Hola! Me llamo Laura y esta es mi primera historia, soy principiante asi que si quereis me podeis dar consejos para mejorar y podeis opinar sobre lo que os parece la historia. Espero que os guste y gracias!

CAPITULO 1.

LA FIEBRE QUE LO CANVIA TODO

-Giselle, ¡debes decírselo! Es tu oportunidad, ¡no la desaproveches!

- mira, vale que me guste, pero no nos conocemos de nada, solo nos hemos cruzado un par de veces, y ¡encima esta con la feúcha esa pija que me saca de quicio cada vez que la veo! ¡Es que le arrancaría la cabeza!

- ¡Relájate! Así no vas a llegar a ninguna parte, tranquilízate.

- Perdona, ¡es que me pone nerviosa!

-Lo mejor es que se lo digas, dile que llevas un tiempo fijándote en él y que te gusta.

-¿Pero que no te das cuenta? Que no se lo puedo decir, que esta con otra, que si se lo digo así no me va a querer ni hablar, y que solo voy a conseguir que pase de mí. Lo único que puedo hacer es esperar un tiempo, y poco a poco pues no sé, acercarme a el de alguna manera, ¡hasta que lo deje con esa guarra y entonces al ataque!

-Exactamente, así es como lo debes hacer.

-Tía, eres buena amiga, pero eres más cabezota…

-Bueno, me voy, que llego tarde, que he quedado con Mark.

-¡Adiós! ¡Y no hagáis guarrerias en sitios descubiertos!

-Calla tonta!

Seguía pensando que estaba loca, yo, no ella, bueno, en realidad ella también lo estaba, más que yo, pero no en ese sentido. Otra vez volví a encerrarme en mi misma, a pensar que no, que yo no era así, que yo no era capaz de hacerlo, que en los novios siempre fracasaba, y que no valía para esto. Necesitaba que ella estuviese conmigo las 24 horas del día, porque si no los planes que me convencía para hacer, luego se iban al carajo. Volví a abrirme un poco, ya que de golpe oí un grito, de quien iba a ser…mi madre. No me sentía muy bien, notaba como un dolor fuerte en mi cabeza. Bajé a ver que era lo que quería, seguramente echarme bronca otra vez, ella era así.

-Hija,

-¿Qué quieres mamá?

-Tu padre acaba de llamar, no va a venir a cenar, tiene asuntos importantes que resolver en el trabajo.

-Vale, oye, no me encuentro muy bien, creo que tengo fiebre,

Sus manos frías rozaron mi frente, para calcular si estaba bien.

-Si hija, tienes fiebre, tomate un antitérmico y sube a tu cama, que ahora te llevare algo a ver si baja.

-Vale mamá.

Abrí el armario de los medicamentos, cogí la caja de las pastillas contra la fiebre, y saque una de ese plástico que hacia tanto ruido y me rebotaba en la cabeza. Introduje la pastilla en mi boca, y con ayuda del agua intenté que bajase, esa pastilla tan diferente a las demás, conseguí que pasase por la campanilla, y el resto ya era pan comido. Después de ese sacrificio di unos cuantos pasos, y empecé a subir la escalera medio moribunda, y cuando llegue arriba me estiré en mi cama. Mi madre subió en cinco minutos con un paño de agua fría para mi frente.

-Hija mía, esto es para tu frente, póntelo, te calmara. Descansa.

-Gracias.- Dije casi dormida.

Me desperté al día siguiente, seguía teniendo un poco de fiebre, así que decidí no ir al instituto. Cuando pasó el día, y llegaron las cinco y media de la tarde, sonó el teléfono.

-RRIINNNGGG, RRIINNGGG…

Mi cabeza moría de dolor por el ruido.

-¿Si?

-Hola, soy Kevin, ¿que esta Giselle?

No podía ser verdad, era él.

Que opinais? :)