"Entre Sombras"
La historia de una de los elegidos.
"Anochecer"
"Mi vida ya no es como antes, no es como yo esperaba que fuera, como el anochecer de una vida y el comienzo de otra muy diferente, pero que estoy dispuesta a llevar con tal de estar cerca de mis amigos. En estos momentos estoy mojándome bajo la lluvia esperando que salga un arco iris"- Grace.
"Muchos piensan que el ser humano esta solo en la Tierra, que es la especie dominante sobre todo animal, planta y especies que habitan este mundo tan grande, tal vez no se mantienen abiertos a lo que esta afuera de sus casas, de su mundo, de sus oficinas. No todo ha sido creado por los humanos, afuera hay mas que solo oscuridad, mas que solo muertes, hay un equilibrio que muchos han tratado de romper, una batalla incesante entre criaturas que solo buscan sangre humana, se juegan el todo por nada, un solo descuido y todo saldrá mal."
El origen
"Es difícil pensar que hay criaturas que se ocultan en la oscuridad de la noche esperando que una presa distraída haga una mala jugada y se acerque demasiado, pero ha pasado yo lo he vivido, mi vida a estado en riesgo desde que nací, todo depende de tu suerte y de lo inevitable.
Los humanos son demasiado frágiles a comparación con las demás criaturas que habitan este planeta, como los vampiros, seres inmortales y de una belleza inhumana, que solo tienen sed de sangre humana, una sola gota es suficiente para que se transformen en las bestias que son. Pero todo ser tiene un enemigo, en este caso son los licántropos, seres mitad humanos y lobos que son capaces de controlarse a si mismos y cuando se requiera poder transformarse en lobos para defenderse. Al principio solo deseaban extinguir a los humanos para que los vampiros dejaran de existir, pero al pasar los años optaron por protegerlos.
Los humanos no sobrevivirían cerca de estas criaturas mucho tiempo sin tener a uno de ellos que sea capaz de controlarse y protegerlo de los demás. "
Siempre fui querida o mas bien mi sangre fue apreciada por los que antes me rodeaban. Era respetada, ya estaba acostumbrada a estar sola.
El mundo adolescente es muy difícil, pero igual me fue algo fácil acostumbrarme, ya que no debes estar siempre cuidando tu espalda, pero al igual que antes hay personas que desean hacerte daño y dejarte en ridículo, mas que sobrevivir solo hay que cuidarse de no hacer nada vergonzoso. Pero vergüenza es mi segundo nombre por lo menos en el internado mixto al que voy desde que tenía siete años, después de que Aaron me inscribiera esperando que estuviera a salvo de los que buscan mi paradero hasta el día de hoy. Mi nombre es Grace una humana criada por vampiros y el centro de atención en el internado al que asisto todo el año sin excepciones, ya que no puedo volver a casa, vivo en Squamish en Columbia Británica Canadá un pequeño pueblo al borde de la carretera al noroeste de Vancouver donde la temperatura no sobrepasa los veinte grados, es un paradero apetecido por los turistas por sus hermosas montañas, pero no todos vuelven de sus expediciones. Todo iba bien hasta separarme de una de mis amigas de la infancia después de una pelea, me juro que me haría la vida imposible. Así que no pasa un día sin que me pase algo que me deja en ridículo o invente algo para que me castiguen.
Así que esta vez inventaron un chisme que corroí por todo el internado hasta llegar a los oídos del director, el cual lo creyó todo y me llamo a su oficina para hablar sobre lo que supuestamente estaba haciendo, al entrar me recibió con la cara seria como siempre, quede parada esperando que terminara de firmar unos documentos a la secretaria que estaba parada cerca de él algo nerviosa, pero no era raro, sabiendo que todo el internado sospechaba que estaba enamorada de él desde el primer día en que puso un pie en su oficina. Al terminar le entrego los papeles a la secretaria y me hizo una seña para que me sentara.
-se puede retirar- miro a la secretaria que seguía parada detrás de mi.
-permiso-dice ella algo nerviosa y abandona la calida oficina.
-¿ya sabes por que te mande a llamar?-pregunta con cara de decepción
-si- no podía creer que hubieran inventado algo así.
-llego a mis oídos ese rumor y al preguntar varios dicen que la vieron -
-yo nunca haría algo así-
-lo siento pero hay varios testigos-
-¿Quiénes?- me exalte.
-no le puedo dar esa información, pero usted debe saber muy bien quienes son- movió unos papeles y los dejo a un lado para que no le estorbaran.
-si, pero yo nunca haría algo así- lo mire con gran determinación- no soy una ladrona-
- lose- coloca sus manos encima del escritorio y las dos se encuentran para apoyar el mentón-pero esta es la segunda vez que la llamo a mi oficina en la semana y ya es miércoles, gracias a Dios que solo faltan dos días para las vacaciones de verano-
-¿y mi castigo? -
-esta vez no le voy a dar ninguno solo por las vacaciones, pero cuando necesite su ayuda la llamare…puede volver a clases- estiro su mano para entregarme un pase que le debería entregar al profesor con el que tocara la asignatura que me correspondía, esa seria la única forma de que el me dejaría entrar a clases.
-bien- me levante bruscamente- gracias- recibí el papel y salí rápidamente de aquella oficina.
Me dirigí a clases de química sabiendo esperando que nadie se diera cuenta cuando entrara, aunque eso fuera imposible.
Al llegar tome aire preparándome para entrar, gire suavemente la perilla, pareciendo algo mas tranquila y al entrar recorrí el pasillo para llegar a mi puesto, solo veo todos esos ojos mirándome y susurrando cosas. "Siempre he sido la chica a la que nadie respeta, pero he sido culpada por algo que no hice, ¿esto siempre me va a marcar?, solo lo tengo que soportar dos años más, hasta que mi "padre" me venga a buscar, es raro pensar que lo único que quiero es que un grupo de vampiros me acepte, ya que se que con ellos estaré mejor, que seré respetada y sobre todo que ellos nunca me harán daño."
Al llegar a mi asiento mi bolso no esta, solo había una persona que lo pudo haber tomado para esconderlo.
-Regina - susurre, no había otra persona que me tuviera tanto odio.
-¿Qué pasa Grace no encuentras tus cosas?-grita una persona a mi espalda, una voz de mujer muy familiar para mí.
Al darme la vuelta veo una chica de pelo color caramelo ondulado, tes blanca, ojos verdes olivo, una chica muy bella, pero sobre todo popular, siempre rodeada de chicos que harían lo que fuera por ella siempre que ella se los ordenara, pero no solo ellos sino también sus "amigas" si así se les podía decir, un grupo que siempre estaba en crecimiento, los únicos requisitos que debías cumplir era que tus padres tuvieran el dinero suficiente para pagar la ropa que solo podías usar una vez en el año, estar dispuesta a obedecer a en todo lo que exigieran, tener ganas de ser popular y por sobre todo adorar a Regina.
-¿Dónde están mis cosas Regina?-le grite en la cara.
-no lo se ¿Dónde las dejaste?-mascaba chicle y jugaba con el pelo enredándolo el uno de sus dedos.
-sabes perfectamente donde las deje-
-ah…ya se…talvez donde supuestamente están tus padres-
-ya basta- dice una voz a la que también la sentía muy familiar.
-miren quien llego… ¿tienes algún problema?- le pregunta a Laura, poniéndose a la defensiva.
-si tú -dice Laura, al mismo instante que a Regina se le borra su hermosa sonrisa de la cara.
-¡quitala de mi vista!- le ordena a Bárbara, la nueva integrante de su grupo, la cual era muy inocente y pacifica como un pajarito para estar en su grupo tan popular y conflictivo.
-toma…aquí está…Laura-dice con una voz muy tímida
-gracias- respondo.
Caminamos hasta nuestros puestos, al fondo de la sala donde se sientan los que no pueden estar a la altura de Regina y de su ejército de seguidores.
-no se como dejas que ella te diga esas cosa-dice Laura al frente de todo el grupo, es decir, de 6 chicas incluyéndome: Laura; Rebekka, si es que querías un consejo no dudarías en preguntarle; Sara, la intelectual; Zoe, es la mas tímida del grupo; Susie, la mas dulce e infantil y yo. Después estaban 2 chicos que odiaban a Regina por los constantes rechazos que recibían cada vez que la invitaban a salir, pero a pesar de esto todavía no se rendían, Sam, es el más caballeroso y Elliot, es el chico más extrovertido y molestoso de la clase.
-lo se, pero para que amargarse por eso si solo quedan dos días- dije triunfante.
-si, perdón por no quedarme - dice Laura
-no es necesario-
-pero no es tu culpa vivir tan lejos -dice Elliot
-¿estas segura que te vas a quedar? –pregunta Sam.
-señorita Grace, en el cambio de clase podrá contarles a sus amigos lo que le dijeron en la dirección, ahora escriba los problemas que están en la pizarra-nos interrumpe el Sr. Boomer dejando de escribir en la pizarra.
-si…lo siento- dije desviando la mirada.
-abríamos terminado si no tapara toda la pizarra – se burla Elliot.
-hay algo que le moleste señor Elliot, por que si quiere puede ir a quejarse con el director y la señorita Grace la puede acompañar, ella sabe bien el camino-
-no gracias – dice Elliot mirándolo directamente a los ojos.
-¿seguro?- pregunta con voz de mando.
-si no hay ningún problema-cruza los dedos de la mano que estaba en nuestra mesa.
-siéntese derecho- ordena el Sr. Boomer a Elliot.
-bien- se endereza de mala gana, dándonos la espalda a Laura y a mí.
Cuando termino la clase nos dirigimos hacia el comedor pidiendo que Regina no estuviera sentada cerca de nosotros.
-Laura tráeme lo de siempre iré a buscar un buen lugar donde no este Regina- dice Elliot mientras se alejaba hacia la mesa que estaba en una esquina donde nadie nos iva a molestar.
-iré con él, tráeme lo que sea mientras no tenga pollo ni arroz- dije y seguí a Elliot con la mirada.
-bien-Laura se coloca en la fila detrás de Sam.
Al darme vuelta para buscar la figura de Elliot entre los jóvenes que se empujaban para sacar una bandeja y llegar antes a la mesa, sentí un golpe en el brazo, había chocado con algo.
-OH…lo siento mucho- dije sin mirar atrás.
-no importa- dice la figura de un chico a mi espalda, al darme la vuelta para ver quien me di cuenta que era un chico al que Regina siempre quiso tener, pero él nunca se fijaría en ella. También se había convertido hace unos cuatro años en un buen amigo mío, por lo que se convirtió en otro motivo mas para Regina de odiarme.
-Jimmy- un chico de ojos verde esmeralda y cabello rubio muy guapo que lucia una camisa blanca con finas franjas verticales celestes y unos jeans sueltos con los cuales se veía muy bien
-Grace… ¿Qué harás en las vacaciones?- se acerca lentamente.
-me voy a quedar aquí…no tengo parientes donde quedarme- baje la vista para intentar no sonrojarme.
-ah…entiendo- dice con voz suave y tranquila.
-¿y tú?- mire de sobre mi hombro buscando a Elliot, el que me miraba con recelo y los demás ya habían llegado a la mesa, apuntándonos con el dedo y dibujando corazones en el aire.
- no saldré de la ciudad, solo visitare a unos primos que viven cerca de aquí, si puedo vendré a visitarte-me miro con sus profundos ojos verde y pregunto si podríamos salir a pasear al bosque un día, que conocía un lugar muy hermoso que me quería mostrar.
- bien… ahora debo ir a comer- dije sonrojada y muy nerviosa, ya que sabia que Regina y mis amigos nos observaban en silencio.
-bien…adiós-me bezo en la mejilla y desapareció entre la muchedumbre.
Cuando llegue a la mesa todos estaban en silencio y mirándome como si hubiera hecho algo mal.
-¿Qué te dijo?-se abalanzo Susie sobre mí.
-que si nos juntábamos en las vacaciones para pasear- dije aun sonrojada.
-solo te quedan 2 días para que estés sola con él- dice Laura golpeándome suavemente el brazo con el codo
-si y solo dos años para irnos de aquí - solo quería que llegara la hora en que me vinieran a buscar y no volver a ver a Regina, ni a su grupo. Lo único que extrañaría seria estar con mis amigos y tropezar con Jimmy. Pero estaba feliz de que quedaran dos años para estar con ellos y disfrutar de las bromas y travesuras que hacían Elliot y Sam cuando se aburrían o se querían vengar de Regina.
