Hola a todos!!!! Sé que los que ya hayan leído este fic se estarán preguntando: qué hace aquí esta loca?? Bueno, la cosa es simple. Estaba revisando esto, a ver si por casualidad me visitaba la inspiración y conseguía escribir el último capítulo, y me he dado cuenta de que tenía bastantes faltas ortográficas, estaba todo junto en algunas partes... En resumen, que esto estaba más desordenao que mi cuarto. Así que me he dicho, por qué no lo subo otra vez?? Y así gano más fans (espero xD) y le refresco la memoria a los que ya lo leyeron. Y aquí me teneis, tan loca como siempre, aunque intentando controlarme u.u'.

Ahora, para los que no me conozcan ni hayan leído esto... En serio quereis saber algo de mi??? Bueno, si insistís... Soy Española, Gaditana concretamente... Tengo 15 años... Este fue el primer fic que empecé a publicar aquí... Y poco más, para eso está el apartado de la biografía :P

Ahora unas pequeñas promesas:

1. Responderé todos y cada uno de los reviews.
2. No me tardaré en actualizar (algo bastante fácil, dado que ya está todo escrito menos el último capítulo xDDD).
3. Corregiré todos los fallos que haya encontrado anteriormente.
4. No cambiaré ni un solo dato relevante para lo que es la trama.

Yo creo que con eso basta xDDD

Bien, antes de despedirme... Creo que debería poner algo más.

Disclaimer:

1.- Todos los personajes que reconozcáis no me pertenecen. Como ya sabreis, son propiedad de la gran Rowling ù.ú Algunas nacen con suerte.
2.- La protagonista, entiendase Amy, sí que me pertenece, así como los miembros de su familia.
3.- La historia tambien me pertenece. Algo de mérito debía tener, no??

Y ahora, gracias a todos lo que me hayan dejado algún review anteriormente!!!




A Mish, por todos los reviews que me mandó, el par de dibus que muy amablemente me hizo y todo el apoyo que me ha brindado en cada uno de mis nuevos fics.

Y a Salo, que aunque no me deje review la muy joia, sé que anda por ahí leyendo esto.

UNA EXPERIENCIA REALMENTE MÁGICA.

Introducción.

¿Alguno de ustedes cree en la magia? Yo nunca había creído hasta este verano. Pensaréis que estoy loca, pero es cierto, la magia existe. Ya sé que cuesta creerlo. A mí tambien me costó, y eso que lo estaba presenciando con mis propios ojos. Pero bueno, ahora sí creo en ella. Será mejor que os lo cuente todo desde el principio. Antes que nada debería presentarme. Mi nombre es Amy y tengo 14 años.


Capítulo 1.

Todo comenzó el 24 de Julio, un día antes de mi cumpleaños. Ese día debían venir mis primas a la nueva casa. Hacía menos de un mes que nos habíamos mudado a Surrey por cuestiones del trabajo de mi padre. Por esa razón aún no había hecho amigos allí. Así que ellas eran los únicas invitadas a lo que mis padres se empeñaban en llamar fiesta , que no era más que una empalagosa tarta de crema, unos cuantos globos de colores sueltos por la casa y una larga tarde aguantando los comentarios despectivos de mis primas gemelas. Ellas siempre me habían odiado por no compartir la misma idea sobre lo que es divertido. A mi me gustaba escuchar música cañera, ver pelis de terror, salir con mis amigas a dar una vuelta, leer libros, jugar a la playstation, internet... Mientras que ellas preferían hablar de chicos, pintarse las uñas, comprar ropa, leer revistas de moda... Resumiendo, lo que ellas llamaban cosas de chicas cuando en realidad son cosas de pijas .

Eran aproximadamente las 6 de la tarde cuando sonó el timbre. Bajé las escaleras corriendo y abrí la puerta. - ¡Felicidades cariño!- saludó mi tía Brígida con su chillona voz- Bonita entrada, con esas plantas de allí y ese pequeño foco de luz... Bueno, estoy impaciente por ver el resto de la casa. ¿Dónde están tus padres?

- Están en la cocina, tita- contesté forzando una sonrisa.

La odiaba, era tan terriblemente cariñosa que me entraban ganas de vomitar.

- Bien, aquí tienes tu regalo- me dijo entregándome un paquete envuelto con un papel rosa lleno de flores, igual de cursi que ella y sus hijas, y me dió dos exagerados besos que casi me absorvieron la piel de las mejillas. En ese momento aparecieron mis padres y se pusieron a hablar con mi tía.

- Hola Amy- saludó mi prima Mandy de la forma más repelente posible. Mandy era la más manipuladora de las dos. Linda siempre hacía lo que ella le dijera y casi nunca se atrevía a hablar.

- Hola Mandy, cuánto tiempo sin verte- contesté mordiéndome la lengua para no decirle un par de verdades.

- Veo que aún no te has dado cuenta de que tu ropa ya no se lleva- dijo mirando mis vaqueros desgastados y mi camisa azul sin mangas con un tribal blanco.

Claro, como ella era la reina de la moda...

- Me importa una mierda lo que pienses de mi ropa. Además, prefiero llevar esto antes que ponerme tu vestido. Por cierto, ¿lo compraste en una tienda de antiguedades? Porque parece del siglo pasado.

Mandy se puso tan furiosa que no supo contestarme. Ella y su hermana se fueron a hacerle la pelota a mis padres. No vomité allí mismo por no tener que limpiar el suelo. Aunque pensandolo mejor no era tan mala idea, podría haberlo limpiado con la cara de Mandy. Me saqué esa idea de la cabeza y cerré la puerta. Me dirigí al salón después de dejar el paquete en mi habitación.

Mis padres guiaban a mi tía para que viera toda la casa. Mis primas estaban sentadas en un sofá criticándome como siempre hacían: que si vaya ropa que llevo, que si vaya peinado, que si nunca me pongo maquillaje... Harta de todo, cogí mi discman y el Cd de Evanescence y me senté en el otro sofá a escucharlo tranquilamente.Tras hacer un tour por toda la casa, mis padres y mi tía dijeron que ya era hora de cenar.

Nos dirigimos a la cocina. Yo no tuve más remedio que sentarme al lado de mis primas. Por suerte, delante de mis padres no se atrevían a decirme nada. Esa cena me pareció interminable. Mi tía no paró de contar historias de cuando ella y mi madre eran pequeñas, las mismas historias que contaba en todas las reuniones familiares, y de hacer comentarios sobre lo estupenda que le parecía nuestra casa. Para colmo la comida estaba asquerosa. La sopa no sabía a nada, el pescado estaba poco hecho, el puré estaba demasiado espeso... Lo único bueno fue el postre, que por poco me lo pierdo al haberme quedado dormida encima del mantel. Menos mal que allí estaba mi querida prima Mandy que fue tan amable de despertarme tirándome la cocacola encima.

Y por fín se marchó mi tía. Ella no se quedaba a dormir en casa, se hospedaría en un hotel cercano.

- Bueno chicas, es hora de dormir- dijo mi padre.

Si hubiese sido otro día cualquiera, yo me habría pasado un buen rato discutiendo con él por mandarme a la cama tan temprano en vacaciones, pero esta vez me alegré. Corrí escaleras arriba y entré en mi habitación. Me puse rápidamente el pijama y me metí en la cama, no sin antes quitarme los anillos (acostumbro a llevar muchos). Al instante llegaron Mandy y Linda. Por desgracia dormirían en mi habitación.

- Vaya prisa por dormir, ¿no?

- Pues sí Mandy, resulta que tengo sueño.

Mandy me miró con odio antes de hacerle una señal a Linda para que le pasara su pijama, rosa para variar. Terminaron de ponerse los pijamas, cerraron la puerta de la habitación y se metieron en la cama de invitados.

- Malditas niñas mimadas de mierda. ¿Se creen que pueden hacer lo que les dé la gana en MI habitación? Son MIS cosas, no SUS cosas- pensé malhumorada.

Bajé de la cama de un salto (duermo en una cama bastante alta) y abrí la puerta bruscamente.

- ¿Qué haces?- casi chilló Mandy.

- Abrir la puerta, ¿no lo ves? Puede que necesites gafas.

- ¡Claro que lo veo! ¿Por qué la abres?

- Nunca duermo con la puerta cerrada- mentí.

En realidad lo había hecho porque me jodía que la cerraran sin pedirme permiso. Me subí a la cama con expresión de triunfo y me dormí enseguida.




La Peye Malfoy