CAPITULO 1 ESPERANDO

Que pereza siento, estoy casi dormida, otra vez ese puñetero sueño, me causa escalofríos pero casi cada noche me voy a la cama esperando tenerlo nuevamente, hay una luz, que me jala hacia ella, pero una presencia negra y temible la tapa y se interpone entre ella y yo, me abraza, y una voz que resuena en todo mi ser me dice: te esperare. Y en ese momento me despierto, no se que es, o por que lo sueño, solo se que, me atrae y me atemoriza a la vez, será mejor que me despierte por completo, ya se me ha hecho tarde para ir al cole.

A los 16 años debería de tener una vida normal, la mía casi lo es, pero mi familia es especial, no se si me creerán, la verdad es que no es fácil, sobre todo por lo que ello implica, mi madre es un ángel, en todo el sentido de la palabra, es un ángel, es Gabriel, y mi padre es un demonio, Asaroht, los dos polos unidos por amor, por uno sincero quiero decir, se que mi madre ama a mi padre y viceversa, si lo digo a los cuatro vientos fijo que me meten en un psiquiátrico, pero hay algo, toda mi vida que no ha sido en realidad muy larga, me he sentido, sola, como si estuviera esperando encontrar algo, o a alguien, pero trato de no tomarlo mucho en cuenta, con los padres que me cargo ya es para estar confundida durante el resto de los años que me quedan.

Después de fastidiarme la mañana con elucubraciones sin sentido salgo para el colegio, con mi uniforme parezco a veces menor de lo que soy, al ser tan baja de estatura supongo que a veces se me confundirá con niñas de 13 o 14 años, que mas me da, veo a todas mis compañeras, tan arregladas, tan pintadas, tan perforadas, no es que no me agrade, pero yo paso de ello, que fastidio!, toda la vida debo traer tres diablos cuidándome las espaldas, aunque...en estos momentos corro al metro, joder por que hay tanta gente, estoy segura que me pisan los pasos pero entre tanta persona no me encontraran, gracias a todos los dioses por el metro de Madrid, creo que me he librado, otra vez, pero por mas que lo intento siempre me terminan encontrando, ya casi siento que esto es un juego, yo me escondo y ellos me encuentran y así se va la vida, pero al menos me divierto, ha pasado ya un rato, bueno hora y media, aún sigo en el metro, pero no se por que, no quiero salir, prefiero estar aquí sentada, como esperando...un amigo?, una palabra de alguien?, no tengo idea, pero algo me dice que debo segur aquí, será un presentimiento, no suelo tenerlos, pero ahora es muy fuerte.

De repente algo pasa, el vagón esta solo, no hay nadie, no me di cuenta cuando se bajaron las personas, ahora si que me estoy asustando, creo que no debí de escaparme, estoy casi segura de que no debí escapar, hay algo, no como explicarlo, Te esperare, estas palabras resuenan en todo mi ser, no- respondo en voz alta- yo te estoy esperando a ti...