, es un Chevrolet rojo 1953, me monte en mi querido trasto,( noten la ironía), y como siempre se encendió con un fuerte estruendo, y conduje hasta el instituto en aparcamiento vi un carro nuevo un flamante Volvo relucía entre todos los carros viejos de los estudiantes, me parquee lo más alejada posible así no escucharan el estruendo de mi carro al apagarse, me puse la chamarra hacia un frio espantoso me subí la capucha, y camine hacia el grupo que hablaba felizmente mis "amigos" estaban charlando me acerque, Ángela y Jessica me dieron una sonrisa, seguramente falsa, Mike y Tyler me ignoraron y Ben me saludo vagamente, y como siempre Lauren no disimulo su desagrado.
-Hola I-s-a-b-e-l-l-a – me dijo recalcando mi nombre apreté mis puños y la salude sonriendo falsamente -Hola Lauren- Por su mirada asesina y su cara pareció enojarse, ¡genial! El marcador va Bella: 1/ Mallory: 0, espero que siga así, hablaron ignorándome y fingí escucharlos, mientras divagaba libremente entre mis pensamientos, escuche la campana sonar y me despedí sin recibir respuesta alguna y me encamine a literatura la materia mas sencilla de todas, absolutamente todas las obras que leíamos ya sea Orgullo y Prejuicio, Cumbres Borrascosas o Sentido y Sensibilidad, todas las conocía de memoria así que me dedicaba a hacer deducciones propias sobretodo, necesitaba seriamente una actividad extra curricular, pero la verdad ninguna se me daba, como mencione soy demasiado torpe y no me podía dar el lujo de hacer deportes cuando sencillamente los odiaba. Aun que nunca podía evitar que a veces me colaba por el salón de música a hurtadillas cuando esta casi vacío el instituto y tocaba unas cuantas melodías en el piano me encantaba, era una forma de liberarme sin necesidad de gritar o apuñalear mi almohada, literalmente, si eso podía ser piano podría quedarme todos los días me sentiría mejor. Cuando me di cuenta ya estaba al frente del aula me encamine y al entrar estaba casi vacía, ¡genial! Nadie me notaria , me fui al final del aula y me senté el un escritorio cerca del rincón la clase se fue llenando lentamente, y como siempre yo me quedo sentada sola y todos ocupan sus puestos y pronto el aula se lleno vi a alguien un chico, el más guapo que jamás había visto, tenía la tez pálida aun mas pálida que la mía, y sus ojos eran negros los más hermosos que jamás había visto, pero su mirada era fría y gélida , su cabello era rebelde y cobrizo, sus facciones eran sencillamente perfectas tenía una camisa blanca y se había remangado las mangas y llevaba unos pantalones negros, no miro a nadie pero aun así dejo a mas de una en la clase sin respiración, le dio al profesor su papel él lo firmo y le asigno el último puesto disponible… ¡mierda esa era yo!, me miro su mirada era aun más penetrante de lo que creía me miro con ¿odio?, ¿Qué le había hecho yo?, oh… pues claro … ser yo, se dirigió lentamente hasta el puesto a mi lado se sentó y corrió la silla lo más lejos posible
de mi, y se mantuvo en una posición envarada casi inhumana… se aferraba fuertemente del borde de la mesa y fruncía la nariz como si algo apestara … ¿tal vez… era yo?, olí mi cabello olía fresas normal, y me bañe esa mañana, ¿era yo la causante de aquella reacción?, no… eso no podría ser, me calme tratando ignorarlo tal como él lo hacía conmigo, mientras leían garabateé unas cuantas palabras en mi cuaderno con mi desgarbada caligrafía. Era una frase que rodaba en mis tontos sueños de un futuro feliz.
Y los sueños… sueños son.
Sonó el timbre y con una rapidez infalible aquel chico salió del aula sin dar rodeos, ignore aquel detalle guarde mis cosas y me retire del aula y me encamine hacia la clase siguiente , calculo, bufe para mí misma, apestaba en calculo, tal vez… podría hacer novillos… no, me iría peor… menos mal estudiaría literatura en la universidad, muy lejos de números ecuaciones y todos esos enredos, camine lentamente, mucha gente me empujaba "accidentalmente" que importaba eso no era nada, no me pueden herir no me pueden afectar. ¿Cómo lastimar a alguien que ya está roto?, no eso no se puede, ya estaba lastimada lo mas que se puede. Llegue al aula y intente prestar atención, pero lo único que mi mente quería pensar eran en los ojos negros de aquel chico, no me miro con el odio normal, un odio de asco, me miro con odio un odio… como si le doliera… como si yo lo hubiera dañado o afectado. ¡Bah! Me dijo mi parte consiente la real, la que podía reaccionar, difícil hacerlo cuando a nadie le importas, la clase paso con su blablabla normal, por así decirlo, Salí me encamine al almuerzo me senté en la mesa de mis "amigos" me ignoraron, nada extraño. Sentí una sensación extraña en mi nuca voltee para ver si era una mosca o algo así y no, no era eso, era, era… una mirada, hacia tanto nadie me miraba con ojos que no fueran de odio, quien me miraba era, aquel chico de la clase de literatura me miraba esta vez con dolor y odio, cuando nuestras miradas se conectaron, sentí una corriente eléctrica y el volteo la cabeza rápidamente, mire el grupo con el que se sentaba, eran tan increíblemente guapos como él, todos pálidos y todos impresionantemente hermosos, era una belleza inhumana, habían dos chicas totalmente opuestas, una bajita con cabello castaño y corto y con puntas rebeldes que disparaban a todas direcciones pero no la hacía ver mal, la otra chica era una rubia que el cabello le llegaba a la mitad de la espalda y tenía un cuerpo de súper modelo, habían otros dos chicos acompañándolos un rubio muy parecido a la otra chica rubia, y el ultimo un fortachón musculoso todos tenían la mirada perdida fija en nada, no comían ni bebían estaban callados y rígidos, eran realmente extraños ¡mira quién habla! Me dijo otra vez esa voz de mi cabeza ¡Isabella Swan el bicho raro del colegio, ¿de veras te crees con derecho de hablar así de alguien?! Baje la mirada y no deje de mirar mi comida que estaba toda revuelta no quería comer no tenia apetito, no me di cuenta cuando mis acompañantes se fueron ni me importo solo camine arrastrando los pies hasta biología, otra monótona clase, me senté en mi puesto sola otra vez, se lleno el aula y al igual que en literatura… ¡mierda! Otra vez ese chico, escuche a Mr.Vanner decirle -¿Usted es el nuevo? ¿Cullen no? Bueno valla al final al lado de la señorita Swan- ¡¿de todas las personas en este estúpido mundo tenía que ser yo?! bajo la cabeza enojado y camino grácilmente hasta mi lado y tomo la misma posición de literatura, lo más lejos de mí, envarado y tieso. La clase comenzó con normalidad garabateé unas cosas en mi cuaderno, tontas cosas sin sentido, una rosa y una manzana y una pálida mano, de veras que soy un bicho raro, termino la clase eh ignore cuando mi compañero se fue, Cullen era su apellido… y me marche.
