Mi padre cree que viniendo a este horroroso lugar "Especial para los hijos de los personajes de los cuentos de hadas" voy a mejorar mi comportamiento. Jajaja, tengo al mejor bromista como maestro cada hora del día que no trabaja. Bien, este año voy a ir a Ever After High, voy a segundo, primero lo hice en… no me acuerdo como se llama pero me expulsaron porque congelé medio internado.

Abrí la puerta del despacho del director Grimm, no sin antes toparme con los hijos de Hansel y Gretel pegados a unas bolsas de caramelos.

-Sia Jackeline Frost, es un placer tenerte en Ever After High- dijo el director, ¡ough! Ya me cayó mal.
-prefiero o Sia o Jackie- dije entrecerrando los ojos y cruzando los brazos
-tu nombre es Jackeline, bien solo espero que no hagas bromas, se porque te expulsaron de la otra academia y si eso pasa no lo toleraré…
-sea como sea, no pienso firmar el libro del destino NUNCA
-tu historia…
-no hará puff, sea como sea papá no puede desaparecer, ha sido Jack Frost por siglos, nunca vino a Ever After High y NUNCA firmó el libro del destino.
-es suficiente Jackeline, no discutirás más, harás lo que te diga, ve con Baba Yaga a que te de tu horario, adiós.

Salí con mis botas de tacón resonando fuertemente porque daba las pisadas con fuerza, al salir pisé con tanta fuerza que los dos muchachitos salieron volando, en ocasiones desearía ser como mi padre, tener un cayado para "canalizar" mi poder y que no saliera por toda yo, aunque también tengo un cayado este no "canaliza" mi poder exactamente.

Entré en la habitación que me asignaron, me toca con una tal… em… no me acuerdo, creo que con la hija de Campanita. En efecto, es la hija de Campanita: dos alas que tienen un efecto tornasol, rubia, y de baja estatura a pesar de estar físicamente desarrollada.
-¡hola!, soy Bell, hija de Campanita, ¿y tú?
-Sia Jackeline Frost, hija de Jack Frost, prefiero que me digan Sia o Jackie
-ah
me subí al borde de una de las ventanas, salté y dije:- viento, llévame a la oficina de Baba Yaga.

-¿hola?- dije empujando la puerta
-adelante, entra niña- entré. Mis botas de tacón resonaban en la habitación a la vez que donde pisaba se formaba una fina capa de escarcha que desaparecía cada que levantaba el pie. Me acerqué a la mujer que estaba flotando en posición de loto.
-¿puedo por lo menos escoger mis clases?
-no. Se te dará un horario que no puedes cambiar. Está en la mesa, tómalo y vete.

Entré a la habitación por la ventana y me tiré a la cama, esto es frustrante, no entiendo porque mi padre quiere que me comporte "bien" debería haber comprendido hace más de diez años que soy como él y debería tener claro desde siempre que NO SOY UNA ROYAL, por ende NO SOY DE LA REALEZA. Todo el asunto de tener estrictamente prohibido el hacer bromas me fastidia, aunque también me fastidia el que mi padre crea que esto es lo mejor para mí porque NO es lo mejor, o eso es lo que creo. Mi espejófono sonó, lo saqué del bolsillo de mi sudadera para contestar.
-¿qué quieres?
-hola Jackie, estoy bien, solo llamaba para ver cómo te encuentras
-bien, si se puede estar bien en un lugar donde no te dejan ser tu misma
-hazlo por mí y por tu madre
-quizá por ti pero ¿por esa mujer?, no ha estado nunca con nosotros y sé que no está muerta
-ella no ha podido estar con nosotros, no puede
-sí, ya me lo has dicho miles de veces, pero sabes que no te creo ni lo voy a hacer
-bien, me rindo. Besos, me tengo que ir
-chao padre
-igual, cuídate cariño
Al levantarme quedando sentada vi a mi lado un papel negro, lo tomé. Y lo abrí.

Querida Sia Jackeline:

Diría que lamento no poder estar junto a ti en 16 años pero las hadas malvadas no lamentamos nada pero en cierto sentido lo hago, lo más probable es que te preguntes porque me llamo hada malvada, verás, soy esa hada que no fue invitada al nacimiento de la bella durmiente pero igual que la Madrastra de Blanca Nieves me sobrepasé un poco y ahora estoy encerrada igual que ella.

Estoy encerrada desde hace 16 años, naciste en mi prisión pero al nacer fuiste entregada a tu padre.

Me disculpo por el trato que te vaya a dar el director Grimm puesto que él ya sabe quién es tu madre y cree que vas a ser igual que yo por los problemas que has dado. Le pedí a Jack que te inscribiera en Ever After High no para las burlas de ese hombre gruñón sino para que le demuestres que puedes escribir tu destino, yo no lo pude hacer pero tú si lo harás y déjame decirte un secreto: el libro del destino cambia a quién lo firma, por eso no debes firmarlo.

También tu padre me ha contado que te has hecho bastante amiga de Raven Queen, la hija de la Madrasta de Blanca Nieves que no quiere ser como su madre y de Cerise Hood, la hija de Caperucita Roja y el Lobo Feroz. Creo que son muy buenas amistades, unas chicas bastante diferentes, igual que tú, chicas que no van a hacer que firmes el libro.

El Hada Malvada