¡Hola! Soy Feer, y, estoy nerviosa porque éste es mi primer Mina/Yaten, mi pareja favorita de Sailor Moon. Bueno, ya que prácticamente soy nueva en ésta sección de Sailor Moon, les diré que mi forma de escribir, es sumamente... rara (?) Jajajaja, no, bueno, en realidad, yo suelo escribir fics que contienen Lemmon, raro es el fic que no contiene Lemmon, sin embargo debo aclarar que éste relato NO contiene Lemmon, así que no se emociones, tal vez cuando éste más familiarizada por aquí, suba uno C; Pero por ahora, les dejo éste fic, espero que sea de su agrado, si fue así dejen review, si no les gustó, también dejen review, jajajajaja.

Disclamer. Los personajes, desgraciadamente, no me pertenecen a mí, le pertenecen a Naoko Takeuchi. Este fic está hecho sin fines de lucro.


Cartas a la estrella fugaz.

El sol brillaba en esplendor, la brisa era relajante y se podía escuchar a la gente que iba y venía frente a su casa, ya que su ventana daba a la calle, podía observar con detenimiento y apreciación a esas personas.

Miró de nuevo la hoja en blanco y su bolígrafo preferido de Sailor V, mercancía que hace tiempo había adquirido cuando las Sailors Scouts aún defendían la tierra de ciertas anomalías, pero desde la batalla con Galaxia, todo se había tranquilizado, al menos para la gente, porque a ella se le alborotaban las hormonas cada que llegaba el correo, y la razón de éste comportamiento algo usual en la gran Minako Aino, es que siempre le llegaba una carta con una rosa amarilla seca, en el sobre y el inigualable perfume de aquel muchacho. El enviarse cartas era ya una costumbre de 6 meses, una hermosa costumbre que sólo ella, él y el cartero conocían.

Agarró un lápiz y otra hoja diferente a la que tenía y comenzó a hacer un borrador, siempre hacía mínimo 12 o 13 borradores antes de escribir la carta que mandaría al lejano planeta de Kinmoku, y varias personas se preguntarían cómo logran llegar las cartas, bien, ese secreto sólo lo conocía el cartero, al cual nunca ha visto, pues cada que llega la carta ansiada de cada mes, ella apenas regresa de la escuela o del templo Hikawa. Era un misterio hasta para ella misma, pero en la primera carta, él le indicó que su respuesta debía dejarla en el buzón y que la carta llegaría a su destino, y así pasó. Revisó el diccionario una, dos, varias veces, no quería que él se burlara de ella como en la primera carta, así que usó su mejor escritura y empezó a redactar. Recordaba algunas cosas detalladas de sus cartas por la manera en que él las respondía.

-"Los días de paz continúan, es tan aburrido que podría quedarme dormida durante un milenio entero"

-"Sí tú te quedarás dormida un milenio, yo lo haría también, para que al despertar, siguiéramos encontrándonos"

A Mina, se le ponía la piel chinita de tan sólo recordar aquellas bellas expresiones utilizadas por pate del peliplata, la volvían loca, literalmente.

Seguía escribiendo, y le contó sus experiencias del último mes, le contó cómo se encontraban las chicas, cómo iba a reprobar más de tres materias – Esto es un poco innecesario de contar – Dijo la rubia agarrando la goma, pero no borró nada, no hay nada mejor que la sinceridad.

"Varios chicos apuestos me han invitado al baile de primavera, pero aún no sé con quién asistir, o si asistiré, ya que, ni Amy, ni Lita han recibido una invitación al baile, bueno supongo que Andrew no se tardará mucho e invitará a Lita, pero no puedo dejar a Amy sola, espero que alguien bueno la invite ya.

Con cariño. Minako Aino".

Ahora tenía que esperar la respuesta tan esperada el siguiente mes.