Bueno queridíisimos lectores y lectoras. He empezado un nuevo fic. Era una idea que llevaba mucho tiempo planeándola y que no me deja seguir con mi otra historia.

Este fic empezará siendo un poco extraño pero pido paciencia ya que a medida que avance la trama ireis entendiendo más las cosas. El siguiente capítulo ya será un poco más esclarecedor.

Espero que les guste!!


Un mundo a parte

Mis recuerdos

-"Miren, ¿Qué es eso?"

-"OH dios mío, hay un cadáver en el agua"

-"No digas eso, a lo mejor solo es un bañista"

-"No, no se mueve, se debe de haber ahogado"

-"Mira, es una chica, que pena, no debe de tener más de 17 años"

-"Llamaré a los guardacostas para que retiren el cuerpo del agua"

-"Pobre, debió de salir a darse un baño y el mar le arrebató la vida"

-"¡Espera! ¡Parece que se mueve!, por mi madre está viva, ¡Debemos sacarla ahora mismo!"


Me han contado esa conversación un millón de veces, sin embargo, mi primer pensamiento, mi primer recuerdo no fue ese. No estaba consciente cuando me sacaron del agua. Yo solo recuerdo abrir los ojos y verlo todo blanco. Estaba sola en una habitación con las paredes pintadas de un blanco tan intenso que parecía luz. Había muchos aparatos extraños conectados a mí, todos hacían ruido cada cierto tiempo, a intervalos diferentes. El que marcaba mis latidos era el que tenía una frecuencia mayor, el que marcaba mi respiración me relajaba.

Me acuerdo de ver unos dibujos raros en granate bordados en mis sábanas. Más adelante supe que eran letras que rezaban las palabras "Hospital Santa María". Claro que yo en ese momento no las reconocí, ¿Cómo hacerlo si ni siquiera entendía el lenguaje? . Ahora escribo mis pensamientos con palabras, pero en ese momento ni si quiera mi mente trabajaba con ellas.

Recuerdo que uno de los aparatos hizo un ruido extraño que me puso nerviosa. Y al momento entró una joven en la habitación. Sonreía como creo que nunca lo hizo en la vida, me puso una mano en el hombro y me tranquilizó. La enfermera pulsó un botón y tras ella apareció el médico –"Menudo susto nos has dado chiquilla, eres una luchadora como pocas quedan"- Repito que yo no entendía nada de lo que me decían, pero esas sonrisas en sus caras me daban a entender que había hecho algo bueno.

...

Han pasado ya 3 años desde ese día. No recuerdo nada anterior a ello. Un día 13 de Octubre me encontraron unos jóvenes en el mar, estaba medio muerta, me rescataron y me llevaron al hospital donde pasé casi 12 meses. Especialistas del centro me enseñaron de nuevo a leer, escribir y a hablar español. Destaco que soy de origen japonés, mis rasgos me delatan, sin embargo me encontraron en costas españolas, muy lejos de lo que debió ser mi lugar natal.

Este idioma me es complicado, me costó mucho aprenderlo, creo que nunca lo había hablado antes, sin embargo mis fisioterapeutas insistían que al haberme encontrado en España seguramente supiera el idioma antes de perder la memoria.

No tienen ni idea de que me pudo pasar para olvidarlo todo, que trauma sufrí o que enfermedad padecí que provocara semejante efecto en mi. Ni siquiera recuerdo mi nombre. Esperaron algunos días a que recuperara mi memoria, durante ese tiempo me llamaron la chica del pelo azul, porque decían que tenía el pelo tan negro que cuando el sol me daba de lleno aparecían reflejos azulados. El tiempo pasó y mi memoria seguía igual. Así que me hice llamar María, como el hospital en el que desperté, mi único hogar.

El gobierno español no me encontró en sus archivos, dedujeron que sería una inmigrante ilegal, sin embargo, al carecer de nombre, no encontraron a donde deportarme y decidieron portarse bien conmigo. Me pagaron el año de rehabilitación y ahora recibo una pequeña pensión para mantenerme y una beca para la universidad. Hoy empieza mi segundo año de fisioterapia, es una carrera apasionante y divertida, en realidad es lo único que me anima a seguir. Me trataron tan bien en ese hospital que al marcharme decidí que volvería a él, trabajando, por eso estudio lo que estudio.

En la universidad he conocido a gente muy interesante, me llevo bien con todos, sin embargo solo a dos personas puedo considerarlas mis amigas: Sara y Lucía.

Continuará


Hasta aquí el primer capítulo, a partir de ahora nuestra akane será llamada María, se me hizo muy raro escribir el siguiente capítulo con ese nombre, por eso al hablar de ella diré Akane, además se me escapaba muchas veces ese nombre. Pero la gente se referirá a ella como María, así que no os despistéis. A partir de aquí ya está narrado en tercera persona. Espero sus reviews y que me comenten que les parece la introducción, ¿Ilógica? jeje, tal vez si.

También advierto que acabaré mi otro fic, pero necesito un descanso, porque he intentado escribir infinidad de veces y no me gusta lo que sale. Y prefiero hacerlo bien.

Un abrazo a todos los que os habéis animado a abrir este archivo.

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