Disclaimer: todo pertenece a la maravillosa Diosa J.K. Rowling

N/A: conjunto de drabbles para la comunidad Cienpalabras, reto Navidad :)

Muffins

Molly amaba los muffins, siempre inventando combinaciones nuevas y sorprendiendo a todos con sus creaciones navideñas. Los personalizaba según los sabores, colores y preferencias de cada miembro familiar; porque eso sí, había que complacer cada gusto caprichoso.

Sin embargo, su momento predilecto era escuchar ese "¡mujer! ¡Madre desnaturalizada! ¿Dónde está mi tronco de Yule?", marca personal de Fred, quien empezaba a tararear "¡tronco de Yule! ¡Tronco de Yule!" a la vez que hacía su respectiva danza… cuando estaba vivo. ¡Vivo!

Merlín, cuánto extrañaba a su pequeño. Se le llenaron los ojos de lágrimas.

Ninguna navidad volvería a ser la misma.

Adorable

Por más que intentaba controlarse, no podía, la situación era más fuerte y las carcajadas se le escapaban. No sólo ella lo disfrutaba sino el resto de su familia; Bill y Charlie con sus risas estruendosas, Percy intentando disimular pero con la sonrisa en los labios, los gemelos celebrando la ocurrencia y mirándolo con orgullo, Ron rodaba por el piso atacado y Ginny miraba embelesada a su padre.

Sólo a Arthur se le ocurría ponerse un traje de Santa Claus en honor a las costumbres muggles y encima canturrear "¡jojojo!".

No tenía remedio y en parte por eso lo amaba.

¡Es mi turno!

Le encantaba ésta época del año ahora que tenía una familia con quien compartirla. Se sentaba en la sala a disfrutar de la alegría que desbordaban sus hijos mientras ayudaban a Ginny a adornar el pino, a la vez que cantaban villancicos.

Por supuesto, teniendo tres niños lo que nunca podían faltar eran los pequeños dramas acerca de quién merecía colocarle la estrella al arbolito. Él tan sólo se reía divertido escuchando las razones tan sofisticadas que decían.

Ginny lo fulminó con la mirada por no ayudarla. Él se levantó y sonrió.

"A ver, creo que realmente ¡es mi turno!".

Bombillo en la nariz

Peter estalló en risas cuando lo vio, a tal punto que lo hizo sentirse avergonzado. Remus intentó de todo, pero no podía ocultarlo. ¡Joder! Tenía un barro en la punta de la nariz.

- Eso te pasa, Moony, por andar comiendo chocolate. Ahora te pareces a Rudolph el venadito.

Se marchó riéndose, seguramente iba a contárselo a James.

Suspiró. Sirius le dedicó una sonrisa reconfortarte.

- No te preocupes, Remsie, siempre me han gustado los lobos con narices rojas.

Ahora se preguntaba qué tenía más rojo, si su nariz o el resto de su cara.

No sabía cómo tomarse aquello... ¿o sí?

Hombrecitos de jengibre

Sabía que se había equivocado al instante después de haberle confesado ese pequeño secreto. La galletas de jengibre, esas de hombrecitos y que sabían tan rico, eran sus preferidas. No muy dulces pero cargadas de energía, además, eran como los Doritos, que no te puedes comer sólo uno.

Ahora, tras despertarse y darse cuenta que estaba acorralado por cientos de hombrecitos de jengibre a escala real y pasar el susto de su vida, ya que no sólo lo rodeaban sino que llenaban toda la habitación, no podía evitar sonreírle agradecido.

"¡Feliz navidad Harry Potter!"

"Feliz navidad a ti también Dobby".

N/A: sólo unos cositos, nada del otro mundo.. pero se me antojaron unos muffins en serio xP

Galletas a todas!