Es una historia corta. Los siguientes personajes no me pertenecen, le pertenecen a Rumiko Takashi.

Conquistando a Mamá

La vida, que será la vida, algunos creen que la vida ya esta escrita, otros creen que uno la crea, hay personas que se dejan manipular por que no saben como vivir, y otros manipulan para crear una vida perfecta de los demás, sea lo que sea la vida, hay que vivirla, y aun que digamos que es aburrida, estamos tan acostumbrados a ella, que cuando la vida cambia, no lo queremos aceptar, por que al final uno se da cuenta de que la vida que tiene o tenia esa era la mas indicada o por lo menos se era feliz.

Esta historia se desarrolla en un bosque, en el bosque "Vivir", en donde los pocos aldeanos que la habitan son muy felices, los hombres siempre se levantan muy temprano, para ir al bosque a cortar árboles para sus chimeneas, buscan animales para su comida, buscan plantas para utilizarlas como medicina. Las mujeres, siempre se levantan a las hora que se van los hombres, pero ellas se quedan en casa para hacer la limpieza, criar a sus hijos e hijas, cocinan, lavan cerca de un río, su vida aun que monótona era muy relajante, feliz, a veces muy divertida, y mas cuando se celebraba una boda.

Esta seria la ultima boda durante barios años, ya que en esta aldea ya todos estaban casados, y los mas jóvenes o los mas prontos a casarse tenían 8años, esta pareja, aun que fuera la ultima y por obligación tenían que casarse, se les notaba algo de felicidad.

Ella única hija de una familia aun que pobre muy querida por los aldeanos, ella es alta, de piel clara, un cuerpo muy escultural, de cabellos azabaches, sus ojos cafés claros, su nombre Kagome Higurashi, de 17 años de una personalidad envidiable, era carilloza con los niños, personas adultas; y muy sincera, muy cumplida, todo lo que le pidiera su madre ella lo asía gustosamente, con su padre muy atenta, y siempre todas las noches se ponía a leer, abecés para ella, otras veces para su madre y su padre. Kagome, aunque no lo quisiera admitir, no estaba preparada para casarse, pero aun que no quisiera nunca se lo diría a sus padres, ya que siempre los obedecía al pie de la letra.

Su prometido él único hijo de una familia también algo pobre, él es alto, de piel un poco bronceada, un cuerpo magnifico, de cabellos obscuros, sus ojos negro, su nombre Inu Taisho, de 18 años una personalidad discreta, era callado, y prefería estar leyendo que trabajando, pero por obligación de su padre tenia que trabajar, su madre ya había muerto, y aun que no quisiera, se casaría, ese era el deseo de su madre, y lo tendría que cumplir.

Su boda fue muy sencilla, y al mes esta joven pareja empezó a convivir, y poco a poco fueron dándose mas amor, la joven pareja, al año de casados, y con un niño en brazos prefirió alejarse del pueblo y tratar de comenzar una vida lejos de ahí, sus familias lo trataron de impedir pero no lo lograron, a los 5 días después de su partida asía lo desconocido tuvieron un percance, una de las ruedas del carruaje en donde viajaban se salió de su eje, e hizo que cayeran de él, en una tarde se lluvia, Kagome fue la primera en levantarse después de tal accidente, para esos momentos la lluvia ya había aumentado, busco con mucho ahínco a su hijo y marido, primero encontró a su esposo y al comentarle que no encontraba al niño se levanto bruscamente del suelo, y los dos comenzaron a buscarlo, lo encontraron a unos dos metros lejos del carruaje, al acercarse Inu palideció al notar que aquella criatura que le había dado la vida yacía muerto en sus brazos, Kagome se acerco a él con esperanzas al ver que se agachaba, pero al mirar sus ojos comenzó a gritar, y le arrebato al niño y confirmo lo que temió por un momento.

Han pasado un año, él construyo una pequeña cabaña cerca de donde sucedió aquel trágico accidente ya que Kagome le rogó que lo hiciera, nunca mas tuvieron otro hijo, ya que ella no lo permitía y tanto se alejo de su marido que este un día decidió marcharse y dejarla sola con su locura y con lo fría que se había convertido su corazón. Al notar que se había quedado sola, prácticamente había muerto en vida, y para acabar con su vida, fue a un río cercano, para ahí darle fin a su sufrimiento, al acercarse al río un ruido la saco de sus pensamientos, y la hizo detenerse para escuchar mejor, el llanto de un niño se volvió a oír, y al percatarse de esto comenzó a correr hacia la dirección de donde salía aquel llanto. Al llegar al lugar vio una canasta algo grande que flotaba en el rió, y que por suerte se detuvo por unas ramas, lo malo, es que la canasta estaba a la mitad del río, se quedo estática por unos momentos, para asegurarse de donde venían aquellos llantos, al notar que definitivamente ese llanto provenía de la canasta salto inconscientemente al río, el agua le llegaba un poco mas arriba de las piernas, pero esto no le impidió llegar, al abrir la canasta y retirar unas telas encima del rostro de la criatura sus ojos no lo podían creer era un bebe, .-"quien dejaría a un bebé así".- pensó, al levantarlo fue su mayor sorpresa, el bebé era albino, sus ojos tenían un tipo de color amarillo casi como miel o tal ves como dorados, el poco cabello que tenía era de color blanco, y ser una persona albina o crear a un niño albino era de brujería, así que lo regreso y lo volvió a cubrí, dio la media vuelta, pero al notar que volvía llorar se detuvo cerro muy fuerte sus puños dio la vuelta lo tomo con todo y canasta, y comenzó a caminar hasta llegar a la orilla.

Kagome lo tomo entre sus brazos, y noto como reía aquella criatura tan in ofensa.- Pero quien se a atrevido a dejarte, si eres tan lindo, yo te cuidare.!.- exclamo algo feliz, lo coloco nuevamente en la canasta y regreso a su cabaña.- Y como te llamare, mmmmm, ya se, te llamare Inuyasha.

Han pasado 5 años...

Inuyasha, en donde estas, Inuyasha, salde tu escondite!.- gritaba una mujer de 23 años, que no podía encontrar a su hijo.- Inuyasha! por favor, donde estas!.- seguía gritando, y volteando para todos los lados.- Esta bien, si quieres perderte hazlo, al cabo que no me importa, solo te aclaro que cuando te encuentre te las veras con migo.- dijo y comenzó andar asía su pequeña casa.- Inuyasha, en un momento vuelvo, boy al pueblo!.- dijo al salir de su casa y comenzó a caminar, pero al sentir unos pasos atrás de ella se detuvo.- Inuyasha, sabes muy bien que no te puedo llevar, no quiero pasar vergüenzas contigo- dijo y comenzó andar, al notar que aun la seguían se voltio.- que te acabo de decir, regresa a la casa.-dijo mas severamente, y al ver que Inu se iba , continuo con su caminata. No sin antes notar que el pequeño niño traía unas flores, pero al salir corriendo las dejo caer. Kagome mostró una sonrisa de amor, pero al recordar que aquel niño era albino mostró una sonrisa de dolor.

Inu.- Por que mamá?.-solo pregunto al viento, y continuo su camino al llegar, rápidamente se acostó un su futon, y comenzó a llorar.

Al llegar Kagome al pueblo, las miradas cayeron en ella, las platicas empezaron a hacer sobre ella, a Kagome no le importo mucho, así que se dirigió rápidamente a la tienda de Trueque. Al llegar un hombre de avanzada edad la atendió, ella sacó de una pequeña bolsa de cuero un collar con una hermosas piedras de jade.

Kag.-cuanto me puede dar por esto.-dijo con vos seria, al recordar que aquel hombre fue el culpable de que la vieran como bruja, por tener como hijo a un albino.

-Flash Back-

Era un día de lluvia y una joven con un bebé en brazos buscaba refugio, debajo de un árbol, pero al ver luces a lo lejos pensó que seria bueno ir a ver, Y comenzó a correr, y al llegar, se dio cuenta que definitivamente era un pueblo, al ver a lo lejos un letrero que decía Trueque, rápidamente se dirigió asía aya al llegar noto que alguien salía.

Kag.- Disculpe! pero me permite quedarme aquí de mientras pasa la lluvia, le prometo no molestar, e irme cuando la tormenta pase. Además vengo para ver si me puede cambiar este collar por provisiones.- dijo tratando de callar al bebé, ya que había comenzado a llorar. Y tratar de sacar de una bolsa unas pulseras bañadas de oro.

El señor sonrió y le permitió pasar, le ofreció una manta, al terminar la tormenta, Kagome sujetaba muy fuerte unas colchas algo chicas, una bola de cuero con comida a Inu lo mantenía muy envuelto para que no lo viera, cuando el señor se acerco a hablar con ella y hacer un poco de platica, le pregunto si podía cargar al niño, ella le contesto muy fríamente y lo alejo de él, él señor se enojo tanto que jaloneo con Kagome, y al jalar la cobija que envolvía al pequeño, vio su cabello blanco y comenzó a gritar aventó la pequeña colcha y alejarse de ella, Kagome trato de calmarlo, pero entre mas se acercaba mas gritaba, en eso Kagome salió del lugar, y noto que ya no llovía, en eso él señor sale, y empieza a gritar a todo pulmón que había una bruja con su pequeño albino, en eso personas comenzaron a salir y vieron a Kagome con un bebe, al ver como todos la veían feo y la criticaban comenzó a correr, y a llorar.

-Fin Flash Back-

Señor.- Pues lo único que le puedo dar es esto.- mostró unas cuantas monedas, y unas telas muy desgastadas, y un poco de ropa para ella, pero estaba sucia y un poco rota. Y una bolsa de piel donde contenía frutas.

Kag.- Eso!- exclamo ofendida.- eso por el collar, usted esta loco!.- Dijo indignada y le arrebato el collar de su mano.

Señor.- Pues mire, diga que le doy algo, además quien me asegura que usted no creo eso con sus poderes, tómelo o déjelo, es su decisión.- dijo muy fríamente.

Kagome lo pensó y en un estante vio unas ropas muy elegantes del tamaño perfecto para Inu, a un que tal ves le quedaría un poco grande.- Lo aceptare, si me incluye esto también, y poco a poco se fue acercando.

Señor.- No, luego no lo podré vender si usted lo toca.- dijo y se apresuro a ponerse enfrente e ella.

Kag.- Esta bien.- y se dio la vuelta.- cuando el señor se alejo ella se acerco mas, y lo toco, mas para fastidiar que para que se lo diera, pero obtuvo lo que quería y se marcho, con ropa para Inu y para ella.

Kag.- Inuyasha!.-fue lo que grito al llegar.- donde estas?.- dijo al acercarse a la casa. Al entrar vio que Inu estaba acostado en su futon, al acercarse se dio cuenta que estaba dormido y le acaricio la frente, para fríamente al recordar que por él le decían bruja, y bruscamente levanto al niño.

Inu.- Si madre!.- dijo asustado al levantarse.

Kag.- Sírveme un poco de agua!.- dijo muy enojada.- traje varias cosas, y traje esto para ti!- dijo sacando un haori de color rojo, y unos pantalones en color negro- se lo entrego y tomo el baso de agua.

Inuyasha agarro las prendas y se puso muy feliz, sus ojos brillaron y al acercarse a su mama para darle un beso de gracias, lo detuvo. Al comprender, solo susurro un ¡Gracias!.

Kag.- Pero si te lo quieres poner, no deberías bañarte primero, estas todo sucio, y si te lo pones así lo ensuciaras.- dijo al ver como su hijo se lo trataba de poner.- vamos al río.- dijo muy seriamente.-

Inu.- Si!.- dijo muy bajito!.

Durante 10años el mismo desprecio asía Inu se iba aumentando, y aun que muy adentro de si algo le decía a Kagome que no fuera así, aun lo era. Inu,mientras pasaba el tiempo se fue haciendo mas fuerte, en habilidades, podía correr muy rápido, podía trepar árboles, y saltar entre ellos, aun que abecés salía un poco golpeado, pero esos golpes no se comparaban con los desprecios de su madre, el se preguntaba por que eran diferentes, por que el siendo su hijo de una persona normal él había salido albino, por que tenia que ser albino, pero eso no importaba, por que a un que fuera malo ser albino quería a su mama por que ella lo cuido, y nunca lo desamparó fuera lo que fuera.

Inuyasha iba caminando hacia su casa después de perderse en el bosque, ya que estaba preparando una sorpresa para su mama, ya que se había enterado de un día muy especial, el cual le consideraban el día de la madre, y al saber de eso, el se emociono y comenzó a preparar un gran regalo a sus 10años de edad, el cual se trataba de una casa un poco mas grande de donde vivían, y alrededor de esta había plantado semillas de flores, que apenas mostraban unos tallos, también cerca de la casa creo un pequeño campo donde planto semillas de verduras, y muy cerca de ahí planto árboles de frutas, y en un árbol muy alto, había comenzado hacer una base, para poder sentarse y admirar el atardecer. Y ahora que tenia 15años ya estaba terminando. Regreso a su casa muy tarde, ya había pasado mucho desde que obscureció, así que regresaba muy rápidamente, pero antes de entrar escucho como su madre hablaba sola.

Kag.- En donde estará ese muchacho!.- decía tomándole a una botella- siempre me esta preocupando, a pero cuando regrese me va a oír!.- por que a mí me toco cuidar de él, pero no"... tenia que recogerlo, pero que podía hacer, me dio tanta lastima!.- dijo volviendo a beber, para luego eructar.- como me gustaría decir...- no pudo terminar su frase, ya que vio a Inuyasha en la puerta, y se acerco a él.- cuanto llevas ahí parado!.- pregunto secamente.

Inu.- No lo suficiente, como esta eso de que no eres mi madre!.-dijo amarrándola de los hombros.- dime que eso no es cierto, por favor!.- dijo con mucho dolor, y con lagrimas en sus ojos.

Kag.- Esa es la verdad!- dijo sin piedad.-yo tuve compasión de ti, y te salve la vida!- dijo sin pensar al estar ebria.- por que nadie te quiere al ser albino!.-dijo muy cruelmente. Pero paro sus palabras al ver que Inuyasha comenzaba a llorar, y de repente reacciono, y se dio cuenta de lo que estaba causando, cuando quiso tratar de rectificar, Inuyasha ya se había marchado.

Kag.- Que estúpida fui.- y se callo al suelo, y comenzó a llorar.- lo único que tenia se fue igual que mi esposo e hijo, por que!.- comenzó a gritar desesperadamente.- Inuyasha, perdóname.- grito, muy fuertemente, se volvió a tirar al suelo y comenzó a llorar con todas sus fuerzas.

Inuyasha seguía corriendo se dirigía al único lugar que podía considerar como suyo, al llegar sonrió con nostalgia al pensar que nunca llevaría a su madre ahí, mas lagrimas se asomaron, y empezó a caminar mas pausadamente hasta llegar al árbol, al estar allá arriba comenzó a pensar.

Inu.- Por eso nunca me quiso, por eso no nos parecemos, por eso nunca me querrá, pero si no me hubiera querido yo no estaría aquí, no se que pensar, me encantaría regresar y que me explicara, pero ese lugar no es mi hogar, ya no es nada para mi, que ago, no se que hacer.- se sujeto sus rodillas, y escondió su rostro en ellas.- tengo tanto miedo, de que me vea feo!.- Pero si me tubo durante quince años o mas, no creo que ahora se asuste de mi, o si, pero ahora que ago!.- Y con esos pensamientos se durmió.

Al día siguiente Kagome se levanto del suelo muy adolorida de la cabeza, aun tenia los ojos rojos, aunque había dejado de llorar desde ase un buen rato, pero su dolor interno aun permanecía, como pudo ser tan cruel durante tanto tiempo, además si no lo quería dejar lo hubiera dejado, pero no ella lo crió no de la mejor manera, pero siempre preocupaba que el comiera y que nunca se enfermara, y aunque por afuera no lo demostraba le encantaba verlo reír aun que fueron pocas veces, verlo correr, y que el tratara de darle flores la mayoría de los días, pero no, ella nunca le presto atención a esas cosas, ya que su dolor por su esposo e hijo nunca la abandono, pero eso no significaba que fuera mala con el niño, que ahora era un joven muy apuesto. Al lavarse la cara y ver que toda su vida era un desastre por su culpa, ya que fue ella la que había propuesto alejarse de su pueblo, fue ella la que hizo con sus razones tontas espantar al marido, ya que fue ella que sabiendo que Inu era albino lo acepto, y comenzó a llorar nuevamente, .- Pero llorar no arreglara nada!.- pensó, y al mirar su hogar se propuso a limpiarlo, deshacerse de botellas con alcohol, y tratar de hacer parecer aquella casa fea en un lugar donde vivir, al terminar, se sentó en la puerta, para ver si podía esperar un milagro.

Inuyasha al despertar, noto que en su rostro seguía húmedo, al limpiarlo por fin, miro hacia abajo y contemplo todo lo que había hecho para aquella mujer que llamaba madre, la madre que aun que no lo quiso cuido de él, lo alimento, y una ves que se enfermo lo curo.

-Flash Back-

Un niño de por lo menos 7años estaba recostado en su futon, se encontraba tosiendo y tenia elevada la temperatura, estaba muy envuelto y tenia un trapito algo húmedo, su mamá ya hacia mucho que había salido y se empezó a preocupar al no verla llegar, cuando la calentura lo empezó a marear, y a dificultarse su vista escucho el ruido de la puerta, y escucho renegar a su madre.

Kag.- Ya vine.- dijo algo enojada, y con un poco de preocupación en su vos- me moje por ti, espero que luego me lo agradezcas.- dijo acercándose a él, y posarle en su boca un baso con un té, y hizo que lo sorbiera, Inuyasha hizo un gesto desagradable, y movió su cabeza.- tómatelo, no me digas que mi esfuerzo no valió la pena.- dijo, Inu regreso su cabeza asía el baso y termino de beberlo, al terminar, se quedo dormido.- Espero que te cuides susurro muy bajito Kagome en el oído de su hijo.

-Fin Flash Back-

Seguía pensando que hacer, él quería regresar con esa persona, que aun que no fuera su madre, aun que fuera albino, fuera lo que fuera cuido y protegió, además si ella lo hubiera dejado solo, él estaría en otro lugar, tal ves sin vida, tal ves vagabundearía por toda su vida solo. Con este pensamiento, bajo del árbol, y comenzó a correr hacia su madre, así la única persona que aun que no lo demostrara lo quería o eso pensaba él. Seguía corriendo por el bosque que conocía muy bien, era el medio día y se podía ver unas lindas vistas, de paisajes, y animales salvajes, pero sus pensamientos fueron detenidos al ver que en la entrada de la casa se encontraba su madre, pero al parecer se encontraba dormida, al acercarse muy lentamente, se agacho para verla que respiraba calmadamente, pero en al acercarse a su rostro se sorprendió al notar unas lagrimas que no habían salido de los ojos, acerco sus dedos y los limpio, Kagome se levanto muy sorprendida, pero al ver a su hijo en frente, por primera ves le había sonreído gustosamente, y hizo que Inuyasha contestara esa acción con un gran abrazo.

Inu.- Mamá, se que no me trajiste a la vida, pero te convertiste en mi madre al cuidar de mi.- le dijo directamente a los ojos y le coloco un beso en la frente.- Ven te quiero mostrar algo!- dijo muy feliz. Se paro y le ofreció una mano.

Kagome solo correspondió aquel abrazo, asintió con la cabeza, y al levantarse le sonrió ampliamente, quería decir algo pero no sabia que decir, de repente dijo lo que siempre quiso decir.- Muchas gracias hijo!.- y continuaron caminando sin decir nada, los únicos comentarios que había eran de Inu, le explicaba mas o menos lo que estuvo haciendo, sin detallar nada quería sorprenderla, por que aun que no estuviera listo, en primavera se vería muy hermoso, y aun que faltaba mucho, se lo daría antes. Kagome solo lo veía con amor y comprensión, ella siempre fue muy cruel con él, y él le estuvo preparando un obsequio, no lo podía creer, y cuando llegaron fue mayor su sorpresa era mas lindo de lo que él decía, y tenia un gran paisaje, pero el ruido de un rió le llamo la atención, y se acerco y por un momento palideció, Inuyasha se acerco a ella.

Inu.- Que pasa!.- dijo preocupado al ver su expresión.- que pasa!- volvió a preguntar al no tener respuesta y se paro a un lado de ella.- mamá?.- pregunto preocupado.- y le toco el hombro para llamar su atención.

Kag.- Lo que pasa... es que aquí te encontré!...-dijo con lagrimas en los ojos.- Discúlpame hijo, yo no quería ser tan mala con tigo, no tengo justificación, ni siquiera per...- no pudo terminar de hablar ya que Inu la abrazo.

Inu.- Yo te disculpo madre!.- dijo con lagrimas en los ojos el también.-

Y sentados a la orilla del río, tomados de la mano… capturando el atardecer en sus corazones, se dieron cuenta... y lo sabían… de que a pesar de todo, eran una familia.. Kagome comprendió al fin, que Inuyasha había sido puesto en su camino como un regalo de Dios, para que iluminara su vida y no siguiera sufriendo... Inuyasha comprendió… que el que aquella mujer no le haya dado la vida, no la hacía menos madre ni a él menos hijo... ya que los dos compartieron todos esos años, de angustias, de risas, aunque pocas... de llanto… pero sobre todo.. lo compartieron juntos empezarán una nueva vida, sin más rencores, en esa casa que simboliza todo el cariño de un hijo a una madre, y el lugar en que pasarán el resto de su vida, llenándolo con el amor de la madre.. que debe haber en todo hogar..

Nota de la autora: Hola!

Pues aquí esta una de historia mas, esta corta, si lose, pero esta es la primera historia que ago con compañía, quiero agradecer a Meryl, ella es de Baja California Sur, y aun que estamos bastante lejos nos pusimos a pensar, y este fue el resultado, espero que les guste, ya que lo hicimos con mucho carillo. Y recuerden que yo acepto cualquier tipo de critica comentario, o Jitomatazos, conmigo no hay problema, yo con ellos mejoro, y con ellos me doy cuenta que les gusta la historia. Jejejejeje.

Nota de: Meryl

Bueno..XD antes k nada, quiero agradecerle a Ere por ser mi amiga, y por k yo no hubiera podido hacer mejor esta historia… espero que sigamos compartiendo momentos como estos, por k me pareció muy divertido… y bueno espero que les guste tanto como me gustó a mi... y un feliz día para sus respectivas mamis :p y para quienes ya son..

Y pues antes de que te retires, nos encantaría que nos dejaras un mensaje!.

Muchas Gracias!

atte.

StarFive y Meryl