-Solo por hoy- había dicho su padre, ¡Solo por hoy! ¡Ba! Iba a hacer pagar a su padre por esto. El chico tenía tanta mala suerte, tener que viajar con esos sucios muggles. Al menos iba de incógnito la capa había evitado que alguien lo reconociera en el transcurso de su viaje hasta el tren y que no empezaran raros rumores del chico de familia adinerada.
Draco entro al vagón con mucho cuidado, al hacerlo escucho unas voces muy familiares. Eran la pareja de novios Weasley y Granger, la cual entro en una de las cabinas. Pero había algo raro ¿Y Potter? Se pregunto el rubio, pero se abofeteo mentalmente ¿Por qué pensaba en él? ¡Ni que fuera gran cosa! Saco ese pensamiento de su cabeza y entro a una de las cabinas más cercana. Cerró la puerta y suspiro con alivio, pero su paz no duro mucho.
En uno de los asientos cerca de la ventana, se encontraba un chico de cabello negro. El pelinegro leía con mucho afán un libro, el cual raramente no tenía titulo en la portada, como si hubiera usado un hechizo para esconderla. Tan entretenido estaba con la lectura que ni había deparado a ver quien había entrado en la cabina. Si hubiera sido un dementor ya estaría muerto.
El joven rubio pensó que lo estaba ignorando, orgullo por orgullo, así que opto por hacer lo mismo y sentarse frente a Harry, para ver si así lo volvía a ver. Lo cual nunca paso y en ningún momento el pelinegro quito su mirada del libro, entonces Draco empezó a divagar en sus propios pensamientos mientras el tren se ponía en marcha.
Pasado un buen rato el chico rubio volvió a ver a Harry y noto algo, cada cierto tiempo sus ojos se cerraban y se abrían al rato, lo mismo se repitió un tiempo hasta hacerse más seguido y llego hasta un punto en el que el pelinegro no volvió a abrir los ojos, se había quedado dormido. Draco tenía una muy buena imagen en frente, el chico se había dormido con todo y libro en mano, se veía realmente lindo así.
Malfoy quedo embobado completamente con esa imagen que tenía en frente, la cual iba a guardar ¡No!, a atesorar para toda la vida. Ahora que lo miraba mejor Harry tenía unas ojeras muy grandes, seguro había pasado toda la noche estudiando pócimas o leyendo ese libro que no suelta. Duro un rato mas viéndolo hasta que reacciono, se quito el gorro que hace tiempo le estorbaba y arreglo su cabello.
Miro hacia la ventana, estaban a punto de llegar a su destino. Así que se levanto de donde estaba y fue a donde se encontraba Potter, se acerco y tomo con mucho cuidado el libro, sin que el chico se despertara. Hizo desaparecer el hechizo de la portada y leyó "La torre oscura". Parecía un libro interesante, pero se lo devolvió al pelinegro no antes de hacer algo más. Se acerco a la cara del chico y poso levemente sus labios con los de él, le robo un pequeño beso, se separo al momento y salió de la cabina antes de que se detuviera por completo el tren y se despertara.
-Harry- llamaba una voz femenina desde fuera de donde estaba durmiendo el recién nombrado-¡Harry!
Al segundo llamado el chico se despertó, Ron y Hermione entraron en la cabina buscando al chico, al cual encontraron con una gran sonrisa en la cara apenas se despertó.
-¿Por qué tienes esa sonrisa en tu cara?- Pregunto el chico Weasley.
-Solo soñé algo interesante-respondió Potter todavía sonriendo.
Ninguno de sus amigos le dio más vueltas al tema y siguieron su ruta para llegar al castillo. Hicieron las compras que normalmente hacen, aunque Harry estuvo un poco distraído durante ese trayecto. Pasada la tarde llegaron a Howarts, cada uno se acomodo en su cuarto y aunque era algo tarde el elegido tomo su libro y se fue a la sala de estar. Abrió el libro en donde estaba el separador y empezó a leer. Pero se dio cuenta de algo, de que ahí no era donde había quedado cuando se quedo dormido. Busco la pagina en la que si había quedado, al encontrarla recordó su sueño.
Estaba recostado en uno de los arboles del jardín, leyendo un libro muy interesante, ya que no quitaba la vista de el. Sintió una presencia, algo familiar. Miro al frente y vio a un chico rubio, el cual reconoció de inmediato. Draco se sentó a la par del otro chico, arrecostandose a él. A Harry no le importo y siguió su lectura, pasado un rato Draco se levanto y se puso frente al pelinegro. Tomo entre sus manos la cara del chico y se acerco a él, besándolo delicadamente en sus labios. Aunque solo duro unos segundos pareció que hubieran sido horas. Se sintió demasiado real y especial para Harry, que le dolió saber que solo era un sueño y nada era real.
Apenas termino soñar despierto otra vez, recordó también que había entrado un chico a la cabina en la que él estaba, antes de llegar a Howarts. En un principio pensó que se trataba de una persona común, pero siendo franco había sentido algo diferente en esa persona, como si la conociera de algún lado. Pero no le tomo importancia y siguió su lectura. Cuando se iba quedando dormido hubo un momento en el que vio un mechón rubio, en ese momento ese chico se quito la capa y se levanto… Harry se puso una mano en la boca y se puso completamente rojo. Ahora que lo pensaba bien ese sueño lo había sentido muy real.
Muy gratificantemente real.
