¡Saludos! Este es el primer fic que subo a Fanfiction y no sé si os gustará. Es una colección de One-Shots de Midorikawa y mi oc Aira. Se lo dedico a una amiga mía que es gran fan de Midorikawa.


-¡Perdón!-

La historia comienza en una cafetería muy especial en donde las camareras sirven mientras patinan y hay que tener mucha habilidad para mantener el equilibrio y no dejar caer nada. Un grupo de cuatro amigos se dirigen a ésta, uno muy emocionado y los otros no tanto.

Nagumo: No sé por qué siempre tenemos que ir a la misma cafetería.

Midorikawa: Porque sus helados son los mejores del mundo.

Suzuno: No te quejes tanto. Si no te gusta no vengas.

Nagumo: Ya, pero es que hay tantas chicas guapas...con solo verlas me dan ganas de echarles un buen polvo y...

Hiroto: Mejor párate allí mismo.

Al mismo tiempo que hablaban entre ellos una chica se choca con el peliverde y como llevaba una bebida en la mano le manchó la camiseta.

Aira: ¡Lo siento mucho, de verdad! ¡Es que no miraba por dónde iba y tenía mucha prisa y...!

Midorikawa: Déjalo, no importa.

La chica pidió de nuevo perdón y salió corriendo por delante de ellos mientras que Midorikawa se limpiaba la camiseta. Estaba un poco molesto, necesitaba helado YA para tranquilizarse. Unos minutos andando y llegaron al Susy's. Entraron y se sentaron en una mesa al lado del cristal, para ver cómo la gente pasaba por la calle. Midorikawa pidió un helado de chocolate, Nagumo se dedicaba a mirar a las camareras y Suzuno y Hiroto bebían un zumo de naranja tranquilamente. Una clienta entró en el lugar, era una niña que aparentaba unos siete años. Intentaba llamar la atención de la encargada del mostrador pero no lo conseguía, Midorikawa, viendo cómo la pobre era ignorada decidió ayudarla.

Midorikawa: ¿Te ayudo?

La niña sonrió agradecida y Midorikawa la cogió por los hombros subiéndola a uno de los taburetes. Ya en ese momento la dueña del local, Susy, de dió cuenta de su presencia.

Susy: ¡La pequeña Emily! ¿Qué haces aquí?

Emily: Vengo a ver a mi hermana.

Susy: Claro. ¡Aira! ¡Ven aquí!

Los clientes no despegaban la mirada del ambiente. Una chica muy familiar para Midorikawa salió por la cocina, la misma que se había chocado con él hace unos minutos.

Aira: Tranquila, me acabo de cambiar el uniforme. —La joven levantó la vista y se encontró con el rostro de su hermana pequeña— ¿Emily? ¿Qué haces aquí? —De la impresión no notó que el chico que tenía al lado era el mismo al que le había echado la bebida encima.

Emily: Luca me ha mandado. Papá estará fuera por un viaje de negocios y él se va a quedar en la casa de un amigo. —Hablaba con mucha ternura.

Aira: Espera, no me digas que has venido sola.

Emily: No, me ha traído él. Ha visto a unas chicas bonitas y se ha quedado fuera hablando con ellas.

Todos: Que mal hermano...—Pensó toda la gente.

Aira: Está bien. —Salió del mostrador y se agachó a la altura de su hermana— Quédate un momento aquí, ahora mismo vuelvo.

Salió de la tienda y efectivamente encontró a su hermano charlando con otras dos preciosidades, las espantó y empezó a regañarle. Los clientes se pegaban al cristal intentando cotillear pero era imposible. Después de echarle una buena bronca volvió dentro y suspiró.

Aira: Y ahora...¿qué hago yo contigo? Aún tengo que trabajar y no puedes ir paseando por la cocina. —Suspiró y ella bajó la cabeza. Por instinto Midorikawa dió un paso al frente, nervioso.

Midorikawa: Si quieres...puede quedarse con nosotros. —Aira giró la cabeza y vió al chico de antes parado enfrente suya.

Aira: Eres el de esta mañana...¿estás seguro? —Midorikawa asintió— Bueno, ¿tú qué dices Emily?

Emily asintió y se agarró de la mano de Midorikawa. No lo conocía pero la había ayudado y sabía que era una buena persona. Decidió confiar en el instinto de su hermana y volvió a su puesto de trabajo.

Aira: Oye Susy, ¿tú conoces a esos chicos? —Dijo mirando al extraño grupo, se fijó en que uno la miraba pervertidamente y otro chico albino le daba en la cabeza para que dejase de mirar— Son muy...raros.

Susy: Oh, ellos. Vienen casi todos los días, el albino y el pelirrojo de al lado son bastante calmados, se llaman Suzuno y Hiroto. El otro que mira tanto a las camareras es Nagumo, ni te voy a decir en qué piensa y el último se llama Midorikawa, siempre pide helado. Los conozco tanto que parecen mis hijos. —Aira se rió disimuladamente, era muy interesante y no solo los chicos. A pesar de ponerse tanto maquillaje la señora Susy ya estaba en sus años— Mira, parece que Midorikawa está molesto.

Aira miró preocupada por si esa molestia era producto de su hermana, pero no, ella estaba charlando alegremente con Hiroto. Lo malo es que a Midorikawa se le había derretido el helado. Se sintió culpable, le había distraído con todo el jaleo que acababa de montar.

Aira: Susy, ¿puedo coger otro helado?

Susy: No te pongas a comer en horas de trabajo. —Aira se empezó a reír sabiendo que era una broma.

Aira: No es para mí. —Señaló al pobre helado derretido y al decepcionado chico— Cóbrelo de mi sueldo.

Susy: Tranquila cariño, hasta a mí me da pena la cara que pone. Anda, ponle una copa bien grande.

Asintió y cogió otro helado de chocolate. Se acercó patinando suavemente y al llegar a la mesa ágilmente sustituyó el helado derretido por el reciente.

Aira: Es una compensación por lo de esta mañana y por tu helado derretido.

Midorikawa: Umm...gracias. —Sonrió y se fue mientras Midorikawa la seguía mirando— Oye Emily.

Emily: ¿Sí?

Midorikawa: ¿Por qué tu hermana trabaja aquí?

Emily: No es porque necesitemos el dinero ni nada parecido. Solo viene a trabajar aquí porque le gusta el lugar.

Nagumo: ¿Qué pasa? ¿Te has colado por ella tan rápido?

Midorikawa: Ni hablar. Solo quería saber un poco más.

Mientras que Nagumo seguía molestando a Midorikawa Emily se quedó observando a su hermana en horas de trabajo. Era la primera vez que su hermana se comportaba amablemente con extraños pero supuso que fue porque la estaban cuidando. Y así, pasó el día.


Espero que os haya gustado al menos un poquito D: ¿Os gustó? ¿Dejan reviews aunque sea principiante?