—Eren, recuerda que hoy es el día -La chica le advertía a su novio-.

—Lo sé, Mikasa, no es necesario que me lo repitas cada cinco minutos -Por mucho que la quisiera, era agotador escucharla todo el maldito día repetir lo mismo-.

Antes de que la chica pudiera decir algo nuevamente, se detuvieron frente a la respectiva casa de ésta.

—Ya es hora -Los nervios atacaron a Eren. No esperaba que llegaran tan pronto ni que la casa de su novia fuera tan grande. Realmente parecía una mansión-.

Entraron a la par mientras se tomaban las manos en un intento de calmar las ansias de ambos.

Fue guiado a través de aquel lugar hasta llegar a lo que era la sala de estar o eso suponía por los sillones decorativos.

—Mi padre llegará en unos momentos, ahora está bañándose -Aseguró como si fuera algo obvio aunque no lo había dejado solo ni un segundo para ir a averiguar sobre su padre-.

Eren utilizo esos momentos para prepararse mentalmente.

¿Cómo sería el padre de su novia? Seguramente era un hombre ya viejo, alto, con algunas canas y arrugas. Realmente no le importaba su apariencia. Aún así, siguió imaginándolo hasta que el sonido de unos fuertes pasos le alertaron que el progenitor de su novia se acercaba.

Apareció un pequeño chico en la entrada con el cabello mojado y Eren relajó los músculos que previamente había tensado inconscientemente.

Mikasa fue hasta él y lo saludó cordialmente con un abrazo y beso su mejilla izquierda.

—Padre -Se impactó unos breves instantes- Él es Eren, mi novio.

—E-Es un gusto conocerle S-Señor -Extendió su temblorosa mano al mismo-.

—Igualmente -Recibió su mano cautelosamente. Seguramente ése chiquillo no se habría lavado las manos antes, igualmente correspondió por pura educación-.

Eren tardo en procesar la nueva información recibida. ¿Cuánto medía aquel hombre? Era al menos diez centímetros más bajo que él. Olvidándose de eso, lo importante no era su estatura, su prioridad era impresionarlo para mantener su relación con Mikasa, aunque hace ya un tiempo tenían problemas, suponía que conocer a aquel hombre les ayudaría a afianzar su relación un poco más para que no acabara.

Miró fijamente a ambos hasta que le devolvieron la mirada al unísono.

Comenzó a fijarse en los detalles y rasgos faciales que compartían. Ambos tenían ojos y cabello obscuro. El padre tenía los ojos rasgados mientras que los de la hija eran levemente más grandes. Tenían labios finos y rosados. Bastante apetitosos... Pestañas largas y un aura amenazante. Pero definitivamente Mikasa no la aparentaba con él.

Después de analizarlos unos segundos más, decidió seguirlos hasta los sillones donde se sentó al lado de su novia, naturalmente algo extrañado.

No había notado cuándo el Señor Ackerman y su novia habían llegado hasta allí.

El silencio se hizo presente. Realmente no tenían tema de conversación. Sorprendentemente el mayor del trío rompió el silencio que se había provocado desde la llegada del mismo.

—Bien, Eren... ¿Qué planeas con mi hija? -La típica pregunta con la que todos los padres comienzan pero el novio no está seguro de responder-.

—Y-Yo sólo quiero hacer feliz a Mikasa -Para una típica pregunta la típica respuesta. Aún así los ojos de la mencionada brillaron, en cambio los de su padre seguían inmutables-.

Después de preguntas certeras y directas Eren terminó agotado mentalmente.

—¿Estás bien? -Mikasa se preocupó al ver a su novio temblando y sudando frío por los nervios que el mayor provocaba en su persona-.

—S-Sí. Es sólo qué... -Hizo una seña para que se acercara un poco y susurró- Necesito ir al baño -Le mintió, pero eso le daría algo de tiempo para tranquilizarse-.

—Padre, Eren necesita ir al baño - Mikasa se levantó sin esperar respuesta, tomó al chico de la mano y lo guió hasta éste-.

Eren entró al cuarto de baño rápidamente, se encerró de forma fugaz con seguro en la puerta.

—Mi-Mikasa. ¿Podrías volver? -Eren no se sentía cómodo sabiendo que su novia estaba afuera esperándolo como una guardaespaldas-.

—¿Recuerdas como regresar? -Era necesario preguntar-.

—S-Sí -Dicho aquello sintió los pasos de la chica alejarse-.

Se mojó la cara varias veces intentando relajarse. Se secó el rostro con una toalla que se veía extremadamente limpia. Acto seguido, se sentó sobre la taza del baño a pensar en cómo iba a regresar... No debió mentirle a Mikasa...

—Eren está tardando mucho -Llevaban media hora esperando o más-.

—Tal vez está cagando y la mierda no le sale -Realmente era un hombre educado, pero mal hablado-.

—Lo iré a buscar -Se levantó de golpe como acostumbraba a hacer si se trataba de Eren-.

—No, iré yo -Antes de que su hija protestara ya había salido en busca del mocoso-.

El problema era a cuál de los baños de la casa lo había llevado su hija.

¡Hola! Yo soy KisekiKomiko uwu Nunca he sido buena en los comienzos... Así que voy a hacer algunas advertencias ya que por eso escribo ésta cosa.

Advertencias: No actualizo seguido, por lo que no esperen mucho de mí ;n; También no puedo asegurar de que todos los capítulos sean largos, con buena trama e interesantes, es el primer FanFic que escribo, tenganme paciencia T-T

¡Daré mi mayor esfuerzo!

Les quiero, gatitos ❤ [Así les llamaré porque amo a los gatos(?)]

KisekiKomiko~