Cambio
Los sueños no son algo que se cumplen siempre pero por eso se debe luchar hasta alcanzar lo que se desea. Respire profundamente y trate de imaginarme como sería mi mundo de diferente si conociera a alguien como yo, alguien diferente. Nunca lo encontraras. Me susurraba a mi mismo siempre.
Si no saben quién soy yo, les diré mi nombre es Blaine Anderson y soy… Gay, se que tal vez piensen cosas malas porque soy diferente, pero no me importa, solo me importa lo que yo pienso en mi interior y en los que me rodean, ¿que porque lo digo? Porque algún día todo esto que escribo les servirá a futuras personas, además de que me desahogo en el.
Era lunes inicio de semana, de nuevo a la tortura habitual, mi madre me miro con detenimiento mientras comía, sabía que algo pasaba conmigo, era solo que yo no quería que ella lo supiera lo que a mí me sucedía, camine a paso lento hacia la escuela, siempre con mi cabeza agachada y con miedo hacia la escuela, era de nuevo a lo que temía, mis manos sudaban y mis piernas temblaban, cuando de pronto lo vi allí, parado viéndome con esa cara de muerte que tenia y ese odio que sentía por mi y por lo que yo era. Camine rápidamente a su lado para evadirlo pero mis intentos fueron en vanos porque el si me vio.
—Miren a quien tenemos aquí, pero si es la reina en persona—agacho su rostro y se mofo de mi—dejemos que la reina continúe su camino.
No podía negar que sentía venir unas lagrimas de mis ojos, camine rápidamente hacia el baño y me encerré en un cubículo y comencé a llorar, era horrible lo que me pasaba, ¿que tenía yo? No era distinto a todos los demás solo por tener diferentes gustos. Pase mi mano por mis rizados cabellos y tome papel para limpiar mis ojos.
—No queda de otra—me dije a mi mismo—Salí del baño y camine con la cabeza en alto, trataba de que nada me importara y bajara ya mi autoestima que estaba por los suelos, de pronto mientras caminaba entre ese mar de gentes, mire a ese chico que me gustaba tanto, su cabello, sus ojos y esa forma tan linda en que me trataba. Venía con sus molestos amigos, pero para mí solo él era lo que importaba
—miren, miren pero si es la Srita. Anderson—dijo el más grande de sus amigos, el se giro hacia él y lo miro con odio
—ya déjenlo en paz, el no les ha hecho nada—y me desplego una gran sonrisa en su rostro
Cada vez que hacia eso me encantaba más. Suspire profundamente y lo mire con una sonrisa.
El día estaba a punto de terminar, todos los alumnos ya se había ido y solo yo caminaba por los pasillos. Cuando de pronto lo vi de nuevo, ahí parado a unos metros de mí, viéndome con esos ojos tan hermosos que tenia, cuando noto que lo miraba me sonrió. Mis manos se escurrían de sudor y mis piernas temblaban por el nerviosismo y mi cabeza estaba llena de dudas. ¿Sería que el también era como yo? ¿Era que él me quería?
Se acerco lentamente hacia mí y tomo mi cabeza con sus suaves manos y me la acerco hacia sus dulces labios y comenzamos a besarnos. ¡Esto era perfecto! Era todo lo que estaba esperando. Los minutos se me hacían eternos, mi mente se concentraba en él y sus dulces labios que rosaban una y otra vez con los míos, de pronto nos detuvimos y nos miramos fijamente uno al otro. Me sentí algo emocionado e incomodo, ambos nos mantuvimos callados por un milisegundo y nos besamos nuevamente. El alazo con sus fuertes brazos hacia él. Se detuvo y me miro
—tú eres lo que estaba buscando y quiero estar a tu lado—me dijo con voz suave y paso las yemas de sus dedos en mi rostro.
—Señor Anderson—dijo con voz ronca. Me quede algo sorprendido, ya que esa no era su voz. —Señor Anderson—dijo nuevamente per ahora con un tono más furioso—Señor Anderson—grito.
Mis ojos se abrieron al instante y mire a todos alrededor. Nuevamente me había quedado dormido en la clase del Señor Tomas
—Usted sabe que una de las cosas que más detesto—esta que se duerman en mi clase. Dije para mis adentro—es que se duerman—recalco. Lo mire algo molesto e ilusionado por lo que había soñado, James estaba a solo unos metros de mi y disimuladamente gire a verlo, pero me di cuenta que solo había sido un mal sueño y que jamás me ocurriría eso a mí, tal vez no aquí, ni en este momento. Respire profundamente y camine a mi próxima clase. La gente me miraba como un bicho raro, unos me sonreían, otro me veían con asco o algo parecido y otro me veía con odio, tal vez era diferente pero así soy yo y así seguiré y nada me detendrá. —Ya vendrá un nuevo día—me dije a mí mismo.
De regreso a mi casa, sabía que mi padre me esperaba en la cochera para que hiciéramos a lo que él denominaba "Trabajo Masculino", él sabía lo que yo era pero aun así trataba de hacer sus intentos, jamás me había atrevido a decírselo, tenía miedo de que se enojara conmigo, me odiara o le pasara algo malo por mi culpa, así que simplemente le seguía su juego y aunque no teníamos mucho en común, siempre aprendía cosas nuevas con él y me divertía a su lado, al fin y al cabo era mi padre. Sabía que algún día le diría lo que pasaba conmigo y con mis gustos pero para entonces a lo mejor ya estaríamos preparados ambos para aceptarlo.
Y ahora les contare lo que me sucedió hace unos días y como siempre las mismas personas me molestaban por mis diferencias, no era culpa mía haber nacido así, pero saben. Adoro ser así, me siento único y eso me hace feliz, muy feliz. Ok prosigo estaba sentado en mi banca comiendo mi hamburguesa con Jane y Peter mis amigos inseparables, ellos me comprendían y me quería por lo que era.
—No les hagas caso—me decía Jane—tu eres único y eso es lo que importa. Alce mi rostro y la mire aun con lagrimas en los ojos, no comprendía porque me trataba así, tan cruelmente como si fuera un bicho raro o aun peor como si tuviera algo que se contagiara con el aire. Y lo que me habían hecho no era cualquier cosa, ellos me… habían metido mi cabeza en el escusado y después me escupieron como si yo les hubiera hecho algo malo a ellos. Más lágrimas escurrían por mis mejillas más y más, Jane me abrazo y me recargo en su pecho.
¿Así o mas peor se imaginan mi vida? Pues están equivocados, hay cosas peores, pero no quiero recordarlo y manchar esta hoja con mis lágrimas, mejor veamos el lado positivo.
Mi papa va a ser trasferido a Ohio y eso significa que iré a una nueva escuela, ya con anterioridad la he visto y es un lugar magnifico, hay respeto. Lo que yo necesito y más que nada un lugar donde ser yo mismo si temer de los demás, mis amigos me extrañarían, ya no estaría el loco de Blaine molestándolos por su ropa sin combinación, ellos me habían apoyado desde que tenía memoria, ambos Vivian a los lados de mi casa y siempre estaban cuando yo lo necesitaba y eso era algo que admiraba de ellos, amor sincero.
—Los quiero mucho—les dije mientras abrazaba a ambos con mucha fuerza
—awww cuidado Blaine, eso de hacer pesas te hace más fuerte.
Les sonreí y contuve mi llanto por unos segundos, el auto de mi padre comenzaba a sonar porque apenas lo había prendido, camine un poco y luego retrocedí y corrí a abrazarlos. Les hice un además de adiós y entre al coche. Jane y Peter se abrazaban por los brazos y con la otra mano me decía adiós.
