My Son, My Sun

TRADUCCIÓN AUTORIZADA

Autor Original: Wordsplat

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Resumen:

Justo antes de los acontecimientos de Iron Man, un bebé es dejado en la puerta de Tony. No quiere nada con él al principio, pero su tiempo en Afganistán le hace cambiar de opinión y Tony promete convertirse en un mejor hombre por el bien de su hijo.

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Notas de la autora original:

Esta historia comienza antes de los acontecimientos de Iron Man 1. Lo que significa que por un tiempo Tony pensará en sí mismo, será un mujeriego, y un duro partido, todo aquello antes de su tiempo en Afganistan. Tengan cuidado con su comportamiento de idiota. Además estos primeros capítulos técnicamente abran tenido lugar durante los eventos de Iron Man 1 y 2, así como The Avengers, retomaré muchos eventos ocurridos en las películas, pero al mismo tiempo escribiré sobre el desarrollo de la relación entre Tony y Peter.

Así que te sugiero no saltarte estos capítulos porque no son, repito, no son un resumen de las películas.

Hay más de unos cuantos cambios y se hacen más grandes y más importantes a medida que avanzan las cosas.

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Capítulo 1

Tony Stark nunca quiso un niño.

No porque no le gustaran, no exactamente, pero no era un aficionado a ellos tampoco. Esto tenía que ver más con su propia niñez, sus propias inseguridades, sus propios problemas sin resolver, los cuales interferirían con la apropiada crianza de un niño.

Incluso si Tony fuera una persona estable y balanceada, lo cual sabía muy bien que no era, los niños eran seres con horarios. Tony no. Él dormía esporádicamente -casi nunca- eso sí dormir sobre el escritorio contaba, lo cual Pepper le informo en varias ocasiones que no.

Rara vez comía algo que no fuese café o alcohol, y por supuesto bebía ambos en exceso. Pensándolo bien, hacía todo en exceso; mujeres, juegos de azar, construir, maldecir, lo que sea. ¿Cómo se suponía que le enseñaría a un mocoso cosas como el autocontrol, buenos modales y amabilidad cuando ni él mismo tenía nada de eso? Él era sarcasmo, bordes ásperos, armas, alcohol y sexo.

No era un amante de los niños y nunca deseo serlo.

Por ello no tuvo ni idea de cómo reaccionar cuando JARVIS le informó que alguien había dejado un bebé enfrente de su puerta.

Al principio no comprendió, pensó que JARVIS estaba siendo un idiota sarcástico como de costumbre, o Rhodey le estaba jugando una broma, o algo por el estilo. Entonces se echó a reír, le hizo un comentario a su IA acerca de tener un raro sentido del humor y se fue a abrir la puerta sin expectativas de ver a un bebé ahí.

Pero allí estaba.

Era tan joven, pequeño, la rosa y arrugada etapa de la vida donde todos parecen lucir iguales, pero esos ojos… Eran los mismos de Tony. Las mismas avellanas con motas en café-marrón que miraban hacia él con curiosidad. Su nariz tenía una particularidad, muy similar a un Stark, pero entonces, ¿Cómo podría eso haber llegado al territorio de un bebé?

— ¿Qué demonios?

Y sí, tal vez no debía maldecir cerca de un bebé, pero entonces, esa era la razón número 4,792, del por qué no debería tenerlo. Además, Tony se imaginó que la cosa no iba a repetirlo tan pronto.

—JARVIS, ¿Quién trajo eso? —Demandó Tony con el ceño fruncido. —Uh, esto. ¿Él o Ella?

Maldición, si tan sólo supiera el género de la cosa. Estaba en una manta azul, pero no parecía tener un rostro particularmente masculino o femenino. Sino... Rosáceo, un poco bien parecido si lo veía a futuro, continuó observándolo hasta que el bebé arrugó la nariz, se veía más arrugado y descontento.

—No empieces a llorar. —Le ordenó.

El bebé no parecía querer seguir órdenes, porque la áspera voz de Tony parecía molestarlo aún más.

—Mierda, quiero decir, por favor no llores. —Corrigió Tony, tratando de hacer su voz más suave y un poco más relajada, pero seguía teniendo un matiz de pánico.

Aquello podría haber causado que el bebé comenzará a hacer ruidos. No lloraba del todo, pero hacía pequeños sonidos de malestar e hipos, además de un persistente lloriqueo que sólo lograba que Tony entrará más en pánico. Él no tenía ni idea de cómo calmar a un bebé, no de otra forma que no fuera sostenerlo, y eso definitivamente no pasaría.

—Tengo identificada a la presunta madre en el video de seguridad, señor. —Decía la voz de JARVIS sobre su creciente ataque de pánico. —Lydia Burnes, edad 24. Actual residencia, desconocida, ocupación: artista. Usted la trajo a las instalaciones nueve meses atrás, después de la apertura de la galería BlueDot, a la que asistió con la señorita Potts. No posee una licencia, ni hay información de contacto en su página web. Se trata de todos los datos disponibles que tengo, señor ¿Llamo a la señorita Potts?

Oh Dios. Pepper lo iba a despellejar vivo.

Se lo había advertido. Siendo justos, más de la mitad del país contaba con que esto llegaría a pasar en algún momento por la forma en la que Tony iba por la vida. Él siempre había sido cuidadoso, sexo seguro y esas cosas, pero aparentemente, no lo suficientemente seguro. Tony recordó la galería, una mujer con un nombre con "L" le sonaba.

Su físico no era particularmente notable, pero sí la especie de artista salvaje, todo en ella era fuego y descaro. Se habían conocido en la inauguración de una galería que mostraba su trabajo, algo a lo que Pepper lo había arrastrado con el fin de ampliar "su" -de ella- colección de arte, para convencer a los inversionistas de que Tony era un hombre culto y de mentalidad artística.

Se había aburrido en extremo, hasta que conoció a la artista. Ella estaba totalmente impresionada, tanto por su riqueza como por su fama, lo cual -porque Tony nunca rechazaba un desafío- sólo sirvió para avivar su interés. Habían terminado en la cama en cuestión de horas, y aunque sus miradas eran algo que olvidó, con toda seguridad se acordaba de su boca. En más de un sentido.

—Sí. Llama a Pepper.

Pepper estuvo en absoluto silencio por casi un minuto, luego empiezo a gritarle, sin pausas, por casi cinco y nada de lo que él dijese o hiciera conseguiría hacerla parar. Después de gritarle, bajó el tono de su voz y dio un muy cansado y agravante suspiro.

—"Llévalo dentro, y–"

—No lo voy a cargar.

—"Anthony Stark, entonces ayúdame–"

—No quiero dejarlo caer...

—"No vas a hacerlo, tú… ¿Sabes qué?, no haré esto ahora mismo, sólo levanta la canasta, entonces llévalo dentro, antes de que algún audaz paparazzi tome una fotografía"

Tony con mucho cuidado, y vacilante, siguió las instrucciones de Pepper, llevando la canasta, colocando una mano debajo de ésta mientras que la cosa continuaba lloriqueando.

—"Tony, por el amor de Dios, puedo escucharlo a través de la línea, ¿Porque no lo cargas y tratas de calmarlo al menos?"

—Cálmate, bebé. — Dijo Tony, tratando de mantener contacto visual con el pequeño para así darle a entender cuan serio estaba siendo. —Ésta cosa sólo continúa babeando y lloriqueando.

—"Bueno, la baba no va a parar, pero el llanto sí, sólo si lo levantas"

—Paso.

—"Tony–"

—Paso.

Hubo un suspiro detrás del teléfono, un estallido de estática y Pepper cedió. Era su asistente personal, lo conocía mejor que nadie, pero eso no quería decir que fueran amigos, seguro como el infierno, no significaba que ella podía decirle qué hacer.

—"De acuerdo. Está bien, entonces voy en camino, debería estar allí en pocos minutos. Seguramente querrás una prueba de paternidad, podemos localizar a la madre y hacer que firme un acuerdo de custodia, así ella no podrá cambiar de parecer en 10 años, y–"

—En serio, no puedes pensar que yo quiero quedármelo —Rió a pesar de que no había nada cómico en la situación, pudo sentir la molestia en Pepper.

—"Él podría ser tu hijo–"

—Ni siquiera sé si esto es un "él", sólo lo asumo porque hay ésta manta azul. —Señaló Tony, pero no podía disuadir a Pepper.

—"Tú, honestamente no puedes decirme que no quieres tener nada que ver con él–"

—Te digo, honestamente que no quiero tener nada que ver con él. —Insistió Tony, haciendo muecas—Mi vida no es exactamente favorable para los niños, Pepp.

—"Nadie está preparado para los hijos, ni siquiera aquellos que dicen estarlo lo están. Tú sólo estás un poquito… Menos preparado que la mayoría"

— ¡Ni siquiera puedo recordar como luce su madre! Además no puedo criar un niño yo solo. Bebo mucho, trabajo demasiado y nunca estoy disponible. —Tony hizo una pausa abrupta, un frio y doloroso pensamiento lo golpeó bruscamente. —Soy exactamente como mi padre.

—"Tony" —Dijo Pepper tratando de llamar su atención. — "¡Tony!"

—No criaré esta cosa, Pepper, no lo haré—Decidió entonces, su voz no dejaba espacio para preguntas o argumentos contradictorios, eso fue todo.

Tony le pagó a Pepper el triple para que cuidara al niño hasta que todo se hubiera resuelto porque era buena en este tipo de cosas y por qué si lo hiciera otra persona todo se filtraría a la prensa. Seguía siendo terca al respecto, negándose a que él renunciará al niño sin pensarlo bien. Tony trató de presionarla para simplemente dejarlo en la estación de policía y acabar con esto, pero Pepper le había dado la más fulminante mirada que alguna vez había visto, así que dejó que pensara que estaba reconsiderándolo.

Pepper tenía personas tratando de ubicar a ¿Lilly...Lyssa, Lyra? como sea, la localización de la madre. Quería que él se hiciera el test de paternidad algo que Tony negó absolutamente.

Él sólo quería olvidar.

Así que eso hizo. Actuó con normalidad el resto de la semana. Pasó tiempo en el laboratorio, se reunió con un par de inversionistas y el fin de semana viajó a Las Vegas por una ceremonia de premiación, la cual no podía recordar de que era. Terminando así con una noche de diversión en el casino, decidiendo potencialmente que tener un hijo era razón suficiente para gozar de algunos momentos de descanso y relajación en forma de juegos de azar y un par de despampanantes morenas.

Hasta que por supuesto, Rhodes lo interrumpió llevando en una mano el premio y recordándole sobre la presentación del Jérico.

Después de que Rhodes arruinará su racha afirmando que no soplaría los dados de otro hombre, Tony consiguió aburrirse. Le pasó el premio a un tipo en un traje de César y casi escoge a una bonita reportera de linda boca, pero recordó a la última mujer que había escogido así.

Se metió en el auto sin decirle una palabra a ella o a Happy.

Tal vez Happy había adivinado que algo pasaba, pero porque era Happy y era increíble, no lo mencionó. El viaje de regreso a Malibú transcurrió sin incidentes, Tony se encontró deseando estar más borracho.

Pasó la noche en el taller, haciendo todo lo que podía para mantener las manos ocupadas. Por la mañana, Pepper apagó su música, lo cuestionó sobre la puntualidad y las citas, alegando sobre hacer a Rhodey y al piloto esperar, además de su vago intento por hacerlo hablar con respecto al bebé, de nuevo.

Tony se agachó y salió por el pequeño espacio entre ella y la puerta, pudo o no haber sido un plan de escape, después de todo Pepper no era un genio.

Después del vuelo, durante el cual Rhodey se puso gloriosamente borracho, hubo una prueba en el campo con el Jérico en la provincia de Kunar, Dios, que horrible lugar, un infierno tan caliente que deseo nunca volver a ver jamás. Luego de la presentación, se dispuso a regresar escuchando Back in Back de AC/DC, bebiendo whisky mientras los demás conducían de regreso en el Funvee —es cierto, jódete Rhodes— trataba de olvidar el hecho de que él estaba aquí, olvidando lo que le esperaba de regreso en América, se olvidaría de todo, si pudiera.

Hubo una ráfaga de disparos y explosiones. Los soldados salieron uno por uno, sentía el pulso de su sangre en los oídos, mantuvo sus ojos muy abiertos mientras empezaba una guerra a su alrededor. Sus dedos buscaban un arma, algo con que defenderse; nunca se había sentido tan indefenso en su vida. Salió fuera del vehículo, tropezando por el fuego y el humo, no consiguió llegar a ninguna parte, hasta ahí. Terminó detrás de una roca, sacando su teléfono, tecleando rápidamente el número de Rhodey, pero no antes de que una pesada bomba negra cayera justo al lado de él.

Stark Industries.

El elegante logotipo en la punta fue la última cosa que vio antes de que su mundo se convirtiera en nada más que imágenes borrosas, ampollas, dolor y un calor sofocante como pólvora en su pecho. Podía escuchar el eco de las órdenes y los disparos, el escozor de la arena en sus heridas mientras se desangraba hasta la inconciencia.

Entraba y salía de la inconciencia cada cierto tiempo, despertando del dolor sólo para pasar de nuevo por más dolor. Todo fue una experiencia borrosa, y dolorosa a niveles astronómicos. Recordaba pequeños y nublosos flashbacks de un hombre que más tarde llegaría a conocer como Yinsen, recuerdos de sangre y suministros médicos, caras empapadas de sudor, sus propios gritos resonando en sus oídos durante los próximos meses. Cuando por fin volvió en sí, cuando realmente lo hizo, todavía estaba adolorido, con más pánico y terror de lo que nunca había sentido en su vida. Él y Yinsen hablaron brevemente, sus captores interrumpieron, se negó a construirles el Jérico, y gritó hasta que fue casi ahogado.

Ellos eran despiadados, sumergiéndolo más de lo que deberían, suficiente para llevarlo a la inconsciencia otra vez. Vio entonces las luces, bailando alrededor de los bordes de sus ojos, y escuchó voces. La suave y suplicante voz de una mujer para que se quedará fuera del estudio de su padre, la áspera risa de un hombre, empapado en alcohol mientras decía que lo haría un hombre empujando un vaso de vidrio en sus pequeñas manos, los gemidos de un bebé sin nombre.

Se desmayó.

Y cuando despertó, tuvo una idea.

Estrechó la mano de su captor, fingiendo ceder, y le dio una lista de materiales que necesitaría para construir el Jérico. Tenía un mes, tal vez un poco más, era un montón de trabajo por hacer. La cabeza le daba vueltas, le dolía el pecho, estaba magullado y sangrando en más lugares de los que podía contar, y no podía dejar de tener el mismo pensamiento, una y otra vez en su cabeza.

Necesito volver con mi hijo.

No era el momento adecuado para darse cuenta de que había algo que importaba, algo que quería, pero luego se preguntó si tal vez, sin ésta experiencia, nunca se habría dado cuenta de ello.

Semanas pasaron, semanas donde secretamente construía, era despiadadamente torturado y aprendió a hacer una mejor persona gracias al hombre llamado Yinsen. Una vez Yinsen le preguntó si tenía familia, Tony casi deja caer la soldadora, porque, demonios, sí, él tenía una. Por primera vez, desde que tuvo 17 años, él tenía una familia.

Y su primer pensamiento había sido abandonarla.

La determinación en Tony se endureció al igual que el palladium bajo sus enguantadas manos. Estaba equivocado, ahora lo sabía. Estaba equivocado acerca de no querer al bebé, acerca de construir armas con nada más que una sonrisa cruel e impertinente, se equivoco acerca de la forma en la que quería llevar su vida. Era un alcohólico playboy con la sangre de millones en sus manos, pero... Él quería ser más que eso.

Entonces terminó su creación, un reactor arc en miniatura para así separarse de la batería de auto, luego de un tiempo utilizó el reactor para alimentar un traje de metal prototipo que permitió su fuga. Hizo todo lo posible por salvar a Yinsen, pero al final, otra vida se deslizó entre sus dedos.

No malgastes tu vida.

No lo haría, se negaba a ello. Escapó a través del desierto, lleno de pensamientos de un bebé que nunca cargó, un bebé con ojos que reflejaban los suyos, un bebé con pequeñas manos, mejillas regordetas y una redonda nariz, con una voz que sólo pudo escuchar una vez. Rhodey lo encontró, lo llevó a casa, lo ayudó a bajar del avión. Pepper y Happy le esperaban. Pepper con los ojos enrojecidos, Happy casi al borde de las lágrimas como nunca antes le había visto.

—Tus ojos están rojos. —Resopló Tony, dándole un vistazo a Pepper. — ¿Lagrimas por tu viejo jefe perdido?

—Lágrimas de dicha —Respondió ella fácilmente, con sus labios formando una sonrisa agridulce. —Odio ser niñera.

—Sobre eso… —Dijo con cautela, había demasiadas personas rondando. — ¿Recuerdas lo que te dije que no hicieras? Hazlo.

Gracias a Dios, por Pepper, quién entendió su confusa frase.

—Ya lo hice. —Sonrió suavemente y el corazón de Tony se detuvo, su vida entera se detuvo, esperando por la respuesta. —Lo es.

Nadie sabía de qué estaban hablando, nadie lo habría sabido, gracias a su rostro impasible, esa cara de póker que había perfeccionado durante su primera entrevista a los cuatro años, sin embargo en ese momento, Tony estuvo cerca de desmayarse en público.

Tenía un hijo.

Tony Stark nunca quiso un niño.

Hasta que lo tuvo.

…:::…

En su discurso dijo que no quería que ese fuera su único legado, que ese no era el futuro que él quería para su hijo, siendo lo suficientemente listo como para guardar eso último dentro de su cabeza, sabiendo que necesitaba primero instalarse cómodamente en eso de la paternidad antes de anunciarlo.

Discutió con Obie, su figura paterna, pero decidió que si Obie estaba en desacuerdo con la nueva dirección de la compañía, él se haría cargo. Desde luego que habría tiempo para eso después. Todo lo que Tony quería ahora era conocer a su hijo, conocerlo de verdad.

Pepper le llevaría al bebé. En cuanto a Tony se suponía debía descansar en casa pero esperar que Pepper llegara con su hijo lo tenía haciendo de todo menos descansando. Se paseaba, golpeaba sus dedos contra cualquier superficie disponible, pensado en nombres, los implementos que necesitaría y todas las formas en las que tendría que reorganizar su vida.

Él podría hacerlo y lo haría.

Para cuando Pepper regresó, había tomado una decisión.

—Peter Parker Stark. —Anunció, emboscándola en la puerta.

— ¡Jesús! Tony. —Pepper posó su mano libre sobre su corazón. —Te he dicho que no me asustes de esa manera.

—Me mantuviste esperando. —Tony se encogió de hombros, mirando de ella hacia su hijo, inclinándose en el asiento para bebés que Pepper estaba sosteniendo. —Hey Peter, ¿te gusta?

—¿Peter Parker Stark? —Dijo Pepper.

Tony asintió, sin despegar su mirada de los muy abiertos ojos de su bebé. Peter lucía mayor, por supuesto, los bebés crecían mucho en tres meses. Parecía más rellenito, más alerta y tenía un poco de pelusa color café claro en la cabeza. Agitó un dedo hacía él, dejando que Peter enrollara sus pequeñitos dedos alrededor de este. El agarre hizo que algo cálido y apretado creciera en su pecho.

—Es bueno, es un nombre fuerte. —Tony le explicó a Pepper, todavía con sus ojos sobre Peter. —No es un nombre extraño de celebridad, o algún nombre viejo; "Ha estado en la familia desde el inicio de los tiempos". Es simple, sencillo y es muy fácil de pronunciar*.

—Haz pensando en esto muy seriamente. —Ella lo miró con curiosidad, que para ser justos, Tony rara vez le daba algo más que un segundo pensamiento.

—Tres meses. —Respondió Tony suavemente, no dejando el peso de la declaración hundirse antes de hablar de nuevo. —Consigue artículos de bebé por mí o ¿debería ir de compras?

—Tengo lo básico. —Pepper puso el asiento de bebé en el piso y se descolgó la pañalera del hombro. —Pero estoy segura que tú querrás más.

Permanecieron en silencio un momento, Tony admirando los gestos de su hijo, gestos por los que literalmente había permanecido con vida, con ferviente y profunda adoración. Entonces aunque lo quiso dejar pasar, Pepper preguntó gentilmente.

— ¿Tres meses?

—Tuve tiempo y razones para reorganizar mis prioridades. —Respondió simplemente, aún no estaba listo como para hablar más que eso, cosa que Pepper pareció entender. —Y Peter es mi prioridad.

—Estoy encantada, Tony—Ella sonrió suavemente, y luego con un toque de humor para aligerar el ambiente propuso. — ¿Gustarías que te ayude a cargarlo o crees poder manejarlo?

— ¿Es descaro lo que estoy oyendo, señorita Potts?—Tony apartó la mirada de Peter el tiempo suficiente para darle una especie de mirada funesta, ella sólo sonrió—Soy perfectamente capaz de cargar a mi hijo, y lo haré pronto. No, ahora. No más esperas, nunca más, debería de estar haciéndolo ahora.

Estaba hablando más para sí mismo, balbuceando un poco al final, convenciéndose de ir hacia delante. Cuidadosamente colocó sus manos debajo de Peter poniendo así una para sostener su cuello y la otra detrás de su espalda.

Estaba un poco cálido por todas las mantas, con la piel lisa, un poco húmeda. Le estrechó contra su pecho sin tener en cuenta, el reactor y los bordes desiguales, o cualquier cosa que pudiese perturbar al bebé. Se balanceó sobre sus rodillas un poco, suave y delicadamente cuanto pudiera ser. El delgado cabello le hizo cosquillas cuando Tony apoyo la mejilla contra la cabeza de Peter.

Pepper estaba a punto de fundirse en el suelo por lo adorable que se veían, pero Tony no prestaba atención a nada excepto el pequeño bulto de piel rosa y mantas azules en sus brazos.

— ¿Qué piensas, hombrecito?—Murmuró Tony—Peter Stark suena bien, ¿no?

El bebé hizo ruiditos y Tony sonrió brillantemente como el sol.

—Sí, suena bien ¿huh?

Empujó sus brazos un poco, lo suficiente para mirar el rostro de Peter de nuevo. El bebé parpadeo hacía él, sin cautela, pero tampoco muy entusiasta, sólo satisfecho. Tranquilamente Peter bostezó un poco atontado, un sonido chillón y adorable que Tony guardó en su memoria para siempre, luego se las arregló para llevar un pulgar a su boca.

Tony chupo su pulgar hasta que tuvo 4 años.

Algo en Tony le dolía acerca de eso, un sabor agridulce en la memoria, la esperanza y el amor. Besó la frente de Peter sosteniéndolo contra su hombro de nuevo, sin soltarlo por horas hasta que sus brazos empezaron a doler por el peso.

Ayudó a Pepper con lo que podía con una mano, y así ellos movieron todos los artículos de bebé adentro. Ella tenía lo básico: Una cuna desplegable, un asiento para bebé, una pañalera surtida y suficiente fórmula. Pero ella tenía razón, él necesitaría más, así que mentalmente fue catalogando todas las cosas que necesitaría y como tenía previsto mejorarlas para ellos.

Había suficientes habitaciones de invitados que podría convertir en una guardería —era una mansión en Malibú después de todo— una habitación lo suficientemente cerca para escuchar si el bebé lloraba, pero Tony no se sintió cómodo poniendo la cuna en otro lugar que no fuera su habitación. Cuando Pepper se fue, él le dio a Peter un tour.

—JARVIS, ¿estás despierto?

—Para usted, siempre señor.

—Perfecto. Como bien recordarás, éste es Peter Parker Stark— Tony acarició con el pulgar la mejilla de Peter, —Y es la nueva prioridad número uno, incluso sobre mí, ¿de acuerdo? Objetivo primordial, JARVIS, que esté a salvo. Si algo le pasa, debo saberlo, ¿entiendes?

—Por supuesto, señor.

—Abriremos un nuevo archivo bajo su nombre. Pepper regresará más tarde con los resultados de la prueba de paternidad, los quiero escaneados y afiliados a ese archivo. También, voy a darte una lista en un minuto, quiero que vayas por los mejores sitios de paternidad y ordenes lo mejor que tengan usando Amex como nombre falso, envío prioritario, luego quiero que guardes la copia de los recibos de estos artículos en la carpeta de Peter. Quiero ser capaz de revisar luego que estoy comprando para él y sí le gusta, donde puedo conseguirlo de nuevo.

—Como desee, señor.

—Perfecto, ve con un esquema de color azul y verde, vamos a empezar con una cuna, un cambiador, un asiento de seguridad, una de esas cosas—un canguro de bebé— en realidad dos, uno de esos cochecitos, y de esas cosas que usas como correa para sostener el bebé mientras caminas, una silla alta, los cincuenta mejores libros infantiles que recomiendan para la edad de Peter, el top quince de los libros de paternidad, top diez de los libros de psicología infantil, déjame ver, ¿qué más podremos necesitar…?

— ¿Ropa, señor?

—Eh, no confío en tu juicio para eso, JARV—Decidió Tony. —Yo haré eso luego, Pepp consiguió suficiente ropa de bebé por ahora…Oh, coloca una pañalera en la lista, la que ella trajo es una monstruosidad y…

Peter babeo su hombro, y el tren de pensamientos de Tony se descarriló temporalmente mientras observaba la ternura de su hijo.

— ¿Y, señor?

—Y una nota para el futuro, no interrumpirme mientras estoy observando la perfección que he creado JARVIS. —Tony resopló con sarcasmo.

—Por supuesto, señor. —Respondió su IA con un tono que podría sugerir que estaba rodando los ojos, si es que tuviera ojos para hacerlo.

—Y también unos cuantos chupetes, yo nunca los usé, pero quién sabe. También más biberones, Pepp consiguió de los baratos.

—Dudo que la señorita Potts llego a pensar que estaría cuidando de un niño tan de repente o por largo tiempo—Señaló JARVIS y Tony asintió.

—Cierto, ordena flores para ella, chocolates, las obras, entrégaselas. También recuérdame darle un bono, uno astronómico.

—Anotado, señor—JARVIS respondió, esta vez sin una pisca de sarcasmo.

—El proyecto Peter debe estar a salvo en el servidor personal, JARVIS. —Añadió Tony. —No estoy seguro en quien confiar en este momento, así que vamos por lo seguro.

—Eso me parece sabio, señor.

— ¿No lo soy siempre?

El pedido llegó en menos de dos días y Tony se aseguró de que Pepper observara si había algo en los medios sobre Tony Stark ordenando cosas para bebé. Estos sólo hablaban de la nueva decisión sobre la compañía pero sabía que eso era lo que harían.

No tomó esa decisión por los medios.

Tomó ésta decisión para sí mismo y para Peter que estaba junto a él. Tony se pasó los siguientes dos días leyendo todos los libros que ordenó, página por página, entre comidas, cambios de pañales y siestas compartidas. Mantenía a JARVIS revisando cualquier novedad en la web para mantenerse informado sobre el cuidado de los niños y al final del día ya se consideraba lo suficientemente informado sin experiencia de primera mano.

Aunque su decisión de mantener a Peter consigo no vaciló, los primeros días fueron muy difíciles e incómodos, Tony fue forzado a lidiar con un número para nada placentero de realidades para las que no estaba preparado. Parte de eso, fue el ajuste mental, pasando del playboy rápido y furioso, para frenar en el cauteloso padre. Él quería cambiar, pero eso no necesariamente era fácil, había noches en las que quería salir, beber y caer en la cama con alguna lujuriosa rubia y olvidarse de todo.

Pero entonces Peter agarraba su dedo o parpadeaba hacía él con su dulce sonrisa o inclusive sólo lo miraba con esos ojos llenos de nada más que pura adoración y confianza, y él perdía cualquier deseo de estar en otro lugar. Era Peter quién ayudaba a Tony no al revés; Tony nunca se sintió más amado en su vida. Fue nuevo pero maravilloso y Tony no lo cambiaría por nada del mundo.

A pesar de esto, ellos tenían sus bajas. Su primer cambio de pañales, fue francamente una experiencia traumática que involucró orina en su camisa y popó en el ventilador metafórica y literalmente, Tony jamás iba a superar eso.

Los alimentos también fueron difíciles, ya que Peter parecía querer sólo un poco del biberón, lo cual nunca conseguía satisfacerlo y parecía estar siempre hambriento. Hambre significaba llanto, llanto significaba comer menos, lo que lo mantenía constantemente hambriento y lloriqueando, hasta que finalmente estaba lo suficientemente hambriento como para bebérselo todo. No fue una rutina divertida, pero fue la única en la que Tony eventualmente parecía navegar.

Después de terminar de leer todo y por una vez finalmente comenzar a sentirse un poco cómodo con el rol paterno. Tony llamó a Rhodey. Intentaba invitarlo a tomar algo la próxima vez que saliera, esperaba presentarle a Peter a su mejor amigo. Antes de que pudiera si quiera hacer una insinuación al respecto, Rhodey se dio cuenta que no estaba llamando para retomar la fabricación de armas y le dijo que necesitaba enfocarse.

Tony colgó y Rhodey no llamó de nuevo.

Tony se acostumbró a la presencia de Peter mucho más rápido de lo que pensó que lo haría. Esperaba períodos de arrepentimientos o segundos pensamientos, pero no regresaría a eso. Hubo tiempos difíciles, noches sin dormir, donde nada parecía calmar los lamentos de Peter, los interminables pañales sucios que Tony nunca disfrutaba cambiar, su estado de ánimo quisquilloso que se negaba a beber del biberón y luego lloraba para estar hambriento por horas. Fue muy duro, sí, y había momentos donde Tony quería arrancarse todo el cabello pero él nunca se encontró a si mismo arrepintiéndose de su decisión.

Peter valía cada minuto.

Peter, con su dulce sonrisa y sus gorditos dedos de los pies. Peter, quien reía cuando Tony ponía los ojos en blanco y enrollaba su debo con sus manos cuando lo veía y lo miraba como si Tony fuera su dios, un héroe, al final era todo en su mundo, mirando sus marrones y despiertos ojos con puro amor.

Tony no se despegaría de Peter mientras pudiera evitarlo. Ellos tenían su tiempo para jugar sobre el tapete como los libros sugerían, pero incluso así Tony no se separaba de él, se recostaba enfrente de Peter y hacía caras, meneaba sus deditos y cruzaba sus ojos. Peter se reía estiraba sus manos hacía el, capaz de mantener su cabeza ahora, lo suficiente para ver a Tony arrullándolo.

Peter no podía darse la vuelta todavía, solo tenía cuatro meses, pero él le daba ánimos. Tony le hablaba sobre lo que pensaba, le hablaba constantemente acerca de todo y de nada, sólo así Peter podía escuchar su voz, sentir su presencia. Esto era una idea algo tonta, pero Tony quería inculcarle a Peter que él estaba allí, físicamente como su padre había estado, pero al inverso. Emocionalmente presente, frase tomada del libro de Paternidad número cuatro.

Hacían mucha lectura juntos también, algo en lo que Peter parecía muy interesado, aunque tuvieran sólo libros con páginas de colores. Tony al principio era un poco impaciente sobre tener que leer los mismos libros una y otra vez, pero eventualmente le gustó, usando voces divertidas y dejando que Peter pasara las páginas, inventando diferentes historias ya que Peter pasaba las páginas demasiado rápido como para que él pudiera leerlas.

Lo que Peter amaba más, y que nunca dejaba de calmarlo incluso en sus momentos más irritables, eran los baños. Amaba el agua, podía sentarse constantemente en su pequeña bañera por horas si Tony lo dejaba. Nunca lloraba cuando Tony lo bañaba o le ponía shampoo en su cabello, sólo salpicaba el agua alegremente y tomaba sus patitos de hule.

De hecho, Peter estaba haciendo intentos para agarrar casi todo, lo que llevó a Tony a hacer todo a prueba de bebés lo mejor que pudo. Teniendo en cuenta que el bebé no podía arrastrarse, sin embargo, lo mantuvo simple por el momento, en su mayoría sólo poner las cosas fuera de su alcance, tomando nota de contratar a alguien que devolviera las cosas a su lugar una vez que se hiciera pública la existencia de Peter. Lo que pensaba hacer pronto, pero no todavía. Él tenía otros planes, planes con los que se sentiría más cómodo ejecutándolos si no supiera que Peter no era un objetivo en el cual sus enemigos apuntarían.

Mientras tanto, llevaba a Peter en brazos donde sea que pudiera hacerlo, y en el canguro cuando sus brazos se cansaban. A veces, cuando no quería perder esa conexión piel con piel, se movía al sofá, dejando que la gravedad hiciera el trabajo por él mientras Peter dormía contra su pecho. Otras veces, dejaba la televisión encendida hasta que ambos se quedaban dormidos, o le leía un poco a Peter, pero sobre todo Tony trabajaba en el diseño del Mark II en su StarkPad. Tenía planos para el Mark II. Esos bastardos tenían sus armas, y las estaban usando contra los soldados, soldados que pasaron sus vidas tratando de proteger a otros. No había más rendición de cuentas, y si nadie más podía intervenir, él lo haría; ahora tenía un hijo que iba a crecer en este mundo después de todo, y Tony estaría condenado si no daba lo mejor de sí para que fuera el mejor mundo posible para Peter.

Trabajaba en los planos en cualquier momento que en le fuese posible. Era casi lo único que hacía además de pasar el tiempo con Peter, los otros trabajos fueron abandonados mientras el completaba el Mark II. Cuando terminó los planos y tuvo que hacer trabajo en el laboratorio, despejó un gran espacio para construir un muro solido con vidrio a prueba de balas que lo protegiera alrededor. Hizo específicamente que JARVIS lo bloqueara, entonces Babas, dedos de mantequilla, y todas las demás máquinas tenían prohibido el acceso; ellos hicieron pucheros, pero Tony no iba a dejar a esos robots torpes cerca de su aún frágil niño.

Esto podría ser un poco excesivo, pero su trabajo era peligroso y su hijo muy valioso. El colocó un baby bouncer allí y dejó que Peter jugara solo, mientras él trabajaba. Era consciente de cuanto se perdía en el trabajo, así que tenía a JARVIS recordándole permanentemente revisar a Peter cada 20 minutos.

No podía pasar ni cinco sin mirar por encima de su hombro.

Podía ver a Peter desde cada ángulo en el laboratorio, ese era el punto, y gracias a Dios Peter parecía estar perfectamente feliz mirando a Tony trabajar, babeando sus juguetes o jugando con los cascabeles del "baby bouncer". Era muy ruidoso, pero a Tony le gustaba, no tenía su propia música sonando, ya que no quería dañar los oídos del bebé, así que los sonajeros de Peter lo tranquilizaban, y lo mantenían cuidando de su bienestar incluso de espaldas a él.

Los días se convirtieron en un mes, y Tony ya no podía recordar como vivía sin esto. Peter se había sentado por sí mismo ahora, pero sólo duró unos pocos segundos, aun así Tony estaba supremamente orgulloso. Era ridículamente feliz por ver a Peter dándose vuelta y empujándose por sí mismo de su barriguita a su espalda. No podía darse vuelta nuevamente pero cuando parecía a punto de frustrarse Tony hacia morritos sobre su pancita y el reía salvajemente hasta que se olvidaba de ello.

Peter balbuceaba ahora, constantemente y sin parar, lo cual Pepper dejó en claro sin lugar a dudas que Peter era la versión punto cero de un Tony infante. No eran palabras reales, sin embargo mantenía a Tony con un fluído"Da da da da" cada vez que podía. El respondía a su nombre también, así que Tony trataba de decirlo lo más seguido posible. Peter también amaba la música, aunque la única cosa que Tony se negó a comprar fue música para bebés. Mantenía música de bajo perfil, sin guitarras de rock o ruidosos bajos, sólo música regular para Peter, quién aplaudía y sonreía por el sonido. Sus brazos se hacían más fuertes también, ya era casi capaz de sostener su biberón por sí solo.

Estaba durmiendo una noche de muchas, lo cual Tony apreciaba un montón. Lo ayudaba a establecer una rutina de sueño, como los libros sugerían. Le dio a Peter un cálido baño, le leyó sus dos libros favoritos y luego lo arrulló mientras tarareaba varias canciones der AC/DC, por que el chico necesitaba lo básico incluso si sus oídos no podían soportarlo aún. Lo puso en la cuna mientras estaba somnoliento —algo que el libro de paternidad número siete sugería para que aprendiera a calmarse por sí mismo— y se quedó en la habitación, leyendo en la cama y trabajando los planos en el StarkPad mientras se aseguraba de que Peter se durmiera y no sólo parara de llorar.

Hizo todas las pruebas para el Mark II después de que Peter se quedará dormido, porque a pesar de todos los vidrios a prueba de balas, no se sentía cómodo con su hijo en la misma habitación mientras hacía todas las pruebas. Dios no lo quiera y algún propulsor lograra derribar el vidrió enviándolo a volar...

Tony sacudió su cabeza, éste tipo de pensamientos ponían su piel de gallina.

Fue una de esas noches cuando Pepper pasó a verlo mientras él estaba probando un guante.

—He estado llamándote, ¿no escuchaste el intercomunicador? —Dijo mientras ponía una taza de café sobre el escritorio y deslizaba un paquete con archivos.

—Peter está durmiendo, lo apagué—Respondió Tony discretamente, flexionando las manos para que ella no pudiera ver el guante. — ¿Qué pasa?

—No puedes seguir alejando a Obadiah, Tony, no te ha visto desde que regresaste, ha sido casi un mes, se está volviendo insistente.

—Cierto. —Dijo, pensándolo por un momento. —Bueno, entonces coloca las cosas de Peter en el cuarto de atrás, y envíalo en una hora.

—Creí que dijiste que habíamos terminado de hacer armas—Miró fijamente a la luz brillante en su palma, el metal envuelto alrededor de su brazo.

—Es sólo un estabilizador de vuelo. —Tony trató de calmar su preocupación, presionando el botón de encendido. —Es completamente inofensivo.

Apuntó a una pared para probar su punto, y la explosión resultante de energía envió a volar la pared detrás de él.

—Está bien. —Se quejó. —No esperaba eso.

…:::…

Mientras Pepper le hacía saber a Obie que Tony estaría libre en una hora para verlo, Tony fue a limpiar todas las cosas de Peter. No fue tan malo como pensaba que sería. Después de todo había comprado la mejor línea de juguetes, muchísimos libros, aunque la mayoría de ellos los mantenía en su habitación de todos modos. Fue el tapete de juego y la silla alta lo que necesitó mover junto con un buen puñado de juguetes, asegurándose de esconder todos los biberones en caso de que Obie sintiera la necesidad de vagar en la cocina.

La reunión fue lo que Tony había esperado. Recientemente Obie había estado en Nueva York, hablando con la junta directiva y eso sólo podría significar cosas malas. Se suponía que Tony iría, pero le había dicho a Obie que estaría haciendo justo lo que le dijeron; descansar. No lo lamentaba, fue un tiempo mejor aprovechado pasándola con Peter, pero eso no significaba que no estuviera enojado, la junta estaba presentando una orden judicial. Ellos afirmaron que era por el estrés post-traumático, que para ser justos podría serlo, había anunciado que se detendría el desarrollo de armas y luego se había mantenido encerrado por los próximos meses, así que, si tal vez eso se veía como un PTSD, pero aun así, estaba enfadado.

Obie, por supuesto, quería llevar la tecnología del reactor arc para apaciguarlos, pero Tony por supuesto que se negó. Obie salió rápidamente después de eso, confiando en que Pepper le diera paso a la salida. Tan pronto como Tony bajo las escaleras le pregunto a JARVIS.

— ¿Peter está bien?

—El joven parece estar dormido, señor.

—Perfecto, nota para el futuro, si estoy con Obie o cualquiera que no sepa sobre Peter, di que "el proyecto está yendo mal en el taller", no menciones a Peter o cualquier otra cosa relacionada con bebés.

—Por supuesto, señor.

Pasó unas pocas horas haciendo las mejoras de vuelo y terminando el resto del diseño de la armadura, ahora todo funcionaba como él quería. Revisó la hora, Peter estaría despierto alrededor de las siete, no tenía chance para dormir lo suficiente así que pensó que podría hacer una rápida prueba de vuelo antes de ir a la cama.

¿En conclusión? Fue terroríficamente asombroso.

Para cuando regresó, tenía la cabeza congelada y fue a inspeccionar el paquete que Pepper le dejó en la mañana, lo desenvolvió revelando una caja de vidrio que contenía su primer reactor, el que ella había cambiado por él. Bañado en un poco de plata, con la inscripción, prueba de que Tony Stark tiene un corazón, una fotografía de Peter, que había tomado hace unas semanas atrás, impresa y pegada sobre el centro. Tony se frotó los ojos, lo cual era nada más que por el sueño, nada más.

La siguiente noche estaba revisando los arreglos que había hecho después de la prueba de vuelo cuando algo que decía una locutora en la televisión le llamó la atención.

"Aquí en la ardiente alfombra roja, en la sala de conciertos de Disney donde la tercera fiesta anual de beneficencia de Tony Stark para el fondo de las familia de los bomberos se ha convertido en el lugar para ser…"

—No recuerdo haber rechazado una invitación para eso. —Tony frunció el ceño. — ¿JARVIS?

—No tengo ningún registro de una invitación, señor.

"Quién no se ha visto en público desde su bizarra rueda de prensa. Algunos afirman que sufre de estrés post-traumático y se ha postrado en la cama todas estas semanas. Cualquiera que fuera el caso, nadie espera que se aparezca esta noche."

Tony frunció el ceño en dirección a la pantalla considerándolo. Podría ser un padre ahora, pero eso no significaba que no fuera el mismo tipo que siempre había sido y nunca hacía lo que los demás esperaban que hiciera. Peter ya estaba dormido, Pepper trabajaba escaleras abajo, podría estar allí y salir antes de que ella se marchara esta noche, JARVIS le avisaría si Peter despertaba…

—Diseño terminado, señor.

La imagen llena de oro brillante en la pantalla se volvió hacía él, y Tony se dio cuenta.

—Un poco ostentoso, ¿no crees?

— ¿Qué estaba pensando? Usted es siempre tan discreto.

—Te diré que. —Tony miró a su convertible. —Coloca un poco de rojo brillante.

—Sí, eso seguramente le ayudará a mantener un perfil bajo.

—Necesito ajustar tus niveles de sarcasmo.

—Diseño finalizado.

—Me gusta. —Tony asintió. —Fabrícalo y píntalo.

—Iniciando el ensamblado automático, tiempo estimado, cinco horas.

—No me esperes despierto, cariño.

Tony le avisó a Pepper que saldría, y ella le dio una extraña mirada pero no preguntó demasiado, había tratado que hiciera eso hace unas semanas atrás. Se puso un lindo esmoquin, se metió en su auto favorito, salió a la carretera quemando los neumáticos a la salida.

La cara de sorpresa de Obie, fue digna de admirar. Después de sorprender a varias personas como pudo, Tony hizo su camino por la multitud hacía el bar. Dios, no había tomado en semanas, no quería hacerlo alrededor de Peter, pero una pequeña noche de copas no dañaría a nadie y estaría sobrio en su largo camino de vuelta a casa. Un hombre desagradable con un traje, un tal agente Coulson de una tal división estratégica para no sé qué cosa, de la división no sé qué, recitó algo acerca de cómo Tony necesitaba ser interrogado. Asintió con la cabeza a lo que el tipo dijo antes de ser emboscado de nuevo esta vez por la reportera rubia que había abandonado esa noche en Las Vegas.

Su nombré se le olvidó. Ella se lo recordó, él lo olvidó inmediatamente, porque su cerebro francamente estaba ocupado con otras cosas. Hasta que le mostró las fotos de sus armas, fotografías tomadas tan solo el día anterior, cargamento de Stark Industries en Gulmiran. El pueblo de Yisen.

Tony la interrumpió abruptamente para abordar a Obie, quien con una amplia sonrisa para la prensa le dijo a Tony que era un ingenuo, que él mismo lo había sacado del mando de la compañía por su propio bien. Furioso y traicionado, Tony comenzó a quedarse hasta tarde y más tarde, perfeccionando su armadura y viendo noticias sobre Gulmiran y esos tiranos, una organización conocida como los Diez Anillos, hasta altas horas de la noche.

Menos de una semana después de las palabras de Obie, Tony le pidió a Pepper que vigilara a Peter mientras él no estaba. Le hubiera gustado hacerlo en las noches cuando Peter dormía, pero los ataques ocurrían durante el día y podía regresar de Gulmiran en menos de la mitad del día, por mucho. A Pepper no le gustaba todo ese secretismo sobre lo que estaba haciendo, haciéndole muchas preguntas e insistiendo que no era su niñera y que ni siquiera le gustaban mucho los niños, pero Tony le pidió que hiciera esto por él. Ella eventualmente estuvo de acuerdo y Tony se marchó.

Sacó a las personas que aterrorizaban a los ciudadanos de Gulmiran y destruyó todas las armas que pudo encontrar. Se metió en problemas en el camino de regreso, la interferencia de los militares, lo que requirió una llamada a Rhodey, por lo que tuvo que explicarle la verdad. Afortunadamente, todo marchó bien, aunque el traje iba a necesitar un infierno de trabajo para repararlo.

Pero por desgracia Pepper lo sorprendió tratando de quitarse el traje. Tuvieron una fuerte discusión, Pepper lo regañaba por hacer tales cosas tan peligrosas e irresponsables cuando tenía que ver por Peter, Tony le respondió que precisamente hacía esto por Peter. Le explico lo que trataba de hacer, que alguien estaba negociando armas bajo la mesa y necesitaba encontrarlas y destruirlas, necesitaba crear un mejor legado para Peter y para sí mismo, uno mejor del que heredó de Howard.

Pepper casi renuncia, insistiendo que prefería hacerlo antes que verlo matarse por esto, pero la presionó, haciéndole entender que sabía con todo su corazón que lo que hacía era lo correcto. Ella se rindió y él la envió a retirar los archivos que necesitaba de la computadora de Obie mientras se reunía con Peter.

— ¿Me extrañaste, amigo?—Tony alzó a Peter para abrazarlo y Peter entrelazó sus manitas en su cuello tanto como podía.

—Ahgaba—Peter balbuceó felizmente con una gran sonrisa.

—Sí, apuesto que lo hiciste. Lo siento hombrecito, papi tuvo que hacer unos cuantos trabajos hoy pero te lo recompensaré, lo prometo. ¿Qué tal algo de lectura? Solo tú, yo y Thomas el tren.

Leyeron hasta que Peter estuvo hambriento y fue cuando estando sentado en el sofá alimentando a Peter con el biberón, Pepper llamó.

— ¿Crees que puedas sostener el biberón?—Tony se rió mirando a Peter—No aun, ¿huh? Pronto hombrecito, pronto. Pero si eres tan amable de mover ese bracito tuyo, yo podría alcanzar mi teléf–

Antes de que pudiera responder, antes de poder incluso terminar la oración, hubo un zumbido en su oído y se detuvo en seco. Peter estaba en un ángulo sobre su regazo que no dejó que se cayera pero los brazos de Tony se aflojaron y el biberón rodó al piso.

—Eres mejor guardando secretos de lo que pensé, chico.

Tony conocía esa voz y la risa estruendosa, no necesitaba ver al hombre sosteniendo el paralizador sónico en su oído para saber quién era el que estaba detrás de él. Su boca se secó mientras miraba los amplios y confusos ojos de Peter. Había tenido momentos aterrorizantes en su vida, la mayoría habían ocurrido recientemente, pero esto estaba por encima en la competición por mucho.

No era miedo por sí mismo, si no miedo por su hijo lo que lo dejaba totalmente destruido.

—Tengo que decir, que de todas las cosas que esperé de ti, esto… —Obie, Obadiah, nunca más Obie, le dio una oscura sonrisa. —Tener un bebé con el que lidiar no estaba en el plan, pero entonces, claramente tienes problemas para seguir los planes, ¿no?

Peter estaba empezando a quejarse y Obadiah levantó una mano hacia él. Tony quería gritar. Todo lo que sus labios pudieron pronunciar de un "no" fue solo un "nn" rasposo y ahogado. Obadiah estaba tocando a SU hijo, sosteniéndole la cabeza mientras que a Tony se le aflojaban las rodillas en el sofá. Tony quería moverse para arrebatar a Peter de Obadiah, pero sólo podía doblar un poco sus dedos para sostener la mano de Peter, era algo, pero la parálisis era lo suficientemente fuerte aun y la mano de Peter se deslizó lejos.

—No me mires con esos ojos, no soy tan malvado como para matar a un bebé. Además… —Ladeó la cabeza pensativo. —Estoy muy seguro de que habrá mucha gente que estaría dispuesta a pagar un gran precio por criar al hijo de un Stark, después de tu trágica muerte, por supuesto.

No. No, no, no, no había soportado las torturas y el secuestro para abandonar a Peter de esa manera. No podía. Quería moverse, pero lo único que pudo hacer fue una leve contracción con sus dedos.

—Sabes, cuando ordené tu captura...

Tony lo había sospechado, pero maldición era otro puñetazo en el estómago.

—Estaba preocupado de que tal vez estaba matando a la gallina de los huevos de oro, pero mira—Obadiah presionó un dispositivo plateado sobre el reactor. —El destino hizo que sobrevivieras. Tenías un huevo de oro más para dar.

Con eso, se dio un tirón, y el cuerpo de Tony se arqueó hacia adelante cuando el reactor fue arrancado de su cuerpo, seguía brillando como la metáfora del huevo de oro.

—Tony, tonto—Obadiah se burló. — ¿De verdad piensas que sólo porque tuviste una idea, ésta te pertenece? Tu padre nos ayudó con la bomba atómica. Ahora ¿qué clase de mundo sería este si él hubiera sido tan egoísta como tú?

Arrancó los cables que conectaban el reactor y Tony dejó escapar un grito ahogado. A su lado, Peter estaba tratando de rodar, tratando de mirar, pero no podía, Tony estaba agradecido de que no pudiera hacerlo.

—Oh, Tony. —Obadiah murmuró. — ¿Esto? Es tu novena sinfonía. Una obra maestra.

Obadiah se sentó en el sofá, con un brazo alrededor de Tony, de una forma bizarra e invasiva. Tony podía mover un poco su mano ahora, quería sostener a Peter, pero se resistió, sabiendo que si lo hacia Obadiah podría darse cuenta y eso sería sellar cualquier posibilidad de supervivencia que tuviera. Tony estaba preocupado de que Peter pudiera caer del sofá mientras Obadiah seguía hablando acerca del futuro de las armas con la tecnología del reactor y no fue hasta que mencionó su intención de matar a Pepper que Tony no centró su atención en él de nuevo.

Pero ya se había ido.

Fueron cerca de treinta y siete segundos hasta que tuvo todas sus funciones motoras de nuevo y pudo moverse, con cuidado movió a Peter del sofá al suelo besándolo en la frente antes de ir hacia el elevador. Peter comenzó a llorar cuando se fue, pero no podía quedarse si quería vivir lo suficiente como para consolarlo de nuevo.

Perdió su energía en el elevador, y para cuando las puertas del laboratorio se abrieron, estaba arrastrándose para alcanzar el reactor que Pepper le dio, el de la caja de vidrio. Babas lo alcanzó para él cuando no lo logró y Tony nunca estuvo más orgulloso de su amado robot. Rompió el vidrio y estrelló el reactor en su pecho, justo a tiempo para que Rhodey empujara la puerta y le diera la vuelta.

—Peter. —Murmuró, tomando a Rhodey de la chaqueta desesperadamente.

— ¿Pepper? Ella está con algunos agentes, ellos–

—Peter. —Insistió Tony todavía jadeando. —El bebé, escaleras arriba.

—Pensé que había escuchado algo, pero creí que estaba loco. ¿Qué demonios estás haciendo con un bebé? ¡¿Es por eso que hay una foto de uno en tu nuevo reactor?!

—Ayúdame a levantarme. —Le interrumpió Tony, usando a Rhodey como palanca para levantarse a sí mismo, había olvidado la fotografía en el reactor y la arrancó para luego con cuidado la guardarla en su bolsillo. —Te explico luego, llévame hasta él. ¿Qué hay de Pepper?

—Ella y cinco agentes van camino a arrestar a Obadiah.

—Eso no va a ser suficiente. —Tony negó con su cabeza. —Necesito…Demonios, sé que estoy pidiendo demasiado pero necesito que cuides a Peter, tengo que ir detrás, detrás de ellos, Obadiah los tomará por sorpresa…No están preparados.

—Tú, ¡¿me estás pidiendo que sea la niñera de tu hijo, él hijo que no me dijiste que tenías?!

—El tiempo es esencial. —Tony agitaba su mano insistentemente.

Rhodey asintió con la cabeza, le daría el beneficio de la duda y le ayudó a llegar a la estación de la armadura antes de subir para ver a Peter. Cada célula de Tony quería ir hacia él, pero sabía que no podía, tenía que hacerse cargo de Obadiah.

No hasta que estuviera seguro que ese bastardo no tocaría a su hijo nunca de nuevo.

El traje fue difícil de maniobrar con el poder del reactor reducido, pero Tony lo logró. La batalla resultante fue muy larga, áspera, y destructiva, pero terminó con la electrocución de Obadiah y la existencia continúa y dolorosa de Tony, por lo que todas las cosas fueron tan bien como podría haber esperado.

…:::…

—Iron Man, ¿eh? —Tony observó al día siguiente, ojeando el periódico antes de la conferencia de prensa mientras Pepper atendía los rasguños en su cara. Él tenía menos de diez minutos para estar listo ante las cámaras. —Técnicamente no es correcto, el traje esta hecho de oro y titanio, pero evoca a la imaginación. ¿Qué piensas tú, Petey?

Tony se inclinó al asiento de bebé a sus pies, dejando a Peter agarrar su dedo, Peter balbuceaba feliz, mientras alzaba ambas manos para que Tony lo cargara.

—Papi todavía necesita más banditas, Peter— Pepper le decía seriamente al bebé, poniendo otra sobre la frente de Tony. —Luego podrá cargarte.

—La tía Pepper es una mandona. —Tony le susurraba a Peter como si estuvieran conspirando.

—Ésta es su coartada. —El agente de la división con el nombre malditamente largo le informó, pasándole una tarjeta.

Aparentemente, había estado teniendo una fiesta en un yate. No había nada sobre Stane, el agente le informó que ya se habían encargado de eso. Tony se quejó sobre la historia del guardaespaldas, sonaba falsa pero se le aseguró que este no era el primer "rodeo" del agente.

Finalmente, Tony levantó a Peter, sosteniéndolo contra su cadera y caminó hacia el escenario.

Todos los flash de las cámaras del lugar se dispararon y cada reportero empezó a hablar.

—Ah ah ah. —Sacudió su mano libre. —La paciencia es una virtud, lo siento pero estoy tratando de enseñar a mi hijo.

Miles de preguntas más empezaron, como esperaba, las cuales Tony ignoró. Continuó hablando, sabiendo por experiencia que guardarían silencio para escucharlo.

—He preparado una declaración, por lo que no voy a tomar alguna pregunta, no es que eso los haya detenido alguna vez de preguntar de todos modos, pero bueno, un hombre puede soñar. —Tony ajustó su cadera, tomando la mano de Peter. —El nombre de este pequeño chico es Peter Parker Stark. Tiene cinco meses de edad, y es 110% mío. La madre ha tomado la decisión de no tenerlo en su vida, así que no, no habrá ningún vídeo sorpresa de escapadas en Hawaii o batallas de custodia en el show del Dr. Phil.

Hubo una gran sorpresa entre los espectadores, risas nerviosas, y Tony continuó.

—Y la otra razón por la que están aquí, es por las especulaciones que hubo sobre mi participación en los eventos recientes que ocurrieron en la autopista, uh, en el tejado de…

—Lo siento—Una reportera interrumpió, no mostrando arrepentimiento en lo absoluto. — ¿Pero espera que de verdad creamos que fue un guardaespaldas en un traje?

Él la reconoció, la rubia que abandonó en Las Vegas, la que le había mostrado las fotos de Gulmiran en la fiesta. El hecho de que ella le había dado una mano, cosa que probablemente le salvó la vida, fue compensado en gran medida por su intenso disgusto por todo lo demás sobre ella.

—Un guarda espaldas que convenientemente hizo una aparición. —Continuó ella. —A pesar de que históricamente es bien sabido que usted se rehúsa a tener guarda espaldas.

—Sé que esto es confuso. —Le dio una especie de mueca con desprecio. —Pero una cosa es cuestionar la historia oficial y lanzar salvajes acusaciones e insinuar que yo soy una clase de superhéroe–

—Nunca dije que usted fuera un superhéroe. —Ella levantó una ceja hacia él con arrogancia.

— ¿No...? Bueno, bueno. — Tony había perdido el balón, sólo un poco. —Porque eso sería descabellado, y eh...Fantástico. Pero yo no soy del tipo héroe. Es evidente. Con ésta larga lista de defectos de carácter, todos los errores que he cometido, en gran medida en público–

—Uno de ellos recientemente. —Dijo ella sonriendo hacia Peter y Tony estuvo a punto de perder los estribos.

—Peter no es, o no fue y nunca será un error y si alguien insinúa eso de nuevo, nunca será capaz de trabajar en su vida. —Dijo sin vacilación, su voz fina y fría como el hielo mientras frotaba el pulgar de Peter con ternura.

—Está bien, Tones. —Rhodey se inclinó y susurro en su oído para tranquilizarlo. —Sólo mantente firme en lo que dicen las tarjetas, hombre.

—Sí. —Tony afirmó, deteniéndose de nuevo para leerlas con su mano libre. —Cierto, las notas…

Miró a los reporteros, que esperaban sus palabras. Miró a la rubia, sus labios fruncidos en una delgada línea, también esperando sus palabras como el resto de los otros. La mujer que pensaba que su hijo fue un error, quien pensaba que él no tenía lo necesario para ser un héroe.

—Yo soy Iron Man.

La habitación estalló, pero él sólo esbozó una sonrisa satisfecha hacia la rubia antes de dejar el escenario, murmurándole a Peter.

— ¿Buitres, no te lo dije?

…:::…

Notas: Hola! Hermosas personas que han llegado hasta el final, debo decir que este fic lo conocí gracias a scottlxng quien lo traducía junto a otraautora, pero pasaron muchas cosas y pues cuando quería ver si tal vez ya habían actualizado pues la historia fue borrada D: me puse muy triste y luego me fui a leerlo en su idioma original, pregunte a la autora si me permitiría traducirlo para poder compartirlo con ustedes (quienes sean que estén leyendo esto :D) no tardó mucho en contestarme, fui muy feliz :D ¡me dijo que si! (obviamente :v) Y pues aquí el primer capítulo, me encontré con algunos que otros inconvenientes, puesto que mi ingles está un poco oxidado, pero hice lo mejor para poder ofrecerles el gusto de leer este fic.

Pueden ir a visitar el perfil de la autora en AO3 se llama Wordsplat para quienes tengan un buen manejo del inglés, puedo asegurarles que disfrutaran de sus historias :D (Demasiados fics de Marvel OwO hermoso!)

Si gustan dejarme algún comentario para ella, con gusto los traduciré del español al inglés o pueden hacerlo directamente ustedes, como deseen ;)

Espero que lo hayan disfrutado, y pues como son capítulos demasiado largos creo que estaré subiendo uno por mes, tengo que actualizar mis fics también xD.

Bueno, pues creo que eso es todo, nos leemos en el siguiente :D