Hola c: éste es mi primer fanfic, espero que les guste. La idea de un Vocaloid nuevo, me viene hace muuucho tiempo atrás. Podría decir que años, pero al tema. Lo que pasa, es que por fin, mis imaginaciones las quise materializar y tenía muchas cosas comprometidas conmigo mismo, así que aquí voy. Espero que disfruten el primer capítulo de una larga saga... Muuuy larga saga de episodios; en donde habrá amor, romance, amistad, juegos, risas, penas, tristezas, desilusiones, demás cosas.
PD: El Vocaloid, se llama TOUMA, por si acaso. Es una invención mía y como no soy bueno para el dibujo, aún no tengo imagen, pero pronto habrá para presentarselos x'D y la otra cosa, es que, si son como yo, Gazerockers, se darán cuenta de algo eue~
Era de noche y me abrazaban las sombras de aquél día de invierno. Nevaba y yo aún tenía mi chaqueta roja con adornados blancos, abierta. Para mi cuerpo, parecía un d a usual de verano, pero para las otras personas, el más frío de los días. Me sentía curioso de saber el por qué de mi creación y el revuelo de las cosas cuando me presenté con los demás. Acaso era tan importante mi llegada? Y si lo era, por qué ? no lo entendía o no podía entender por qué al menos importaba tanto, mi insignificante persona, si con suerte sabía mi nombre y que era un androide diseñado para el canto. Suspiré.
Miré hacia el cielo e intenté tomar unos copos de nieve para amontonarlos en mi mano. Estaba fría, muy fría... Parecía un cubo de hielo con menos proporción.
Bueno, después de todo, estaba recién creado; mis sentidos y emociones estaban muy poco desarrollados. Di unas cuantas vueltas por una calle que ten a el pavimento congelado. Era aleda a a un parque con juegos para menores y aún así , los ignoré. Me sentía inseguro por algún motivo, siendo que mi llegada al ''grupo'' había sido muy cálida.
Lo recordé , de un segundo para otro. Fue como si lo volviese a vivir.
Estaba caminando tranquilamente hasta llegar a un lugar donde decía ''Vocaloid''. Recordé que yo era uno de aquellos... ¿Qué eran ellos? No sabía. Pero bueno. Golpeé la puerta. Escuché unos susurros y luego me abrieron. Estaba todo oscuro y miré hacia atrás, creyendo que me habían jugado una broma. Parpadeé y luego vi que se prendían las luces, salían chispas de aparatos de artificio, muchos colores y globos. Parecía una fiesta. ¿Una fiesta? ¿Por qué una fiesta? No recuerdo estar de cumpleaños.
De inmediato di un paso hacia atrás por la exaltación y la sorpresa, tomando la vaina de mi Katana hasta que una chica y un chico, rubios, dijeron ''¡Bienvenido!'' y les siguió una chica color aguamarina con una pegajosa sonrisa y que ten a un peque o gorro de distintos colores.
-Bienvenido, Touma-San a nuestra familia Vocaloid. Espero que seamos grandes compañeros y hagamos muchas canciones juntos! Bien?- Dijo con una amplia sonrisa y un tono agudo, cosa que hizo soltar una leve risa al sorprendido y anonadado azabache.
- Eh? Pues... Gracias...- Dijo tímidamente aquél chico que no dejaba de preguntarse. ¿Y a éstos, qué les pasa?
-Tranquilízate, en pocas palabras, hicimos una fiesta por tu llegada, nada más. No tienes para que amenazarnos- Dijo seriamente, pero soltando una suave risa, una chica de pelo rosado, alta, se notaba que era de las mayores y a su lado se postraba una chica de cabellos cafés, al parecer, ya estaba borracha, por el sonrojo que llevaba sobre sus mejillas y una botella de sake entre su diestra.
- ¿A qué te refieres?- Replicó el azabache, quien aún se mostraba temeroso. ¿Amenazarlos? ¡Ah! Olvidaba que aún sostenía firmemente el mango de su katana y la vaina.
-Mira tu mano derecha y te darás cuenta- La chica de busto grande, se cruzó de brazos, mirando fijamente aquella arma que se mostraba imponente y lista para el ataque.
-Déjalo Luka, quizás estaba algo asustado por la sorpresa- Dijo un chico alto, de cabellos morados tomando el hombro de la pelirrosa y mirando con una amable sonrisa a aquél chico aún con cara incrédula. -Es normal que estés asustado, pero no te preocupes, no te haremos nada- Dijo escondiendo las manos por entre las mangas de su kimono en una posición de completo descanso.
-Uh, ya veo... Lamento mi actitud, sinceramente- Dijo desviando su mirada algo apenado y haciendo una reverencia que consistía en agachar su torso.
- ¡Oye Meiko! Ya llegó el chico nuevo. Despierta!- Dijo otro chico con cabellos azules que movía el dorso de la pelicafé en busca de hacerle recuperar la conciencia, a lo que el azabache, rió suavemente.
- ¡Q-qué diablos quieres Kaito! ¿Con que tú eres el nuevo chico? Pero si eres muy lindo, ¡Y llevas armas! Oh por Dios, creo que me enamoré - Dijo con risas ebrias, la chica, quien ahora, abrazaba con su antebrazo, la cabeza del chico, que se apegaba a su prominente busto. Al parecer, la mayor hacía las cosas sin pensar.
-Al fin llegaste, que bueno que no tardaste mucho y ya socializaste con todos. Me alegra saber que fuiste bien acogido. Dijo otra chica, la cual vestía una bata y llevaba una laptop sobre sus brazos. Se veía más humana. -Yo soy tu máster. Deberás de seguir cada orden que yo te de. ¿Entendido?
Bueno, probemos tu Voice Bank... ¡Ah! Casi lo olvido. Ten.- Sacó de una caja, una guitarra de colores rojos y acabados cafés, la cual puso en manos del nuevo. Todos miraron fijamente al chico, puesto a que no era usual que uno de su especie, tocara instrumentos.
- ¿Qué se supone que debo hacer con esto?- Dijo el chico, quien sostén a la guitarra. De un segundo para otro, sintió un suave dolor de cabeza y al cabo de unos segundos, se sentía familiarizado con aquél instrumento.
-Toca. Ha de venir una canción demo para que veamos tu voz y además, eres el primer trilingüe y el primer Vocaloid que tiene su propio instrumento- Tras decir esto, el chico le miró fijamente, mientras que los demás soltaban exclamaciones de sorpresa.
-S-supongo...- Titubeó y empezó a buscar en su mente, alguna canción. A pesar de que no le gustaba sobresalir (apenas lo había descubierto al sentirse incómodo por la exaltación de los demás) quería sorprender a todos. Encontró una letra en su mente y parecía que la había cantado toda su vida.
-Empieza cuando quieras- Todos se sentaron y miraron fijamente al chico que miraba hacia el techo refrescando sus pensamientos.
De un segundo a otro, sonaron unos acordes y de ahí, máster hizo que su laptop tocara el instrumental que venía con todo el paquete del software.
''Pig in a soaked, in a soup of a crime... Is the pain of the children whom you murdered... Hate yourself. In the maze without a end, why do you still breath?''Se notaba la sorpresa de todos al escuchar su fluido inglés y lo más sorprendente; la facilidad de cómo los acordes salían perfectos.
''Kareki no shita de shinjitsu ga notauchimawaru e wa naniyori mo fukai, The invisble wall... Kodoku zouo shitto fuan kyomu ni saita muhyoujyou naniyori no omou, the invisible wall... Nanjyou oou fujyouri ni omoeta warau aozora. In the maze without a end... Ayamachi no obore... In the maze without a end, why do you still breathe? Sorrow made you, Sorrow made you, Sorrow made you, in the bottom of the dark, dark sea... Sorrow made you, Sorrow made you, Sorrow made you, tsugunai tsuzuke... And die...
''Pig in a soaked, in a soup of a CRIME!'' Se escuchó un fuerte grito proveniente del chico que cantaba; como si desgarrara su voz.
''In the maze without a end... Ayamachi no obore... In the maze without a end, why do you still breathe? Sorrow made you, Sorrow made you, Sorrow made you,
in the bottom of the dark, dark sea... Sorrow made you, Sorrow made you, Sorrow made you, yeah, Aijyou no shiranu kodoku na, Pared... Sorrow made you,
Sorrow made you, Sorrow made you, in the bottom of the dark, dark sea... Sorrow made you, Sorrow made you, Sorrow made you... Tsugunai tsuzuke, and die wo!''
''In the maze without a end, In the maze without a end, In the maze without a end, why~... do you still breathe?'' Bajó la cabeza, tocando los últimos acordes de la canción y luego, silencio... Un silencio total. Los chicos de la habitación estaban realmente callados y conmocionados. El chico los había dejado anonadados.
- Increíble! Me gusta como suenas y además, tocas la guitarra a la perfección.- Dijo la máster, mientras el chico miraba a la chica de cabellos aguamarina que no se notaba tan sorprendida como los demás, pero era porque ella, había sido informada sobre él antes que los demás.
Continuará...
