Capitulo 1 : Trueno e Ira.

Todo era oscuridad, no encontraba ningún rayo de luz. Llevaba muchísimo tiempo caminando sin encontrar ninguna salida. En aquel momento escucho un sonido de entre la nada.

-¿Gil? ¿Gilthunder? – Unas pisadas se acercaban cada vez más audibles.

-¿Margaret? ¿Eres tú?

-¡Gilthunder! – Corrió hacia Gilthunder abrazándolo con mucha fuerza. Al acercarse Gilthunder pudo ver la cara de Margaret y sus ojos llorosos, su propia presencia parecía iluminar todo lo que había a su alrededor– Gil, hay algo mal. ¿Dónde estamos?- El caballero sagrado la rodeo con un brazo para protegerla.

-Aún no lo sé, intento encontrar una salida… - Mirando alrededor sin poder distinguir nada, solo oscuridad y más oscuridad.

-No hay salida…- Una voz seria y grave habló. El caballero agacho la mirada encontrándose con un chico rubio con armadura en lugar de Margaret.

-¿Meliodas?...

-¡Gilthunder cuidado!- Gritó la voz aguda de Margaret a unos metros del caballero sagrado.

Del pequeño rubio emanó una oscuridad aún más cegadora, sus ojos se volvieron oscuros y sus cabellos se removían con la oscuridad que fluía de él.

-¿Qué harás pequeño Gil?- Una voz a su espalda le habló. Un Meliodas serio con el uniforme del Boar Hat le miró fijamente a los ojos.- "Tus ojos están para discernir el mal, tu boca esta para hablar la verdad, tu corazón está para cumplir con la justicia y tu espada para purgar el mal." ¿No es ese el credo de los caballeros sagrados?

-Gil…- Le llamaron los dos Meliodas al unísono.- ¿Qué harás?

-¡Gilthunder!- Gritó Margaret y cuando se giró a verla, Meliodas rodeado de oscuridad cogió su espada y atravesó el pecho de Gil.

Gilthunder despertó de su sueño respirando agitadamente. Se llevó la mano a la cara, tapándose su ojo derecho recordando la marca en la frente de Meliodas de hace dos días, cuando tuvo que luchar contra él para hacerle creer a Hendricksen que estaba de su parte. -"Pero ya todo acabó."- Pensó. Ya no tendría que hacer daño a ningún ciudadano, al fin terminó su lazo con Margaret y ya no tendría que pelear con su maestro y heroé Meliodas, podría vivir en paz.

Sin embargo seguía teniendo pesadillas, pero en los pasados dos días se concentraron en Margaret y Meliodas, Meliodas y Margaret…

-.-.-.-.-*Flashback*-.-.-.-.- (cap102 manga)

El día siguiente, tras la victoria contra Hendricksen Gilthunder se acercó al Boar Hat comprobando así que realmente Meliodas tenía una taberna. Meliodas sonrío a Gilthunder cuando entró en el Boar Hat llamando como siempre lo llamó desde que lo entrenaba a la esgrima "Pequeño Gil". El rubio se movió con rapidez y le sirvió una cerveza. Tras disculparse por sus malas acciones Gilthunder anunció.

- Ya no puedo considerarme un caballero sagrado... Me iré de la capital y vagare por los pueblos por mí mismo. Y ayudare a las personas que necesitan ayuda como pago por mis pecados.

-Entiendo, si es algo que has decidido no te voy a criticar ya eres un hombre… ¿Me pregunto qué pensaría Margaret?- Pregunto Meliodas bebiendo y mirándolo con el rabillo del ojo.

-No hay necesidad de preocuparse por Margaret hay incontables caballeros sagrados que pueden ocupar mi lugar.

-Hablo de lo que Margaret quiere. No tiene nada que ver con lo que tú pienses pequeño Gil.

-…

Hubo un unos segundos en los cuales los ojos de Meliodas se posaron en los de Gilthunder como queriendo leer algo que él aún no comprendía pero entonces los interrumpió Ban.

-.-.-.-.-*Fin del Flashback*-.-.-.-.-

Cuando ya terminó de vestirse. Salió fuera a tomar el aire, en el camino podía ver a personas felices reconstruyendo el reino de Liones y a niños corriendo por las calles sin miedo, ya había pasado todo. Mientras paseaba se encontró con Margaret la cual jugaba con los niños en los jardines, al ver a Gilthunder se despidió de los niños y se acercó a el caballero sagrado.

- Gilthunder ¿Qué tal te encuentras esta mañana?

- Bien ¿Y tú Margaret?

- Muy bien, hace un día hermoso…- Dijo intentando parecer alegre pero Gilthunder la conocía bien, y sabía que algo no iba bien.

-¿Ocurre algo?...-Pregunto Gilthunder.- Sabes que puedes confiar en mi.

-Nada… es mi padre… Esta noche tuvo uno de sus sueños premonitorios…

-¿Y qué le pasaba? ¿Ocurría algo malo en Lionés?- Dijo prestando más atención a la conversación mirándola a los ojos.

-Es sobre Meliodas… - Gilthunder reprimió su asombro como pudo, aunque se notaba la tensión en sus ojos y en su boca. Un sudor frío le recorrió la frente.- Todo Liones se ensombrecía por una terrible oscuridad que manaba de él… Pero ya sabes los sueños de mi padre… son difíciles de interpretar… aunque esta vez dijo que lo vio claro.

-Y… ¿Va a hacer algo al respecto?...- preguntó preocupado.

-De momento va a dejar las cosas tranquilar aunque quiere saber más sobre él… ¿Gilthunder puedes hacerme un favor personal?- Gilthunder la miró con los ojos muy abiertos.

-¿Qué deseas Margaret? – Dijo en tono serio pero amable hacia ella.

-¿Puedes investigar sobre Meliodas?- Dijo mientras le cogía las dos manos y las juntaba al caballero sagrado.- A lo mejor podemos hacer algo nosotros por el reino… Quizás no sea tan grave pero en ese caso no habremos perdido nada… ¿No?- Gilthunder cogió la mano de la princesa agachándose y besándola en una despedida.

-Investigaré sobre Meliodas.- Dijo con la cabeza gacha no muy seguro de lo que hacía.

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Mientras paseaba hacia el Boar Hat ayudó a algunos de los ciudadanos que se encontraba por el camino haciendo lo que estaba en su mano. Entonces encontró a Meliodas junto al Boar Hat ya a medio día.

-Meliodas- Dijo Gilthunder con aspecto tranquilo y alegre. Meliodas se dio la vuelta.

-¡Hey! ¡Pequeño Gil! ¿Qué tal te encuentras?- Dijo Meliodas con su sonrisa característica. Ban miraba la escena desde el porche del Boar Hat.

-Bien, bien... Ayudando a los ciudadanos a reconstruir el reino.

-Muy bien, muy bien –le dio palmaditas en la espalda- ¿Por cierto viste a Elizabeth en algún…

-Meliodas… -Interrumpió Gilthunder-¿Puedo hablar contigo en privado?- Meliodas dubitativo miró a sus ojos pensativo.

-Por supuesto, entremos en el Boar Hat- dijo con una pequeña sonrisa.

Entraron en el Boar Hat. Meliodas se puso tras la barra y Gilthunder se sentó en uno de los taburetes frente a él.

-¿Y de qué quieres hablar pequeño Gil? – Preguntó Meliodas mientras echaba la cerveza en una jarra para El caballero sagrado.

- Meliodas…, me gustaría saber qué es ese símbolo que apareció en tu frente en la batalla contra Hendricksen...- Meliodas apoyó con fuerza la jarra de cerveza en la barra. Por un segundo pudo ver notar la seriedad en el ambiente, la mirada de Meliodas se ensombreció, sus cabellos escondían sus ojos y su boca parecía querer decir algo sin pronunciarlo. Gilthunder en ese pequeño segundo pudo estar en completa tensión, él conocía la historia de Danafor, de que no pudo proteger a su amada, pero ¿Podría contárselo él mismo la historia completa?...

...¿Estaba sonriendo ahora?

- No es el momento para hablar de eso ahora pequeño Gil- Dijo mientras le pasaba la jarra de cerveza.- ¿Por qué no me cuentas como se te ocurrió ese saludo tan ingenioso cuando estaba en Bernia? Nishishi- miro al caballero de pelo rosado con algo de malicia y picardía.

-Eh… Bueno..!- Se sonrojó un poco al recordar la situación alterado- Tenía que demostrar que iba en contra de los pecados capitales, además de que así sabrías que iría a visitarte, tenía que ser todo creíble.

-Si, nishishi, ya…- No parecía convencido de esa afirmación mientras reía y llenaba su jarra de cerveza.

-¡Lo digo en serio…! Además no es que tu respondieras mi saludo con mucho cariño…- Dijo mientras reían.

Se llevaron mucho tiempo hablando sobre las aventuras de Meliodas con Elizabeth y lo que había hecho el caballero sagrado en todo este tiempo. Aunque el caballero sagrado quisiera indagar en el tema de Meliodas no pudo preguntarle más sobre aquello con la buena reunión que estaban teniendo. Gilthunder miró a Meliodas, su cabello le tapaba las orejas y su risa dejo de crecer dejando en su rostro una sonrisa tranquila aunque con mucho significado, parecía estar llena de alegría y a la vez de tristeza… Era la primera vez que lo veía así.

- ¿Meliodas…?

-¡Oh! Ya es muy tarde. Deberías de irte a casa ya, pequeño Gil.- Dijo Meliodas mirando la ventana y saliendo detrás de la barra.

-Ya no soy pequeño- dijo algo colorado por efecto de la cerveza y recordando cuando era pequeño y lo llamaba igual- Mira- Cogió a Meliodas, que se encontraba de espaldas a Gilthunder, por la cintura y lo elevó hasta quedarse recto.- ¿Qué? ¿Sigo siendo pequeño?

-¡Wow! Vale sí que estas alto, pequeño Gil nishishi- Dijo mientras volteaba la cabeza para mirarle a la cara. Sus rostros se quedaron a pocos centímetros el uno del otro. La sonrisa de Meliodas parecía lo único que había en la habitación. Gilthunder lo observó por largo rato al igual que Meliodas a él mientras su sonrisa disminuía. Estaban cansados y algo ebrios y se estudiaron cada rincón de sus caras. El cabello de Meliodas rozaba el suyo, sus cabellos de color rosa y amarillo se mezclaban en armonía.

-¡Meliodas-sama!- Entró Elizabeth en el Boar Hat de manera escandalosa. Y Meliodas al oírla se soltó de Gilthunder.

-¡Hola Elizabeth! Estás muy guapa con ese vestido.- Dijo Meliodas sonriendo y algo sonrojado.

-¿Has vuelto a beber? Te veo muy sonrojado…- Decía Elizabeth mientras pensaba si era por la cerveza o si era porque le gustaba el vestido que llevaba.

-Bueno Meliodas me voy yendo, un placer verla Elizabeth- Haciendo una reverencia Gilthunder se dirigió hacia la puerta.

-Adiós Gilthunder- Dijo Elizabeth moviendo la mano. Mientras Meliodas seguía sonrojado y sonriendo. Cuando cerró la puerta Elizabeth se quedó mirando a Meliodas que seguía mirando la puerta.

-¿Meliodas-sama?...

-¿Vamos a la cama Elizabeth?- Dijo con una cara totalmente apuesta cambiada a la que tenía.

Elizabeth rio.

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Gilthunder había salido de allí sin aquella información, sin embargo añoraba hablar con él y lo paso realmente bien con el capitán de Los siete pecados capitales. Sin embargo no sabía que había pasado en esos últimos segundos juntos… Se quedó ensimismado con los rasgos de Meliodas, pero ¿Que estarían mirando los ojos de Meliodas? ¿Tanto habían bebido?

- ¡Oye! ¡Gilthunder! – Dijo una voz a su espalda ya a unos metros del Boar Hat. Cuando se volteó vio una figura alta a contraluz del bar, su cabello blanquecino brilló al acariciarle la luz de la farola bajo la que se encontraba Gilthunder, Ban, el pecado de la avaricia, se acercaba a él con gesto despreocupado.- No he podido evitar oír el principio de vuestra conversación…- Gilthunder no se sorprendió ante aquel dato Entre nosotros no podemos preguntarnos sobre nuestro pecados, pero yo también quiero saber si Meliodas es del Clan de los demonios y que paso en ese entonces para que se convirtiera en el pecado de la ira… No sé para qué quieres saberlo pero no me importa con tal de poder saberlo yo también…Así que... podríamos aliarnos para saber que paso en ese entonces…

-… De acuerdo.

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Hola! Espero que les haya gustado la primera parte de mi primer fic. :) Se lo dedico a mi amigas Blanca, Mary y a mi amigo Rafa :3