Aozu: Hello~~! Dos años de ausencia pero he vuelto a esta pagina. En fin, tampoco es mucha cosa, solo tenía una historia inacabada en mi otra cuenta. Dejando eso de lado, aquí traigo una historia. Espero les guste! A leer! ^0^
Advertencias: Yaoi, Shonen ai y futuro lemmon. Lee bajo tus consecuencias.
Disclaimer: La historia de No.6 pertenece a Atsuko Asano, así como todos sus personajes.
Después del beso.
—Estarás bien — Dijo al separarse de mis labios. Lo único que pude hacer, fue asentir. Le vi marcharse y me volví para contemplar el muro caído de la ciudad utópica que desde ese momento entraba en contacto con el verdadero mundo.
—Nos encontraremos de nuevo—Dije para mí, justo cuando Hamlet, el ratón de Nezumi, subía a mi hombro — Vamos Hamlet.
Así, me encaminé nuevamente a la ciudad, sin mirar atrás. Pronto me uní a las personas que del distrito Oeste que avanzaban temerosos, emocionados y dudosos a reencontrar a sus familiares. Aquí y allá se escuchaban los llantos y gritos de alegría de los ciudadanos de NO.6 al reencontrarse.
Yo caminaba junto al perro de Inukashi, el bebé y Hamlet. Una emoción subía poco a poco en mi pecho; no podía evitar estar ansioso por volver a ver a mamá. No podía negarlo, quería regresar a este lugar, aunque ya no era la persona que atravesó la muralla en una alcantarilla junto a Nezumi. Sabía que volvería a ver a ese ratón, Hamet estaba a mi lado y tenía la seguridad de que nos veríamos, no importaba si pasaban cuatro años más. Lleve mi mano hasta mis labios, recordando el beso. En ese preciso momento, mi madre, extentiendo sus brazos hacia mí, me envolvió en un fuerte abrazo; la escuché llorar. La envolví con los míos y contuve las lágrimas que se asomaban en mis ojos.
—Shion —Mi madre no podía hablar, yo tampoco. Ambos habíamos llegado a creer que jamás volveríamos a vernos.
Hubo una larga pausa, mientras permanecíamos abrazados y en silencio. Ella llorando y yo intentando no hacerlo, hasta que Hamlet se subió a la cabeza de mi madre para llamar su atención.
—Oh! —Dijo al ver al ratón, sonrió inmediatamente y lo tomó en sus brazos— Nezumi. Gracias por cuidar a Shion— Volvió su vista hacia mí, mientras se secaba los ojos. Luego tomo mi rostro entre sus manos— Shion… estás cambiado, no te reconocí al principio—Acariciaba la cicatriz de mi cara. No pude evitar recordar cuando Nezumi hizo lo mismo, semanas atrás. Miré los ojos de mi madre, no pude evitar que se escaparan algunas lágrimas
—Estoy en casa.— Mi madre sonrió, besando mi frente.
—Bienvenido
Volví a abrazarla, escuchando como el perro demandaba nuestra atención y el bebé comenzaba a llorar. Lloré por ella, por Safú y por mí. Lloré por el lejano reencuentro con Nezumi. Sabía que su beso no había sido de despedida, pude sentirlo. Sin embargo, no quería pensar en el tiempo que estaría separado de él. Si iba a buscarlo, seguramente no lo encontraría. O tal vez sí.
Mire a mi madre una vez más, luego de limpiar mis lágrimas y seguí caminando hacia mi vieja casa, esta vez junto a ella. La escuchaba hablar sobre todo lo que había ocurrido mientras no estaba y de sus temores. Mientras la oía, decidí apartar las preocupaciones de mi mente y sonreí, mirando la ciudad que se abria a mi paso.
"No más besos de despedida" Recorde las palabras que había dicho Nezumi una vez, quise aferrarme a ellas. Serían el hechizo de mi esperanza.
Bueno, he aquí el primer cap. Tal vez hayan otros. Nos vemos! ^^
