Ella: una joven frívola y avariciosa que deja todo por amor. Él: un joven enamorado al que le rompen el corazón. Ella cambia, él no lo cree. Aunque la ama intensamente los errores del pasado vuelven. Una pérdida lo cambiará todo…
DISCLAIMER: LOS PERSONAJES MENCIONADOS AQUÍ SON PROPIEDAD DE NAOKO TAKEUCHI, HAGO TODO ESTO SIN FINES DE LUCRO Y CON FINES DE ENTRETENIMIENTO SOLAMENTE.
PRÓLOGO
"¡Serena, por favor no te cases!" le dije en un tono abatido.
Arrodillado ahí frente a ella con un dolor tan profundo que sentía que moría a cada instante que pasaba, suplicaba a Dios que me escuchara, que terminara con mi agonía, con este dolor que profanaba mi alma.
Tomé sus manos con toda la súplica y amor que podía transmitir en ese momento. En ese momento sentí las lágrimas caer libremente por mi rostro. La miraba a ella, buscando alguna emoción en su hermoso rostro o en algún movimiento de su bello cuerpo pero, no encontré nada.
Ella tenía la miraba vacía. Sin amor, dolor, sin nada. Aquella miraba que transmitía tanto estaba sola. Ya no te hacía ese dolor cuando se vengaba y te hacía sufrir, ni esa sensación de ser el hombre más feliz de la tierra cuando ella te decía que te amaba. Todo estaba en aquella mirada color cielo. Antes, ahora no había nada.
Con ella solo había dos caminos: te llevaba hasta el cielo de puro amor o te mandaba derechito al infierno de puro dolor.
"Estoy harta de todo esto. Él me dará todo lo que no me diste, él no hará que sufra como tú lo hiciste." Me dijo con ese tono de voz tan indiferente y esa infernal mirada.
"Te daré lo que me pidas. Todo. Nunca te faltará nada, te lo juro. Nunca más volverás a sufrir." Volví a suplicar.
Serena sacudió sus manos violentamente haciendo que mis manos salieran volando de su regazo. Se había apartado de mí como si mi tacto quemara. Aquello me dolió y sentí como si una afilada daga arremetiera sin piedad a mí ya casi inexistente corazón.
"¿Me la devolverás a ella?"
Ella. Ella ya no estaba. No estaba por mí culpa. Vendería mi alma al diablo si eso la devolviera pero no se podía. Pero él tampoco podía devolverla.
"Él tampoco te la va a devolver." Le hice saber.
"Él no me la quitó. ¡Tú me prometiste que no se iría; me lo prometiste, Darien! Todo esto es tu culpa."
Bajé la mirada y no repliqué ante eso. Serena tenía razón, ella se había ido por mi culpa.
"¡Tú también te has equivocado! Yo no fui el único que tuvo errores…"
Eso también era verdad. Si bien ella se había ido por mi culpa, Serena también había tenido errores que habían hecho mella en toda esta situación.
"Lo sé. Me equivoqué y pagué por eso. Pagué mucho pero, ella no merecía lo que le pasó, ella no tenía la culpa. ¡Ella no!"
"Yo también he pagado todos estos años por ello, por mi error. Sigo pagándolo. Jamás la olvido. Su dolor Por favor, perdóname. Te amo, Serena. ¿Lo entiendes? Comencemos de nuevo…"
Yo solamente quería comenzar de nuevo, olvidar sus errores y mis errores. No la devolvería a ella pero, volveríamos a crear nuevos recuerdos, nos amábamos. Seríamos felices.
"No me volveré a equivocar. Este era mi objetivo inicial, tú lo echaste a perder. Ya no caeré."
"¿Y lo nuestro qué? ¿Dónde queda todo lo que hemos pasado juntos?"
"En el olvido, Darien." Me dijo y salió de la habitación sin mirar atrás.
Y mi vida, mi mente y mi corazón, se iban con ella…
