Hola, es un gusto estar por aquí de nuevo.

Esta vez vengo gracias a la inspiración que me han dado los fics de Himiko- chan Hirisashi los cuales son increíbles y totalmente recomendables.

Aunque en la sinopsis lo menciono, lo repito aquí, este es un fic mínimum, es decir HirokixAkihiko que hacen muy buena pareja aunque estén con otras personas. Pero en este fic ellos dos serán la pareja principal aunque haya participación de Nowaki.

Como aclaraciones he de decir que amo las parejas como están pero, bueno hay que variar. También este fic está más que todo basado en el acto 1 de Junjou Egoist por lo que si algunas cosas no son exactamente como en el anime, esta es la razón. Este fic sigue la línea del manga original pero luego se separa y se convierte en AU.

Y como siempre los personajes son de Nakamura-sensei y yo solo me divierto con ellos.

Sin más por el momento, ¡A leer!

Ahora lo sé

Fue Hiroki quien trato de seducirlo, y eso el castaño lo sabía perfectamente, pero no espero que el escucharlo pronunciar ese otro nombre, o el saber cuánto daño les estaba haciendo a ambos dolería tanto. Supo en ese momento que su amor se había terminado, pero dolía terriblemente.

Ese dolor le llevo a conocer a Nowaki un chico sorprendente desde el primer instante en que le conoció quien al tener similitudes con quien nunca le correspondería le fue arrastrando lentamente en lo que solo podía ser llamado confusión.

Sus sentimientos por Nowaki eran extraños, cálidos y desesperantes, pero el aún no quería sentir eso, no quería sentir nada, estaba demasiado adolorido, y sus sentimientos nuevos por el chico de hermosos ojos azules, no lograban acabar con los que conservo por tanto tiempo por su mejor amigo. Quizás su amor aún no había terminado como creía.

Aun así se dejó arrastrar, solo porque él sabía que Akihiko nunca le correspondería, se dejó arrastrar por que aunque fuera insoportable el sufrimiento que esto le hacía sentir, olvidar era lo que más deseaba en esos momentos.

Akihiko aún recordaba claramente el calor, la suavidad de esa piel, la sedosidad de su hermoso cabello, y la tensión de su cuerpo cuando pronuncio el nombre de la persona que creía amar, tensión que solo duro un segundo por la llegada del orgasmo que pronto los dejo cansados y con los musculos relajados, aunque sus mentes fueran un caos total.

Eso pensaba el peliplata mientras estaba sentado divagando en su mente frente al computador, en lugar de estar trabajando en la columna para la revista que solía escribir, como su editora Aikawa se empeñaba en recordarle cada dos minutos a través de mensajes de texto o llamadas, los cuales ni se molestaba en revisar.

Al principio, antes que todo ese caos comenzara, estaba desecho sus esperanzas de ser correspondido por Takahiro, si algún día las tuvo, se habían esfumado por completo cuando le vio abrazando a una chica por casualidad. ¿Y qué fue lo que hizo? Correr donde estaba Hiroki, su mejor amigo y amor de la infancia, por quien aún sentía un grandísimo cariño, al menos pensaba que era solo eso.

"Debí haber sabido que, si con mi personalidad, nunca hice mayores esfuerzos por conquistar a Takahiro, algo debía estar interfiriendo" Pensaba el escritor que en esos instantes no tenía cabeza para escribir. No esperaba que ese algo fuera ese enamoramiento de infancia que empezó apenas vio al castaño por primera vez, pero de eso se daba cuenta apenas ahora.

Cuando Hiroki le hizo esa propuesta ("Piensa que soy tu amado Takahiro y tómame") el aún creía estar enamorado de Takahiro, cuando estuvieron teniendo sexo, cuando estuvo dentro de Hiroki, aun Takahiro era todo en lo cual pensaba, cuando se sintió tan perdido en sus pensamientos sobre la persona que amaba y pronuncio su nombre, ya no estaba pensando solo en Takahiro. Pensaba en él, cierto, pero también penaba en ese niñito temperamental y castaño que con su amabilidad lo salvo de su soledad cuando eran pequeños, la misma persona que gemía y jadeaba sobre él. Y fue cuando sintió la tensión efímera de ese delgado cuerpo que estaba quemándole, que se dio cuenta.

Aún amaba a Hiroki. La sorpresa fue tan grande que huyó del lugar sin palabras de por medio.

Aunque se había visto envuelto en ese remolino de sentimientos, unos viejos y otros nuevos, el joven de orbes achocolatados aun pensaba en ese encuentro íntimo, aún pensaba en esos ojos violetas que lo veían como nadie. Aún pensaba en esa espalda desnuda y ancha alejándose de él, de la cama en la que se había convertido en un solo ser, sin decir palabra.

"No quería dañarlo, pero todos esos sentimientos contenidos por tanto tiempo, no pude guardármelos cuando supe que él nunca sería correspondido" Este era el pensamiento que atacaba la mente de Hiroki constantemente, sin importar si estudiaba, si trabajaba en su tesis, o si dormía, era un disco en reproducción continua que no podía apagar.

Y esos pensamientos rondaban por su mente la primera vez que Nowaki le beso, como dije no importaba si dormía, esos pensamientos lo perseguían. Pero en cuanto Nowaki lo beso se apagaron, la lista de reproducción se detuvo. Aun así ese suave contacto, esa calidez y sensación trajeron a Akihiko a su mente, con fuerza e intensidad, y aunque sabía que era Nowaki y no la persona que no salía de sus pensamientos, no pudo evitar que sus ojos le hicieran una broma y le mostrarán a Akihiko besándole y no al chico de ojos azules.

"¿Es Akihiko ese amigo de la infancia?"- pregunto Nowaki como si nada hubiera sucedido y no tuviera un castaño temblando frente a él.

El castaño solo lo miro, sabiendo ya quien era, con cara de confusión. El pelinegro estaba serio, y parecía dudar si hablar "Estabas hablando dormido" aclaro el chico.

Y el castaño solo se sonrojo, situación que no mejoro al escuchar a Nowaki diciéndole sus sentimientos tan directamente. Pensaba, mientras sentía su cara arder, que tal vez sería buena idea corresponderle, y así sacar a Akihiko de su corazón de una vez por todas pero cuando ya el otro lo tenía acorralado y estaba dispuesto a darle una afirmativa, el timbre sonó.

Después de varios días de mucho pensar Akihiko había decidido ir a ver a Hiroki, no solo porque desde que descubrió sus sentimientos por él tenía unas terribles ganas de verlo, sino también porque el castaño no se había puesto en contacto con él desde aquella tarde-noche. Por eso decidió ir a verlo, para ver cómo estaba y de paso ver si el castaño su querido amigo de la infancia y ahora amor podía corresponderle.

Llego al edificio y camino hasta la puerta del departamento del castaño, respirando hondo para calmarse, porque de pronto comenzaba a sentirse sorprendentemente nervioso. Toco el timbre y espero.

Hiroki se puso nervioso y triste inmediatamente ver que se trataba del peliplata quien llamaba a su puerta. Los recuerdos de toda una vida de amor unilateral junto a él se dispararon en su mente y no supo que hacer, se sentía destrozado con solo ver su cara.

"Aún estas vivo" afirmo Akihiko al ver al castaño. Su rostro le hizo sentir incomodo, tan sonrojado, pero fue peor la expresión de tristeza en su mirar.

"¿Qué?" pregunto Hiroki desestabilizado a nivel emocional.

"Nunca escuche sobre ti, y tampoco pude encontrarte en la escuela, pensé que estabas muerto en algún lugar" no quería reclamar, sabía que no tenía el derecho, pero en serio se preocupaba por él.

"Lo lamento entonces" refunfuño el castaño tratando de fingir indiferencia, pero era difícil "tuve trabajo estas dos semanas y no tenía tiempo para salir a divertirme con un escritor sobrevalorado"

Entonces el escritor hizo lo que tenía tantas ganas, y el castaño sintió lo que no quería recordar. Las manos de Akihiko se enredaron en el cabello de Hiroki.

"No te burles, realmente estaba preocupado" reprocho el mayor acariciando ese suave cabello "están alimentándote bien, no tienes una apariencia muy buena"

Y con esas caricias y esas palabras, los ojos de Hiroki se inundaron en lágrimas que logro contener aunque eran visible. Akihiko lo noto y se preocupó muchísimo aún más porque no entendía que le pasaba a su amigo.

"Tú amabilidad me lastima" fue lo único que pudo pensar el castaño antes de sentir unas manos cálidas tomándole y cubriéndole los ojos.

"Disculpe pero Hiro-san está conmigo ahora" fueron las palabras de Nowaki cuando empezó a arrastrar a Hiroki dentro del departamento.

Pero nadie espero que Akihiko sujetara la mano de Hiroki y lo jalara hacia él haciendo que el tipo de ojos azules le soltara. El castaño se quedó muy impresionado y fue más su sorpresa cuando su mejor amigo lo abrazo de una manera tan delicada.

"Aki… qué"

"No me digas que llegué demasiado tarde, Hiroki, no quiero perderte sin haberte encontrado" pidió Akihiko con voz afectada "te amo a ti, desde que éramos niños, desde que me salvaste de la soledad y la tristeza, porque me brindaste tanta amabilidad. Lamento haberme dado cuenta tan tarde" lo soltó y lo aparto un poco de sí "Si estas con otra persona ahora, lamento no haber sido más rápido, pero te dejare en paz"

"Hiro-san, yo me retiro, espero que seas feliz" Nowaki lo sabía, que Hiroki solo podía considerarlo un remplazo, y que aun amaba a ese hombre, por eso se apartó por que como pensaba, él quería ver al castaño sonreír, y eso solo lo tendría junto a la persona que amaba.

Akihiko se quedó mirando al pelinegro con sorpresa, y sin entender bien que ocurría. En cambio Hiroki estaba totalmente perdido en sus pensamientos. Al fin lo que tanto ha deseado estaba sucediendo o al menos eso creía. ¿Sería verdad, Akihiko lo amaba a él? Quería creerlo pero le era un poco difícil.

"Hiroki, ¿me podrías dar una respuesta por favor?" solicito el ojivioleta trayendo al otro de vuelta al mundo real, en su tono de voz se reflejaba el ansia que sentía, junto a los nervios. ¿Quieres que me vaya, o quieres que me quede contigo?

El castaño lo miro con los ojos más inundados en lágrimas que antes, y estas si rodaban por sus mejillas, pero estaban acompañadas por una gran sonrisa, una sonrisa que se encargaba de responder las interrogantes que Akihiko tenía, y que le confirmaba lo que ya sabía. Él realmente amaba a Hiroki y parecía que esta vez sí era correspondido.

"No llegas tarde, llegas justo a tiempo" pronuncio y se lanzó a sus brazos, los cuales lo recibieron con gusto "siempre te he amado, desde que éramos niños, me alegra poder decírtelo al fin"

Y lo único que se necesitó para comprobar totalmente que no era ningún sueño de alguno de los dos, fue el tierno y suave beso que compartieron iluminados por el atardecer.

Y así termina esta historia, o eso creo.

Espero les haya gustado, y no me quieran matar por desaparecer a Misaki del mapa. Es lo justo él tiene a Akihiko durante todo el manga, dejemos a Hiroki tenerlo aunque sea solo en una historia ficticia.

Me encantaría "escuchar" opiniones o críticas, lo que quieran.

Bueno hasta aquí llego, me despido.

Nos leemos!