Prologo

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-Puta… -Es todo lo que podía pensar Laharl. -¿Qué planeabas? ¿Enseñarme absolutamente todo lo que significa el amor? ¿Lo hermoso que es pensar que existe alguien que se preocupe por ti cuando estas en peligro, alguien que te espera, te anima, te brinde esperanzas, y que te demuestre cariño? Y después… - Tomo otro sorbo de esa horrible bebida alcohólica. No podía hacer nada más que beber, a fin de cuentas se encontraba en un asqueroso bar de mala muerte. –Me costaste todo… -Se levanto dispuesto a irse.

-¡Eh! ¡La cuentea! – Grito el barman. A lo que Laharl le respondió con una enorme bola de fuego negro; termino con la barra en llamas, y mas de seis demonios calcinados.

Laharl echo un vistazo a las calles de ese horrendo lugar. Era de noche, por lo que todas las calles de la ciudad estarían repletas de ladrones y asesinos. Solo se puso a caminar. Caminar era todo lo que había echo durante tres años. No tenia idea de cuanto se había alejado del castillo, o si lo estaban buscando.

Durante tres años había vagado por todo el inframundo, que mas podía hacer, todo en lo que creía ya no existía.

-Todo es por tú culpa, Flonne… -Detuvo su paso y saco su espada. –Vamos, que no tengo todo el día –Mintió. Tenía toda una vida.

-He, he, he, así que te diste cuenta, enano –El comentario lo ofendió. En un instante estuvo rodeado por seis demonios. Una maga de fuego, un arquero, tres ladrones, y su líder, una guerrera común con una espada barata. –Danos todo lo que tengas y quizás te matemos rápido, quizás –Esto provoco una riza por parte de su grupo.

-Realmente estoy cansado ¿Podemos terminar con esto de una ves? –Pregunto Laharl, y bostezo.

-Ha, que hay de divertido en esto. Venga jefa, comience con su bazo derecho, como con el último –Pidió uno de los ladrones.

-Mejor prendámosle fuego –Exigió la maga.

-Siempre quieres prenderles fuego, eso es aburrido –Se quejo el arquero.

-Es bonito cuando se retuesten en el piso –Dijo mientras se sujetaba las mejillas con un ligero sonrojo.

-Parece que tendré que dar el primer golpe –murmuro Laharl. En un instante dio un salto hacia adelante, donde estaba la líder del grupo, quedando frente a frente, levanto su espada. Al ver esto, la guerrera levanto la suya por reflejo, de un modo horizontal, para cubrirse. En un instante, la hoja de la espada de Laharl, que se encontraba sobre ella, estaba a sus pies.

-Eh… -Fue todo lo que pudo decir, antes de que la punta de su espada saliera volando, y una línea roja vertical apareciera en su rostro y recorriera su cuerpo. La sangre salió disparada, manchando el cuerpo de Laharl. Inmediatamente, su bufanda tomo la punta de la espada, que se encontraba en el aire, y lo arrojo al arquero. La punta atravesó su cabeza, matándolo de inmediato, pero antes de que la punta de la espada llegara a su destino, Laharl había realizado una rápida estocada a los dos ladrones que se encontraban cerca, partiéndolos en dos, y lanzó una bola de energía al tercero, volándolo en pedazos.

Solo quedaba la maga de fuego….

La maga de fuego, estaba totalmente confundida y, sobre todo, aterrorizada por lo ocurrido. En un instante, ella y sus compañeros discutían de como matar a un demonio, débil a simple vista, y al otro la mayor parte de ellos estaban hechos pedazos, literalmente.

Laharl comenzó a acercarse a ella.

No podía moverse. Solo temblaba, viendo a quien seria su verdugo, el terror fue tal, que tubo un "accidente" y una parte de su vestido se oscureció más mientras sentía ese liquido bajar por sus muslos.

-¿Cómo te llamas? –Fue lo que escucho del demonio.

-¿Q-qu-qué? –Su voz temblaba, era normal, después del espectáculo que acababa de presenciar.

-Tu nombre –La voz de Laharl era tranquila, como si no acabara de masacrar a cinco demonios.

-Fre-Freia- Era un nombre común.

-Freia… -Repitió tranquilamente –Dime, Freia ¿Qué crees que es el amor? –Si antes estaba confundida, ahora si que no sabia que sentir.

-El… ¿amor? –Un demonio es rodeado por seis demonios, mata cruelmente a cinco, se acerca al sexto, y le pregunta sobre el amor. "¿Pero que carajo?".

-Si, el amor- repitió.

¿Era esa una proposición? Si era así, entonces Freia no estaba en condiciones de rechazarlo.

-B-bien, are lo que quieras… pero… por favor, no me mates –Noto, para su horror, que Laharl fruncía el seño, obviamente molesto por el comentario.

-¡Pregunte que piensas tú que es el amor! –Rugió. Esto hiso que Freia se pusiera en cuclillas, cubriéndose la cabeza con las manos, y temblando del miedo.

-¡L-lo siento! –Grito, mientras se le escapaban algunas lagrimas.

Laharl se agacho, y dijo –Solo dime… para ti… que es el amor-

Freia abrió los ojos, y se encontró con el demonio mirándola, nuevamente tranquilo.

-¿Algo… que hace que los humanos se sientan felices? –La respuesta le pareció ridícula y, se preparo para su final. Pero esté no llego.

-Felices, eh –Exclamo Laharl –Dime Freia, ¿alguna ves has estado enamorada? –Nuevamente confundida ¿El demonio quería matarla o conquistarla? Si era esto ultimo, matar a sus compañeros era una mala forma de comenzar.

-Yo… -Freia se detuvo, y noto que el demonio hablaba muy en serio –Si… lo estuve… -Volteó para ver a su líder, partida en dos, y unas lágrimas de tristeza escaparon de sus ojos.

-Ya veo… -Laharl se levanto, no iba a juzgarla por sus gustos sexuales, ni nada por el estilo cuando noto a quien se refería.

Por unos segundos todo estuvo en silencio. Freia se dio cuenta de que no había mas preguntas. Este era el fin…

-…Lo lamento… -Fue todo lo que dijo Laharl. Paso a su lado, y se marcho.

Freia se quedo en el piso, hasta que no escucho mas pisadas. Al levantarse, apenas podía creer lo que paso.

Un simple atraco se convirtió en una matanza, que termino con una serie de preguntas sobre… ¿El amor?

Loco, ese demonio estaba loco. Esa fue la única respuesta que consiguió, después de lo ocurrido. Vio los cadáveres de sus compañeros, y se marcho. No podía enterrarlos, ellos estaban de paso por la ciudad, y sobre todo, no se atrevía a tocarlos. No era que le diera asco, estaba acostumbrada a este tipo de escenas, pero una cosa eran sus "victimas" y otra sus compañeros, con los que había pasado tanto tiempo, tantos momentos felices.

Se marcho llorando de la escena, sin saber que dentro de poco ella seria la victima de otro grupo de atracadores, que al verla llorar la catalogarían como débil. Ellos se divertirían con su cuerpo, sus llantos, gritos, sus suplicas, y la harían desear que ese demonio la hubiera matado.

Esto era común en está parte del inframundo, si eras débil, mejor estar con un grupo que tuviera por lo menos a un demonio fuerte, o de lo contrario serias carne para las horribles vestías que asechaban la noche.


Nuevo Fic

contenido:

Un mundo más oscuro.

Un Laharl 50% más tanquilo, 100% más cruel.

Confuciones, odio, tristeza, culpa.

Esenas sexuales: consentidas, forzadas, crueles, etc.

Necrofilia.

Zoofilia.

Esclavitud.

Y un monton de cosas que no quiero nombrar.