Estoy comenzando a pensar que el único fandom donde puedo escribir cosas bonitas con ligero humor es en este, porque todos los demás fandom hago cosas cursi saca azúcar o, tristonas saca corazones. Así que aquí estoy de nuevo, escribiendo sobre estos tontos que adoro con toda el alma. Me inspiré para hacer esto, de un promp en tumblr (no recuerdo que blog era, pero fue de esa página).

Ps. Estoy como loca desquiciada al saber que la segunda temporada llegará hasta Diciembre. Odio todo.

i. The bubble gum effect

Adrien se preguntaba si en algún universo Chloe era una chica dulce como la que conoció en su infancia, no ésta que ahora pegaba una goma de mascar en el asiento de una de sus futuras compañeras de clase (según dijo Nino el chico de cascos quien se sienta a su lado, era una chica). Por supuesto las razones que le dio por hacerlo no eran justificables para los oídos de Adrien (¿Quién justifica que se te pegue una goma en el trasero?), por lo que hizo lo único que sabe, era lo justo.

Se agachó en ese asiento, y comenzó a quitar aquella goma rosa que se estaba pegando en sus dedos. Le preguntaría luego a Nino porque rayos era tan difícil de quitar, ¿acaso se habría perdido alguna clase donde te explicaran como remover dichas cosas?

Pero no se iba a rendir. Preferiría tener sus manos pegajosas a que su futura compañera (y espera posible amiga) pase por una vergüenza solo porque Chloe estaba aburrida.

Por lo que no se percató, de las señas de Nino quien le estaba avisando sobre la chica de coletas que poseía dicho asiento. No fue hasta que escuchó su voz con pizca de enfado, que dejó de jalar la goma.

—¡Como te atreves a poner una goma en mi asiento!

Adrien está listo para defenderse (suena enfadada, y una mujer enfada puede llegar a causar mucho miedo) y explicar la situación (por un momento delatar a Chloe no parece muy mala idea), pero cuando levanta el rostro para enfrentarse a la dueña de la voz molesta, se siente congelar.

Adrien Agreste a modelado con muchas chicas bonitas, unas incluso mayores que él, pero ninguna se compara con la adolescente de coletas frente a él. No sabe si es por esos grandes y bonitos ojos azules, o esos rasgos que gritan mezcla de nacionalidades (la parte inteligente de su cerebro detecta rasgos chinos, y se derrite por completo). Pero la chica de voz molesta era encantadora ante los ojos de Adrien, quien sabe debe decir algo porque seguramente se ha de ver como un idiota por verla en silencio por un largo rato y aún, con sus manos tratando de quitar esa goma de mascar.

¿Pero qué le diría? Hey hola soy Adrien, el chico nuevo que por primera vez está en una escuela y soy amigo de Chloe, la chica que puso en primer lugar la goma en su asiento. Si, sonaba horrible.

—¿Piensas que es divertido poner gomas sobre los asientos de otros? —le pregunta molesta y con los brazos cruzados. Lo admite, el chico es lindo, pero eso no le da derecho de hacerle esa jugarreta.

Pero Adrien no la escucha, y en su lugar, se pone a hacer la cosa más estúpida que su cerebro pudo pensar.

Optó una pose de modelo estrella, y se sentó en el asiento de ella (por un momento, sintió algo raro en el trasero). Una sonrisa deslumbrante apareció en su rostro.

—Hay muchas cosas que pienso que son divertidas, podríamos hablar sobre ellas en alguna ocasión. Después de la escuela quizás. —y guiñó. Nino casi se atraganta con la gaseosa que estaba tomando porque no sabía que este chico (quien se miraba tímido sin una pizca de cómo hacer amigos) hiciera un movimiento tan directo hacia Marinette (inocente, sonriente y torpe) Dupain-Cheng.

La clase se quedó en silencio. Y Adrien se dio cuenta de lo que dijo cuándo miró que el rostro de la chica de coletas se ponía rojo. Decir que el joven modelo se sonrojó fue poco, el pobre se había puesto rojo de pies a cabeza (¿cómo rayos había dicho eso a esa chica linda quien estaba molesta con él?).

"¡Lo siento, lo siento, lo siento!" Se disculpó un sinfín de veces mientras se levantaba y se iba a sentar en su respectivo asiento, (Y oh por dios… Pensó. ¿Acaso me pegué la goma en el pantalón?) con la mirada de todos siguiéndolo. Pero Nino se compadeció e hizo una seña de que lo dejaran en paz (que mañana si querían podían hablar del tema, pero hoy no más) y le dio unas palmadas en la espalda.

—Viendo este espectáculo, siento que quizás podremos ser buenos amigos.

Adrien se hundió más en su asiento y apoyó su cabeza en el escritorio.

—Me quiero morir.

—Si te vas a morir, al menos muere sabiendo que su nombre es Marinette.

Ah. Hasta su nombre es bonito. Pensó volteando a verla y sonrojándose al darse cuenta, que Marinette también lo veía.

(Porque ella aún exigía una disculpa por lo de la goma en su asiento, y no por un amor a primera vista de película como Adrien imaginaba).

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