El Paraíso Puede Esperar

Disclaimer: Todo lo que reconozcan en el transcurso de esta historia pertenece a J.K Rowling.

Summary: AU. Harrison Potter es un chico de 16 años que gracias a su inteligencia ya está en la Universidad. Aunque es academicamente excelente, es también muy tímido, extremadamente inseguro y le teme al cambio. Tom Riddle, su profesor, es el responsable de hacer que un inestable Harry se derrumbe por completo. Cuando Harry intenta suicidarse, Tom lo visita frecuentemente y es ahí donde empieza a desarrollarse una especial relación entre ellos. {AU, NOT MAGICAL, SLASH, CONTENIDO SEXUAL EXPLICITO, INTENTO DE SUICIDO}

Nota de la autora: Como dice al final del resumen, esta historia es un universo alterno y no es mágica. Eventualmente contendrá slash (relaciones sexuales entre hombres), y contenido sexual explícito. Oh, y también intento de suicidio, pero ése no es explícito. Bueno, quedan advertidos.

**Eventos del Capítulo: 1 ocurridos a Harry son parcialmente basados en hechos reales.**

Capítulo: 1

—"¡Harry! ¡Vas a llegar tarde! ¡Trata de avanzar, amor!"

Oyendo el grito de su madre, Harry trató de apresurarse. Si no se iban ahora mismo, de seguro llegaría tarde.

Hacía una semana que había empezado la universidad y ayer se había desvelado practicando una presentación para el día de hoy, lo que le costaría una tardanza segura a su primera clase.

Harry miró el ya arrugado papel de su horario de clases, rogándole al cielo que por un milagro el profesor de Ciencias Sociales haya faltado hoy.

Horario de Clases: Harrison James Potter

De Lunes a Jueves:

7:30am - 8:30am Introducción a las Ciencias Sociales Salón: AC 205

8:30am - 10:00am Biología General Salón: AC 309

10:00am - 11:00am Hora Libre Universal

11:00am - 12:00pm — Inglés Intermedio — Salón: AC 306

12:00pm - 1:00pm — Pre-Cálculo — Salón: AC 120

1:00pm - 2:00pm — Libre

2:00pm - 3:30pm — Química General — Salón: AC 103

3:30pm - 4:30pm — Español Básico — Salón: AC 215

Se había matriculado en un bachillerato en Ciencias en Biología con concentración en Microbiología. A sus 16 años ya estaba en la universidad, ya que sus excelentes notas lograron que se graduara temprano de escuela superior. Siempre fue un niño muy inteligente pero a la vez muy tímido, y sus padres tendían a subestimarlo por eso. Harry siempre ha tenido un interés natural por las ciencias, especialmente por la biología, cosa que a sus padres no les gustó mucho. James y Lily no sabían en que profesión se podría desempeñar su hijo con una educación en esa particular ciencia, ya que Harry era tan tímido que no había manera de que se convirtiera en doctor. Le sugirieron estudiar Ciencias de Cómputos, al fin y al cabo, para programar una computadora no tienes que interactuar mucho con nadie, y hasta lo puedes hacer en la comodidad de tu hogar. Y eso sin mencionar que era una profesión que se había puesto a la moda, por así decirlo, ya que las computadoras se han convertido en una necesidad del diario vivir; todo el mundo tiene una. La sugerencia solo sirvió para deprimir más a Harry, que solo quería seguir su pasión. Viendo el deteriorado estado de ánimo de su hijo, James y Lily consintieron que escogiera una profesión en el campo de la biología con la condición de que estudiara en la universidad más prestigiosa que el país tuviera para ofrecer. Tal vez ahí su personalidad cambiaría, lo que le daría más probabilidad de ser exitoso en su campo.

Harry bajó su cabeza, encorvado debido a la humillación que el sólo recuerdo le producía...

Flashback

Dos semanas antes de que empezaran las clases empacó sus maletas y se dirigió al pueblo donde viviría por los siguientes cuatro años; ya que dicha universidad estaba bastante lejos de su casa, se iba a tener que hospedar.

Al llegar a su hospedaje, se encontró con cinco muchachos más que estarían compartiendo la casa con él. Todos se presentaron, y parecían muy amables y respetuosos, dignos de la prestigiosa universidad en la que estudiarían.

Su padre, James, se despidió dándole un beso en la frente y diciéndole lo orgulloso que se sentía de él. Luego se fue, dejando a Harry solo, con cuatro extraños muchachos, y un nudo en la garganta.

Era increíble como ya sentía nostalgia y todavía no llevaba ni una hora en el lugar. Decidió que tal vez le vendría bien salir a conocer el pueblo y despejar la mente, pero terminó encerrado en su cuarto y sin hablarle a los demás, ya que no sabía como empezar una conversación con ellos.

A las 10:00pm de ése mismo día, Harry se encontraba en el piso de la ducha de su cuarto, pensando en como iba a poder sobrevivir ahí cuatro años con lo solo y lo nostálgico que se sentía. Pero tenía que hacerlo, no podía defraudar a sus padres. Al fin y al cabo, algún día tenía que dejar su casa, ¿verdad? No podía vivir ahí para siempre...

Tres días más de tortura pasaron y Harry no podía más. No se podía acostumbrar al lugar. Punto. No había llamado a sus padres antes por miedo a la decepción que esto sin duda les causaría, pero ya no tenía opción.

"Hola?"

"Hola, papá."

"Hola, Harry. ¿Cómo te va en tu nueva casa? ¿Ya haz hecho amistad con los muchachos?"

"Emm.. de eso te quería hablar, papá."

"Harry..." dijo James con un tono de voz casi resignado. Como si se lo hubiera esperado.

"No puedo papá, simplemente no puedo estar aquí." casi sollozó Harry. Ya no le importaba la vergüenza, solo quería salir de allí, ir a su casa.

James suspiró resignadamente y dijo: —"Te recogeré al medio día, Harry. Prepara tus cosas para entonces." Quizas lo dijo en un tono de voz mas frío del que realmente quería, porque Harry empezó a llorar y a pedirle perdón.

"Shhh, Harry. No pasa nada. No importa, de verdad. Hay muchas universidades cerca de casa a las que puedes ir, no pasa nada."

"¿Estás se-seguro?" dijo Harry antes de sacudirse la nariz fuertemente.

"Claro que sí, Harry. No te preocupes, como te dije, prepara tus cosas, te voy a buscar al medio día. No te olvides que te amo, yo y tu madre, ambos te amamos mucho, Harry."

End of Flashback

Harrison cerró los ojos y sacudió su cabeza tratando de liberarse del amargo recuerdo. Ya casi había perdido la cuenta de cuantas veces había decepcionado a sus padres. Primero, al ser tan tímido e incómodo en situaciones sociales que no tenía ni siquiera un amigo, y ni hablar de alguna novia. Segundo, al no ser tan extrovertido y carismático como su hermano mayor, Daniel, que recientemente se había graduado y ya era oficialmente abogado. Tercero, no haber estudiado en la universidad prestigiosa que sus padres querían...

Y lo peor de todo, es que ya Harry estaba en una etapa de su vida en la que ocurren muchos cambios. El sabía que su madre estaba decepcionada por que todavía no había traído una novia a la casa. ¿Es que acaso su madre no se da cuenta de que si el pudiera, lo haría? Si ni siquiera tenía amigos, ¿como iba a poder ser capaz de conseguirse una novia?

Y ni hablar del asunto de conseguirse un lugar propio…

Cada vez que pensaba en que quizás sus padres estén esperando que vaya considerando la posibilidad de tener ya un apartamento propio, su mente lo traía de vuelta a la vez en la que intentó vivir lejos de su familia, y un dolor en el pecho se apoderaba de él

Le avergonzaba decirlo en voz alta, pero la nostalgia no lo dejaba irse de su casa. Lo cual es patético, sí, pero es un hecho que no se puede negar.

No lo podía evitar. El cambio lo aterrorizaba. Ese era un defecto más para su ya larga lista.

El se veía a sí mismo como una especie de caja de Pandora, ésa de la que tanto cuentan las leyendas griegas. Cada vez que sus padres habrían la caja se encontraban con un desastre nuevo, una decepción nueva.


—"Hoy vamos a estar hablando un poco sobre la antropología física. Voy a dictar la definición para que la tengan por ahí..."

Todos los estudiantes inmediatamente sacaron sus libretas y lápices, dispuestos a copiar únicamente cuando eran indicados a hacerlo. Y después se preguntaban porqué no podían sacar más de 80% en los exámenes...

Harrison había llegado 10 minutos tarde a su primera clase, Introducción a las Ciencias Sociales, pero por suerte el profesor era comprensivo y pro-estudiante, sólo dándole una sonrisa amistosa a Harry cuando éste trató de excusarse por su tardanza.

—"La antropología física es una rama de la antropología que tiene como objeto de estudio las interacciones de procesos biológicos y sociales, y sus efectos sobre las razas humanas." continuó el Profesor Medina

A Harry le estaba gustando el tema de hoy. Si iban a hablar de antropología física, eso significaba que hablarían de la evolución humana.

Como si el profesor le hubiera leído el pensamiento, dijo:

—"Estaremos tocando el tema de la evolución humana, jóvenes, hablaremos de nuestros antepasados y de sus características físicas y sus costumbres, pero vamos a tratar de concentrarnos en el aspecto cultural. Por ejemplo, las herramientas que construían, cuando aprendieron a manejar el fuego, etc, etc."

—"Primero que nada, déjenme aclararle un punto en el que al parecer, el 90% de la población del mundo cree cierto: No, los humanos no evolucionamos del mono. El ser humano y el mono tienen un antepasado en común."

Harry ya sabía ésto, por supuesto, interesado como estaba en la biología. Pero al parecer sus compañeros estaban recibiendo el shock de su vida, por que la declaración del profesor trajo consigo muchas caras incrédulas.

El profesor continuó la clase y Harry tomaba notas ávidamente, tratando de copiar todo lo que decía el hombre al frente de él.

—"¿Quién me puede decir que plantea la Teoría de Selección Natural?"

Nadie alzó la mano. Harry sabía la respuesta, pero su desconfianza en sí mismo nunca le permitía contestar en un salón de clases.

Lamentablemente, al llegar tarde hoy, no le había quedado más remedio que sentarse en la única silla vacía, y ésta era la más cerca que estaba del profesor, por lo que no le sorprendió que, al no ver ningún voluntario, el profesor lo escogiera a él para responder la pregunta.

—"Emm.. Pl-Plantea que cada in-individuo adquiere nuevas características y las transmite," el Profesor Medina asintió, animándole a continuar "de ésto no suceder, se produciría la aniquilación de su especie." terminó de decir Harry, tratando con todas sus fuerzas de no tartamudear.

—"Muy bien, señor Potter. ¡Excelente! ¿Supongo que ya estaba familiarizado con la antropología física? preguntó el profesor por simple curiosidad.

—"La verdad no, señor. Estoy familiarizado en sí con la evolución, ya que mi campo es la biología." le contestó Harry, tratando de que su sangre no fluyera a sus mejillas y orejas con tanta atención que estaba recibiendo.

—"Oh, ¡excelente! Pues tal parece que le va a ir muy bien el en quiz de antropología física que pienso dar esta semana, señor Potter." dijo el profesor con una sonrisa.

Justo cuando el profesor se volteó para escribir en la pizarra, oyó risas burlonas y un papel fue bruscamente arrojado en su cara. Al inspecionarlo, vió que en él estaban dibujados lo que parecía ser el Profesor Medina y él mismo, en una muy, muy obscena posición, y con una nubesita de diálogo arriba de la cabeza del profesor que decía: "Muy bien, señor Potter. ¡Excelente!"


A pesar de todo, el ánimo de Harrison subió un poco al pensar que la siguiente clase era Biología, su favorita.

Claro, el ya estaba considerablemente adelantado por todo lo que había leído antes de entrar a la Universidad, pero no le molestaba comenzar con lo básico, para beneficio de sus compañeros. Al fin y al cabo, eran solo estudiantes de primer año.

Una vez la Profesora Maldonado hubo empezado la clase, comenzó a hablar sobre los tipos de células.

—"¿Cuál es la diferencia entre una célula eucariota y una procariota?"preguntó.

Silencio.

Harry miró a su alrededor. Nadie parecía querer contestar la pregunta. Entonces, muy lentamente, levantó su mano.

—"¿Sí, señor Potter?"

Harry se aclaró la garganta.

—"Una de las diferencias más notorias entre una célula eucariota y una procariota, es que las eucariotas poseen un núcleo y las procariotas no." dijo Harry sin tartamudear, después de todo, ésta era su pasión.

—"Eso es correcto. Y fíjense, jóvenes, como su compañero dijo que esa era una de las diferencias entre estos dos tipos de células. ¿Quién me puede decir otra?

Al parecer, al Harry romper el hielo siendo el primero en contestar, sus compañeros ya no se sentían tan cohibidos.

—"Las células procariotas poseen pared celular, pero las eucariotas no." contestó Keith Vélez. Harry lo miró y éste le ofreció una sonrisa, lo cual hizo que Harry volteara su cabeza de vuelta a la pizarra con un ligero sonrojo en sus mejillas. Al fin y al cabo, Harry no tenía amigos y no estaba acostumbrado a ninguna clase de atención de parte de los demás.

La clase continuo sin ningún contratiempo, y a pesar de su ansiedad social, Harry se obligó a hablar y a responder todas las preguntas que hacía la profesora, sintiéndo cada vez más confianza en sí mismo con cada respuesta correcta que obtenía. Pero eso fué hasta que notó las miradas despectivas de algunos de sus compañeros y la expresión ligeramente exasperada de la profesora cada vez que él levantaba la mano.


En su hora libre universal, Harry decidió que merendaría algo en la cafeteria de la Universidad. Después de todo, no había podido desayunar esta mañana, con la prisa que tenía de llegar temprano.

La cafeteria estaba llena, como es usual a las 10:00am. Casi todas las mesas estaban ocupadas con estudiantes charlando alegremente, comiendo y riendo con sus mejores amigos.

Harry decidió comer unas galletas Knott's Raspberry Shortbread con un jugo de frutas.

Buscó una de las últimas mesas, que sabía usualmente estaban vacías, y se sentó a comer tranquilamente.

Total y completamente solo.


—"Are you ready?" — dijo la profesora de Inglés Intermedio, Ms. Elba Luciano.

Hoy era el dichoso Poetry Recital y Harry daría cualquier cosa por poder escapar de ahí en ese mismo momento.

Por favor, por favor, que yo no sea el primero de la lista. pensó Harry. Hasta estaba tentado a cruzar los dedos.

—"Let's see who will be the first one to recite a poem! Mmm.. okay, numer one is.. Anna Collazo!"

Ahh, gracias al cielo! Por lo menos una cosa buena le pasaba hoy.

Anna Collazo recitó muy bien su poema, articulando con sus manos y rostro perfectamente. Harry no pudo evitar deprimirse un poco ante tal presentación, pero trató de darse ánimos, diciéndose a sí mismo que se sabía su poema a la perfeción, lo cual era verdad. Lo único que tenía que hacer era controlar los nervios y no tartamudear.

Después de Anna, siguieron tres más, y sus presentaciones también fueron bastante decentes; la profesora no había emitido comentario alguno, simplemente asintiéndo y anotando.

—"Harrison Potter"

Oh no, ese soy yo.

Okay, Harry, respira. Te sabes tu poema, todo saldrá bien.

—"Good morning. My name is Harrison James Potter and I will be reciting 'We Wear the Mask' by Paul Laurence Dunbar." — comenzó Harry, presentándose primero como lo requería la profesora. Había escogido ese poema especialmente porque le recordaba a sí mismo, a la máscara que se tenía que poner diariamente para enfrentar cada día, y cómo nadie sabía lo que se escondía detras de ella. Claro, el poema en realidad se trataba de la opresión a los afroamericanos en su lucha por la igualdad, pero Harry lo había interpretado a su manera.

"We wear the mask that grins and lies.

It hides our cheeks, and shades our eyes.

This debt we pay to human guile;

with torn and bleeding hearts we smile,

and mouth with myriad subtleties.

Why should the world be over wise,

in counting all our tears and sighs?

Nay, let them only see us, while

we wear the mask.

We smile, but Oh great Christ, our cries

to thee from tortured souls arise.

We sing, but Oh the clay is vile

beneath our feet, and long the mile;

But let the world dream otherwise,

we wear the mask!"

Se oyeron aplausos de parte de sus compañeros, como habían hecho con los otros que se habían presentado antes que él, y Harry sintió que sus orejas volvían a su temperatura normal, y que su nerviosismo se disipaba.

Estaba apunto de sentarse cuando la profesora, apoyando su quijada en la mano izquierda, lo miró fijamente a los ojos y dijo:

—"I want the class to hear you recite it again, please"

Su pecho se llenó de algo parecido a orgullo. ¿A la profesora le había gustado tanto que le pedía que por favor lo recitara otra vez?

Tímidamente pregunto: "May I ask why, professor?"

—"Because you did it too fast, we didn't quite catch what you were saying. Maybe it will be easier for you if you were reading it, instead of reciting it?"

Harry ya podía sentir su cara roja de verguenza, sus latidos acelerandose. ¿Cómo había podido creer que lo había hecho bien? Por qué tenía que ser tan socialmente torpe y estúpido y mediocre y...

Harrison lo recitó de nuevo, ésta vez más lento. Cuando terminó, no hubieron aplausos, sólo miradas incómodas y el comentario de la profesora cuando dijo:

—"Remember to recite slowly and clearly, every one! Do not rush it!"

Y pensar que se había acostado a las dos de la mañana practicando el estúpido poema. Lo único que quería era llegar a su casa, encerrarse en su cuarto, meterse bajo las sábanas y no salir jamás.


Harry va de camino a su clase de Matemáticas pensando si este día podía ser peor. Cuando entra al salón ya todos estan acomodados en sus respectivos asientos y el Profesor Riddle está apunto de empezar su clase. Los ojos oscuros del profesor se fijan en él un momento antes de desviar la mirada indiferentemente y dejar pasar la tardanza de Harry. Harrison se estremece involuntariamente mientras toma asiento lo mas lejos de la pizarra posible. El Profesor Riddle puede ser un poco intimidante, a veces. Es un hombre apuesto en sus tempranos treinta, su piel es pálida, sus hombros anchos, de alta estatura y un cuerpo bien formado, pero no robusto. Hoy tiene el largo, lacio pelo oscuro amarrado perfectamente a la nuca, destacando sus casi aristocráticas facciones.

— "Muy bien jóvenes, ¿dónde nos habíamos quedado en la clase pasada?"

Estábamos buscando la inversa de una función. pensó Harrison.

Silencio.

— "Seguramente alguien se acuerda dónde nos quedamos la última clase, de otra manera estaría yo perdiendo mi tiempo aquí." — siseó el Profesor Riddle, empezando ya a molestarse.

— "Funciones inversas." — dijo Harry muy bajito. La única persona en escucharlo fue la niña pelirroja de anteojos que se sienta a su lado. Y ella no dudó en repetirlo en voz alta.

— "Exactamente Señorita Walters. Muchas gracias. Por lo menos ya sé que hay alguien que sí presta atención a mi clase." —dijo el profesor, ofreciéndole a la joven una pequeña sonrisa,

aunque un poco forzada.

Amanda Walters se sonrojó levemente e inclinó la cabeza, lo que causó que sus anteojos se resbalaran un poco. Harrison puso sus brazos encima de su pupitre y suspiró enterrando la cabeza en ellos.

El profesor comenzó corrigiendo y discutiendo la asignación que había dado en la clase anterior. Harry fue uno de los pocos en haberla hecho perfectamente, ganándose una mirada aprobadora del profesor. En realidad, ésta era una de las clases más fáciles para él, además de Biología y Química. En el segundo semestre quizá sería un poco más retante. Se lamentaba que no hubiera podido comenzar su primer año de universidad con Cálculo, pero muchos estudiantes llegan con una educación mediocre, y arreglos especiales se tuvieron que hacer. Dichos arreglos determinaron añadir un curso introductorio, Pre-Cálculo, para que pudieran estar más preparados.

Mientras el profesor estaba a la mitad de la clase, tocaron la puerta. Harrison era el mas cerca que estaba así que...

—"¿Puede abrir la puerta, por favor, Señor Potter?"—dijo el profesor sin dejar de prestar atención al ejercicio que estaba escribiendo en la pizarra.

—"Cl-claro, profesor." —tartamudeo Harry. El Profesor Riddle rara vez se dirigía a él específicamente, siendo él tan tímido y por lo tanto reacio a participar en clase.

Al abrir la puerta Harry se encontró con una señora joven, con algunas libras de más, de piel y ojos oscuros, y de pelo castaño riso. Era la Profesora Alberdeston, del Departamento de Enfermería. Su sonrisa de oreja a oreja pareció flaquear un instante al no ser el Profesor Riddle el que le abriera la puerta, pero la recuperó rápidamente.

—"Oh, ésta es la clase del Profesor Riddle, ¿cierto, jovencito? Solamente vine a entregarle esta pequeña merienda. Tuvimos algo así como una celebración en nuestro departamento, ya que el 90% de los estudiantes de nuevo ingreso pasaron su primer examen de Resucitación Cardiopulmonar, y la facultad trajo algunos refrigerios. Pensé sería rudo de nuestra parte no ofrecerle al profesor, especialmente estando hoy tan cerca del Departamento de Enfermeria." — dijo la mujer alegremente, en sus manos sostenia un café caliente y un muffin.

— "Si, madam aquí es. Si usted desea se lo puedo entregar yo mismo." —ofreció Harry ya con las manos en el aire.

La Profesora Alberdeston pareció dudar un momento e inclinó su cabeza para tratar de ver por detrás de Harry, sin duda tratando de localizar al apuesto Profesor Riddle. Finalmente, reacia, aceptó la oferta de Harry y se fue un poco desilusionada.

Harry, con el café y el muffin en las manos, cerró la puerta torpemente y caminó hacia el profesor. Este vió a Harry e hizo una mueca de fastidio.

—"Era la Profesora Alberdeston sin duda, ¿no es así, Harrison?" — Harry asintió — "Ah, ella siempre tan servicial." —dijo el Profesor Riddle, su voz llena de sarcasmo.

Harry le ofreció al hombre una pequeña sonrisa por su comentario, y el profesor se la devolvió.

Harry sintió la sangre subir a sus mejillas y una ola de nerviosismo recorrer todo su cuerpo ante la proximidad del apuesto y sonriente hombre, lo cual le hizo tropezarse con su propio pie, tirándole todo el café caliente encima al profesor.

Decir que el Profesor Riddle se veia enojado sería quedarse corto. El hombre estaba hecho una furia. El pecho sin duda se le estaba quemando por todo el café caliente y él trataba futilmente de atenuar la quemazón halando su camisa de vestir y separandola de su cuerpo repetidamente.

— "¡AHHHH, niño estúpido! ¿Es que acaso no puedes hacer nada bien, Harrison? ¿Entregar un simple café es una tarea demasiado complicada para tí, hmm? ¡Mira el desastre que hiciste!" — El Profesor Riddle tenía la cara totalmente roja de lo enojado de estaba. El hombre más valiente del mundo habría flaqueado ante tal visión.

Harry estaba boquiabierto. Quería decir tantas cosas pero ni una palabra parecía querer salir de su boca. Quería disculparse, decir que lo sentía mucho, que lo ayudaría a limpiar el desastre. Pero lo único que podía hacer era quedarse mirando la cara enfurecida y desaprobadora del profesor, y oír las risitas burlonas de sus compañeros. Se sintió estúpido, como el profesor había dicho, estúpido y totalmente humillado.

Cuando se empezaron a acumular lágrimas en sus ojos verdes y amenazaban con salir, Harry hizo lo único que se le ocurrió hacer. Correr. Correr lejos de allí.


Por suerte, después de la clase de Pre-Cálculo, tenía una hora libre.

Eso era lo que pasaba por su mente cuando corría por los pasillos tratando a la vez de secarse sus lágrimas.

Todavía le quedaban dos clases, Química y Español, pero mientras más lo pensaba, más se convencía de que no podía imaginar asistir a ninguna de ellas. Con su suerte, seguramente otra cosa horrible y humillante le esperaría.

Sin importarle el material que pudieran dar en ambas clases, Harry salió de la universidad, dispuesto a caminar hasta su casa.

Le quedaba tan cerca, que en auto el viaje era de solo 5 minutos, pero caminar era otra historia.

Llegó a su casa sudoroso, dándole gracias al cielo por no haberse encontrado a nadie adentro, y subió a su cuarto.

Una vez ahí, se desvistió lentamente, dejando expuesta su pálida y perfecta piel, con la intención de tomar un baño.

Sus emociones estaban a flor de piel, su mente reviviendo todos los momentos horribles de su vida, y olvidando los buenos.

Recordó la cara decepcionada de su padre cuando lo buscó aquél medio día en su hospedaje, cuando decidió abandonar la prestigiosa universidad que sus padres habían elegido para él.

Recordó lo orgullosa que estaba su madre al ver a Daniel graduándose con honores de la escuela de leyes, con su novia de la mano.

Recordó el dibujo obsceno y burlón hecho por sus compañeros de la clase de Ciencias Sociales.

Recordó la mirada exasperada de la profesora de Biología.

Recordó las miradas incómodas de sus compañeros de Inglés, al ser el único al que la profesora le haya pedido repetir la presentación.

Pero más que nada, recordó la cara y las palabras del Profesor Riddle cuando le derramó el café en la clase de Pre-Cálculo.

"¡AHHHH, niño estúpido! ¿Es que acaso no puedes hacer nada bien, Harrison? ¿Entregar un simple café es una tarea demasiado complicada para tí, hmm? ¡Mira el desastre que hiciste!"

niño estúpido

estúpido

En muy poco tiempo, las lágrimas comenzaron a salir otra vez, y la tristeza se hizo más profunda.

De pronto eso era todo lo que podía sentir, tristeza, penetrante y más dolorosa que cualquier herida física.

Recordó la bella navaja para rasurar que su padre guardaba en gavetero del baño, y un pensamiento innombrable que estaba bien enterrado en su ser, surgió de pronto y con fuerza a la parte delantera de su mente. Se levantó, salió de la ducha y abrió el gavetero. Cuando la encontró, se le quedó mirando atentamente, viendo su propio reflejo en ella y trazando con su dedo los bellos y complicados diseños que tenía el mango de la navaja.

La tristeza era insoportable, necesitaba desesperadamente algo con que diluir su dolor.

Con eso en mente, se dió la vuelta y volvió a la ducha, navaja en mano.


Nota de la autora: Quiero que tengan en mente la extrema inseguridad y baja autoestima de Harry. Su percepción de la realidad y la manera en la que interpreta las cosas depende mucho de eso. Su decisión puede parecer precipitada, pero sus problemas emocionales se remontan mucho atrás. Este capitulo solo cubrió un día común y corriente en su vida.

Gracias por leer y perdonen posibles errores gramáticos o de narración. En el próximo capítulo habrá escenas desde el punto de vista de Tom Riddle, aunque no sé si sera igual de largo que este (que fue extremadamente largo para mis estándares).

-Fly From Death

PS. ¿FanFiction me permitirá publicar escenas sexuales explícitas o tendré que subirlas a otra página?