Sinopsis: Lo último que se supo fue como aquel desgarrador grito que acabo con la tranquilidad de la noche y la cama de Amu repentinamente se vio ocupada por un Ikuto temblando y sudando frio.
Negación: Shugo Chara! Esta fuera de mi autoría, solo soy propietaria de esta historia.
Pareja: Ami/Ikuto
"El gato que murió por su curiosidad"
Las noches en vela eran las peores del mundo o por lo menos para él. Dar vueltas en la cama, enredándote entre las cobijas y con tus ojos tan irritados y rojos que morir sería la mejor manera de "descansar".
Al diablo con todo, se levantaría y saldría a tomar algo de aire y quizás hasta mirar la luna. No es que odiase estar en la casa de Amu, pero ese intento de cama siempre lastimaba su espalda, en verdad no podía comprender como alguien podía vivir allí.
Los ruidos provenientes de la cocina lo alertaron de que algún travieso intruso estaba husmeando un poco, y hubiese seguido con toda tranquilidad, pero recordó el hecho de que esa familia, por más que un árbol o un terremoto azotase la casa no despertaban por absolutamente nada del mundo.
Si acaso se tratase de un ladrón, él se encargaría de darle la bienvenida bastante calurosa, sus ojos brillaron en la oscuridad de la noche y el pequeño chara gatuno simplemente siguió a Ikuto a través de la habitación.
Aquellas graciosas orejas gatunas surgieron, sus sentidos alertaban cualquier movimiento y la incertidumbre provocaba que el ambiente se volviese pesado, un ruidito proveniente del fregadero le alerto de un gotera y la puerta de tras de él se abrió.
Dio media vuelta listo a atacar, pero se detuvo al instante al notar la pequeña figura de una niña con dos coletas parada a la mitad, Ami, la hermana pequeña de Amu se encontraba con los ojos adormilados y lo que pareció ser restos de de crema para decorar pasteles en su mejilla.
-Ami, ¿Qué haces?-Cuestionaba el joven gato.
Solo murmullos incomprensibles se dejaron oír como una respuesta, la pequeña avanzo hasta Ikuto y lo tomo de la mano para guiarlo hasta el interior de lo que era el comedor.
Los ojos de el gato callejero se abrieron con asombro, su boca prácticamente se cayó al suelo y un escalofrió recorrió su cuerpo por completo.
Los estantes, la sillas e incluso sobre la mesa se encontraban las muñecas de la pequeña, con aquellos ojos tan grandes y profundos, vestidos folklóricos, peinados extraños y rostros llenos de pastel.
Casi podía jurar que todas esas muñecas lo seguían con la mirada y esas sonrisas tan burlonas, el temblor no se hizo esperar. Observo a la pequeña pero esta solo lo miraba con aquellos ojos medio abiertos y una sonrisa macabra.
Lo último que se supo fue como aquel desgarrador grito que acabo con la tranquilidad de la noche y la cama de Amu repentinamente se vio ocupada por un Ikuto temblando y sudando frio.
Konichiwa!!
Espero les hay gustado esta historia, ¿lo mejor de todo?...que solo necesite que Ikuto dijese 3 palabras para hacer este fic.
La verdad se me acaba de ocurrir esta idea…algo loca pero bueno…todo lo que hago es para servir al lector.
