-lease con voz de troy mcclure- Hola soy Exaketededly tal ves me recuerden de fics como "lo siento makoto" y "mi primer beso" ambos fics MakoHaru,esta vez ataco de nuevo esta pareja porque la amo QWQ (OTP plz) en fin, me inspire de una imagen donde makoto es caballero y haru principe, estudio historia asi que trate (y tratare) de que todo sea lo mas historicamente exacto posible (obvio no se podra toooodo exacto u.u) ya se habran dado cuenta de que es un AU de la edad media, asi que espero les guste y prometo subir pronto otro cap de "lo siento makoto" :3 sin mas por agregar solo quiero decir que
Free! no me pertence (si no ya habria MakoHaru cannon)
En el principado de Ivrea
Existió no hace poco
Un amor de caballeros
Y hoy su recuerdo evoco
Conozcan pues la historia
Eran un rey y su caballero
Sus corazones se amaron
Y yo estos versos no callo
El principado de Ivrea estaba bajo el mando del príncipe Haruka Nanase, empezó a reinar a los 13 años bajo los mandamientos del príncipe perfecto, tenía la templanza, como base de la prudencia. Su educación exaltaba las tres virtudes principales: religión, justicia y liberalidad. Aprendió el arte de la espada, montar a caballo, del arte de la guerra, el uso de las armas, como cazar y pregonar, clases de religión y sabia cuáles eran sus obligaciones. Después de pasar ocho años al poder con ayuda de un rey que le ensañaba de política, había llegado a la edad en la que era capaz de decidir las cosas por el mismo, juzgar y gobernar sus vasallos con paz y justicia en su casa y estado. La justicia pide que sea sabio, prudente y ejemplar. Una vida así es tediosa y aburrida, pero era los sacrificios que le demandaba el ser príncipe.
El ser un caballero significa servir. Makoto Tachibana era descendiente de un caballero, una familia noble que le hizo seguir los mismos pasos. Desde los siete años comenzó su entrenamiento para ser caballero, desde esa temprana edad comenzó a servir al príncipe. Comenzó siendo su paje cuando Haruka era solo un año mayor que él. Ambos aprendían mientras crecían, así como Haruka tuvo que aprender lo suyo, Makoto entrenaba habilidades de equitación, la espada a dos manos, pelea con hacha, mazo, daga y lanza. Se hacía de fuerza y condición física; nadaba, escalaba, tiraba piedras de gran tamaño, jabalinas, arquería y pelea aprendía igualmente estrategia, valentía y resistencia mental. Makoto mejoraría para proteger siempre a su señor.
El príncipe ahora tiene veintiuno, su escudero dentro de unos meses cumpliría esa edad, lo cual significaba que pronto seria armado caballero. A pesar de que el príncipe tenia a miles de sirvientes a su disposición, jamás necesito tantas personas, no quiso más atención que no fuera la de Makoto, desde pequeños él lograba comprenderle, entendió desde aquel entonces a saber lo que necesitaba, velaba por él y su felicidad pues desde el momento en el que le dijeron que debía servirle, Makoto creció con la idea de dar la vida por Haruka no porque se lo ordenasen si no porque nació en su corazón el sentimiento de proteger esa delicada mano que besaba como muestra de respeto que muy dentro de él se volvía en cariño.
Terminaban ya las clases de equitación para el príncipe, unos minutos antes su escudero acababa las de espada por lo que decidió ir a ver si su príncipe necesitaba algo. Al bajar Haruka del caballo, Makoto tomó las riendas y justo cuando se disponía a llevarlo a las caballerizas, el príncipe le detuvo y le ordeno a algún otro sirviente que lo hiciera por él y ordeno a su escudero que le siguiera y a los que les rodeaban que les dejaran un momento a solas, así los dos caminaron por los extensos jardines de palacio.
— ¿Cómo te fue en la clase de hoy Makoto? —preguntó el joven príncipe.
—Me fue muy bien mi señor, el día de hoy el maestro me enseño un nuevo movimiento de defensa. —respondió cortésmente con una sonrisa en el rostro.
—Makoto, ya te eh dicho que cuando estemos tu y yo solos me llames por mi nombre, frente a los demás sirvientes no se puede evitar porque ya sabes cómo son los chismes en palacio…pero por favor respeta mi deseo cuando estamos en privado. — Haru le hablaba amablemente, sin cambios en el tono de voz que mucha gente tacharía de frio, pero todo lo contrario, esa voz estaba llena de templanza y Makoto lo sabía.
Siguieron caminando juntos hasta llegar a su parte favorita del jardín, el árbol donde se escondían de pequeños.
Cuanto había cambiado el príncipe desde que se conocieron pensaba Makoto. Cada día que pasaba se volvía más hermoso. Su cara que de pequeño era dulce y jovial se había vuelto fina y serena. Sus ojos azulados y soñadores que temía mirar directamente. De pequeña nariz y boca fina, cuello largo y elegante. Sus labios delgados y sensuales con mejillas redondas y cejas delgadas. Tomo por fin su mano cálida y la beso fielmente como era costumbre.
Mientras se dirigían a palacio miro por detrás sus negros cabellos, lacios y brillantes con el sol. A diferencia de todas las personas comunes al príncipe le gustaba estar aseado, bañarse era una costumbre que repetía más de lo necesario y aunque muchos estuvieran en desacuerdo con esa conducta tan caprichosa del príncipe a Makoto le gustaba que Haru no eclipsara su belleza con la suciedad a la que la mayoría de la sociedad estaba acostumbrada. Él podía ser la única parte pulcra y reluciente de la ciudad y solo con ello se daba por bien servido.
—Sabes Haru…hoy recordé en un sueño cuando nos conocimos por primera vez ¿recuerdas? — Caminando a lado del chico de cabellos negros Makoto no podía evitar mostrar esa boba sonrisa aflorando en sus labios, sonrisa que Haru encontraba más que encantadora y desde su punto de vista en ocasiones adorable.
—Sí, claro que lo recuerdo. Es curioso que hayas soñado con eso, dime en tus recuerdos ¿Cómo fue? Me pregunto qué tan distinto será a como yo lo recuerdo. — comenzó a caminar lento para poder tener un poco más de tiempo a solas y atento escucho lo que su fiel escudero tenía que decir.
—Recuerdo que mi padre me anuncio que ya tenía yo edad suficiente para comenzar mi entrenamiento para poder hacerme caballero, dijo que iba a llevarme con quien sería mi futuro señor, a quien o debía servir fielmente toda mi vida. Eh de confesar que en un principio tenía un poco de miedo. Pero no dude ni un segundo en seguir lo que era un destino para mí. Llegando a palacio me sorprendi con la inmensidad del lugar tan imponente. Me presentaron al pequeño principe de mirada serena y grandes ojos azulados. No dijiste nada y simplemente tomaste mi mano, la bese tal como me habían indicado mis padres y después me sonreíste. Creo que desde ese momento supe que toda mi vida la dedicaría a servirle y nada me complace más que ello. Decía mi familia que mayor honor no puede existir y que era muy afortunado al haber sido aceptado por usted…tenían razón. —mientras hablaba, sus ojos verdes brillaban con emoción al recordar, con cada palabra se iluminaban y sonreía a cada instante.
El príncipe escuchaba atentamente y en su memoria iba encontrando esas escenas que estaban a punto de dibujar una sonrisa en su rostro, cuando de pronto se vieron interrumpidos por una criada con una nota que parecía urgente.
Esta le fue entregada al príncipe y después de indicar que se retirara la joven, ambos apresuraron el paso hacia palacio para que este pudiera leer la carta con calma.
meh :v estuvo algo corto :c perdon pero prometo subir otro cap pronto xd espero les llame la atencion y como ya dije prometo tambien actualizar el otro fic de MakoHaru -w-
nos vemos la siguiente ;3
aclaraciones:
*si existio el principado de Ivrea asi que tome el nombre prestado
*no encontre mucho de principes en la edad media (que raro :c) asi que tal ves no todo sea muy cierto
*encontre mucho de caballeros asi que hay mas de donde sacar
*proximamente se uniran otros personajes
