Diclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen si no a Stephenie Meyer. Tampoco la historia es mía sino a dolphin231, yo solo me adjudico a traducirla.
Los padres de Bella se divorcian. Bella se muda a Phoenix lejos de sus mejores amigos, Alice y Edward. Ahora, 4 años después ¿Que pasara cuando Bella regrese a Forks y las cosas se pongan extrañas?
*Diferente*
By: dolphin231
Capitulo 1
En secreto, desempaque otra pieza de ropa de mi maleta y la tire sobre la pila de ropa de al lado de mi cama. En el transcurso de media hora, la pila de ropa se había hecho bastante grande. No reconocía ni la mitad de lo que había en la pila, gracias a mi excéntrica madre, Renee, otras de sus cualidades. Durante las últimas dos semanas, más o menos, ella había estado manejando constantemente al centro comercial de Port Angels en busca de ropa.
Mi guardarropa ahora se había triplicado, gracias a Renee y sus compras maniáticas. La suya también se había triplicado también… Digamos que el garaje había pasado de un taller a un armario. Había traído tantas cosas para ella y para mí, pero nada para Charlie, mi padre.
Esa debió de ser mi primera pista.
"Muy bien, entonces. Tu maleta debe de estar llena hasta el tope ahora," Dijo Renee, antes de dar la vuelta para admirar su trabajo. Su rostro parecía brillar de anticipación, hasta que su mirada se encontró con mi maleta vacía. Su rostro decayó y volvió a mirarme "Bella," suspiro, con tristeza en su voz "¿Por qué no quieres ir? ¡Te va a encantar Phoenix! Es muy diferente a Forks, cariño. Es muy soleado, no hay muchas nubes, cálido." Empezó a balbucear mientras lentamente su rostro iba iluminándose nuevamente, pero la corte.
"¿Por qué quieres irte, mama? " pregunte, la cara de Renee volvió a decaer cuando la saque de su ensoñación.
"Bella, ya hablamos sobre eso" Explico, poniendo esa extraña cara de mama seria.
"Pero, mama, ¡Me gusta Forks!" Dije, mi voz empezaba a temblar "¡No quiero mudarme a Phoenix, no quiero dejar a mis amigos!" a estas alturas ya estaba gritando, agitando mis brazos por todas partes.
"Te vas a acostumbrar. Empezaras a amar Phoenix. Amaras tu nueva escuela. Harás nuevos amigos." dijo Renee con voz severa.
"Pero, mama…" pero Renee corto mi protesta.
"¡Isabella Marie Swan! ¡Nos mudaremos a Phoenix! ¡Sin peros! ¡Fin de la discusión!" Renee grito. Hablábamos tan alto, que estaba segura de que los vecinos podían oírnos.
Renee me fulmino con la mirada, y luego se marcho. Con cuidado, fui y baje las escaleras, tratando de no romperme ningún hueso. Yo probablemente seria la más torpe del mundo entero. Con éxito, me dirigí a la puerta del frente. Podía oír el golpe de unos pasos bajar las escaleras. Me apresure, con la esperanza de llegar a la pálida puerta, antes que el otro conjunto de pies.
Mi mano agarro el frío metal del pomo de la puerta dorada, cuando una mano agarro mi muñeca derecha con firmeza, lo que me hizo parar en seco.
"¿Bella? ¿A dónde vas? ¿Bella?" pregunto Renee. Me di cuenta, por su tono de voz, que ya se había calmado. Yo, en cambio no. Ella estaba actuando como si la conversación en mi habitación no hubiera ocurrido. Podía sentir mi sangre empezar a hervir y mis ojos al borde de las lagrimas. "¿Bella?" Repitió.
Y me quebré.
Podía sentir con el calor del enojo surgía a través de mi cuerpo. Aumentando mí ritmo cardiaco. Las lágrimas que amenazaban con salir lo hicieron.
"Mentiste, mama. Dijiste que amabas a papa. Le dijiste a papa que lo amabas. Nunca lo hiciste. Mentiste," dije en un tono sorprendentemente tranquilo. Mi voz era apenas un susurro, pero sabía que Renee me había escuchado porque aparto su mano de mi muñeca al instante.
No me di la vuelta para enfrentar a Renee. No seria capaz de soportarlo, podía imaginarme el dolor en su rostro. Seria demasiado.
Mi mano derecha sin soltar el picaporte, tome aire y gire la manilla hasta oír un débil "clic" dentro de la puerta. Abrí la puerta con más fuerza de la necesaria, en respuesta un fuerte chirrido en protesta. Di un paso hacia fuera a la lluvia torrencial, algo que no era raro en Forks.
Sin mirar atrás, cerré la puerta y eche a correr. En cuestión de minutos estaba empapada y congelada hasta los huesos. Mi blusa oscura se aferraba a mi piel y mis pantalones vaqueros mojados, poco me importaba. Sabia que había caminado mucho pero no estaba prestando atención, no me importaba. Sabía a donde me dirigía, y no iba a parar hasta llegar a mi destino. Incluso Renee no se molesto en ir a por mí. Esa, quizá, fue la única cosa que no me molesto de ella. Yo estaba enojada con ella por divorciarse de Charlie. Estaba enojada con ella por haberme mentido.
Necesitaba un tiempo para respirar, para pensar. Pero mientras tanto, no regresaría.
