Hola, antes que nada, desde ya aviso, esto es Yaoi, cualquier queja, se la dicen al aire, si no te gusta, es tu problema.
Si te gusta, bienvenida/o seas, ojala disfrutes el fic y bueno, a leer ^-^
Sasuke es un Pirata renegado, que roba para su propia conveniencia y la de su desquiciada tripulación. Los demás Piratas lo aborrecen, no quieren cruzárselo por su ruta, ni siquiera mantienen conversación en el puerto secreto de los Piratas, ya que a diferencia de ellos, Sasuke roba para sí mismo, como ya dije, pero los otros piratas, por el bien de su olvidada isla, a la que nadie quiere ver.
Busca ser el más temido, de todos los tiempos, y lo es, pero solo para aquellos que roba, y no para los demás Piratas, quienes en el pasado, le temían rotundamente a su padre, pero eran otros tiempos, su padre, el capitán Uchiha, Fugaku Uchiha, sobre pasaba a cualquier Pirata, con los botines que obtenía, de cada pueblo, que saqueaba, en cada isla, del continente.
Su hijo mayor, el hermano de Sasuke hacia mucho desapareció, nadie volvió a verlo y aunque Fugaku no quería hacer, lo que hace un par de años tuvo que hacer, lo hizo y su hijo menor, quien no calificaba, según él, para sustituirlo, lo sustituyo y aquí estaba, errando con cada paso o con cada navegación, que hacia Sharingan, el viejo barco heredado.
En medio de altamar, mientras repartía codiciosamente su botín a su tripulación aliada, buscaba ser servido por sus sirvientes, lujosos platillos, como de costumbre. Lo que Sasuke no sabía era lo estaba por descubrir a boca de su segundo al mando y dos más de su confianza. Jugo (Segundo al mando), Suigetsu y Karin (La única mujer de toda la tripulación).
Las copas volvieron a chocar, volvieron a llenarse con el champagne y brindaron, cometiendo el tan típico ruido de copas al chocarse. Movió sus dos pozos negros en busca de su mano derecha, pero este no estaba. Se apartó del alvino, la peli roja, el peligro sin expresión y el peli rojo que sostenía la misma actitud, con ellos brindaba.
— ¿Y Jugo?
—No lo sé, hasta que abordamos y descorchamos la primer botella, él se encontraba con nosotros, hasta lo vi reír, como rara vez lo hace. —respondió Karin, dejo la copa medio llena sobre la simple mesa de madera, que adornaba el camarote con muebles, sillas y dos sillones de cuero.
—Seguro debe de estar haciendo su revisión, sabes cual…
—Claro que lo sé, soy el capitán del barco, mi deber es saberlo. —miro con odio al alvino ¿Acaso lo creía tonto?—Lo debió hacer después, Tsk, nunca se queda para el brindis.
—No es costumbre suya, beber mucho.
—Pero la tuya si, Gaara. —se burló Suigetsu, pero el peli negro sin expresiones, Sai, no le agrado ese comentario y tuvo una expresión en su rostro, la que decía "No molestes a Gaara o te matare".
La puerta se abrió estruendosamente, dejando ver al peli naranja, alto y de mirada fría, sostenía en su mano derecha un arma de cañón largo y mango corto, de color oro. Entre su capitán y el segundo al mando, se entendían con solo mover un solo dedo. Su mirada cambio, algo había pasado, no pediría ninguna información a su mano derecha, así que salió fuera del camarote, como alma que lleva el diablo, siguiendo a Jugo, quien lo guio hasta el fondo del barco, donde estaba el área de servicio. Abrió puerta por puerta, la de los camarotes, donde dormía la servidumbre, inclusive la que daba a la cocina y la bodega de los alimentos, todo estaba completamente vacío, no había nadie ni nada, a lo lejos miraban sus guardias, Sai y Gaara, además de Karin y Suigetsu, en quienes más confiaba, después de Jugo.
Todos los intentos por calmar a su capitán, eran inútiles, jamás estuvo tan furioso como ahora, no llegaba ni a la mitad de cómo se encontraba ahora, cuando los que eran robados por él, le negaban su merecido botín. Era más que claro, que mientras él y su por el momento aun segura tripulación, su mano derecha, las dos personas en quien más confiaba y sus fieles guardias, saqueaban la isla que dejaron atrás, Konoha, sus empleados, que el pagaba, se habían fugado, sin motivo aparente, llevándose las provisiones de casi un año.
— ¡Jamás fueron esclavos o algo parecido, malditos! ¡Pero esta vez sí, prometo que serán mis esclavos!
—Trata de bajar tus estribos, los perderás y no será bueno para nadie y menos para ti.
—Déjalo Karin, esos sujetos lo tienen merecido, y sabes que nada ni nadie escapa de Sasuke Uchiha.
— ¡Tú no te metas Suigetsu! ¡Está claro que esos bastardos se merecen ser ahora realmente esclavos de Sasuke, pero tiene que ir a buscarlos con la mente fría, idiota!
Había dado vuelta el barco, sus manos estaban firmes y temblorosas sobre el timón, por la ira que desbordaba de él, mientras su rumbo estaba fijado hacia Konoha nuevamente. Estaba seguro que estarían resguardados allí como ratas, esperando el momento justo de huir lejos de su temido capitán, en el barco viajero, que abordaba pasajeros de la isla, trasportándolos de la misma para otras, sin preguntar, sin controles algunos, transportaran, lo que transportasen consigo sus tripulantes.
Era cierto, jamás fueron sus esclavos, porque jamás tuvo motivos para hacer eso, tenía amasada una fortuna, con los saqueos cometidos por él y su tripulación, desde que tenía 15 años, hacia 10 años, ya que tenía 25. Parte de esa fortuna, hacía creer que venía de sus recientes botines, para pagar a sus sirvientes. Jamás revelo a nadie, ni siquiera a su mano derecha sobre su fortuna.
La isla era pequeña, y se encontraba oculta, detrás de una espesa bruma, que la rodeaba, muy pocos navegantes la conocían. Tenías que haber vivido allí o tener un mapa especial y lo cierto era que el capitán del Sharingan, no tenía ningún mapa, el mapa era su memoria, la memoria de haber vivido su infancia allí e ir y venir de Konoha que se encontraba en el país del fuego, hasta el país del viento, donde se encontraba un pueblo apodado arena, allí conoció a Gaara, quien era el único que sabía acerca de la infancia de Sasuke, y gracias a eso, se ganó su puesto como guardia personal, pero solo eso consiguió.
También conocía su ubicación el barco viajero, pero este pertenecía a dicha isla, por lo que el dato, jamás era develado, o antes de serlo, los dueños de la información, eran eliminados, por los súbditos del líder de la isla, Danzo Shimura.
La espera se tornaba impaciente, los 5 ex esclavos de Sasuke (Al menos ellos pensaban que lo eran, por como él los trataba, aparte de pagarles) ya que era común que el barco viajero, demorara su tocada de puerto en la isla, sabían que Sasuke iría a por ellos y no la pasarían bien, así que con mentiras, lograron ocultarse casi inútilmente en la casa de una pobre familia, que no se encontraban y solo habían dejado a su hijo, pero la verdad era que el pobre chico se vio amenazado por las "Ratas" y no tuvo de otra, no quería morir, era joven para hacerlo, además de que si moría, no deseaba morir por negarle "Refugio" a los ladrones.
Era un tanto exagerado, esos "Ladrones" no estaban armados, es más, estaban realmente asustados y es más, a ese chico no le importaba morir, era lo que más quería, raro, si, hacía mucho desistió de todo, cuando anteriormente luchaba por todo, ya que estaba solo y su familia jamás regresaría. Hacia trabajos pesados en la gran mansión del líder de la isla, Danzo y para el escuadrón apodado "Raíz" quien se suponía eran los más fuertes de la isla, y debían protegerla, pero eran unos completos inútiles y no pudieron parar el saqueo que hacía unas horas, había sido causado por Uchiha Sasuke.
El chico no sabía que todo lo que cuidaban celosamente "Los ladrones" era parte del saqueo, de hecho, eran comprados con el botín de un antiguo saqueo en otro isla, jamás adivinaría eso y no podía tampoco suponer que los piratas regresarían por él y algo más, si llegase a suponerlo y creer firmemente en eso, no tenía miedo, le daba igual todo, tanto como que le daba igual que su casa, fuera usurpada por 5 desconocidos.
—¿Por qué tiemblan tanto?—pregunto, estos los miraron, como lo hacían desde que buscaron refugio en esa casa, que se veía abandonada por dentro, pero claro, jamás pensaron que a pesar de esa apariencia, vivía alguien ahí y ese alguien era un simple crio, que salió de la nada, dormido sin enterarse del reciente saqueo.
—Deberíamos irnos Chōji.
—Es demasiado obvio este lugar, para ser encontrados, además eres muy flojo para cargar de nuevo con todo, Shikamaru.
—Deberíamos ir por Ino, era el plan desde el principio.
—De ninguna manera Lee, no interesa que tengas energías de sobra.
—Pero Chōji.
— ¡Ya dijo y dejen de hablar esas cosas, trio de idiotas!
—Kankuro, solo cálmate. —se miraron entre todos, nerviosos, y luego miraron al rubio que no entendía nada, pero prefería retirarse, aunque estuviera en su propia casa. —Lo sabía, debiste quedarte con tu capitán, Neji. —se decía así mismo el peli negro, de pelo largo.
Se encontraba al frente como de costumbre, le desagradaba volver en tan poco tiempo, al lugar saqueado, sin que ni siquiera haya transcurrido medio año para cometer su segundo saqueo, pero nadie lo fastidiaría, y menos las personas que trabajaban, pagas, para él. No tenía el típico sombrero de pirata, solo un pañuelo negro en la cabeza, con un extraño símbolo que tenía el color rojo, un aro en la oreja derecha y dos en la izquierda, tenía una camisa color lavanda holgada, con el cuello en v que dejaba apreciar un poco de su marcado pecho y su blanca y suave piel.
Tenía un cinturón de cuero negro, donde portaba un arma como la su mano derecha, pero esta era plateada y se encontraba en su cintura, del lado izquierdo, mientras que del lado derecho llevaba una espada. Sus pantalones eran azul marino e iban en forma de babucha por encima de sus botas negras, de cuero, al igual que el cinturón.
La mano derecha de Sasuke, Jugo, llevaba su misma vestimenta, pero era entre blanca y lavanda, y el arma color dorada, como si realmente estuviera hecha de oro, la cargaba en su mano y no era poseedor de espada y su cabello naranja si llevaba sombrero.
Suigetsu, tenía la misma, pero con una chaqueta y todo era color lavanda, tenía una daga y una espada en su cinturón, y dejaba a la vista sus dientes, en especial sus afilados colmillos, cualquiera diría que se trataba de un vampiro.
Por ultimo estaba Karin, era poseedora de prendas color lavanda también, pero más oscuras y llevaba un especie de vestido, por encima de sus piernas, pero ese vestido, era en realidad en una larga camisa, que ocultaba su short de color negro. Llevaba gafas, un arma en el oculto cinturón de short, que no era visto y sus botas tenían taco, ni muy fino ni muy grueso.
Los guardias personales del capitán y otros miembros de la tripulación, llevaban prendas masculinas similares a la de Sasuke, pero de diferentes formas y colores, y algunos usaban de la fuerza para defenderse o atacar, no todos tenían armas de fuego o armas blancas.
De inmediato el pueblo se alertó, al verlos y reconocerlos nuevamente, entraban en sus casas, algunos y otros solo desviaba la mirada, al parecer no había sido tan mala idea regresar en tan poco tiempo, aun no eran olvidados, tanto el cómo su tripulación y todos estaban intimidados.
—Bien habla, dinos por donde fueron y prometo no hacerte daño con mi daga. —Hubo uno de entre todos que estaba nervioso, Suigetsu era bueno para notar que algo ocultaba, sabia y enseguida lo había levantado por el aire, mientras sacaba despiadadamente su daga bien afilada, que brillaba a la luz del sol, el sol que poco a poco empezaba a esconderse, para que la isla entera oscurezca.
—D-De acuerdo, el dueño de la casa al final del camino…—miro a unos cuantos metros, un camino que llevaba más al fondo la isla—Tuvo visitas en su casa y jamás salieron.
— ¿Dónde lleva ese camino?
—Y-Ya se lo dije capitán…—Suigetsu puso la punta de la daga en el cuello del pobre hombre.
—Se más claro.
Trago saliva y continuo—Al final de ese camino—volvió a mirarlo—Hay una vieja casa, por allí fueron 5 personas extrañas, cargaban dos carretillas de madera, seguramente el dueño de esa única casa, los recibió, por eso no volvieron.
—Bien, ya déjalo Suigetsu, Tsk, pero no dejes que escape, vendrá con nosotros, no quiero que se pase de listo.
—Sí.
—Andando.
Todos juntos fueron por el camino, que poco a poco era tenebroso, por la oscuridad que había dado inicio a la noche de aquel dia, pudieron encontrar la vieja casa, ya que de esta salía una tenue luz, que pertenecía al hogar de la misma, hogar que había sido encendido por el dueño de casa, con quien los "Ladrones" habían compartido algo de las provisiones, saqueadas del barco, que comandaba Uchiha Sasuke. Dio las gracias y al momento de encontrarse ya cenando, la puerta fue tirada abajo, un tiro al aire se escuchó y todos, menos el dueño de casa, quedaron helados, al final su capitán los había encontrado y por culpa de ambos, seguramente, el inocente crio que los albergaba, sin saber las consecuencias, corría peligro también.
—Veo que las ratas humanas, no pueden correr demasiado lejos. —recorrió el lugar con sus dos pozos negros y no pudo evitar, quedar embobado por la figura del rubio, que albergaba a las "Ratas".
Alto, igualando al capitán, rubio de ojos azules, tres marquitas a cada lado de su cara, un cinta en su frente, tres aros en su oreja izquierda y dos en la derecha. Su piel estaba bronceada, tenía una gastada camisa negra, también su cuello era en v, y dejaba ver algo de su pecho trabajado, por los esfuerzos que tenía que hacer, cargando cosas, cortando leña y demás. Tenía los pantalones pegados a las piernas que llegaban hasta sus tobillos, y eran de un tenue color naranja y más abajo estaban sus pies descalzos, algo lastimados y sucios.
— ¿Tu debiste ocultarlos?—camino hasta el, y logro algo que jamás pensó, el rubio, que lograrían con él, ya que no le importaba lo que le pasase, lo que significaba que para él, no lograrían intimidarle, pero el moreno lo estaba haciendo.—¿Cómo te llamas?
—Naruto…—pudo haber contestado "Anda, mátame, pero no se me da la gana de decirte mi nombre" y claro, no lo hizo. Lo siguiente que paso, jamás lo creyó. Sasuke lo golpeo de tal manera, que hizo sangrar su boca, además de quedar tirado en el suelo y sin evitarlo se le escapo una lagrima ¿Por qué? ¿Qué fue lo que hice? Esas dos preguntas se formularon en su cabeza, al momento de lo ocurrido y cuando quiso reaccionar, ya se encontraba en el gran Sharingan.
Bien, ese ha sido el primer capítulo, espero haya sido de su agrado, Jejeje, ya veremos qué pasa entre estos
*-* Naru *-* pobre de mí Naru, Sasuke malo ¬¬ ya verás la que te esperar. Bueno, hasta el próximo Capítulo. ._.
Próximo Capítulo 2: A bordo de Sharingan.
09/05/14
