Prologo
-¿Cómo no me di cuenta antes? El alma de esta chica es un plato magnifico, ¡ella sufre más de lo que te podrías imaginar!
¡De que está hablando! Kagome es fuerte, ¡ella no sufre!
Antes de que pudiera pensar si su afirmación era cierta, la voz del príncipe de las flores siguió llenando el palacio.
-La razón de su sufrimiento es…
No lo entendía. ¿Por qué sufriría Kagome? La veía algo triste, pero ¿estaba sufriendo? No lo creía posible. Ella era una persona fuerte, no tenia porque sufrir… ¿o sí?
-Cállate.
La voz de la miko ya despierta lo devolvió a la realidad, mas volvió a perderse en sus pensamientos, El príncipe de las flores convertido en monstruo se disponía a atacar a Kagome, pero Inuyasha lo derroto aun pensativo.
Kagome, ¿Por qué sufres?
(…)
Ya más tarde, en la noche, fue cuando lo entendió: Kagome sufría por él. ¡Cómo no se dio cuenta! El sufría por Kikyo, y Kagome sufría por él, pero él no quería eso, pues la amaba.
¡ALTO! ¿Yo amo a Kagome? ¡NO! Yo amo a Kikyo… ¿verdad?
El pobre hanyou se quedo discutiendo consigo mismo a cual miko amaba, si Kagome o Kikyo, hasta que una de las anteriores le hablo:
-Inuyasha ¿estás bien?
-Tranquila Kagome, vuelve a dormir- respondió sin mirarla a la cara
- ¿ah sí? Pues dímelo a la cara- dijo seria
-Duérmete Kagome- dijo Inuyasha secamente
-No hasta que me digas que te pasa…
-¡Bien! Si no te duermes me iré- dijo enojado para luego irse saltando
Kagome quedo confundida, tanto que lloro hasta dormirse, pero no vio que dos personas, un hanyou que volvía más calmado y un youkai desconocido, la estaban observando. El hanyou se prometió que no la haría sufrir más, el youkai que debía protegerla a toda costa, pero ambos la amaban profundamente.
