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Bombón deja de moverte así- dijo Seiya con la voz nerviosa
Se siente raro- responde Serena más nerviosa
Si sigues así te lastimaré- añade el pelinegro y lanza un suspiro
Me da miedo- dice Serena- mejor déjalo
Si quieres lo dejo- suspira él- pero después no lo pidas otra vez
No… espera- dice Serena mientras se enrojece- hazlo
Solo se habían citado para ir al cine, había sido eso y nada más. Pero Serena llego al lugar del encuentro abatida con tremendas ganas de llorar. No quería ir al cine ni hacer nada, solo quería no sentirse tan mal. Como podía sentirse tan devastada si bien conocía que siempre ella era solo la segunda o mejor dicho la constante opción de Darién.
Serena- suspiro Darién- tenemos que hablar
A esta hora?- dijo Serena impaciente sin percatarse del cliché usado por Darién
Serena no puedo esperar- añadió Darién apresurado- sabes que eres mi novia y que te quiero ¿verdad?
Ahh Darién que lindo- sonríe Serena en su eterna inocencia- pero te veo mañana si?- acaricia le rostro del ojiazul- tengo que ir al cine ya quede con Seiya
Serena- toma el antebrazo de ella- lo siento
Darién…- dice Serena viendo el rostro endurecido que en ocasiones anteriores ya le había anunciado la ruptura
Camino sola tras una hora de escuchar escusas, disculpas no creíbles, y un constante nombre: Rei. Si los había visto peligrosamente juntos pero jamás imagino posible que Darién pudiera hacerlo mismo por tercera vez, parecía ser lo inmutable de su noviazgo: en cuanto Darién conocía una chica que le gustase, iba volviéndose más frio de lo usual, dejaban las citas para después, terminaban siempre acompañados de la chica en la que Darién estaba interesado. Semanas después su clásico:
Serena- suspiro Darien- necesito saber si lo que siento por ti es amor realmente
Darién- sollozaba serena- si es lo que quieres, no puedo evitarlo ¿o sí? – suspiraba y haciendo gala de su infinita bondad y amor por el ex, besa su mejilla- Se muy feliz- sonriendo forzadamente
Esta vez no lloró en cuanto le dio a él la espalda, caminaba lento a donde se encontraría con su amigo Seiya. ¡Seiya! Recordó la cita. Vio le reloj y era ya muy tarde. Camino más a prisa sintiendo el frio viento que anunciaba la lluvia torrencial próxima a desatarse. Se le cayó de entre las libretas que llevaba en la mano una fotografía de Darién, trato de recogerla y el viento la alejo unos metros, dio un paso hacia ella, pero recordó a Seiya quien seguro estaría esperándola en donde quedaron y si ella necesitaba algo era a su amigo.
Siguió su camino y da la vuelta en la esquina contraría a la sala de cine. La casa de Seiya es donde quedaban siempre, pues él tenía un hermano obsesivo con preparar comida y Serena no desaprovechaba ninguna oportunidad de ir al hogar de Seiya a comer. Aunque hoy no se sentía tan hambrienta ni tan Serena como siempre.
Llamo a la puerta. Seiya abrió. Serena entró. Seiya comenzó a subir las escaleras mientras le reprochaba el haber llegado tarde, cuando sintió que ella no ascendía tras él, volteo y vio a una Serena diminuta, frágil y decaída.
Bombón?- pregunto angustiosamente- ¿por qué llegaste tarde?
Ya estoy aquí- dijo ella- te vas en una semana a Rumania
No estás así porque me voy Bombón- suspiro mientras descendía por la escalinata
Claro que me pone mal que te vayas- rio ella- pero no es eso es…
Darién- interrumpió Seiya en un bufido- no diré nada malo de él. Tú estás enamorada y eso solo te lastimaría más. Dime que paso.
¿Subimos? Te cuento arriba- dijo colgándose del brazo de su amigo y subiendo a su lado, él se soltó y la rodeo con el brazo.
Seiya siempre había sabido que hacer para aligerar cualquier pena de Serena, desde un mal examen hasta un corazón roto. Mientras ella hablaba –y para extrañeza de ella no liberaba ni un a lagrima- él preparaba té y ramen, sacaba del horno los panques que había hecho Taiki, puso la mesa y se sentó con ella a comer.
Serena estaba admirada por la manera en que Seiya la escuchaba siempre, y justo hoy a una semana de que Seiya parta con su padre tras el divorcio, se daba cuenta. No solo de que siempre la escuchaba y confortaba, sino de su incondicional presencia en todo momento, de su atención infinita, de sus sonrisas afables, de sus bromas divertidas a morir, de sus discursos certeros, de esos ojos azules, de las manos que se entrelazaban con las de ella para hacerle sentir mejor.
Y no estarían ahí más, lanzo un fuerte suspiro.
Ya se Bombón- sonrió y salto a su lado enlazando sus manos con las de ella- ¡videojuegos!
Si- dijo Serena emocionada sin saber porque- pero si te gano no te iras
Quisiera quedarme Bombón- dijo serio- pero solo son unos meses
Te extrañaré- sonrió Serena de lado- entonces ¿apuestas?
Claro- Seiya extendió su mano- es un compromiso Bombón
Jugaron cerca de dos horas, Seiya gano. Mientras jugaban la lluvia había comenzado a caer como un diluvio. Serena se fue a la puerta que daba al patio desde la habitación de Seiya recorriendo el taburete en el que siempre se sentaba. Observaba inamovible la lluvia caer mientras mordía una galleta enorme. En silencio absoluto Seiya se sentó junto a ella, observando la lluvia torrencial. No había nada más que pudieran decirse. Ella estaba demasiado consternada un poco el asunto con Darién al cual realmente estaba acostumbrado y por el otro y el que empezaba a dolerle en el alma era no tendría más a su aliado eterno. No sabía si eran los nervios porque no dejaba de llover y debía volver a casa o las emocione revueltas, que provocaron que algo comenzara a molestarle en el ojo.
Se tallo olvidándose por completo de los lentes de contacto que usaba desde hacía unas semanas, cuando sintió que lo movía tras tallarse el ojo. Abrió el ojo azul y se dio cuenta de que lo había movido demasiado y no podía volverlo a su lugar solo pestañeando.
Seiya- dijo apuradamente- pásame mi espejo de la mochila
Como rayo Seiya tomo el bagpack de Serena y busco sin hallar nada. Le informo a Serena a quien le comenzaba a doler la incrustación del lente. Tras la notoria desesperación de ella Seiya se ofreció a revisar, Serena se movía por los nervios de que fuera a lastimarse, pero sabía que no podía retirar sola el contacto. Seiya se acercó lo suficiente para inspeccionar los celestes ojos de Serena y con el mayor de los cuidados coloco en el lugar correcto el lente.
¡ves? Solo era cuestión de que te quedaras quieta- sonrió Seiya con el rostro a escasos centímetros del de Serena
Aja- respondió ella pasmada por descubrir las magníficas facciones de Seiya, no lo había considerado hasta hoy
Ok- sonrió Seiya- dime ¿mejor?
Aja- musito Serena- mucho mejor
Inmediatamente Seiya se quedó fascinado ante el inesperado beso de Serena. Nunca le había mostrado lo que sentía por ella o eso creía él. Como caballero se alejó de inmediato creyendo el beso un impulso por la situación vivida con Darién horas atrás.
Bombón- dijo tomándola de los hombros con la mirada directa en la de ella
Se lo que piensas Seiya- suspira Serena- no es lo que crees. Tal vez necesitaba que pasará para saber que lo que de verdad me rompe el corazón es saber que te vas tan lejos.
Serena no dijo más, borro cada duda de Seiya con sus besos. Mientras tanto Serena pensaba como había sido capaz de no notar lo enamorada que estaba de Seiya. Prefería pasar con él dos segundos que meses enteros con cualquier otra persona. Siempre Seiya era lo primero. Solo tenía una semana antes de que se marchara.
Sin darme cuenta me enamore de ti como no tienes idea- dijo Serena
Bombón- respondió Seiya sonriendo radiante de felicidad
Serena aún tenía una semana… pensaba aprovecharla.
