Despues de un año y algo vuelvo a publicar algo. Primero que nada pido disculpas por haber dejado a medias dos de mis historias, pero entre cosas de la vida y sin insipiracion no podia escribir nada.
Esta sera otra pequeña historia entre los personajes mas hermosos de todos los tiempos. Espero que les gustes, tratare de publicarlos semanal// dejen sus comentarios para ayudarme a corregir y para poder seguir teniendo las ganas de publicar mas y mas.
Queda de mas, volver a recordar que no soy dueña de Sailor Moon, solo tomo prestado sus increibles personajes para mis historias locas sin fines de lucro.
Disfruten...
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Un pequeño pueblo, sus casas y sus habitantes, rutina y los mismos rostros… Nunca ocurría nada nuevo, todos los días se repetían… los chismes de ultimo momento eran lo único que hacia la diferencia. Tal como dicen "pueblo chico, infierno grande", Ja! Si lo sabré yo.
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Me prometí unas vacaciones lejos de este pueblo que caía de aburrimiento, era un lugar demasiado tranquilo y de los 21 años que llevo viviendo aquí, nunca pero nunca me ha pasado nada "fuera de lo ordinario", mucho menos inolvidable.
Desde que había comenzado el semestre en enero, busque un trabajo de tiempo medio. No me fue tan difícil encontrarlo, mi amigo Andrew, a quien lo conozco hace años y lo quiero como un hermano; tiene una cafetería y cuando le conté de mis planes no dudo en ayudarme. La paga no era mucho, pero las propinas lo remediaban, obviamente una buena propina por un buen servicio; no se me hacia difícil sonreír pero las músculos de mi rostro dolían a la hora de salir.
El verano se hizo presente; la marcha hacia la costa estaba en su cuenta regresiva, solo dos días más.
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El despertador suena a las 4:30 de la mañana y sin chistar como lo hacia años atrás, me levanto de mi cama y salto a la regadera. Quince minutos mas tardes estoy casi lista, solo me falta un toque de brillo labial; un poco de rubor; rimel; tomo mis llaves y salgo. El reloj marca las cinco en punto y yo ya he puesto el café a preparar. Los primeros clientes de las mañana, siempre fieles a la hora de llegar, toman la misma mesa donde ya sus tazas de café los están esperando.
La mañana era tranquila, entre cliente y cliente le contaba a Andrew lo que tenia pensado hacer cuando llegara a la playa, que lugares visitaría primero, en fin el plan de escape hacia la aventura, solo que sin darme cuenta la aventura comenzó es mismo día.
En la hora del almuerzo usualmente esta muerto, la mayoría de las habitantes almuerzan en sus casas. Si la campanita de la puerta suena, es por que alguien que no es de aquí hacia su parada, así que en esas horas libres Andrew me ayuda con el material de la universidad.
Entre páginas y risas el sonido de aquella campanita sonó, con curiosidad Andrew y yo chocamos nuestras miradas, para que luego, en cámara lenta llevara mí vista hacia el hombre que se encontraba de pie esperando que lo atendieran.
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"Tiempo y fuera, vamos a trabajar" Dijo con una sonrisa mi querido amigo…
"Seguro no es de aquí" Le comente en voz baja
"seguramente, pero ve ya" Dijo el entre risas y me empujaba para levantarme.
Me di la vuelta y dirigí mis pasos hacia el, de momento no sabia por donde empezar a estudiarlo. Era un hombre alto, hombros anchos y exquisitos, tez un poco bronceada por el sol de verano y su postura dictaba elegancia y poder. Sus cabellos; reflejo de la noche, caían delicadamente sobre su aquellos lentes que cubrían sus ojos. Su camisa blanca solo dejaba a la imaginación el cuerpo que escondía en ella. Ya estando mas cerca; no lo suficiente para ver claramente sus facciones; su aroma se apodera de mis deseos, logrando que cerrara mis ojos mientras lo introducía hasta el último rincón de mis pulmones. Llevaba pantalones negros y unos zapatos casuales que combinaban con su vestimenta. Ya a solo pasos su altura cubre la luz del sol, dejándome en la sombra de su cuerpo.
No pude evitarlo, mis ojos se fijaron en sus labios, no se si el se dio cuenta de mi acción, en ese momento ni lo pensé o no me importo. Solo se que mis labios querían probar de ellos, sentir su suavidad, sentí sed por ellos, desee que se volvieran mi cárcel, que solo se apoderaran de mi. Pero que tuve que dejar mis deseos para algún otro tiempo y volver a la realidad.
"Buenas tardes" Me pregunto sin tanta emocion
"Buenas tardes, como le va?".. Lo salude, trate de no quebrantar mi voz.
"Bien gracias, y a UD?"
"Muy bien gracias, sígame por aquí" Le dije mientras lo llevaba a una mesa cerca del mostrador principal para poder tener una buena vista mas tarde. Podía sentir sus pasos pisando los míos, de momento percibí como si estuviera siendo observaba de pies a cabeza, pero tal vez era solo mi nerviosismo, o lo intimidada que me sentía por este extraño. Siempre era al revés, era yo quien intimidaba a los hombres, pero los papeles se cambiaron.
"Que desea de tomar?" Le pregunto mientras le doy el menú.
"Un café negro sin azúcar" Respondió serio mientras empezaba a ojear el menú.
"Ahora se lo traigo" Sin una palabra mas y sin una palabra menos me alejo de el.
Mientras buscaba la taza y el plato observaba a ese misterioso pero sexy hombre que aun no se quitaba aquellos lentes, me preguntaba por que ocultaba sus ojos detrás de ellos … tal vez era buscado por alguien y no quería ser reconocido, o simplemente tenia sus ojos sensibles. Eso si, parecia tener un caracter medio secote, algo que detesto. Siempre terminaba decepcioanda cuando un hombre guapo termina siendo arrogante creyendose ser la ultima maravilla, eso es un turn off en mayusculas.
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Estoy sirviendo el café y cuando subo mi mirada, veo que el con su mano derecha se quita los lentes, sigue aun con sus ojos cerrados con fuerza, y cuando los abre el cielo se cae. El color azul de sus ojos como el zafiro, se clavaron con los míos. En ese momento entendí por que no se los quitaba, su mirada era un hechizo misterioso, la forma en que me observaba parecía estar queriendo cazar, y la presa era yo. Los segundos pasaban, pero se transformaban en horas, el no quitaba la vista, sentía como si el estuviera en control de mis movimientos ya no podía mas, saque fuerzas de mi ultimo aliento y cerré mis ojos. Respiro profundo una vez más y le llevo su café.
"Aquí tiene su café, ya decidió que va a almorzar?" Pregunto como si lo de un momento atrás no fue nada…
"Eso es lo que estaba observando hace unos segundos atrás" Cuando termino de decir esas palabras el corazón se me salía por la boca y mi pulso aceleraba. Este hombre, a quien no conozco ni el nombre, empezaba a jugar con fuego y me estaba comenzando a quemar.
"Como dijo?" Pregunto inocentemente como si no lo hubiera escuchado. Cuando bajo mi mirada hacia el observo que una sonrisa se dibuja en sus labios, pero una sonrisa traviesa y sexy para luego decir
"Solo un sándwich de jamón y queso, por favor" Contesto mientras me pasaba el menú.
"¿Caliente o frió?" Pregunte
Giro su rostro, su mirada recorrió desde la punta de mis pies hasta mis labios donde pauso y los observo detenidamente mientras humedecía los de el, continua y chocamos nuestras miradas y responde
"Lo quiero caliente por favor" Ese hombre… si no estaba equivocada diría que se dio cuenta que me gusta y se aprovecha de la situación. Pero si me hace esa clase de comentarios, hay una posibilidad que le guste también y el solo hecho de pensarlo hace que mi sangre hierva. Le sonrió y agrego
"Seguro" Mientras me doy la vuelto siento que aquellas manos fuertes se apoderan de mis muñecas, una corriente de calor y electricidad me sacude hasta los mas profundo de deseos.
"Disculpe, donde se encuentra el baño" Le escucho decir mientras nuestras manos se sueltan en movimientos lentos recorriendo cada y una de nuestras líneas borrándolas con el fuego del deseo.
"Al fondo, segunda puerta a la izquierda" Le señalo mientras desvio mi mirada al corredor.
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El estaba comiendo su sándwich mientras yo no podía quitar mi vista de el. Este hombre al que no volveré a ver después de que pague la cuenta había despertado en mí la llama del deseo y la pasión. Envidia tuve de aquella taza de café, deseaba ser yo quien pudiera sentir sus tibios y tentadores labios y que mi piel se deslice entre sus manos.
"Serena, ¿por que mejor no te sientas frente de el para verlo mejor?" Dijo la voz de Andrew que me hacia despertar del sueño de aquellos ojos azules.
"De que me hablas Andrew? Solo estoy atenta por si necesita algo" Mentí estúpidamente.
"Vamos Serena, te conozco mejor que tu misma, ¿te gusta verdad?" Pregunto en voz baja el mientras limpiaba el mostrador.
"¿Que? ¿Tanto se me nota?" Pregunto media sorprendida
"Noooo, ¿como crees?" Respondió mientras se tocaba con una mano la frente….
"Bueno… si, si me gusta, mejor dicho me encanta" Respondí desesperada mientras estrujaba un monton de servilletas, tal vez demasiado alto, por que llame la atención de aquel extraño que ahora tenia su vista fijada en mi una vez mas. No sabia donde meterme o que decir, me puse de todos colores, pero casi pierdo mi respiración al ver su rostro donde se dibujaba una mueca de satisfacción y deseos pasionales. Vuelve a bajar su rostro para continuar escribiendo, mientras yo aun seguía muda.
"Bueno, creo que mejor me voy a preparar el menú para la cena" Dijo entre risas Andrew
"Esta me la vas a pagar" Logro decir mientras vuelvo en si, dejo que mi cuerpo se mueva por si solo, y el ya no estaba.
Me dirijo hacia la donde el estaba sentado, el no había pedido la cuenta pero el dinero que descansaba sobre la mesa cubría mas de lo que el había gastado. No entendía el por que se marcho así por que si, pero ¿por que no? Pago su cuenta, mas de lo que debía y se marcho, pero yo hubiera querido algo mas, tal vez un "adiós", o un "nos vemos pronto", pero esto no ocurrió. Bajo mi mirada con decepción pero mis ojos ven el rojo de la pasión. En la silla que el estaba sentado, descansaba una hermosa rosa roja, la tomo con cuidado, la atesoro con mis dos manos y me dejo llenar por su esencia mientras me ciego de lo que me rodea. Abro mis ojos y sobre el mantel su nota dejo…
"Esta rosa no se compara con tu belleza, ni sus pétalos se igualan a tu piel sedosa…
Tu mirada se impregno en mi pero tu aroma se apodero de mi piel, ahora siento que el deseo me quema, solo deja saciar esta sed con tus labios. No hoy, tal vez tampoco mañana, o tal vez nunca...pero antes que la luna cambie… nuestra piel arderán bajo el manto del deseo y si llegara ese dia, prometo robar todo de ti"
D. C.
Continura...
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Gracias por tomarse el tiempo y leer esta historia.... agradecidos los reviews...
Un gran abrazo.
