Two Worlds, Two Lives

Nota: la siguiente historia no me pertenece, la mayoría de los personajes han sido obtenidos del universo de Naruto cuyo autor es Masashi Kishimoto.

Capitulo 1

De nuevo hacia calor en la siempre desértica ciudad de la arena y Sabaku no Naruto esto tampoco era nuevo. El muchacho caminaba por las calles sintiendo la voladora arena en su rostro.

Vestía un atuendo formal: Una túnica negra que le llegaba hasta los muslos y de mangas largas. Alrededor de su cintura le recorría una banda anaranjada, pantalones negros y un par de botas negras de piel. Un atuendo de gala según lo marcaban las tradiciones de la ciudad de la arena.

Siguió caminando y pasó frente a una vidriera. Un espejo reposaba junto a la puerta y en el instante en que se reflejo a Naruto, ambos se observaron.

Era increíble lo que el tiempo le hacia al cuerpo. Brazos grandes, fortalecidos por las constantes batallas y los entrenamientos duros. Un pecho ancho y debajo, aunque no visible, seguro se escondía un abdomen marcado; y aun mas abajo, escondidas por los pantalones, un par de piernas tonificadas. Naruto se observó el rostro, seis marcas le recorrían sus mejillas, gajes del oficio. Se contemplo un poco mas, lo único que no poseía gran cambio eran sus ojos azules como el zafiro y su cabello rubio enmarañado.

Continuo. Se le estaba haciendo tarde para la boda de su hermano.

Llego al recinto. Atravesó algunos pasillos y entro en una habitación con puertas dobles guindas. Sabaku no Gaara se encontraba frente a un espejo. Aun se probaba la túnica de gala que usara mas tarde. Se veía serio, seguro de si mismo en un rostro casi inexpresivo. En que estaría pensando ¿Estaría nervioso? No lo creía ¿Feliz? Muy probable, aunque Naruto sabia que no lo mostraría, no todavía. Se acerco a él y Gaara lo observó reflejado.

-¡Naruto!

-Que hay hermano- saludo el rubio colocándole una mano en el hombro. Los reflejos los observaban y ellos regresaban la mirada.

Túnica negra de los pies hasta los hombros, una banda guinda le descendía del hombro derecho hasta la cintura y alrededor. Botas negras de piel. Una gala típica en la ciudad del viento para eventos especiales. Alto, de cabello guindo y ojos celestinos. Un tatuaje que significaba AMOR yacía sobre su ojo izquierdo.

-¿Tienes los brazaletes?- cuestiono Gaara.

-Si

-¿Las bandas?

-Por supuesto ¿Nervioso?

-Tú que crees.

-Tranquilo- se coloco frente a él y le sacudió los hombros –Ella es una gran chica, la elegiste y ella te correspondió, te la mereces.

Gaara sonrió, una sonrisa tímida pero sonrisa a fin de cuentas. Naruto observó tranquilo aquella expresión y se retiro un poco. Solo una gran mujer podría hacer que su amigo actuara como lo hacia, realmente el se la merecía. ¿Era este acaso el tan misterioso poder de una mujer? Sinceramente, le gustaría conocerlo.

-¿Y que me dices de ti?

-¿Perdón?

- Vamos, no te hagas el loco conmigo, ¿Cómo es que mi padrino aun no ha elegido a alguien?

Naruto arqueo una ceja y sonrió.

-Supongo que no soy lo suficientemente atractivo- contesto encogiéndose de hombros.

-No bromees, sabes lo que se dice en las calles.

-Si Temari me ha comentado algo de eso.

-¿Y entonces?

-No lo se, solo que aun no he encontrado a la persona indicada, o alguien que llame mi

La elección, como ellos se referían, ritual interesante. Una persona debía de elegir a quien se convertiría en su pareja, alguien de quien gustaran y amaran. El la cortejaría y si ella lo aceptaba entonces…

Naruto observó a su amigo, a poco tiempo de encontrarse con su futura esposa, su elección. Sonrió orgulloso y camino hacia la entrada, la hora se acercaba y aun tenían cosas que preparar.

Naruto llego junto al umbral y al poco tiempo se le unió Gaara. Los preparativos ya casi estaban finalizados. Los adornos en su lugar, los asientos apilados. Los invitados comenzaban a llegar. El Kazekage se encontraba al centro ante la vista de todos. A su derecha un ansioso Gaara observaba el camino por donde llegaría ella. Naruto se encontraba a su lado como era su posición de padrino, en sus manos reposaban las bandas y los brazaletes del matrimonio. Durante el ritual, el novio debía de entregar a la novia un brazalete y una banda que los uniría por siempre, luego ella haría lo mismo. Así lo decía la tradición.

La música sonaba y todos los presentes observaron las puertas principales del umbral. Matsuri apareció ante ellos y de inmediato les fue de agrado a todos y sobretodo a Gaara, Una joya en el desierto pensó Naruto. Realmente muy hermosa en aquel vestido blanco, su cabello café se encontraba peinado hasta atrás con algo de aceite causándole un brillo de esplendor. Sonreía nerviosa, tal vez intimidada por los cientos de pares de ojos que la observaban. Solo ella sabría en que estaba pensando.

Matsuri camino hasta colocarse a la izquierda del Kazekage, acompañada por Temari, su dama de honor y hermana de Naruto y Gaara. La amiga de la familia ahora seria parte de ella.

-Mis amigos- comenzó el Kazekage –Nos hemos reunido en este día para celebrar la unión entre Matsuri Kazuki y Sabaku no Gaara…

El Kazekage continuo con el ritual con un discurso sobre como el amor los había llevado a todos hasta ese día, su matrimonio, y durante ese momento, la chica no dejaba de observar a Gaara, su expresión había cambiado ahora que se encontraba frente a él. Realmente estaba enamorada.

Cuando al fin el Kazekage le paso el turno a Naruto, este le entrego a Gaara las bandas y los brazaletes. El joven tomo un par y se los coloco a Matsuri en el brazo derecho colocando la banda por encima del codo. Luego ella hizo lo mismo con Gaara. El kazekage dijo unas ultimas palabras antes del tan esperado "Puede besar a la novia". Los jóvenes se observaron un instante antes de sumergirse en un apasionado beso. Realmente se sentía la felicidad entre ellos y por un momento, a Naruto lo invadió la envidia. Ese era el poder de una mujer, de una elección. Esa era la felicidad que le estaban proporcionando a su mejor amigo y hermano. Naruto sonrió, realmente le gustaría sentir eso mismo, solo le hacia falta la mujer indicada.

Su mirada se topo con los ojos azules de Temari quien sonreía con un toque sensual en los labios.

Tal vez.