Notas de autor: No escribo smut, no normalmente, así que este es mi valiente intento porque en verdad quería escribir algo sobre ship favorita y el prompt… dios como desperdiciar este pedazo de prompt. Creo que con esto se nota que mi fuerte está más en la comedia xD.
Esto está ambientado después de CA: Winter Soldier, y estoy haciendo como si la era de Ultrón no hubiera pasado.
Prompt: Voy a tenerte. Justo aquí y justo ahora.
Número de palabras: 2498
Este fic participa en el Reto especial: ¡Festival de primavera! del foro La Torre Stark.
Malentendidos
Tony está seguro que enamorarse de su amigo violaba varias reglas dentro del código de la hermandad. Bruce no lo desmintió pero tampoco lo negó, limitándose tan solo a darle una sonrisa incómoda y un apretón de hombros de forma compasiva porque "lo siento Tony, pero aún amo a Betty".
—¡Dios, no! Banner ¡Hablo de Steve!
Porque vamos, ¿es que alguien no ha visto a Steve?
Tony juraba que Steve existía para hacerle la vida más difícil. Si al principio fue su tono mandon y "armadura de metal, quita eso y ¿qué es lo que queda?", ahora eran esos jeans ajustados y las camisas de walmart que nunca parecía encontrar en su talla.
—JARVIS ¿Por qué capitán américa se pasea por mi torre como si su ropa se hubiera achicado en la secadora? —demandó saber luego de que dicho hombre saliera del ascensor, lo saludara con una sonrisa, y desapareciera por el pasillo hacia los dormitorios. Y no, Tony no se quedó observando sus bíceps por más tiempo del necesario antes de volver su vista a los planos en los que había estado trabajando.
—El señor Rogers insiste en comprar ropa barata y no hecha a su medida como se lo ha aconsejado la señora Potts. Finalmente, la señora Potts dejó insistir, admitiendo que el presente plan de acción del Capitán trae varias ventajas.
Eso era algo que Tony podía ver, sin duda…
Entonces arrugó el entrecejo e hizo una mueca no muy lejos de llegar a ser un puchero.
—Pepper no me deja pasear en los niveles inferiores con mi ropa sexy ¿pero a Steve sí? —era todo un problema tener que cambiarse cada que tenía que bajar a hablar con los chicos de R&D, solo para luego subir y cambiarse a sus camisetas sin mangas para poder trabajar en el taller.
—Creo que eso se debe a como el Capitán parece modelo de Calvin Klein y usted no ha dejado de comer donas esta semana, señor.
—¡JARVIS! ¡No me hagas tener que re-programarte!
—Como usted diga, señor. —fue la respuesta sarcástica que recibió. Ahora ya nadie lo respetaba.
Bruce fue el primero en llegar. Unos meses después de la batalla contra los chitauri, el doctor aceptó su invitación de quedarse en la torre y usar un laboratorio totalmente equipado para su investigación. Luego cuando la banda de Fury se separó— "SHIELD y HYDRA no son los Beatles, Tony"—, Stark tuvo que recoger a dos superespías y a un super soldado de las calles. Posiblemente hubieran encontrado alguna manera de sobrevivir en este frío mundo pero "¿de qué sirve tener un billonario en el equipo si no nos podemos aprovechar?"
—Clint. —llamó Rogers de brazos cruzados mientras usaba la famosa mirada #3 qué prácticamente significa: "Capitán América está decepcionado de ti".
Clint se alzó de hombros.
—¿Qué? ¡Digo la verdad!
Steve miró a Natasha, esperando que ella estuviera de acuerdo en que esta era una oferta que no podían aceptar.
La viuda negra giró su cabeza hacia otro lado como si con ella no fuera la cosa, el cap abrió y cerró un par de veces la boca con la #14 "Capitán América no puede creer esta traición", y la sonrisa de Tony se agrandó.
—¡Genial! Entonces está decidido. Iré a contarle las nuevas buenas a Bruce. —y salió de allí antes de que alguno pudiera cambiar de opinión.
Le hubiera mandado una invitación a Thor, pero la señal telefónica no está realmente hecha para cruzar varios kilómetros de años luz. Pero eventualmente el Asgardino los comenzó a visitar, no quedándose por mucho al preferir pasar el tiempo con su Jane.
No mucho tiempo después, vivir juntos terminó mostrando tener sus ventajas. Era más fácil movilizarse y llegar a tiempo cuando se presenta alguna amenaza. Ahora que no había una organización supersecreta de por medio que monopolice a los criminales, comenzaron a surgir una infinidad de villanos raros en Nueva York. Como aquel Doctor Doom que profesaba ser el rey de un país que Tony jamás había escuchado en su vida, ese había sido un gran jueves.
Steve se paró en el centro del salón, mirándolos a todos con la que ahora Tony llamaba mirada #36: "Capitán América piensa que eso pudo salir mejor". En ese momento se le hizo raro que no estuviera usando la mirada #5: "Capitan America cree que todo es culpa de Tony Stark".
—¿Quien le lanzó un Doom-Bot a Ironman?
Todos intercambiaron miradas. Durante la pelea, Natasha había desviado uno de los robots hacia Tony, pero este había sido demasiado lento en reaccionar y sin darse cuenta terminó en el piso bajo una pila de robots que intentaban aplastarlo con su peso. La armadura no es insegura, pero la aleación que usaba para sus trajes estaba más pensaba para velocidad que resistencia. El peso combinado de diez humanoides hechos de acero no estaba en sus planes.
Tony respondió con lo más obvio.
—Fue mi culpa, no de Natalie. —admitió usando el tono más despreocupado qué podía fingir. Disfrutó la mirada que Natasha le dirigió al llamarla por aquel nombre—. Debí estar listo para contraatacar, y tal vez hacer también una armadura más resistente. —llevó inconscientemente una mano hacia el reactor ARC. Por un segundo estaba seguro que el peso sería suficiente para aplastar su pecho. Ya estaba de camino hacia otro ataque de ansiedad cuando Steve le ordenó a Hulk que lo salvara.
—No Tony, es culpa mía. —dijo susodicho, y el castaño volteo a verlo sin creérselo. Sí, últimamente se llevaban mucho mejor que antes, pero era de una manera cortés porque Tony es su proveedor y Steve es demasiado bueno como para estar enojado con él todo el tiempo.
Ahora Steve llevaba una pequeña sonrisa y una mirada nueva. Tony luego la bautizaría como #37 "Capitan America se siente culpable".
—Debí notar que necesitabas ayuda. Ocho contra uno no es una pelea justa.
—No hay problema Cap, esta es ¿qué? ¿la segunda vez que peleamos juntos?
Oh no, la #2
"Capitán América tiene un plan"
—Es por eso que desde ahora tendremos sesiones de entrenamiento para sincronizar nuestros ataques y reducir nuestras debilidades.
Decir que una semana después el ex dueño de Industrias Stark no podría siquiera levantarse de la cama no era una exageración.
Pero extremos regímenes de entrenamiento y el cuerpo de un adonis no era lo único que el hombre tenía para presumir.
Si se veía más allá de la fachada de Capitán América, Steve Rogers es tu típico niño bueno. Ese que ayuda a las abuelitas cruzar la calle y qué no quiere molestar a los demás con preguntas tontas. Y bueno, ciertamente eran tontas. Pero mientras Steve Jobs creaba el Ipod Steve Rogers estaba ocupado siendo una paleta humana. Así que Tony—después de verlo pelear con la aspiradora—se apiado de él y muy sutilmente comenzó a enseñarle cómo vivir en el futuro.
Al principio usando de excusa que necesitaba verificar la estabilidad de la aspiradora, explicando funciones y echándose un discurso en el lenguaje más simple que podía usar. Luego en la cocina dijo que la máquina de café ya necesitaba una renovación y comenzó explicando porque para preparar el mejor café de la tierra era necesario hacerlo de cierta manera. En algún momento se desvió del tema y al darse cuenta que en lugar de café, comenzó más a hablar de economía, se detuvo en media oración esperando encontrar a Steve dormido.
Pero Rogers lo mirada expectante e intrigado, y cuando pasaron varios segundos de silencio este habló.
—Estabas diciendo que hoy en día la segunda importación más importante del país, justo después del crudo, es el café.
—¿En eso estaba? Ah, sí. Como iba diciendo…
A diferencia de Rhodey o Pepper, Steve sí escuchaba sus explicaciones tecnológicas, y cuando no entendía algo hacía preguntas. Tomó un tiempo para que se abiertamente tomará la confianza de buscarlo y preguntarle cosas sobre el siglo actual que no entendía, pero ahora lo hacía casi de forma inconsciente. Así también como ahora bajaba a dejarle el almuerzo o la cena cada qué Tony olvidaba que tiene una vida afuera del taller. En muchas de estas ocasiones se quedaba a conversar, y si Tony necesitaba concentrarse entonces se sentaba en el sofá de la esquina a leer o dibujar.
Un día, mientras soldaba una parte de la armadura, pasó una mano por su mejilla para quitar el sudor pero olvidó que la tenía manchada de aceite, así que levantó la vista en busca de algún trapo o franela para tan solo encontrarse con la misteriosa mirada #42
No tiene idea de que significa, esa fue la única vez que la vió y por alguna razón le causó un escalofrío. Esperaba que esa no fuera una variación de la #5.
Son amigos. Tal vez no los mejores porque ese puesto se lo lleva Rhodey, pero si había algo que lo atraía al rubio. Todo se volvió más difícil cuando iniciaron los roces casuales, y claro, Tony siempre ha sido una persona táctil, pero por alguna razón ahora le era difícil no dejar de querer recostarse en el rubio mientras miraban películas.
Le tomó un tiempo entenderlo y entonces pasó la conversación con Bruce sobre las implicaciones que este tipo de atracciones tiene en el código de la hermandad. Se imaginaba una línea diciendo "No deberéis tener pensamientos impuros sobre tu hermano de arma. Homo no Homo, bro".
Bruce asintió mucho más tranquilo, ahora que Tony le aclaró que hablaban de Steve.
—¿Y qué piensas hacer?
Excelente pregunta, pensó Tony sarcásticamente.
—¿Cómo que qué pienso hacer? ¿Qué es lo que voy a hacer? ¡Nada! Eso es lo que haré. —no era como si tan solo pudiera ir frente a Steve y decirle que era el Capitán América de su Ironman—. El pobre creció en los cuarenta, no quiero que le de un aneurisma. —además que el mismo no se consideraba material para una relación. Pepper no podía aceptar a Ironman, y como Ironman es tanto una parte de él como lo sería una pierna, volvieran a ser solo amigos.
—La discriminación era extrema pero no creo que Steve te juzgue, Tony.
Si, pues Tony no lo creía. Ya había recibido demasiado de eso cuando se declaró bisexual muchos años atrás, pero parecía que ya nadie lo recordaba sí aparecía siempre de la mano con alguna modelo en las fiestas y eventos de caridad.
Llamenlo cobarde pero no encontraba otra solución a este problema más que poner distancia.
Comenzó rechazando las invitaciones de salir a comer, o de subir al salón de estar para ver juntos alguna película como ya se había vuelto costumbre. Se veían en las mañanas durante el desayuno pero luego se encerraba en el taller dándole a JARVIS especificaciones sobre qué decir si Steve bajaba a llevarle comida. Normalmente un "El Sr. Stark está realizando pruebas con la nueva armadura" era suficiente. El cristal que daba al ascensor se mantuvo oscurecido todo el tiempo, por lo que Steve no tenía manera de comprobar si lo que decía JARVIS era verdad o no.
O eso pensó hasta que en el cuarto día JARVIS lo interrumpió mientras trabajaba.
—Señor, le aconsejaría que tome refugio de inmediato. —Tony entornó los ojos. No había sonado ninguna alarma por lo que sabía de sobra que no se encontraban bajo ataque.
—¿Por qué debería de-?
El sonido del cristal reforzado rompiéndose respondió su pregunta. Ahí, parado del otro lado del cristal roto, estaba Steve vestido con su ropa civil de siempre pero llevando el escudo en mano. El frágil corazón de Tony casi se detuvo por el susto.
—¡¿Qué demonios Steve?!
—Lo siento, pero no encontraba otra forma. ¿Podemos hablar? —y Tony quiso decir que no, en verdad quería todo menos tener esta conversación. Sin embargo, esta vez no era capitán américa pidiéndoselo. Este es Steve Rogers con ojos de cachorro y no había manera que pudiera resistirse a ese poder.
Suspiro, e hizo a un lado la pantalla holográfica. No pensaba ser capaz de concentrarse después de esto. No, posiblemente suba a encerrarse en su habitación con una botella de whisky.
—Bien, te escuchó.
Steve asintió decidido pero también algo nervioso antes de continuar.
—Tony. Perdón si hice algo que te hiciera enfadar, o si interprete mal nuestras citas. Si quieres solo ser amigos lo comprenderé, pero creo que debemos de hablar de esto para que no afecte nuestro trabajo en equipo. En verdad te considero un gran amigo, y no quiero que te excluyas del grupo por mi culpa...
Más que tener un discurso preparado como siempre, parecía que Steve intentaba pero fallaba explicar lo que quería decir. Las palabras continúan saliendo de su boca pero Tony entendía menos y menos la situación.
—¡Alto! ¡¿De cuales citas hablas?! —exclamó el castaño cortando las palabras del otro. No recordaba ninguna cita. A menos que…
—Las noches de películas, y nuestras salidas a almorzar y a Central Park.
Bien, Tony podía ver como con todo el toqueteo involuntario podrían parecer citas.
—Es que acaso ¿lo malinterprete? —y ahí estaban de nuevo esos ojos de cachorro.
—No. —soltó, y dándose cuenta de que mentía se explicó—. Bueno si, no fueron citas porque pensé que eramos solo dos amigos que preferían tener tiempo a solas y tocar más de lo normal porque, hey, he tenido amistades más raras ¿Sí? Pero eso no significa que una pequeña, bueno, una gran parte de mi haya estado deseando que fueran… algo más. —y ya, lo ha dicho—. Aunque si esas eran citas eres más viejo de lo que pensé. —agregó en broma.
Al no recibir ni una sola risa o comentario ofendido en respuesta lo miró fijamente, encontrándose con ojos azules tormentosos y una expresión facial entre seria y depredatoria. Ah, ahí está la mirada #42 qué no pudo descifrar aquella vez.
—Entonces crees que hemos ido muy lento.
Tony trago en secó.
—Bueno, sí. Pero no tenia idea que estábamos saliendo en primer lugar.
—Eso se puede remediar.
En dos rápidos pasos la distancia se cortó y los labios de Steve chocaron contra los suyos. Tony demoró un poco en captar lo que estaba pasando, y cuando lo hizo movió sus labios dándole entrada a Steve luego de que este mordiera su labio inferior. Sus manos se posaron en la cabellera dorada, tratando de atraerlo más hacia él, mientras las de Steve se paseaban por sus costados y espalda.
—Voy a tenerte. Justo aquí y justo ahora. —fue lo que le susurro al separarse, un suspiro de aire caliente haciendo que se le erice la piel.
—Si, genial, buena idea. —logró decir, aún sintiendo la falta de aire—. Solo que no puede ser aquí. El cristal roto, los niños y eso. —hablaba de sus bots, pero ahora que lo pensaba bien, los vengadores también eran unos niños muy chismosos.
—¿Tú cuarto o el mío? —preguntó el rubio, y de repente Tony perdió su percepción del equilibrio al ser prácticamente alzado del suelo. Fue tan rápido que tan solo atinó a agarrarse de Steve como pudo con sus brazos y pies. Dejando escapar un chillido vergonzoso al sentir aquellas manos sostenerlo de su retaguardia.
Cierto, fuerza sobrehumana. Por alguna manera eso hacía mucho más difícil mantener una mente clara.
Finalmente mandó todo al carajo. No se ha acostado con nadie en meses.
—Demonios Rogers, ¡cualquiera, solo camina!
La risa de Steve se hizo escuchar en su camino hacia el ascensor.
Notas finales: Dios, aquí si me excedí demasiado y prácticamente quede con más de cien palabras más allá del límite, me tocó cortar de nuevo :')
Espero no haber espantado a nadie que no esté acostumbrado a leer de estos dos, en parte por eso me dí el tiempo de desarrollar el contexto. No intenté meter más smut porque… ¡es difícil! D: Mejor me dedico a escribir comedias románticas xD.
