Hola a todos lo que leen esto primero que nada quiero hacer una aclaratoria y el debido reconocimiento. Para esta historia me he basado en el libro que lleva por nombre DREAMOLOGY de Lucy Keating, ahora, quiero aclarar que no he cambiado la personalidad de Sakura ni la de Sasuke para eso, si no que adapte a los personajes del libro para que se convirtieran en nuestros amados Sakura y Sasuke.

Tampoco es un copy/paste del libro. Así que no piensen que soy una plagiadora. Si tienen una consulta al respecto pueden hacérmela y pues también si tienen algún reclamo, todo sin faltarnos el respeto. Sin más que agregar les dejo el primer capitulo, de una historia que será bastante corta.


El chico de mis sueños

Agosto 28

Estoy parada en medio de el gran salón del Museo Nacional de Tokio, justo afuera del ala samurái, en el mismo lugar donde celebramos mi cumpleaños numero diez con mi padre. Pero en esta ocasión no hay desconocidos por todas partes, ni el sonido de las zapatillas que rechinan contra el piso bien pulido de cerámica. Ni visto un estridente vestido amarillo de vuelos. No, en esta ocasión visto con un exquisito kimono de color negro, que hace un contraste con mi piel que es casi salida Mi pelo va recogido con un moño y veo en el reflejo de un jarrón que mi rostro ha sido maquillado con magistral sutileza. Me siento como en uno de esos cuentos que papá solía leerme, donde existen muchas doncellas y princesas, me siento como La Princesa Kaguya. Esta noche las luces son brillantes y centellantes y las personas cuchichean y miran a mi dirección. Escucho algunos comentarios acerca lo lo hermosa que me veo y aquello hace que mi corazón lata con emoción. Esta noche, por alguna razón, soy alguien. Tomo un poco de champagne y me deslizo por los pasillos para admirar el arte.

Ahí es donde Sasuke me encuentra, parada enfrente de las obras de cerámica en la sala Heisekan.

No dice nada y se acerca a mi, me toma por la cintura y mi cuerpo se siente instantáneamente cálido. Siento sus ojos sobre los mí, y no tengo que verlos para saber que ahí están, tan oscuros como la mismísima noche. Se que sonríe y levanto la mirada para comprobarlo, ahí esta esa sonrisa que hace que mi corazón se desboque y sonrío de vuelta.

Empezamos a bailar lentamente, con el ritmo de la música que va empezando y damos vueltas por el salón, sin importar que nos puedan decir los demás.

Te miras bien con yukata.- Murmuro contra su cuello.

Gracias, aunque solo soy un plebeyo de la Princesa Kaguya.- Dice en un tono serio, esos comentarios hacen que mi corazón se dispare más, sobre todo por que el también me ha comparado con la Princesa.

Sasuke me apreta contra su cuerpo y luego se inclina a mi para besarme. Sentir sus labios contra los mios siempre tiene el mismo efecto, siento que pierdo todo balance y mis piernas tiemblan. Correspondo el mismo ímpetu y cuando se separa de mi una sensación de mareo me invade.

Te extrañe.- Dice y después me gira mientras seguimos bailando.- Quiero contestar algo, pero mi mirada es atraída por una torta de pastel que se encuentra en una de las mesas cercanas.

¿Tienes hambre?.Pregunta. Encargue algunos postres.

Me acerco al pastel de chocolate, como si un iman me estuviera atrayendo y se ve delicioso, quiero probarlo pero Sasuke es más rápido, mete su dedo dentro del pastel y llena mi cara con el glaseado. Parpadeo un par de veces antes de darme cuenta de lo que ha sucedido. Cuando estoy dispuesta a contraatacar Sasuke esta muy lejos y yo comienzo a perseguirlo tan rápido como aquel kimono me lo permite.

Se que no lo voy a alcanzar, así que solo me queda hacer una cosa, fingir.

Ouch.- Me quejo y empiezo a renquear mientras me apoyo contra alguna de las columnas.

Sasuke me mira desde el otro lado del salón y en su rostro se lee auntentica preocupación. Se acerca a mi y justo cuando lo tengo a un paso levanto mi mano y lleno su cabello y rostro en chocolate. Me ve con sus ojos penetrantes, pero no esta molesto, lo sé. Antes de que me pueda echar a reír

Se acerca a mi y me apresa contra la columna y me besa por segunda vez, haciéndome probar el sabor del chocolate que lleva en sus labios. Sasuke es irresistible, es el hombre perfecto y de eso no hay ninguna duda. Lo atraigo a mi entrelazando mis brazos detrás de su cuello. Cuando nos separamos siento mi rostro arder con solo verlo. La forma en la que me ve, no me cabe la menor duda de lo que siente por mi. Y me siento que puedo morir de felicidad.

Le digo que me tengo que ir cuando empiezo a sentirme cansada.

Espera.- Dice cuando ve que mis ojos están a punto de cerrarse. Quedate un poco más. Pide.

Esta noche fue perfecta, gracias Sasuke-kun.- Digo y le doy un ultimo beso antes de despedirme. Te veo pronto.

Me abraza con fuerza y siento una gran presión en el pecho, entonces Sasuke dice cansadamente a mi oído.

Te veo pronto.


Jack esta roncando directamente en mi boca, se ha quedado dormido sobre mi pecho.

― Bueno eso explica por que no podía respirar.― Digo en voz alta mientras me incorporó en el asiento trasero.

― ¿Estas bien?.― Pregunta mi papá desde en asiento de adelante. Me apresuro a contestar que si y me paso al asiento de enfrente para hacerle compañía. Muevo el espejo para ver los estragos que hizo mi pequeña siesta y aprovecho a arreglar mi cabello que esta alborotado. Veo a mi padre verme por el rabillo del ojo, analizando mi comportamiento.

Mi padre es un excelente médico, un neurocientifico brillante, pero en cuanto se trata de la mente de la chicas no tiene idea de nada. Es por eso que no le he contado acerca de Sasuke, en realidad no se si algún día lo haré.

― Despertaste justo a tiempo.― Dice después de que he arreglado mi cabello.― Echa un vistazo a nuestra nueva ciudad.― Dice con fingido entusiasmo. Veo un letrero que da la bienvenida a Kohoha y aunque mi primer impulso es el de bajar la ventanilla para poder apreciar mejor el paisaje, me quedo contra el asiento mostrando desinterés. Mudarme a Kohoha nunca estuvo en mis planes, pero claro mi padre nunca me lo pregunto, simplemente llego con la noticia de que tenia un nuevo empleo, lejos de la ciudad y desde entonces jure que odiaría Konoha. No importa lo pintoresca que se vea ahora. La odio.

Después de unos cuantos minutos mi padre detiene el auto, veo hacia la que será nuestra nueva casa, la vieja casa de mi abuela. Suspiro demasiado cansada. Nunca me ha gustado desempacar.


Ayudo a mi padre con una de las ultimas cajas, una que dice artículos de cocina y que estoy segura debe de tener de todo adentro menos cosas de cocina. Y aunque puedo sola el no me deja que la lleve por mi misma. La ponemos en medio de la sala, junto con el resto de cajas. Por primera vez miro a aquel lugar, es curioso como cuando eres pequeño todo parece tan enorme, ahora a mis diecisiete años la casa de Nana se ve extremadamente pequeña. Hay tantas cosas en ella, muebles viejos, antigüedades, recuerdos y ahora una pila de cajas en medio de la sala, supongo que para papá, Jack y yo será suficiente, pero no puedo dejar de pensar en el apartamento que dejamos en la ciudad y lo felices y cómodos que vivíamos ahí.

Me gustaba pensar en mi como una chica de una ciudad grande, todo era diferente, aquí hasta el aire se siente, no sé, más limpio, las calles menos bulliciosas.

― ¿Seguro que todo esto es nuestro?.― Pregunto al ver la casa que esta totalmente amueblada, lo cual ha sido un enorme alivio para papá por que no ha tenido que traer muebles desde la ciudad, ni comprar nada nuevo.

― Sip.― Dice en un tono infantil.― Ahora que Nana no esta y como tu madre no tiene parientes, todo esto es de nosotros.― Papá habla de mi madre como si no le importara y la verdad no quiero meterme con eso. Ambos pretendemos que estamos bien con el asunto.

Busco con la mirada a Jack quien ya se ha acomodado en la alfombra frente a la chimenea de ladrillo, traidor, pienso cuando lo veo dormir felizmente. Mi padre me da un pequeño tour por el resto de la casa. La cocina/comedor, el baño de visitas, el patio; el cual es lo suficientemente grande para que Jack se ejercite y el estudio. Después de un rato subimos al segundo piso. Hay demasiada vida en aquel lugar, como si esperara ser llenado por una decena de personas y solamente somos dos, bueno y el peludo de Jack, aun así, siento que todo aquello es demasiado.

Llegamos a la habitación del fondo, que tiene un papel tapiz de flores bastante bonito, debo de reconocer

― Esta era la habitación de tu madre.― Dice mi padre y por primera vez parece nostálgico.― ¿Esta bien si es tu habitación?

Digo que si, sin pensarlo realmente, por que creo que es lo que papá quiere oír.


Subo la que parece la millonésima caja por las escaleras para ponerla en mi nueva habitación, nunca me había dado cuenta que tenia tantas cosas o al menos no pensé que las tuviera. Jack me sigue de cerca jadeando y moviendo su cola, el pequeño bulldog francés no está muy acostumbrado a subir tantas gradas en un solo día. Le sirvo agua en su taza y mientras el bebe yo me pregunto que caja abrir primero, pero antes de ponerme manos a la obra mi padre entra con una caja que no recuerdo haber olvidado.

― Mira.― Dice colocándola frente a mi.― Nana ha guardado estas cosas tuyas.― Lo veo con un poco de incredulidad y leo como la caja esta rotulada "LIBROS DE SAKURA". Antes de que pueda decir algo mi padre ya ha salido de la habitación para seguir desempacando o buscando cosas viejas. Veo la caja con una mezcla de incredulidad y fascinación, como si estuviera abriendo una cápsula del tiempo.

Abro con cuidado la caja y veo dentro de ella un montón de papeles que vació en el piso con cuidado. Veo un monton de cuentos, postales y tarjetas de cumpleaños, la mayoría son de parte de mis abuelos y tienen dibujos en ellas, también veo unos cuantos dibujos que supongo que yo hice pero realmente no lo recuerdo.

A un lado veo un paquete de postales que llaman mi atención, tienen la fotografía de un cielo azul y unos globos en el y cuando volteo se lee con la letra impersonal de una impresora.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS SAKURA!

DE KABUTO YAKUSHI Y TUS AMIGOS DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN DEL SUEÑO. (CIS)

Veo la tarjeta con el ceño fruncido, tomo la siguiente y dice exactamente lo mismo, también las otras seis que están en el paquete. Seis cartas, seis años de cumpleaños, sin embargo, no tengo la menos idea de quien es Kabuto Yakushi o el CIS. Memorizó el nombre de Kabuto para preguntarle a mi padre más tarde al respecto, meto todo nuevamente a la caja. Y cuando vuelvo a mis planes de desempacar mi celular empieza a vibrar dentro de mi sudadera.

― Pensé que habías muerto.― Dice Ino, o mejor dicho grita apenas contesto el celular.― ¿Estabas demasiado ocupada desempacando tus diez sudaderos y tus converse como para contestar mis mensajes de texto?.― Ruedo los ojos aunque no este ahí para mirarme.

― Al parecer me extrañas mucho.― Digo molestándola.

― ¡No!.― Niega de inmediato.― Solo quiero saber como esta Jack.― Ino fue mi primera amiga en la ciudad, al mudarme cuando deje Konoha, hace ya siete años mas o menos. Desde entonces y hasta ahora hablamos sido inseparables. Tenemos ese tipo de amistad que la gente no entiende, somos confidentes, casi hermanas y sabemos todo el uno de la otra, mucha gente no lo entiende, y bueno, lo preferimos así.

― Yo también te extrañe.― Digo recostándome en la cama.

― ¿Que pasa?.― Pregunta Ino con un tono de seriedad. No puedo ocultarle nada y sabe que no me siento bien.

― Bueno, es extraño aquí.― Digo mirando al techo sin querer darle demasiado importancia.― Deberías ver esta casa, es un museo, tiene tantas cosas.

― Pero tu amas los museos.― Dice queriendo contentarme y es cierto amo los museos, estuve en uno con Sasuke... es solo que.

― Los museos son para visitar, no para vivir.― Digo con pesadumbre.― Simplemente no se siente como un hogar, es una casa bonita, pero no un hogar.

― Pronto lo sera.― Asegura mi amiga.― Es solo que estas cansada del viaje.

― De hecho me dormi todo el viaje.― Digo y la escucho carcajear.― Le cuento acerca de la noche en el museo junto a Sasuke, como bailamos y corrimos y bueno, nos besamos― De repente mi humor parece mejorar y es así por que se trata de Sasuke.

― Se que es una locura que siga pensando así en el. ― Agrego cuando escucho a Ino suspirar.

― Es momento de que tengas un nuevo comienzo.― Dice Ino.― Tal ves seria bueno que empezaras a salir con un chico, ya sabes, con el que puedas estar.

― Cuando estoy con Sasuke...― Empiezo pero no me deja continuar.

― Sabes a lo que me refiero. Alguien a quien puedas tener Sakura. Alguien con quien puedas salir, alguien que sea real...― Dice y aquello suena demasiado duro para mi.

Y cierro los ojos ante sus palabras. Real, la palabra se queda flotando entre las dos, sacudo mi cabeza avergonzada, se que Ino tiene razón. No importa como me sienta con Sasuke, por que existe un gran problema. La noche en el museo con Sasuke fue solo un sueño. Cada día y noche con Sasuke son solo un sueño.

Sasuke es perfecto, es el chico de mis sueños.

Pero Sasuke realmente no existe.


¿Que les ha parecido? Les dejo un cortísimo primer capítulo esperando llegar a sus corazones y bueno asegurando que esta actualizando entre unos dos días, y que los demás capítulos serán más largos, he tenido que abarcar el contenido de varios capítulos del libro en uno solo y este lo he querido dejar hasta aquí, para sembrarle incertidumbre, sean amorosas y me dejan un review. ¿si?