DESPERTAR DE UN GUERRERO

Prologo: la nueva leyenda

Caía medio día en el planeta vegeta. Un vasto mundo muy parecido a la tierra; en cuanto a vegetación y el predominio de las ciudades. Más allá en un gran hospital paseaba un joven guerrero, expectante por el gran acontecimiento que se avecinaba: era el nacimiento de su segundo hijo y como todo buen Saiyajin, esperaba que naciera con un gran potencial. Llega hasta un corredor estrecho que da contiguamente con un vidrio largo y el cual mostraba toda la sala; adentro se veía muchos bebes encerrados en una incubadora y por el centro indicaba el poder que poseía aquellos niños, el joven Saiyajin atisba en el marcador electrónico y exclama con una notable decepción.

- ¡Diablos!, solo 2 unidades de poder, esto lo llaman mi hijo, grrrrr- le da la espalda al bebe de su misma semejanza; con el mismo pelo revuelto hacia los lados. Solo diferenciándose por el tono de piel más claro

El joven sale del lugar y se dirige hacia un gran palacio. Allí es recibido por un joven de gran altura, fornido y con el cabello enmarañado.

- ¡Bardock!, te tardaste una eternidad, acaso no te importa que el Rey Vegeta te extermine por tu incumplimiento- Le recrimina al joven Saiyajin por su tardanza.

- No puedes hacer nada- Le responde al soldado de elite- ya he llegado y estoy listo para otra conquista- trata de olvidar el nacimiento de su hijo

Ambos se adentran al majestuoso palacio de los Saiyajines. Logran ingresar sin dificultades por los aposentos del palacio y allá ve al monarca de toda la raza, dándoles la espalda y con claras señas de impaciencia.

- ¡Bardock ¡,que te crees insecto?- da unos pasos amenazadores, sin embargo el joven Saiyajin se mantiene recto y sin bajar la mirada a su superior- Llevo esperándote casi una hora y le prometí a mi hijo que iríamos a conquistar el planeta Oram en este instante.

- ¡En serio pretende llevar al Príncipe Vegeta hasta aquel lugar!- se exalta el gran Saiyajin- yo se que nuestro príncipe tiene un poder impresionante y puede conquistar cualquier planeta a su antojo,… pero…

- Pero tiene las actitudes necesarias para ir con nosotros, Nappa. Ya lo he planeado todo y voy a llevar mis mejores hombres- gira su cabeza hacia Bardock, con una mirada despectiva y amenazante- he sido bastante misericordioso contigo, normalmente no permito que un guerrero de clase baja se dé el lujo de compartir las batallas con la nobleza,… afortunadamente no vas a ser un estorbo. Tu poder rebasa las 12.000 unidades y eso ningún guerrero de tu categoría lo consigue. Entonces siéntate afortunado de tu destino- quita la mirada de su subalterno y prosigue su camino

- Vamos Bardock, no podemos hacer esperar más rato a nuestro monarca- replica Nappa.

Los tres llegan hasta la estación, en donde se ubican las naves monoplazas, gira hacia el hangar izquierdo, mas allá de la rampa inicial se encuentra las naves listas. Allí esperaba un niño de 5 años, con el pelo erizado y unos abundantes mechones en su frente. La mirada de ese niño era muy distinta de otros chicos de su edad; Ya que este poseía un semblante de todo un guerrero Saiyajin.

- ¡Papa!, ya me estaba durmiendo de tanta espera. Quiero acabar rápido con esos insectos- le responde el chico con firmeza.

- No te preocupes Vegeta, ya saldremos enseguida. No hay forma de que nuestro comando sea detenido. Por cierto ese guerrero de clase baja nos hará compañía, trátelo con cordialidad- Repone el Monarca de forma irónica.

- ¿Para qué nos acompaña un insecto de clase baja?- Pregunta mostrando ingratitud hacia Bardock.

- Es el líder del comando más poderoso entre las clases bajas; el lleva en su haber un gran número de planetas conquistados y el único de su clase que supera los 10.000 unidades- desvía la mirada en el guerrero fornido- algo que no ha podido hacer Nappa siendo un guerrero de elite- El Saiyajin de elite se escoge de hombros avergonzado.

Ya el Príncipe Vegeta lo mira con más seriedad, aunque lo sigue subestimando por su clase. Un grupo de 5 soldados llegan hasta el Rey Vegeta, ellos hacen una reverencia a su Monarca y así el da la aprobación para abordar sus naves monoplazas. En un momento ya estarían en el espacio sideral, sobrevolando por los cuerpos celestes y las estrellas que refulgía una luz incandescente y hermosa, Los Saiyajines al momento de despegar digita unos números de secuencia de la nave y se adentra en un profundo sueño.

Por otro lado, en el hospital un grupo de doctores observa la capsula de hijo de Bardock, observan detenidamente los datos suministrados por la computadora y los va apuntando en un cuadernillo digital.

- Su nombre es Kakarotto, es hijo del poderoso Bardock- dice un medico con forma reptilesca- su poder de pelea apenas es de 2 unidades- revisa su agenda, tras mirar los datos al fin repone- su próximo destino es el planeta Urzokt

Uno de esos médicos carga la capsula, en la cual el niño llora con ímpetu. Kakarotto es montado en una nave monoplaza. El médico reptil presiona unos botones, da un paso atrás y mira como la nave va despegando, saliéndose de órbita hacia el espacio exterior.

Nos remontamos en una gigantesca planicie, con un cielo rojizo, parecido al ciclo final de un planeta. Más adelante se levantaban unas gigantescas hierbas fucsia, de todas las variedades que podía haber. En ese cielo rojo se perciben unas luces blancas, que se mueven como estrellas fugaces, estas caen a la tierra y provoca una gran sacudida que se siente en todo el espacio. Más al norte se ven unos gigantescos cráteres, recientes por las grandes bocanadas de humo que salían bajo la tierra. En eso se escucha como se abre unas rejillas, pocos minutos después sale unas figuras humanas debajo de la tierra, eran los Saiyajines, que despertaban de su prologado sueño de 2 semanas.

- aaaaa- echa un gran bostezo el gran monarca de los guerreros del espacio- ya iba siendo hora de llegar a este lugar- mueve su cabeza hacia los lados y replica- este planeta es un basurero,… no que por que Freezer nos mando a este sitio- se enoja al pronunciar el nombre de su supuesto aliado

Los guerreros son conducidos por su gran líder, quien iba avanzando rápidamente por las grandes hierbas. Al poco rato comenzaron a correr camuflados en esas espesas planicies, acabando con toda criatura que se le atravesara. Un poco más adelante ven el final de las grandes hierbas y logran ver por fin la gran ciudad de los Oramius. Descubren una ciudad algo primitiva; no existían las calles y los edificios eran pequeños y menos trabajados que de los Saiyajines, el Monarca mira con atención la ciudadela, buscando alguna pista interesante, al fin sentencia.

- Esta ciudad es una porquería, comencemos a remodelar esto- Suelta una carcajada propia de un Tirano.

En el acto extiende su brazo derecho y en su mano saca un gran chorro de energía, esta termina borrado todas las edificaciones que se encontraba al frente. En el cielo se divisa un gran grupo de criaturas, Son los Oramius, Seres de piel gris clara, cabellos rojos escarlata, cuerpos robustos y delgados. El Monarca Vegeta dibuja una sonrisa maliciosa y sus ojos van brillando mientras sus enemigos se acercan. El Rey de los Saiyajines con un gesto da la orden de atacar a sus subalternos.

- Mueran asquerosos insectos- Nappa se impulsa a gran velocidad y con una brutalidad tremenda, acaba con su enemigo, partiendo el cuello rival.

Uno de los nativos Oramius con un hábil movimiento acaba con uno de los guerreros del espacio. Ahí otro guerrero se abalanza encima, mas no lo logra alcanzar. El Joven Príncipe Saiyajin observa a ese formidable rival y enciende su scouter. En un momento aparece un número iluminado en el rastreador.

- Su poder de combate supera las 8.000 unidades, es más poderoso que varios de los guerreros de elite- no oculta su sorpresa, reconoce la fortaleza de su enemigo.

Ese Oramiu se defendía ante dos guerreros de elite. Estos hombres comienzan a lanzar bolas de energía a la diestra y siniestra. Una gran cortina de humo rodea todo el lugar, los guerreros gozaban por su aparente victoria, pero en unos momentos ven una atemorizante figura entre la densidad del humo, ellos quedan petrificados ante aquella figura fantasmal. Aquel guerrero sonreía ante la impotencia de esos Saiyajines y acto seguido aparece delante de uno, este soltaba un considerable reguero de sangre, mientras sus ojos se iban volviendo blancos y carentes de vida. Su compañero quedo totalmente paralizado ante la muerte de su amigo y comprobaría un momento después que su verdugo le destrozaba la cabeza.

- Maldito seas, no voy a permitir que acabe con nosotros- se lanza con furia Nappa, pero ese Oramiu con un leve movimiento de su cuerpo esquiva el golpe.

- Tontos simios- responde fríamente su verdugo- Solo eso faltaba, que fueran los esbirros del cobarde de Freezer- le lanza una patada, que por fortuna esquiva el gran Saiyajin- nosotros teníamos un criterio muy distintos de ustedes, pero por lo que veo, ya se han dejado esclavizar por el Emperador - Extiende bruscamente su brazo y con este le da de lleno a guerrero de elite, el cual cae estrepitosamente al suelo.

- aarrrr- se levanta con algo de dificultad- ¿Quién habla de traidores?, ustedes se atrevieron a repudiarnos, son unos debiluchos que han tenido muchas ventajas - sale disparado directo a su rival y le lanza una ráfaga de golpes, pero todos estos fácilmente esquivados por su enemigo, este con manotazo en el pecho lo hace retroceder unos cuantos metros.

- ¡jaja!, eso no te lo crees por sí mismo, sabemos muy bien que tanto los dos somos una raza muy ambiciosa de poder. ¿Acaso no te has preguntado de esta supuesta traición?, expuesta directamente por Freezer- se expresa el guerrero Oramiu

El Rey Vegeta había alcanzado a escuchar las últimas palabras del Oramiu rival, estas hace eco por su mente. Desde hace bastante tiempo deseaba tener su propia autonomía y no ser controlado por el temible Freezer. Detestaba al Emperador .En su mente trazaba planes en conspiración contra el hijo de Cold. Mientras tanto el Oramiu rival iba disparado hacia el soldado de elite, pero alguien interviene en su lugar.

- por que no te metes con tipos de tu tamaño- se interpone Bardock.

- Posees un buen nivel de combate, será una gran pelea- el guerrero escarlata se impulsa con gran agilidad y choca su brazo con el del Saiyajin. Este lo impulsa atrás con una patada en la mandíbula

Ambos contendores se entrelazan en un rápido y violento intercambio de golpes, destruyendo todo lo que hay por su paso con estallidos de ondas. El Rey contemplaba a ese guerrero que se media con uno de los suyos. Le pareció algo humillante que un guerrero de clase baja hiciera el trabajo que no cumplo sus subalternos de mayor rango. Por instinto interrumpe el combate entre esos dos guerreros y se le ve frente a frente con el Oramiu y con un potente golpe lo deja inmóvil.

- ¡! Repite esas últimas palabras!- replica de modo desafiante- que insinúas basura.

- Se ve que eres un mono muy estúpido, que solo sabe usar la fuerza- se burla ese guerrero de cabello rojo escarlata- por muchos años hemos mantenido una alianza y hemos sido consideradas las razas más competentes para Freezer y sus esbirros- mira de forma maliciosa al Monarca y lo deja bastante abrumado- En tus ojos veo todo el odio que tiene contra aquel monstruo. Miset, el hijo y sucesor del gran líder Ocarn he tenido el más puro odio contra aquel infame ser.

- ¡Eso no me importa a nosotros!, es vuestro destino desaparecer- El Monarca extiende su brazo derecho y comienza a concentrar una gran energía, pero algo lo detiene- " El maldito de Freezer en estos momentos es invencible"- pensaba-" yo solo no tengo oportunidades con ese monstruo, pero hoy en día se me da una gran oportunidad"- detiene su ataque, se sumerge en esa gran idea, sería la primera vez que tendrías chances para castigar al Tirano por todas las humillaciones sometidas durante su imperio, esa idea le alegra.

- Por lo que me doy cuenta, en este momento se acabo la batalla entre nosotros- Adivina los pensamientos del Sumo Monarca, esperando la pronta respuesta de los labios del Rey Vegeta.

- Por ahora no le haremos daño- se voltea directamente hacia sus guerreros- Saiyajines, detenga su ataque.

La orden la acatan de inmediato sus subalternos y se reúnen ambas razas en un salón oscuro y bastante espacioso. Los guerreros guardan sus distancias ante sus enemigos. Solo se queda el rey vegeta y el sucesor de la corona oramiana trazando un plan perfecto paran acabar de una vez con aquel monstruo llamado Freezer.

Nos aproximamos a otro lugar, totalmente distinto al planeta en donde los Saiyajines habían formado una alianza temporal con el príncipe de ese cuerpo celeste. Una luz alba sobrevuela los cielos negruzcos y va perdiendo altura, mientras unas gigantescas torres grisáceas se metían en el camino. Esta luz se va creciendo y en un repentino un estruendo sacude todo el lugar; la estrella se había estrellado en una gigantesca plataforma, unas figuras, las cuales no se reconocía ante la oscuridad se escabullen hasta el lugar de la explosión. Más adelante atisba un objeto redondo y el cual desprendía grandes cantidades de vapor, una de estas criaturas mira de forma amenazante la nave monoplaza. De pronto esta se va abriendo lentamente y desde adentro sale a relucir unos chillidos de bebe. La criatura que miraba con desconfianza la nave se adelanta unos pasos y allá ve a un bebe recién nacido, el cual gritaba con gran fuerza. Este ser extiende sus brazos y con algo de dificultad, ya que el niño no se deja coger, logra tenerlo entre sus brazos. Esta emite un susurro a sus compañeros y se retira a su hogar, bajo la luz del alba.