-¿Cuanto de Azúcar princesa?

-Dos por favor Russel-san

Russel apoyo frente ella una taza de té humeante.

-¿Cuando vas a decirle?

-No se Russ-san, no creo poder decirle, su carrera esta creciendo mas y mas desde que se hizo solista. No quiero arruinarle su oportunidad de brillas para obligarlo a...

-Pequeña, aunque la banda se haya separado, sigues siendo la guitarrista de gorillaz, los paparazzi no te dejaran en paz cuando eso comience a crecer-dijo apuntando al vientre de la asiática-y mas sabiendo que estas soltera. El tarde o temprano se terminara enterando.

-Lo se pero...

-nada de peros jovencita, el es el padre y tiene derecho a saberlo-dijo sorbiendo su taza de café-así que termina ese té, vamos a hacerle una visita.

Su corazón se acelero de tan solo imaginar la situación. Ella en la puerta de la casa de su primer y único amor, luego de 4 meses sin verse para decirle que esperaba un hijo suyo. El se reiría de ella para luego cerrarle la puerta en la cara.

Sacudió la cabeza, no , el no era así.

Seguramente por fin se atrevería a formar una pareja estable con ella y ser una familia feliz... no, tampoco, el tampoco era asi.

Suspiro.

Tomo su taza y sorbio n poco de té.

Se encontraban en la cocina de la nueva casa de Russel. El había sido afortunado, luego de la disolución oficial de la banda, conoció a Kendall, una hermosa castaña de ojos color miel y piel cremosa, siempre recibía a Noodle con una sonrisa y un abrazo. Ella sabia lo importante que era la ojiverde para su amado.

Russel nunca había sido mas feliz desde que la conoció, el decía que ella era la indicada y que estaba considerando desposarla.

Ambos terminaron su merienda y salieron rumbo a la casa de 2D, subieron a un taxi y Russel le indico al conductor como llegar.

Durante el trayecto Noodle intentaba mantener su mente distraída con cualquier cosa, desde la forma de las nubes hasta contabilizando las hojas amarillas que caían de los arboles. El otoño estaba sobre ellos, haciendo que los días fueran mas cortos y las noches mas largas. Pero para Noodle fuera la estación que fuera siempre era igual desde la separación de la banda.

-Bien princesa, es aquí-dijo Russel sacándola de sus pensamientos.

Bajaron del vehículo. Frente a ellos había una imponente casa blanca de 2 pisos, con 3 ventanas por piso. Cada ventana tenia un ornamento decorativo muy llamativo. Ella se acerco, curiosa, para admirar la decoración, viendo sin querer el interior de la casa. Sintió que la presión se bajaba, que su visión se nublaba y solo pudo girar hacia Russel, con mirada suplicante y todo se oscureció.

Despertó en la sala de una casa que no conocía. Estaba acostada sobre un amplio sillón color bordo muy cómodo.

-¿Russ, estas seguro de lo que decís?

Esa voz, estaban donde ella menos quería estar. Los recuerdos de lo visto a través de la ventana le golpearon la cabeza, dándole una migraña muy fuerte. Desde que se entero que estaba embarazada, las migrañas aparecieron en su vida, conociendo el dolor con el que 2D debía lidiar casi, diariamente.

-Si D, ella esta embarazada de vos, pero no quiere que lo sepas-dijo Russel- cree que arruinaría tu carrera solista.

-Lo se, tal vez... tenga razón.

Sintió un gran dolor en el pecho al escuchar eso. El estaba rechazándola. Estaba rechazando a su hijo no nato. Le estaba sacando el derecho a su hijo de crecer junto a un padre. Se levanto tan rápido que se mareo, pero no le importo.

Camino hacia la puerta de la casa y salio, dando un portazo.

El frió acaricio su piel, dándose cuenta que su campera debió quedar dentro. Pero por mas frió que tuviera, no iba a volver a esa casa. El no merecía tenerla ni a el , ni a su hijo.

Caminaba, abrazándose a si misma, llego a la esquina y sintió que la llamaban.

-¡Noods!¡Espera!

Vio a Russel corriendo con su campera en la mano y a 2D siguiéndolo.

-Pequeña ¿Que paso?¿Por que te fuiste así?-Dijo Russel poniéndole la campera a Noodle sobre sus hombros.

Ella no dejaba de mirar a 2D con cierto resentimiento. El siempre fue, es y sera su único verdadero amor, por mas que el le tuviera miedo al compromiso, por mas que el le hubiera dicho que nunca estaría con nadie mas, aunque fue mentira. La visión que la ventana le proporciono fue la prueba necesaria para saberlo. Y lo amaba por mas que el ya no la amara y por mas que los rechazara a ambos.

Sus ojos se aguaron, dejando caer algunas lagrimas. Bajo la vista, apenada.

-L...lo siento 2D-kun no... no quería molestarte-dijo limpiando sus lagrimas con la manga de la campera.

2D observo el vientre de la asiática, apenas se estaba abultando, pero sabia que era cuestión de tiempo para que se notara mas.

Se rasco la nuca, el no sabia como lidiar con las mujeres cuando lloraban, siempre lo ponían nervioso y terminaba diciendo alguna estupidez.

-Yo... te pagare la plata correspondiente para que puedan vivir tranquilos.

Noodle esperaba que su respuesta fuera otra, que tal vez al verla de frente perdiera ese miedo y quisiera volver a su lado y criar a su hijo juntos. Pero no, fue todo lo contrario.

El realmente quería que ella desapareciera de su vida con esa pequeña bomba de tiempo que tenia en su vientre.

Noodle se acerco a el y le dio una cachetada, dejandole los dedos marcados en la cara del cantante.

-Stuar-baka, No me interesa tu dinero, yo quiero que nuestro hijo pueda conocer a su padre, pero el es tan BAKA, que solo piensa en el dinero. No necesitamos tu dinero.

El solo veía anonadado como Noodle lloraba de rabia e impotencia mientras se tocaba el golpe ardiente que estaba sobre su mejilla izquierda.

-Ya pequeña-dijo Russel abrazándola-tranquila, esto no les hace bien ni a vos ni al bebe.

-Russel-san quiero... quiero ir a casa por favor-dije la guitarrista abrazando su vientre.

-Noods espera-dijo 2D

-¡¿Que mas quieres D?! ¿No te parece que la lastimaste demasiado ya?-dijo Russel enojado.

-No te preocupes, no te molestaremos nunca mas, no sabrás de nosotros-dijo Noodle.

-Pero Noods...-dijo el cantante suplicante.

-Yo... escuche lo que dijiste. No quieres abandonar tu éxito por mi o por tu hijo. Te entiendo, no voy a obligarte. Solo, no me pidas que no me enoje, que no me duela y que no llore, porque sabes bien lo que significas para mi.

Dicho eso se subió al taxi que Russel había conseguido y se marcharon, dejando al tecladista con un sabor amargo en la boca. Se dio la vuelta y volvió a su casa, donde Paula lo estaba esperando.

-Amor ¿Que fue todo ese teatro?

-Nada, parece que ella esta esperando un hijo mio-dijo echándose en el sillón donde previamente ella había descansado.

-¿Y vino con la esperanza de que lanzaras todo por la borda y te fueras corriendo a cambiar pañales?-dijo Paula sentándose a su lado.

-Cuando lo pones así, suena cruel

-Stu, ella es la egoísta, no tu. Ella sabe que si no se cuidaba iba a pasar lo que paso, ella se lo busco sola, ahora que lidie con eso, sola.

El Peli-azul pensaba que así de cruel debió sonar el para los oídos de Noodle al rechazar la crianza de un hijo. Pero hay que ser realistas, el tiene casi 40 años, para el ya paso la edad de paternidad, y para ella, ni siquiera entraba en la edad materna, o al menos es lo que el pensaba. Pero luego recordó que los bebes vienen al mundo de una forma poco grata. Si, y el había sido tan idiota de ni siquiera decirle que el se presentaría al parto o que el quería ver cada ecografia, que el quería saber el sexo del bebe, que quería estar al tanto de como crecía aquella personita, fruto del amor que en algún momento se tuvieron y que tal vez ¿Se tenían?

Miro a Paula, ella apareció repentinamente luego de la disolución de la banda, alegando que ahora los demás no estaban para llenarle la cabeza, su relación seria distinta, serian felices. Al principio, y sin pensarlo, le dijo que si, obviamente el aun le tenia cierto aprecio y ella prometió enamorarlo cada día, para que volviera a sentir el amor que en algún momento el tuvo por ella.

Le había dado una segunda oportunidad a Paula siendo a que Noodle con la excusa de que ,luego de Paula, tenia miedo de tener algo serio con alguien.

A la inocente Noodle la tuvo de amante. Cada noche ella iba a su habitación donde el amor físico no se ausentaba. El cada noche le recordaba que por mas amor que ella le entregara, el nunca estaría en una relación. La guitarrista lo acepto con tal de poder estar junto a el, así fuera solo su amante cuando el la requería.

Así su relación se dividió en dos. De día compañeros y amantes de noche.

Esta relación no duro mucho, un año o menos. Donde la tensión se hizo presente. Ella insistía que le diera una oportunidad, pero el vocalista se negaba haciendo que las discusiones fueran cada vez mas y mas frecuentes. Donde Murdoc y Russel debían ponerse del lado de uno o el otro y eso termino por cansar a la banda. Separarse fue idea del bajista. Era conocido por su poca paciencia. Si el Ingles y la Japonesa no dejaban de discutir, el creía que la banda así no aguantaría mucho mas. Así fue, un día se encontraron los 4 armando el equipaje, embalando todo, para cada uno seguir su camino.

Hasta donde el sabia, Russel estaba viviendo con su novia en Londres, Murdoc se habia ido de viaje por el mundo con su Winnie y de Noodle poco sabia. Lo único que Russel le llego a contar fue que ella estaba viviendo en un departamento, en Oxford.

Suspiro.

¿Que iba a hacer ahora?


-Acá esta bien Russel-san-dijo la guitarrista

-¿Segura?¿No queres que te acompañe a tu casa, me quede y te cocine tu comida preferida?-dijo el baterista

-No, Russ-san, gracias pero debes irte, Kendall-san debe estar esperándote.

-Noods, puedo hacer una llamada rápida y decirle que...

-No Russel-san, voy a estar bien, cualquier cosa te llamo

-Bueno-dijo resignándose

-¿Me das uno de estos?-dijo Noodle abriendo sus brazos.

-Claro pequeña Noodle cup

Se abrazaron.

Y al soltarse ella se fue corriendo a su departamento.

Al entrar en el, dejo las llaves en la mesita de entrada, se saco el gorro azul y la bufanda naranja, dejándolos en el perchero, junto a su abrigo amarillo.

Miro detenidamente su departamento.

Totalmente a oscuras, con los últimos rayos del sol golpeando a través de la ventana, todo el ambiente daba cabida a la melancolía. El sillón de 3 cuerpos apoyado contra la pared enfrentado a una mesa ratona en la cual solía dejar las letras de canciones que escribía. Había una planta de interior del lado derecho del sillón. La habitación tenia algunos cuadros que había pintado ella con acuarelas y una televisión con su consola enchufada. No mucho mas que una mesa con 2 sillas en diagonal al sillón y al lado de donde ella estaba parada en ese momento para llenar el espacio vació.

Entro por la puerta que estaba al costado izquierdo del sillón. Era la cocina, era angosta pero profunda. Puso a calentar un poco de agua en la hornalla y abandono esa habitación. Siguió derecho atravesando el living y caminando por el pasillo, entro en la puerta de la derecha, su habitación. Se desvistió, para ponerse el piyama pero paro un momento para observar su silueta en el espejo.

Su panza se estaba empezando a abultar, apenas se notaria si no fuera porque su contextura es chica y extremadamente delgada. Dentro de una semana tendría su primera ecografia para ver como estaba creciendo su hijo y para saber si seria una nena o un nene. Estaba nerviosa, tenia miedos e inseguridades como cualquier madre primeriza pero lo que a ella la diferenciaba de las demás madres es que no tenia a nadie que apaciguara esos miedos. No tenia al padre de su hijo, ni a sus propios padres, ni a nadie que estuviera a su lado para calmarla. Solamente estaba Russel pero el tenia una vida, una novia y una casa en las que pensar. Ademas el no tenia porque hacerse cargo de esos temas, el solamente era su amigo, que ya estaba haciendo suficiente preocupándose por ver si comía correctamente.

Apoyo sus manos sobre su panza, soltando unas lagrimas.

-Debes pensar que... que tu padre no nos quiere, pero... no es así ¿Verdad?-le dijo a su hijo no nato, sorbiendo su nariz-El... en el fondo... muy en el fondo... nos ama ¿Sabes?

Sin esperar una respuesta, se puso una remera que le perteneció a el. Era blanca y decía "Hello Kinky". Por mas que la hubiera lavado reiteradas veces, esa remera seguía teniendo olor a butterscotch y cigarrillos.

Suspiro, se limpio las lagrimas y se dirigió a la cocina. El agua estaba hirviendo, se sirvió una taza de té y se sentó en el sillón prendiendo la tele.

Tomo un sorbo de su taza mientras hacia zapping.

Paso por un canal que estaban pasando el tema "Amarillo" del disco solista de 2D, "The Fall".

No tuvo fuerzas para cambiarlo pero tampoco resistía escucharlo. Las lagrimas caían de sus ojos color esmeralda.

Eso la iba a terminar por enfermar, todo le recordaba a el. Cada olor, cada sensación, cada sonido, cada lugar, todo.

Abrazo sus piernas, como pudo, sin apretar al pequeño que crecía dentro de ella, y lloro. Lloro todo lo que nunca había podido llorar. Lloro por su mala suerte, por su destino, por su infortunio y por su amor.

La programación había terminado hacia rato, pero ella seguía sentada en el sillón, mirando las lineas de colores que habían aparecido en su televisión.

Su celular vibro sobre la mesa ratona que estaba enfrente de ella. Apenas hizo un esfuerzo por moverse y agarrar el dispositivo

Abrió el mensaje que le había llegado, era de un numero que no conocía.

Sus ojos se iluminaron al leerlo.


Espero les guste y a este lo estare actualizando cada sabado.

Review...?