Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque después de casi dos años en el sitio, cansa xD
Claim: Edward/Seth —sep, slash :3
Advertencias: Vitamina C.
Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.
Amigos
(32# Húmedo)
Edward.
.
Cada vez que le miraba (y le tocaba y saboreaba), Seth le recordaba a lo húmedo. Aunque claro, aquello resultaba demasiado contradictorio, siendo que la temperatura del metamorfo era demasiado elevada como para permitir aquello.
Pero aún así, lo hacía.
Seth era húmedo cada vez que le sonreía con aquella amabilidad que tanto le caracterizaba, era húmedo cuando le abrazaba fraternalmente y le hablaba como si no fueran dos seres mitológicos que debían odiarse mutuamente. Lo era cuando reía de sus chistes o cuando soltaba uno, lo era cuando le felicitaba por los deliciosos bollos de canela que él le cocinaba. Lo era en todo momento.
Pero no sabía por qué.
Y lo sigue siendo en aquel momento, cuando se acerca a él con una exacta combinación entre segurdad y duda, con un paso que él no puede definir si es vacilante o convincente (y sus pensamientos lo evidencian también, ¿sí o no, rápido o lento, voy o espero? Edward sonríe ante aquello). Es húmedo también cuando se planta allí, a sólo un metro de donde se encuentra él, como si hubiese cambiado de idea, pero diciéndole con sus pensamientos que es su turno de acercarse, sonriéndole cálidamente (aunque sus pensamientos guardan cierta timidez que sabe luego se desvanecerá de a poco).
Es húmedo, por supuesto, cuando Edward acorta la distancia y le roba el primer beso, cuando siente que la saliva y el veneno se mezclan. Es húmedo cuando Seth responde, tomando confianza, despertando sus manos, que se dirigen a la nuca de él, para profundizar en busca de más, para explorar a fondo y saborear, saborear siempre. Y también es húmedo cuando nota que vacila con cada caricia que da, por temor a ser descubierto o por temor a que aquello acabara con la amistad, no está seguro, pero no importa, porque él siempre se encarga de asegurarle con otro beso que podían continuar. No es que la cabeza les diera para fernar en aquellos momentos, tampoco.
Seth es húmedo cuando suda bajo suyo. Y a veces, a Edward le gusta detenerse para ver las pequeñas gotas resbalar por su piel cobre, o besar y besar como si no hubiese otra cosa por hacer. Seth es húmedo cuando jadea contra su oído, esos gemidos que le suenan a humedad, esos que le obligan a morder el lóbulo del vampiro si no quiere gritar demasiado fuerte.
Seth es húmedo cuando le mira con remordimiento luego, cuando suspira, largo y profundo, y su mente es un auténtico torbellino. Un suspiro que suena a mojado, porque Seth es húmedo y ya. Y luego es húmedo también cuando Edward le mira dudoso y él le sonríe, para decirle que todo está bien, que sigue queriéndolo y que nada cambiará.
Seth es húmedo, porque cada vez que se encuentran por allí en el bosque llueve, y él se ve demasiado bien bajo la lluvia. También es húmedo porque, para Edward, los intensos latidos del corazón del metamorfo suenan húmedos, suenan a sangre siendo impulsada, suenan como un río y lo hacen rápido (y entonces él se concentra en aquello, toca el pecho cálido de su compañero y siente los latidos contra la palma helada de su mano, y sonríe, vuelve a sonreír).
Seth, para Edward, es húmedo, aunque no sabe por qué. Pero tampoco le importa, no mientras lo sienta cerca y le pueda asegurar que a pesar de todo, seguirán siendo amigos, sonriendo, riendo y bromeando el uno con el otro, sin importar que deban odiarse por pura tradición.
&.
