Aviso: Dragon Ball y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Akira Toriyama. La historia sí es sólo mía XD.

LA DEUDA

Capitulo I

"Regresando a donde me quede"

Son las 6:30 am. El silencio acogedor que envuelve la montaña Paoz es interrumpido por el sonido taladrante de un despertador que parece no querer ceder ante la paz del lugar. De repente deja de sonar y una figura femenina se deja ver por la ventana; es una mujer de cabellos negros azabache y tez blanca, con mirada profunda pero cansada. Ella mira hacia el exterior como perdida en sus pensamientos pero un sonido ahogado la hace despertar de esa posición adormilada, sólo para encontrarse con algo que para ella parece un sueño aún.

« Todavía me cuesta trabajo creer que estés aquí, a mi lado, como hace tanto no te tenía, y ahora que te veo simplemente se me hace irreal. No sé si estoy soñando o estoy despierta pero si fuese lo primero de seguro no quisiera despertar nunca.»

Ella se inclina para estar a la altura de su esposo que ahora reposa cómodamente en la cama.

«Se ve tan tranquilo. Increíble que haya sido el mismo que derrotó a ese monstruo tan terrible…, por un momento llegué a pensar que te perdería de nuevo, mi querido Goku.»

Milk besa suavemente los labios de Goku, aún dormido, provocando múltiples sensaciones en ella y en él, una casi imperceptible sonrisa, sin ni siquiera despertarse. En los ojos de la morena, mientras lo mira, se nota una increíble felicidad y paz que hace mucho tiempo no se encontraba, pero luego desvía la mirada hacia un punto en la nada y suspira. Ahora sus ojos toman una expresión un tanto melancólica y mira hacia la ventana de nuevo.

—Si sólo pudiera asegurar que esto es para siempre—susurra para sí misma mientras toma impulso y se incorpora. Mira de nuevo a Goku y éste ha dejado la posición anterior para descansar a sus anchas sobre la cama, viéndose muy cómico, casi como un niño. Milk curva una sonrisita. «Parece que nunca cambiara.»

Enseguida se inclina y lo arropa, ya que en su movimiento ha dejado caer las cobijas; la mujer le acaricia el rostro en un gesto maternal y se queda pensativa por un segundo. Luego sacude su cabeza, como si lo que pasara por ese momento en su cabeza fuera perjudicial.

«Tengo que dejar de pensar tonterías…eso no sucederá»,se dice mentalmente mientras deja la habitación y se dirige a la cocina, aquel lugar tan especial para ella; su amado refugio, cómplice de tantos de sus angustias, pensamientos y hasta secretos que sólo ella conoce y que sabe muy bien que no debe compartir. Si las paredes hablaran dirían tantas cosas…

Luego de un par de horas, la matriarca de la casa ya tiene listo el desayuno: un descomunal banquete compuesto por infinidad de alimentos conocidos y hasta desconocidos para muchos. Todo eso pudo haber sido cocinado en menos tiempo, pero que ahora ha tomado más porque existe un pequeño detalle que cambió lo que ha sido costumbre en los últimos siete años: Goku.

«He tenido que esperar tanto, tanto tiempo para poder disfrutar de la felicidad que la vida me debe. Han sido muchos años de angustias y sufrimientos, no dejaré que nada ni nadie dañe este momento de mi vida…, ha sido tan duro y el precio tan alto, pero nada impedirá que viva feliz lo que me queda de vida. Si es que me queda...»

Con una mirada triste pero decidida, Milk es interrumpida en sus cavilaciones por una infantil y dulce voz.

—Mamá, ¿ya está listo el desayuno? Es que me estoy muriendo de hambre —dijo el pequeño Goten acabándose de levantar, aún soñoliento y sobándose un ojo, dio un gran bostezo.

Milk ríe un poco divertida por la expresión de su hijo.

—Parece que no sólo eres muy parecido a tu padre, ya hasta hablas como el, y eso que sólo lo conoces de hace unos días —dice—, pero bueno, qué se le va a hacer, ¡eres un digno hijo de Goku! —aclara la morena con una sonrisa y felizmente resignada a tal hecho.

—¡Buenos Días Mamá! —saluda el mayor, olfatea el aire—, ¿qué es lo que huele tan bien? —Acaba de entrar, desperezándose y dejándose caer sobre una silla—. ¡Vaya! ¡Esta vez si te luciste mama! —exclama sorprendido por la cantidad de platillos en la mesa—. Aunque sé cuál es la razón. A propósito, ¿papá no se ha levantado aún?

—No, todavía no. Creo que es mejor que descanse un poco más, no fue fácil por lo que pasó, al igual que ustedes. Es más, si quieren después del desayuno pueden seguir durmiendo, lo mejor es que descansen y no se preocupen por nada mas, ¿qué les parece?

Gohan y Goten, quienes ya habían empezado a devorar el festín en la mesa, abrieron los ojos como platos. El menor con carita de «y esto que fue» y el mayor con la mandíbula totalmente descolgada, dejando caer los palillos que sujetaba.

—Mamá… ¿Te sientes bien? —logra decir Gohan en medio de su impresión por el gesto tan despreocupado de su madre; si lo hubiera dicho su padre era completamente normal, pero viniendo de ella, no se oía bien.

—¿Ah? ¿Cómo es eso? ¡Claro que estoy bien! ¿Acaso no puedo ser un poco relajada? ¡Es el colmo que piensen así! Tampoco soy una neurótica…

Lo único que hizo Gohan fue reír nerviosamente mientras el sudor empapaba su frente.

—No, mamá, no es eso. Es sólo que…, no es muy común oírte decir esas cosas. Fue sólo la impresión… —dijo. «Esto sí que es raro. ¿Será que ella sufrió algún cambio después de ser comida por Majin boo?»

—Sí, mamá. Perdón. Discúlpanos por reaccionar así, ¿verdad Gohan? —dice el pequeño Goten con los ojos en el suelo.

Milk cambia la expresión de su rostro al ver la cara de arrepentimiento de Goten, seguida por la de Gohan.

—Bueno….creo que a mi se me paso la mano con mi reacción, tampoco era para tanto verdad?..- apunta milk quien esboza una suave sonrisa –"definitivamente algo pasa…Mama no es así…será porque papa ha vuelto?...pero antes tampoco se comportaba de esa manera, esto es extraño," – Gohan es sacado se sus pensamientos al escuchar un suspiro bastante sonoro entrar al comedor

—¡Ah! ¡Qué bien dormí! —exclama Goku alzando sus brazos, estirándose completamente y sobandose los ojos—¡Buenos días a todos! —saluda dando una de sus mejores sonrisas.

—¡Buenos días Goku! ¿Dormiste bien? Ya puedes sentarte a desayunar si quieres, ¡esto lo hice especialmente para ti! —dijo la morena ruborizándose un poco, pues se sentía como una jovencita enamorada al decir esto; y es que volver a vivir con Goku de nuevo era como si se hubiera acabado de casar y apenas empezara su vida marital.

—¡Vaya! ¡Esto se ve delicioso! Muchas gracias Milk, sabes que me encanta que me hagas de comer. ¿Por dónde empezaré? —decía Goku mirando la mesa con expectación, como si toda la comida que tenía enfrente fuera a desaparecer sino empezaba a comer.

Milk se sintió alagada por la respuesta de su marido, porque sabía que era muy sincero con sus palabras. Esa respuesta era mucho más que unos simples agradecimientos, era la forma que Goku conocía para decirle que la quería e incluso la amaba, pues el saiyajin no era muy bueno con expresiones románticas. Era muy cariñoso con sus hijos, con sus amigos y con todas las personas que amaba, pero con ella era diferente. Él había descubierto otro tipo de amor con ella, y ese amor que era tan diferente y tan especial no sabía cómo descifrarlo. Tal vez por eso, las expresiones de afecto con su esposa no podían ser muy diferentes a las que brindaba a sus otros seres queridos, o por lo menos a la vista de todos, pues en la intimidad era distinto.

—Buenos días papá. Veo que amaneciste con mucha hambre —saluda Gohan viendo cómo su papá desaparecía los platillos y se empezaba a formar una torre de platos vacíos al lado suyo.

—¡Buewnows dishfas hjigjo! —contesta Goku con su boca repleta de comida.

—¡Goku! ¿Cuántas veces te he dicho que no hables con la boca llena? —exclama Milk con un grito.

—¡Lof siegjnto Mijilk!

—¡Ah! ¡Goku! ¿No ves que le das mal ejemplo a Goten? —dijo la mujer al borde de la impaciencia.

—¿Cuajgl mawl ejgmpro mawma? —pregunta Goten comiendo el recipiente los fideos que tenía en las manos, casi devorándolo de una sola.

—Creo que es demasiado tarde para decir eso, mamá —puntualiza Gohan, pegándole un gran mordisco su presa.

Un gruñido es lo único que emite la mujer, dedicándole una mirada fiera a su hijo mayor y a su esposo quien también ríe a la observación de Gohan.

—¿Porfquew sef riewn ? —vuelve a preguntar Goten con la boca más llena que antes.

—¡Ustedes sin insufribles! ¿Cómo es que tienen esos modales en la mesa? Parece que no los hubieran educado, ¿les cuesta mucho a ustedes los saiyajin comer decentemente? Y tú, Gohan, apoyando esas aptitudes de tu padre… ¡Parece que nada te hubiera enseñado! —gritó Milk con indignación mientras tres saiyajin asustados se miran entre sí—. ¡Ah! No sé por qué los sigo reprendiendo si igual no van a cambiar —dice la morena con resignación, cambiando su expresión—. Además, esta es la primera vez desde hace mucho que estamos comiendo como una familia y no quiero arruinarlo con discusiones tontas. Hay que disfrutar cada momento como si fuera el ultimo —dijo la pelinegra con tono calmado, pero serio y desviando la mirada hacia la comida en la mesa—. El último —remató la frase como para sí misma con un suspiro, pero perfectamente audible para los demás.

«Creo que debo aprovechar el tiempo y no pelear con ellos, al fin y al cabo son mi familia y la amo con su forma de ser. No quisiera perderlos de nuevo nunca a ninguno…Ojalá no suceda... Espero que no suceda. Pero, ¿y si se me acaba el tiempo? ¿Regresará? No quiero que suceda. ¡No quiero!»

Milk se quedó callada y pensativa, como ahogada en sus propios pensamientos, su rostro ahora tenía un semblante un poco angustioso, y empezaba a sentir unas ganas de llorar incontenibles, una fuerte opresión en el pecho se hizo presente, y se mordió los labios un poco como liberando una angustia que hace mucho estaba presa en su alma. En su mente empezaron a llegar recuerdos, los cuales la perturbaban demasiado y amenazaba la paz reinante en ese momento; una idea se hizo en su cabeza, la cual ella rechazó instantáneamente sacudiendo un poco su cabeza.

Mientras tanto, los dos saiyajin mayores, miraban a la mujer para luego observarse entre sí, como extrañados por la expresión de la mujer.

—Milk, ¿qué te pasa? ¿Te sientes bien? ¿Comiste algo que te cayó mal? —Goku hacía su pequeño interrogatorio sin obtener respuesta alguna.

—Mamá… Mamá, ¿estás bien? —siguió Gohan con cara de preocupación.

—¿Eh? Ah, sí, sí claro, no pasa nada, solo me distraje un poco.

—Te pusiste pálida de repente…—continuó el hijo mayor de los Son.

—Les digo que no es nada. Terminen de comer, mientras yo me doy una ducha, para empezar con los quehaceres, ¿entendido?

Sin obtener más que una afirmación colectiva por parte de su familia, la única mujer de la familia Son se dispuso a subir a su habitación, la cual ya no será mas para ella sola, sino que tendría la dicha de compartir de nuevo con el hombre al que le profesaba un amor incondicional. Su querido Goku había estado ausente por mucho tiempo, el que la vida le daba la oportunidad de volver a disfrutar. Al recordar ese hecho ella sintió una inmensa alergia en su interior, un sentimiento que le permitía sentirse como nueva, como si todo volviera a empezar para ella y la esperara un futuro prometedor. Ensimismada en aquellos pensamientos, se dirigió a la ducha, se quitó toda la ropa que la cubría y desato el moño de su pelo, para dejarlo caer pesadamente sobre su espalda, se miro al espejo y se vio sonriente como hace mucho no lo hacía; se miró cada parte de su cuerpo como buscando algo perdido entre todas las curvas que bien tenía pese a ya no gozar de tanta juventud.

«Nunca me había fijado pero creo que no estoy tan vieja como creía. ¿Por qué razón pensé que una mujer a los treinta y cinco ya estaba vieja? Ahora que veo, sólo han pasado unos años y mirándome así en el espejo no estoy tan mal, con el cabello así podría jurar que todavía tengo veintiocho, aunque hay cosas en mí que han cambiado. Definitivamente las cargas emocionales son las que mas envejecen, pero ya no me siento mas una vieja, es mas me siento tan joven como cuando me case. ¿Será eso por el regreso de Goku? Ahora que lo pienso, yo sola me enterré en vida cuando Goku murió y me descuide tanto que ya no me interesaba para nada sentirme bien conmigo misma. Pero al ver a Goku de nuevo, tan Joven y lleno de vida como aquella vez antes del torneo de Cell, me sentí tan mal al verme tan descuidada, tan envejecida sin tener edad aun parar envejecer. Lo comprobé el día del torneo de las artes marciales, ¡al compararme con Bulma!

»Bulma, ella sí que no revela la edad, se ve incluso más joven que yo, y eso que ella es mayor por cinco años, pero… Así como me veo ahora, delante de este espejo, ya la diferencia es otra. Creo que si me arreglara diferente… Pero, ¿qué pensara mi familia? ¿Que soy una desvergonzada? Bulma al fin y al cabo vive en la ciudad, pero yo… ¿Qué tiene de malo ser más moderna? Creo que definitivamente me arreglaré diferente. Por mí. Pero sobre todo por mi Goku.—Abstraída en sus propios pensamientos y cavilaciones, se dedicó una sonrisa para ella misma y se metió a la ducha para luego dejar correr el agua por su piel todavía tersa y suave. Pensando en lo mucho que debía cambiar en ella para recuperar un poco el tiempo que aunque vivido. Milk cerró los ojos para concentrarse en la sensación de paz que le brindaba el agua caliente al tocar su cuerpo, hasta que una imagen llegó a su cabeza de repente acompañado de un escalofrío que la invadió una forma horrible.

«¡No! Eso no, es imposible que eso suceda ahora…No, ¡sería injusto! Mi vida acaba de empezar de nuevo, no podría ser que… No, todavía falta tiempo y no creo que Él no tenga palabra. Tengo que confiar en que así será. No soportaría lo contrario —Milk cerró la ducha y bajó la cabeza, con una mirada de horror—. Pero, será que…—Milk no tuvo tiempo de pensar más, pues una mano pasó por su rostro y sintió una presencia muy fuerte atrás suyo. Quedó paralizada sin una reacción más que un pequeño suspiro atrapado en su pecho.»

—Así es, creo que ya sabes a que he venido. He cumplido, ahora tienes una deuda conmigo, mi querida Milk.

N/A: Bueno, ese es el primer capitulo de mi primer fic en serio, me ha costado un tantito pues tenia muchas ideas y me toco decidirme solo por una así que darle forma fue algo complicado al principio. Espero les agrade así sea un poquito, pues es la primera vez que publico (por eso digo "un fic en serio"), así que porfa déjenme saber sus opiniones, criticas, recomendaciones, insultos (espero que no), tomatazos, cariñitos ( si es que hay ) o lo que sea..Para saber si voy por buen camino…o si definitivamente no hay caso conmigo, todo lo anterior a través de un review..que como sea será muy bienvenido y respondido claro esta!

Muchas gracias por leer..y no vemos en el otro cap!

Akadiane n_n y Rag:D (Gracias a la linda Ragdoll por la reedición 2014 ^^)