Mente siniestra
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa del Mini reto de Marzo de "La Copa de las Casas 2014-15" del Foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
El peso de la nieve provoca que los árboles crezcan torcidos y de las ramas penden dientes de hielo que amenazan desde las alturas. El invierno cubre cada rincón del pueblo como un manto infranqueable, pintando un paisaje blanco y desolado.
Millicent Bulstrode se coloca las prendas masculinas cuando la noche cae sobre sus hombros. Poco a poco va creando una nueva identidad que le ayuda a evadir la culpabilidad de los asesinatos. Debido a su complexión física y a la correcta elección de vestimenta, le resulta fácil hacerse pasar por un muchacho.
«Se despedazan unos a otros y desconfían de quienes les rodean. Mientras ellos siguen discutiendo, yo me siento a observar el espectáculo —Ya no queda vestigio alguno de la niña que algún día fue. Ya no es más la niña que aparentaba ser agresiva para no salir lastimada—. No estoy muerta, pero estoy rota.»
El hielo sucio vuelve el camino traicionero pero ella está sedienta de venganza. Una venganza que saciará con la sangre de una inocente. Lo único que quiere es devolverle al mundo un poco de la injusticia que le ha dado repetidas veces. Ahora se encuentra en su mano la posibilidad de equilibrar la balanza.
«Los muggles son muy supersticiosos. Le tienen miedo a los vampiros y hombres lobos —su pensamiento está impregnado de falsa ternura—. Lo que ellos no saben es que los fantasmas son los peores enemigos. Los fantasmas de una guerra son capaces de crear abominaciones.»
—¿Por qué me está haciendo esto, señor? —alcanza a preguntar la niña cuando le rodea el cuello con las manos.
—Tracey Davis. Su nombre era Tracey Davis. Murió por culpa de la Orden del Fénix —su voz es disminuida por el viento gélido que sopla y crear murmullos a su alrededor—. Dijeron que fue un accidente, pero yo no creo en los accidentes de los héroes.
Los ojos de la pequeña se quedan en blanco y observan al vacío infinito. Las llamas anaranjadas de la hoguera improvisada, se devoran ávidamente las prendas masculinas.
El pueblo vuelve a agonizar al amanecer cuando descubren el cuerpo inerte. Agonizan del mismo modo que Millicent Bulstrode cuando su amiga muere entre sus brazos.
«Tracey está vengada. Ahora falta vengar a Vicent.»
