No soy dueña de crepúsculo ni de sus personajes, lo es la increíble Stephenie Meyer. Yo solo soy la cabeza pensante de esta descabellada historia.


Me di de nuevo la vuelta en la cama, otra vez no, desde que ese misterioso vecino ha llegado hace unos tres días no he tenido una noche de sueño; no podría dejar al menos una noche de traer a escandalosas mujeres a su piso.

Decidido, por la mañana tocaria a su puerta y le exigiria un poco mas de respeto hacia la gente que lleva seis meses sin echar un polvo.

Di una vuelta más, miré la hora en el despertador, las cinco; seria mejor que me fuera a dar una ducha, de todas formas no iba a conciliar el sueño, y además, en dos horas tendría que estar recogiendo a mi hermano en el aeropuerto.

Conté hasta tres, me levanté corriendo de la cama en dirección al baño, me desnudé de forma rápida y me metí en la ducha, un suspiro salió de mi boca; definitivamente, una ducha era lo que necesitaba.

Estuve como una media hora deleitándome bajo el agua caliente, cogí una toalla y salí de allí para vestirme. Me puse mi nuevo vestido azul, de manga corta, ajustado hasta la cintura, con un poco de vuelo terminado a medio muslo y con un estampado de pequeños pajarillos en color crudo. Lo había comprado en Milán, en mi último vuelo antes de las vacaciones. Me encanta viajar, pero ser azafata es agotador, además ya era hora de pasar unos días en casa tranquilamente, sin el estrés de los aeropuertos.

Me encamine hacia la cocina, no tenía demasiada hambre asique simplemente me tomé mi café matutino para acabar de espabilarme, no era persona sin mi dósis de cafeina diaria. Miré de nuevo el reloj, las seis y cuarto, aun tenía tiempo; pero si queria encontrar aparcamiento debería salir ya. Asique me puse mis botines marrones favoritos, cogí mi bolso, las llaves y salí.

Estaba a punto de cerrar mi apartamento, cuando escucho una puerta abrirse a mi espalda, me giro, y cual es mi sorpresa al encontrarme a un adonis mirandome fijamente. ¡Dios, que bueno esta! con un cuerpo bien definido, solo cubierto por un pantalón de chándal gris; y su cara ¡Dios! con esas enormes pestañas enmarcando unos ojos verdes que invitan a cualquier mujer a perderse en ellos, y por supuesto esos labios rechonchos y arrosados.

Aparté mi vista de él en cuanto vi a una rubia despampanante aparecer. Seguramente esa era la escandalosa chica que maúllaba anoche ¡si, que maúllaba! esa tía era rarísima, como se puede maúllar mientras se esta teniendo un orgasmo?

Me dí media vuelta, estuve rebuscando en mi bolso, para hacer tiempo, la verdad es que tenía curiosidad por ver su despedida.

-Adiós Edward, llámame en cuanto vuelvas, vale cariño?- y le dió un sonoro beso

-Claro- sentía su mirada en mi espalda- Bye cara- asique era italiano, me gusta.

Pero en que estoy pensando? es un tío demasiado guapo y además de gustos bastante, como decirlo, exigentes; como para que se fije en una chica de estatura media, es verdad, no tengo un mal cuerpo, pero lo demás en mi es vulgar, y ese hombre, puede aspirar a mujeres mucho mejores que yo.

Me gire, decidida a ir en busca de mi hermano. Él seguía ahí, en la puerta, en todo su esplendor.

-Hola, espero que no te hayamos molestado...?- dios hasta su voz era perfecta, ronca, sexy y con ese marcado acento italiano.

Tardé unos segundos en recobrar la compostura y buscar en mi revuelta cabeza las palabras para contestarle.

-Bella, y si, la verdad es que si me molestas ¡Todas las noches te traes a una tía distinta, por Dios! al menos podrias ser un poco menos escandaloso, la gente quiere dormir sabes?, y porque coño esa tía maúlla, quién maúlla durante un orgasmo?...-me callé de repente al oír su risa- ¿Qué es tan gracioso?- se estaba riendo de mi?

- jajajajaajaajajaaj, me gustas- y sin decir nada más, me dio la espalda y cerró la puerta en mis narices.

-Idiota!- le saqué la lengua a la puerta en un arrebato de furia infantil.

Mire el reloj, las siete menos viente, no voy a llegar a la hora. Me gire corriendo para no perder más el tiempo, cuando oígo unas risitas tras esa dichosa puerta, el color empieza a subir a mis mejillas. Decido ignorarlo, no merece la pena; suspiro, y sigo bajando las escaleras a toda prisa.


Espero que os haya gustado, es corto lo sé, soy nueva en esto; no seáis demasiado duras. Espero actualizar pronto:))

Review? Nos leemos, besitos.