Un InoSai por fin. Hace mucho que quería escribir uno pero la inspiración me evadía. Este one-shot es parte de un reto con HiragizawaD y solo los dioses saben cómo voy a ser capaz de terminarlo en sólo veintiséis dias, supongo que lo simple y conciso será lo mas común.
Es una historia sin fines de lucro, por el placer de escribir.
Los personajes no me pertenecen.
¿Tú qué crees?
-Hola bonita.
-¡Sai!- dijo Ino sorprendida, no esperaba encontrárselo en ese lugar, después de todo era una parte de la aldea dedicada a la venta de productos femeninos, ¿que podría estar buscando Sai que requería su presencia en esta zona?
-Lamento asustarte.- dijo con una expresión insondable en el rostro pero con una mirada cálida.
-No pasa nada, estaba distraída es todo.
Sai asintió -¿Puedo acompañarte?- Su petición la descoloco un poco, últimamente Sai se mostraba muy pendiente de ella, si tan solo fuera mas expresivo podría ella dar un paso delante sin temor a tropezar.
-Claro, sirve que me das tu opinión sobre lo que quiero comprar- dijo sonriendo, y empezaron a caminar uno a lado del otro por la calle atestada de gente que también estaba de compras.
Después de un rato caminando y deteniéndose en los aparadores de las tiendas para ver su contenido, Sai volteo a verla y con una sonrisa, una que únicamente le dedicaba a ella, le dijo – Tú me gustas mucho.
Así sin mas ella se volteo, lo vio unos instantes, se acerco antes de que la valentía se esfumara y lo beso, un beso tierno, ligero, un beso que le transmitió paz, serenidad, la confianza de que eso era lo correcto, que él era el correcto. Fue un beso corto cargado de significado. Un beso que les llego al alma. Y entonces se separaron. Ino estaba sonrojada. Sai satisfecho.
-Supongo que eso significa que yo también te gusto.- Ino solo asintió -Entonces podemos ser novios- y con esto volvió a besarla pausadamente. La acerco a él tomándola de la cintura haciendo que Ino se pusiera de puntillas y cambiara de posición la cabeza, con lo cual Sai tuvo un mejor acceso a su boca. La insto a abrir los labios y profundizo el beso. A ella le fallaron las rodillas y tuvo que recargar todo su peso en él, lo que le provoco una reacción instantánea. Sai se sorprendió pero no se separo de ella, al contrario la apoyo mas contra su cuerpo y no dejo de besarla, de acariciarle la boca con la suya, de paladearla. E Ino disfruto de la sensación de estar entre sus brazos, no importaba que estuvieran en medio de una calle atestada de gente dando un espectáculo digno de unos adolescentes enamorados dominados por sus hormonas, después de todo eran jóvenes y la vida era muy corta para desperdiciarla con reglas sociales.
Con la respiración agitada y sus cuerpos susceptibles aun en un abrazo, ambos separaron apenas la cabeza y se quedaron contemplándose el uno al otro .
-Entonces bonita, ¿somos novios?- Pregunto Sai pegando su frente a la de ella llenándola con su aliento. Con una sonrisa ladina y posando una mano en su mejilla Ino le respondió:
-¿Tú qué crees?
Y volvió a besarlo ardorosamente.
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