Igual que Voldemort, estoy regresando... jejeje poco a poco, esta vez con una historia totalmente diferente, algo extraña pero totalmente dramatica y romantica, se basa principalmente después de la guerra en el ultimo año de Harry y de ahí es donde parto. Aviso de una vez que no esta totalmente apegada en los cannons pero tampoco es tan diferente y es un universo alternativo...

quiero tambien hacer una dedicatoria especial para el Foro Chocolate y Menta, el cual, lo admito, lo tengo abandonado, pero tuve una temporada, horrible emocionalmente y personalmente y solo hasta ahora voy recuperando la normalidad. Pronto estare dandome una vuelta por el foro.

Aclaro, los personajes de Harry no me pertenecen, solo realizo un fanfic.

Lo que está en cursiva es un flashback.

Lo que está en cursiva y negritas son cartas o mensajes.

After All.

Capítulo 1

Se miraban frente a frente, él llevaba en su mano a una mujer de cabellos rubios, alta y vestida elegantemente; ella llevaba en la suya a un hombre de cabellos castaños, de su altura y con una túnica verde. El silencio que provocaba aquel encuentro denotaba sin duda que si bien no era un encuentro sorpresivo resultaba ser sumamente incomodo para una pareja en particular.

–Ginny Weasley – la mujer rubia soltó a su chico y dio un paso al frente, miró a la pelirroja con una media sonrisa y estiro su mano –cuanto tiempo sin verte–

–Desde Hogwarts, creo – la pelirroja totalmente confundida soltó a su pareja y saludo, su rostro enfocaba al acompañante de la rubia que se veía totalmente incomodo –aunque me tocó cubrir la nota de la boda de tu hermana, Astoria – le dijo.

–Una boda espectacular – sonrió –Draco Malfoy no pudo obtener mejor partido que mi pequeña hermana –

–Eso dicen – respondió.

–Es curioso – dijo de pronto Daphne Greengrass –como el destino llega a ser sumamente caprichoso, ¿no es así amor? – la rubia estiro su mano hacia su acompañante, éste miraba absorto el asunto y no se percato que la intención de su chica era únicamente la de mostrar el anillo de diamantes en su mano, Ginny, si se dio cuenta de eso y desvió la mirada con incomodidad.

–Daphne, no creo que… – el chico de cabellos negros miro con insistencia a su chica y dio un paso al frente con nerviosismo.

–Harry Potter – dijo de pronto el acompañante de Ginny imitando al chico –tu nombre es tan legendario que sería absurdo no reconocerte en persona – estiró su brazo en forma de saludo.

–Supongo – contestó con frialdad y tomó la mano del chico para estrecharla –ahora, creo es que tiempo de marcharnos Daphne – apretó con cautela el hombro de la rubia.

–Pero Harry, amor – dijo en tono meloso –no quiero dejar una mala impresión ante los "viejos" amigos, ¿no se conocían Ginny y tú? – su voz sonaba maliciosa y Harry está vez pudo percatarse de las intenciones de Daphne.

–Daphne, ¿no estarás siendo…? – decía pero la suave voz de Ginny disfrazada con un tono frío y severo interrumpió al morocho.

–Hola Potter – dijo, pudo ver a Harry mirarla tan intensamente que decidió desviar su mirada.

–Weasley – contestó con la misma frialdad –y disculpa mi descortesía, ¿te llamas? – su mirada de inmediato enfocaba al acompañante de Ginny.

–Robert Morgan – sonrió.

–Bueno, entonces… – dijo Harry con extrema severidad –es un gusto saludarlos – se alejó de ahí dejando incluso sola a Daphne, quien de inmediato se despidió y alcanzó a Harry.

Mientras caminaban, Harry giro levemente su rostro para ver como Ginny aún le observaba con detenimiento, ambos iban en caminos totalmente opuestos pero no podían evitar mirarse con incredulidad, nerviosismo, preocupación, ira, enojo, dolor, decepción, cualquiera que observase aquella escena podría percatarse que aquellos dos eran un viejo y olvidado amor, no se equivocaba.

–Fue sumamente desagradable – dijo Harry con molestia – ¿tenías que ser grosera? –

–Yo en ningún momento intente parecer grosera y tampoco pedante – le dijo con intensidad, iban entrando al que era su hogar –solo fui cortés –

– ¿Llamas a eso cortesía? – dijo deshaciéndose de su abrigo y colgándolo en un armario cerca de la entrada.

–Saludar a las personas que anteriormente conociste es cortesía – le dio un empujón y colgó su abrigo –en cambio tú… –

– ¿Yo qué? – le miro con intensidad, la rubia dio un paso hacia atrás y luego recuperó la compostura.

–Si me has asegurado infinidad de veces que ella es historia para ti – le señaló – ¿por qué te has puesto así? –

– ¿Así cómo? – le miro confundido.

– ¿No te observas? – Le gritó –llegas molesto, no me dirigiste la palabra hasta que llegamos a la casa, es como sí el ver a esa mujer te hubiera removido todo dentro de ti –

–Cuando me casé contigo – comenzó a subir las escaleras –prometí que haría todo por dejar atrás mi pasado y ser feliz con mi nuevo presente; eso hago y ahora tú te pones a reclamarme –

–Yo no estoy reclamando nada – lo detuvo antes de que subiera –simplemente entiende, sé que esa pelirroja fue muy importante en tu vida, ¿crees que no sé con quién lidiaba cuando me case contigo? –

–Y entonces ponerte a saludar cual amigos de siempre, ¿es prudente si sabias con quien lidiabas? – bufó molesto y se soltó del agarre de su esposa.

– ¿Qué querías que hiciera? – le dijo irritada.

–Con solo decir hola y hasta luego hubiera bastado – le gritó, comenzó a subir, estaba realmente molesto –no tener que hacer un lío de aquellos y todavía ponerte a socializar –

–Ahora lo entiendo – dijo con molestia –sigues amando a esa estúpida pelirroja –

–Daphne – Harry se detuvo, quizás estaba siendo demasiado imprudente –no es eso –

–No lo entiendes – le grito esta vez con rabia –eres mío ahora Potter, es normal que una quiera defender lo suyo ante alguien, que aunque lo niegues, sigue siendo parte de ti, quizás del pasado, pero a fin de cuentas, parte de ti – soltó una traicionera lágrima y se fue de ahí, Harry subió las escaleras, entro al baño y solo pudo escucharse el golpe de la puerta cerrándose con fuerza.

Su rostro reflejaba una ira incontenible, desde su quinto grado que no había visto aquel rostro repleto de furia y de coraje, estaba totalmente encolerizado, no con Daphne, ella no tenía la culpa, estaba encolerizado con él mismo por ser tan imbécil, ¿cómo habían podido 5 miserables minutos derrumbar todo lo que había logrado en siete años?, golpeó el espejo con su puño y lo hizo trisas, su esposa ni siquiera se digno a gritar que era lo que había sucedido, después de todo estaba igualmente furiosa y le daba la razón.

–Maldita sea – dijo mirando como su mano comenzaba a sangrar tras el golpe.

-o-o-

Ginny caminaba a zancadas por el sendero que conducía a la Madriguera, su rostro iba rojo de su intento por contener el llanto, al llegar a su casa pudo ver a Hermione adornar con efusividad algunas guirnaldas en el viejo roble de la Madriguera, a lo lejos Ron hacía lo suyo con los gnomos del jardín.

– ¡Has llegado temprano! – Hermione miro a Ginny azotar la puerta de entrada a la Madriguera – ¿mala tarde? –

Ginny no le respondió, se paso de largo y cuando Ron se le acercó para saludar, no pudo evitar darle un empujón para apartarlo de su camino, dentro de la casa había sucedido lo mismo con su hermano George y cuando su madre preguntó qué era lo que sucedía obtuvo un "no te metas en mi vida" con tal tono que la mujer optó por abrir la boca sorprendida; hasta la mascota de la familia, el gato de Hermione, había recibido una patada por querer juguetear con la pelirroja como de costumbre.

–Porque no abre está maldita puerta – dijo golpeando e intentando abrir la puerta de su habitación, está parecía no ceder.

–Quizás si recuerdas que una puerta se abre girando la perilla, podrás entrar – una voz hizo a la pelirroja girarse y ver a Hermione desde el umbral en las escaleras.

–No quiero sermones Granger – dijo furiosa girando la perilla –así que más vale que te vayas alejando de mí –

Ginny entró en su cuarto y se dejo caer en su cama, estaba por lanzar un hechizo hacia la puerta de su habitación cuando Hermione Granger se adentraba y hacía los honores. La pelirroja tomó su almohada y se la puso en el rostro con tal de evitar a la castaña que se sentaba al pie de la cama.

– ¿Ha sucedido algo malo con Robert? – Preguntó inquieta – ¿Dean se te ha acercado otra vez? – ahora su voz se tornó preocupada.

–Hermione por favor… – su voz ya no era intensa, ni grosera, era más bien dolida y con llanto contenido.

– ¿Qué sucede Gin? – Preguntó de nueva cuenta –has dejado a toda la familia muy desconcertada, tú nunca eres así –

–Siempre hay tiempo para hacerlo – le dijo.

–Sí, lo sé, pero no hoy que es la fiesta de compromiso de George y Angelina – le miraba con intensidad –hasta tu misma lo debes de saber –

–La fiesta se puede ir al carajo – gritó –yo solo quiero estar sola y por favor, te pido que me dejes en paz –

–Siempre he admirado tu capacidad para afrontar los problemas con frialdad y sin tanto sufrir – le dijo con nostalgia –sea lo que sea que te haya lastimado, ¿vas a dejar que te afecte tanto? –

– ¿Por qué siempre esperan tanto de mí? – Al fin mostró su rostro, bañado totalmente en lágrimas – ¡porqué todos siempre quieren que sea fuerte! – gritó.

–Entonces grita – Hermione le miro con firmeza –grita, llora, patalea, hechízame, golpéame, párate y destruye tu habitación, pero no vengas a decir que todos esperan que seas la fuerte de la familia, no te confundas Ginny, nadie ha dicho que eres fuerte, solo he dicho que regularmente siempre afrontas los problemas con determinación, ¿qué es diferente hoy? –

–No lo entenderías… – dijo

–Pruébame – dijo –quizás mi matrimonio con Ronald me haya hecho trastabillar un poco con mis habilidades, pero siempre seguiré siendo la sabelotodo Granger – Ginny rió un poco.

–Hoy me he topado frente a frente con mi realidad – admitió desviando su mirada.

–Ya veo – dijo meneando la cabeza –pero bueno Ginny, ¿qué esperabas?, nunca se puede evitar no ver a alguien alguna vez en la vida –

–Pero yo no estaba…no estoy preparada – gritó –no aún… –

–Entiendes que ahora él es un nombre casado y tú próximamente te casarás con Robert –

–Lo entiendo perfectamente Herms – dijo incorporándose

– ¿Entonces por qué te afecta tanto? – Dijo –tanto tú como Harry decidieron que su camino era no estar juntos, según sé ambos lo decidieron así y cada quien tomó su propio camino, ¿no es así? –

–Tú no lo entiendes – dijo mirando hacia la ventana.

–No sé que haya que entender – lo obligo a mirarla – son dos adultos después de todo ¿no? –

– ¿Cómo te sentirías si cuando finalmente crees haber olvidado todo, cinco miserables minutos bastarán para tirar por la borda todo lo que has logrado en siete años? –Nuevamente comenzó a llorar –soy una imbécil, una reverenda idiota – lanzó su almohada hacia la ventana con fuerza.

–Ginny – dijo Hermione con preocupación –no lo tomes tan mal, quizás fue solo la impresión… ambos sabían que habían tomado caminos muy separados, no hay necesidad de… –

–Para ti es fácil decirlo porque lo tuyo con Víktor fue tan solo pasajero – dijo mordaz, Hermione abrió los ojos sorprendida, pero asintió, entendía por donde iba la pelirroja

– ¿Todavía lo amas? – aquella pregunta quedo en el aire, Ginny se puso de pie y se encerró en el baño tan a prisa que Hermione apenas y pudo reaccionar.

-o-o-

En la mansión Potter las cosas no había mejorado en lo absoluto, la señora Potter había con una sencilla frase tajado toda discusión "estoy sumamente herida, Harry, me iré con mi madre y mañana que las cosas estén más tranquilas hablaremos". Ahora Harry se encontraba sumergido en su bañera, bebiendo su cuarta copa de whiskey y maldiciendo hacia el techo. Las cosas iban de mal en peor, se sentía mal y era ahora cuando parecía que ni el desaparecido Voldemort podría mortificar tanto a Harry como lo que estaba sucediendo en su vida en aquellos momentos, bebió de golpe el resto de su copa y no dudo en servirse una quinta copa de la botella que estaba cerca de la bañera.

–Pelirroja – recargó su cabeza hacia atrás en la bañera y cerró un poco los ojos.

Se miraban uno al otro con tanto recelo y rencor que de no ser porque estaban escondidos en el tocador de damas cualquiera hubiese sacado una buena nota para el Profeta. Un muchacho de cabellos negros tenía aprisionada con sus dos brazos a una chica pelirroja y aunque está intentaba zafarse, la fuerza del chico era intensa.

Eres un miserable – dijo dándole un empujón – ¿vas a arruinarle el momento a Ron y Hermione? –

Yo no voy a arruinar nada – le dijo con firmeza –simplemente quiero aclarar las cosas de una vez por todas –

Yo no tengo nada que aclarar contigo Potter – dijo despectiva e intentando zafarse –las cosas entre tú y yo han quedado muy claras desde un principio –

Acostarte con Dean Thomas es algo que sí es de mi incumbencia – un sonoro plaf hizo aflojar su agarre y ahora Ginny Weasley lo encaraba totalmente encolerizada.

No me trates como a una golfa Potter – lo empujó –eso no te lo permito –

Pero si Dean le ha estado contando a media fiesta de tus actividades nocturnas en su departamento – dijo aún sobándose la mejilla – ¿es eso cierto Ginebra? –

No cabe duda que la mejor decisión fue alejarme de ti Potter – estaba aún más cabreada que antes – ¿cómo puedes atreverte…? ¿Cómo puedes pensar que yo…? – le dio otra bofetada, Harry no hizo ningún intento por detener la mano de la chica.

Anda dime, ¿realmente era cierto cuando decías que me amabas? –

Nunca Potter, nunca pensé que tú… – dijo con decepción –yo nunca pensé que tu realmente dudarás de mi amor – se comenzó a ir.

Es que… Ginny – la detuvo bruscamente en la entrada nuevamente – ¿qué fue lo que hice para que te alejarás de mí? –

Si hago memoria antes de hoy – dijo mordaz –absolutamente nada –

¿Qué no lo entiendes pelirroja? – Le dijo acercándola hacia él –te amo como un desquiciado, eres todo en mi vida, ¿cómo crees que he sentirme cuando Dean anda diciendo tantas cosas de ti? –

Si tanto me amas – dijo más tranquila – ¿Cómo puedes creer todo lo que dicen? –

Soy un hombre herido Gin – le dijo y soltó su agarre –un hombre furioso consigo mismo por ver a la mujer que ama lejos de él –

Ambos creímos que era lo mejor – dijo triste –los dos lo decidimos –

Sí – admitió dejándose caer al suelo con derrota –pero ya no puedo soportarlo, tú eres todo en mi vida –

Lo siento Harry – dijo –no puedo amar a quien duda de mí a la menor insinuación, realmente me decepcionaste Harry –

¿Ahora me reclamas eso? – Dijo recuperando su compostura –después de que tú me has dejado botado porque creíste en esos chismes falsos de Cho –

Fue diferente – dijo de pronto –no compares… –

Tú fuiste la primera en dudar de mi amor al cuestionarme solo porque Cho dijo que nos habíamos besado antes de que fuera al bosque prohibido – dijo con enojo –y luego para colmo de colmos me reclamas haberme acostado con Katie Bell, cuando en mi vida he tenido ninguna relación con ella más que de amistad por quidditch–

Harry no… –

Yo no veo ninguna diferencia – dijo –sé que yo estoy mal por dudar de ti, pero entiende Ginny, ambos… – se puso de pie y comenzó a irse –tienes razón… no sé porque sigo intentándolo, tú y yo… – con su varita apuntó la entrada del baño y miro por última vez a Ginny –tú y yo somos historia – se fue de ahí, Ginny comenzó a llorar y se dejo caer en el suelo con derrota.

–Estúpida pelirroja – gritó con rabia y lanzó su copa hacia la pared del baño.

Salió de la bañera dando traspiés, después de todo tomarse seis copas de whiskey no eran algo para estarse tan tranquilo, el espejo aún roto lo hizo ver su rostro y aunque pareciera extraño, sus ojos estaban rojos e hinchados. ¿Cómo un hombre felizmente casado ahora se sentía el ser más miserable sobre la tierra?, miles de preguntas como esa surgían sin cesar en su mente.

Hermione Granger miraba con extrema seriedad a su amigo, estaban en un café muggle llamado "Cup of Life" cerca de Picadilly Circus, Harry Potter tomaba con rapidez un sorbo de su té cuando la castaña de inmediato puso una de sus manos sobre la de su amigo.

¿Estas completamente seguro? – Preguntó –Hace unos meses estabas usando cualquier forma para reconquistarla y hoy… –

Daphne es una mujer maravillosa, sabes – le interrumpió –a pesar de ser una Slytherin –

No lo dudo Harry – dijo con tranquilidad –pero realmente crees que aún amando a Ginny harás feliz a otra mujer –

Ella sabe perfectamente por lo que estoy pasando – decía –Herms, tú sabes, dicen que cuando realmente quieres olvidarte de algo, lo mejor es… –

Lo vuelvo a decir Harry – admitió con una sonrisa –no dudo que la decisión que estás tomando sea la correcta, pero realmente consideras que necesitas de otra persona para hacerlo, tú, aquel que lucho por siete años seguidos contra un mago que quería… –

Hay cosas que no podemos simplemente olvidar por que sí – dijo –para ti es fácil, la relación que tuviste con Viktor...fue simplemente pasajera y luego ahora eres una mujer felizmente casada – le sonrió ante la mirada sorpresiva de la castaña –por primera vez hay algo que Hermione Granger no podrá entender del todo, simplemente porque ella aprobó con un Extraordinario la materia –

Sabes que no fue así – decía.

Lo importante aquí es que dentro de un mes me voy a casar con Daphne Greengrass, sé que será una decisión que me ocasionará muchos problemas – pensaba únicamente en Ron –pero me gustaría que Ron y tú estuvieran ahí –

Claro que estaremos contigo – le sonrió –en el mejor momento de tu vida – dijo con efecto, pero Harry solo bajo la mirada.

Se colocó una toalla al ras de la cintura y salió del baño dando un portazo, estuvo caminando varios pasos por un largo pasillo hasta dar con una puerta grande, la abrió con intensidad, entró y pudo ver una lechuza mirarle con insistencia.

–Espero que no sea del Ministerio – dijo de malhumor yendo hasta donde estaba la lechuza –pero si es la caligrafía de… – miraba con nostalgia la carta

A Harry James Potter

Habitación Principal, Número 12 de Grimmauld Place.

Estimado Harry Potter, el motivo de esta carta es informarle que actualmente el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería cuenta con una vacante de profesor para la asignatura de Defensa contra las Artes Oscuras, puesto para el cual, usted ha sido el único mago capaz de cubrir todas las expectativas que el colegio necesita.

Si está de acuerdo en tomar el puesto, lo espero el día de mañana a las nueve de la mañana en el pub "Cabeza de Puerco" de la villa de Hogsmade para una breve entrevista.

Se despide sinceramente.

Profesora Minerva Mcgonagall.

Directora de Hogwarts.

Miró con tranquilidad la carta en sus manos y por primera vez en toda la tarde sonrió contento, quizás no era algo que esperaba con ansias, pero aquella oferta tan tentadora era la más adecuada para el momento en el que vivía actualmente. Quizás alejarse un poco de Daphne, de su casa, del Ministerio y aislarse en el colegio Hogwarts era una de las opciones más viables que podía decirse le ayudarían a superar aquel dolor que tanto cargaba en su corazón.

Querida:

Quisiera antes de cualquier cosa pedirte una sincera disculpa por mi comportamiento tan grosero de hace unas horas, estoy totalmente arrepentido y sabes que no me gusta enojarme contigo, aunque haya momentos en lo que tu fama de Slytherin salga a la luz.

Por otro lado, te escribo para avisarte educadamente que está noche no dormiré en Londres y me iré a la villa de Hogsmade, verás, me ha llegado una carta de la directora Mcgonagall y me han ofrecido el puesto de maestro de Defensa contra las Artes Oscuras, puesto que aceptaré esperando que está decisión me ayude a superar de una vez por todas aquel dilema que tantos problemas nos ha causado últimamente.

Te quiere

Harry Potter.

Doblando cuidadosamente aquella carta la colocó en un sobre amarillo, la llevo con cuidado hasta donde estaba "Snarkle" la nueva lechuza de la casa y le indico llevársela a su esposa.

-o-o-

A Ginebra Molly Weasley

Habitación 2, Segundo Piso, Madriguera, Ottery St. Catchpole

Estimada Ginebra Weasley, el motivo de esta carta es informarle que actualmente el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería cuenta con una vacante de profesora para la asignatura de Encantamientos, puesto para el cual, usted ha sido la única cubrir capaz de cubrir todas las expectativas que el colegio necesita.

Si está de acuerdo en tomar el puesto, lo espero el día de mañana a las diez de la mañana en el pub "Cabeza de Puerco" de la villa de Hogsmade para una breve entrevista.

Se despide sinceramente.

Profesora Minerva Mcgonagall.

Directora de Hogwarts.

Dobló cautelosamente aquella carta que había llegado hacia unos momentos, ¿ella profesora de Hogwarts?, pues si lo pensaba bien, aquella no era una mala idea, al contrario parecía ser la mejor solución para la situación emocional que vivía actualmente y es que aprovechar un aislamiento como el que aquel colegio podía ofrecer era una cosa ideal para encontrar muchas respuestas a las preguntas que desde hacía dos horas habían invadido su mente sin cesar.

Continuará...

Gracias por leer.