Esta es una historia que se me ocurrió el otro día, cuando miraba por vez número... ya no se, no importa... el capítulo 3x01 "A deadly affair" (y ocurre luego del final, cuando Rick le "gana" la apuesta a Kate) y entonces, sabiendo que ustedes algunas veces disfrutan de mis locuras y para no aburrir siempre con las mismas historias, decidí escribirla... no creo que sea muy larga... pero... disfruten!

Welcome back

Kate suspiró antes de cerrar los ojos. No podía creer como se habían dado las cosas. Pero Castle estaba otra vez con ellos… o mejor dicho, con ella…

El desencanto había sido muy grande la última vez que se habían visto antes de que él se fuera a pasar el verano a los Hamptons y Kate se había jurado que no lo perdonaría, pero sus sentimientos hacia él le habían resultado imposibles de manejar cuando lo había vuelto a ver…

Después había aparecido el tema de la apuesta y ella se había asegurado de no ganarla, para no tener que reconocer abiertamente que lo quería otra vez a su lado…

Pero incluso Esposito se había dado cuenta… aunque ella no se lo hubiese reconocido abiertamente…

Kate cerró los ojos y evocó su perfume… el mismo de siempre… el que solía intoxicarla de vez en cuando, en los momentos en que ella bajaba sus barreras emocionales y se permitía fantasear con la idea de tener una relación con él…

Aunque eso fuese imposible ahora… porque él había vuelto con Gina… Kate no tenía nada en contra de esa mujer. Lo que no podía entender era que él tuviera alguna clase de sentimiento para con ella. Sobre todo cuando Kate estaba segura de que él tenía aún, algún sentimiento por ella… la realidad era que ambas eran incompatibles… pero bueno, seguramente algo habría en ella que a él lo seducía…

Kate se mordió el labio y trató de pensar en cosas positivas, como por ejemplo que dentro de unas horas volvería a verlo y sonrió. No podía ser tan malo. Aparte de sus sentimientos, Castle solía ser de gran ayuda en sus casos y la realidad era que ella también se divertía a su lado… si podía manejar sus sentimientos y dedicarse a disfrutar de él, todo sería más fácil…


Al día siguiente, estaba sentada en su escritorio cuando lo vio aparecer sonriente, con dos cafés en la mano y no pudo más que sonreír…

-Buenos días, Beckett…- dijo y le entregó el café.

-Buenos días, Castle…- dijo ella luego de aclarar su garganta- gracias…

-Sabes… tengo que reconocer que extrañaba esto…- dijo él sin dejar de sonreír.

-¿Esto?- preguntó ella.

-Esto de venir aquí… traerte café… intercambiar ideas…

-Bueno… no fui yo la que se fue…

-Te dije que necesitaba un descanso… ¿acaso no me perdonarás que no te haya llamado?

-No es que no te perdone…- dijo ella- pero no podré olvidarlo… es todo…- terminó ella y él la miró con ansiedad.

-¿Y si te invito a comer?- intentó él.

-¿Y eso de dónde salió?- Kate sintió un cambio drástico en el latir de su corazón, pero procuró que no se le notara…

-Han pasado meses… supongo que tenemos que ponernos al día- aclaró.

-Castle… nosotros no somos amigos…

-Pero si buenos compañeros… recuerda lo que me dijiste cuando nos despedimos… que había sido genial… yo me siento cerca de ti…- dijo él acercándose a ella por la intensidad que iba tomando la conversación.

-Tan cerca que desapareciste tres meses y luego volviste cuando no tuviste más remedio…

-Kate…

-Beckett…- corrigió ella y él asintió- además, ¿qué quieres contarme? ¿Todo lo que hiciste con Gina?

-¿Acaso todo esto es por Gina?

-¿Qué?- dijo ella haciéndose la desentendida y Rick achicó los ojos, le encantaba verla celosa…

-Lo que hagas con tu vida me tiene sin cuidado, Castle…- dijo mirando hacia otro lado.

-De acuerdo… entonces acepta mi invitación… quiero que estemos bien…- le dijo él.

-Estamos bien… tan bien como podemos estar… - dijo ella sin mirarlo.

-A mi no me parece… - sacudió la cabeza él- por favor Kate… digo… Beckett… - le imploró él y ella se mordió el labio con impaciencia.

-Está bien…- dijo finalmente y lo vio respirar aliviado.

Kate sacudió la cabeza y se propuso ponerse a trabajar, no tenía mucho que hacer, pero la insistencia de Castle no había hecho otra cosa que ponerla en alerta, Kate había querido aceptar desde el principio, pero la realidad era que quería saber hasta donde presionaba él…


Luego de un día tranquilo en el que él prácticamente desapareció, Kate terminó con sus tareas y lo vio acercarse a ella…

-¿Te paso a buscar a las 7?- le preguntó.

-¿No quieres que vayamos directamente?- dijo ella.

-¿Acaso no puedes esperar para estar conmigo?- preguntó él alzando la ceja.

-¡Castle!- lo advirtió ella.

-Lo siento… mal chiste… como quieras… pensé que querías descansar un poco…

Kate estuvo a punto de pedirle que comiesen en su casa, pero no se animó. Se imaginó que él podría interpretarlo como algo más y prefirió que eso no sucediera…

-Está bien… a las 7…- dijo con una media sonrisa- ¿acaso Gina no se molestará?

-¿Otra vez con eso?

-Lo siento… si yo fuera tu mujer… - dijo y sintió que se ruborizaba.

-Si tú fueras mi mujer…- repitió él y sonrió con placidez.

-Si yo fuera tu mujer… no estaría tranquila sabiendo que sales con otra…

-Por suerte ella no es como tú…- le dijo él con interés- Gina también sale con sus amigos… y además…- dijo y se acercó para hablarle en secreto- quiero estar contigo…

Kate sofocó un suspiro. Ahí estaba otra vez él, presionando, incomodándola con sus encantos… y ella no podía hacer otra cosa que seguirle el juego…

-Nos vemos…- le dijo en voz baja y se alejó de él todo lo que pudo, antes de que se le notara lo nerviosa que estaba…

Rick la siguió con la mirada y cuando la vio subir al ascensor, cerró los ojos sonriendo. Seguramente Kate no tenía idea de cuánto la había extrañado él todo ese tiempo… y tampoco de cuan arrepentido estaba de haberle dado una segunda oportunidad a su relación con Gina.

Mientras tanto en el ascensor, Kate intentaba bajar el ritmo de sus latidos. Si esa sola situación la había puesto así, no quería ni pensar a lo que se expondría si Rick se ponía en modo seductor…


Las siete de la tarde llegaron y encontraron a Kate terminando de cambiarse. Aún hacía calor, así que eligió un jean oscuro y una musculosa que acompañó con una camisa ancha y de tela fina.

Cuando Rick tocó el timbre, Kate sintió un golpe en su pecho, que le indicaba que no estaba tan serena como pretendía estar. Suspiró, tratando de calmarse y cuando abrió la puerta, se encontró con un Castle sonriente que le entregaba un enorme ramo de flores…


Espero que les haya gustado... por supuesto que sigue... no me maten, esto pasa cuando uno tiene algo de tiempo libre!